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En este pasaje, se nos ensea que para poder caminar en la luz hay que estar
en comunin con la luz. Y esta comunin tiene dos frutos: liberacin,
purificacin del pecado y comunin los hermanos. Constantemente, S. Juan
presenta la relacin con los dems, como manifestacin no solo de la presencia
de la luz en nosotros, sino incluso como examen riguroso de nuestra relacin
con el Seor. El que dice amo a Dios y aborrece a su hermano, es un
mentiroso. (1 Jn 4) Estas incoherencias de vida, San Juan las llama mentiras
y toda mentira tiene como raz al demonio, el padre de la oscuridad y la
mentira.
Vivid como hijos de la Luz
Y esto, teniendo en cuenta el momento en que vivimos. Por que ya es hora de
levantaros del sueo: que la salvacin est mas cerca de nosotros que cuando
abrazamos la fe. La noche est avanzada, El da se avecina. Despojmonos,
pues, de las obras de las tinieblas y revistmonos de las armas de la luz. Rom
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En la primera carta de San Juan, que reflexionamos al comienzo de esta charla,
escuchabamos: Dios es Luz, en l no hay tiniebla alguna. Si decimos que
estamos en comunin con l, y caminamos en tinieblas mentimos y no
obramos la verdad. Pero si caminamos en la luz, como l mismo est en la luz,
estamos en comunin unos con otros y la sangre de Jess nos purifica de todo
pecado.
Luego en los prximos captulos de esta carta, San Juan nos indica las cinco
condiciones para romper con el reino de las tinieblas y caminar en la luz:
1. Reconocernos pecadores y romper con el pecado : si decimos que no
tenemos pecado nos engaamos y la verdad no est en nosotros. Si
reconocemos nuestros pecados, fiel y justo es El para perdonarnos. (1 Jn 1)
2. Guardar los mandamientos de Dios, sobre todo el de la caridad. Quien dice
yo le conozco y no guarda sus mandamiento, es un mentiroso y la verdad no
est en el Quien dice que est en la luz y aborrece a su hermano est aun en
las tinieblas. (1 Jn 2)
3. Guardarse del mundo: Ya que habis vencido al maligno, no amis el
mundo ni lo que hay en el mundo. Puesto que todo lo que hay en el mundo: la
concupiscencia de la carne, de los ojos y las jactancias de las riquezas (1Jn 2)
(sensualidad, seduccin de las apariencias, orgullo)
4. Guardarse de los anticristos: muchos anticristos... que de dentro de nosotros
se cuelan para darnos un evangelio y un espritu contrario al de Cristo. Se
opone a Cristo...