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MANUEL CASTELLS GLOBALIZACION, DESARROLLO Y DEMOCRACIA: CHILE EN EL CONTEXTO MUNDIAL g t ic FONDO DE CULTURA ECONOMICA MEXICO - ARGENTINA - BRASIL - COLOMBIA - CHILE - ESPANA ESTADOS UNIDOS DE AMERICA - GUATEMALA - PERU - VENEZUELA Primera edicién, Chile, 2005 Primera reimpresion, Chile, 2006 Este libro esta dedicado a la memoria de Enzo Faletto, de Vilmar Faria y de Norbert Lechner, intelectuales ejemplares para las nuevas generaciones de Chile y de América Latina. (© Manuel Castells © Fondo de Cultura Econémica ‘Av, Plaacho Ajusco 227; Colonia Bosques del Pedregal; 14200 Mésico, DE ‘© Fondo de Cultura Econémica Chile S.A Paseo Bulnes 152, Santiago, Chile Registro de propiedad intelectual N° 145.813 ISBNs 996-289-009. Coordinacién editorial: Patricia Villanueva CComposicion y diagramacion: Glotia Battios Impreso en Chile Ninguna parte de esta publicacsn, incluido el disefto de la cubiere, puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna ni por ning medio, sin permiso escrito de la Editorial i AGRADECIMIENTOS Este libro no existiria sin la ayuda, la informacién y el comentario de varios colegas y amigos chilenos que, en distintos momentos a lo largo de los ultimos cinco afios, han ido guiando mi investigacién sobre Chile. Ellos son: Norbert Lechner, Alejandro Foxley, Ernesto Ottone, Guillermo Campero, Carlos Vergara, Javier Martinez, Joseph Ramos, Alvaro Diaz, Guillermo Geisse, Isabel Torres, Fernando Calderén, Eugenio Ortega y el equipo de investigadores del Informe de Desarrollo Humano de Chile del Programa de Nacio- nes Unidas para el Desarrollo. A todos ellos, y a mu- chas otras personas que seria muy largo citar, va mi reconocimiento piiblico, en el bien entendido de que no son responsables de mis errores y deficiencias de interpretaci6n de la informacién que me ayudaron a obtener, Agradezco también las invitaciones a Chile de que he sido objeto en los tiltimos afos por parte de dicho Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, por parte del Foro Bicentenario de la Presidencia de la Republica y por parte del Foro Valparaiso. 10 [GLOBALIZACION, DESAAROLLO Y DEMOCRACIA (CHILE 2N EL CONTEXTO MUNDIAL No quiero dejar de sefialar la trayectoria histérica de mi relacién intelectual y personal con Chile desde mi primera estadia en este pais en 1968. En cierto modo, el andlisis aquf presentado es tributario de esa larga experiencia discontinua en el tiempo y el espacio pero siempre presente en mi vivencia. INTRODUCCION En los albores del siglo XXI el mundo atraviesa un periodo a la vez creativo y convulso, marcado por una transformacién multidimensional y los conflictos que dicha transformacién suscita. Vista desde Chile la tran- sicién hacia la era de la informacién resulta todavia més compleja por coincidir en tiempo y espacio con una transicién politica de la dictadura a la democracia Y con una transicién econémica de un modelo liberai autoritario excluyente a un modelo liberal democratico incluyente, dentro del posicionamiento de la economia chilena en la nueva economia global. No es pues de extraftar que muchos chilenos sientan un cierto descon- cierto en este proceso de cambio y que la visién que en el mundo se tiene sobre Chile aparezca dominada por mitos, fobias y filias de sentidos contrapuestos. Este libro intenta ayudar a la comprensién del proceso de cambio, en Chile y en el mundo, a partir de la obser- vacién de los datos basicos que configuran dicho pro- ceso. Trata de la relacién entre democracia y desarrollo, un tema clasico en los estudios sobre América Latina, pero un tema que se plantea en términos nuevos a n a (GLOBALIZACION, DESARROLLO Y DEMOCRACIA (CHILE EV EL. CONTEXTO MUNDIAL, partir de la globalizacién de la economia y la comuni- caci6n, la informacionalizacién de la sociedad y la iden- tificacién de la cultura. Ei cambio histérico multidimensional en el que es- tamos inmersos desde hace dos décadas se caracteriza por la transformacién del sistema productivo, del sis- tema organizativo, del sistema cultural y del sistema institucional, sobre la base de una revolucién tecnols- gica que no es la causa pero si el medio indispensable de dicha transformacién. En términos de practica so- cial, el nuevo sistema econémico ha sido caracterizado como globalizacién. Pero también es esencial, en la dinamica de transformacién, la construccién de identi- dad a través de la cual las personas constituyen su sentido, ast como los proyectos que impulsan distintos actores sociales a partir de sus valores e intereses. En torno a ese choque entre globalizacién capitalista, iden- tidad propia y proyectos colectivos, se construye la dindmica del Estado, una dinémica caracterizada por la crisis del Estado-nacién y la emergencia del Estado- red. Este proceso de cambio conflictivo tiene expresio- nes especificas en cada cultura, en cada pais, en cada regién del mundo. Pero también hay rasgos comunes que permiten comprender la dindmica politico-cultural de la globalizacién més alld de las caracteristicas pro- pias de cada sociedad. ‘Veamos pues los distintos elementos de este andlisis, especificandolos para América Latina antes de entrar en el estudio de Chile. Se trata de investigar un proceso que est marcado, remedando un término clasico de INTRODUCCION 2B Fernando Fajnzylber, por la globalizacién truncada de América Latina. Y la cuestién fundamental es saber en qué medida Chile puede superar y gestionar las crisis recurrentes y destructivas que han caracterizado la globalizacién del continente en la ultima década. I. GLOBALIZACION, IDENTIDAD Y ESTADO INFORMACIONALISMO Y GLOBALIZACION: REDES DE CAPITAL, DE PRODUCCION, DE TECNOLOGIA Y DE MERCADOS El informacionalismo, como sistema de produccién eco- némico-tecnol6gico, se caracteriza por el hecho de que la productividad, competitividad, eficiencia, comunica- ci6n y poder en la sociedades se constituye en buena medida a partir de la capacidad tecnolégica de procesar informacién y generar conocimiento. Evidentemente, las tecnologias digitales de informacion y comunicacién no determinan la estructura social pero son componen- tes indispensables del nuevo sistema, en la misma medida en que la sociedad industrial fue (y es) insepa- rable de la electricidad (Castells, 2004a). Globalizacién no es sinénimo de internacionaliza- cin, En sentido estricto es el proceso resultante de la capacidad de ciertas actividades de funcionar como unidad en tiempo real a escala planetaria. Es un fenéme- no nuevo porque s6lo en las dos tiltimas décadas del siglo XX se constituyé un sistema tecnol6gico de siste- mas de informacién, telecomunicaciones y transporte, 15 16 CGLOBALIZACION, DESARROLLO Y DEMOCRACIA: (CHILE EN El. CONTEXTO MUNDIAL que ha articulado todo el planeta en una red de flujos en las que confluyen las funciones y unidades estraté- gicamente dominantes de todos los ambitos de la acti- vidad humana. Asi, la economia global no es, en térmi- nos de empleo, sino una pequea parte de la economia mundial, Pero es la parte decisiva, La economia global incluye, en su niicleo fundamental, la globalizacién de los mercados financieros, cuyo comportamiento deter mina los movimientos de capital, las monedas, el cré- dito y por tanto las economias en todos los paises. Los mercados de divisas cambian diariamente 2,3 billones de délares, haciendo imposible para cualquier gobier- no sostener su divisa en contra de turbulencias masivas de los mercados financieros. El desarrollo y creacién de sofisticados productos financieros (derivados, nuevos tipos de futuros, opciones etc.) articulan valores burs- tiles en distintos mercados, estableciendo su interdepen- dencia a través de transacciones electrénicas que mue- ven miles de millones de délares en segundos. Seguin algunos célculos, el valor de mercado de la capitaliza- cién del total de productos financieros derivados en 1998 era equivalente a 12 veces el valor estimado del produc- to bruto total del planeta. No hay, hoy por hoy, control 0 regulacién de los flujos globales de capital (salvo de forma limitada y coyuntural, como, precisamente, en el caso de Chile, y en Malasia), lo que convierte a todas las economias en dependientes del comportamiento de los valores de sus empresas, acciones y obligaciones en los mercados financieros. La globalizacién de la economia CGLOBALIZACION, IDENTIDAD Y ESTADO v también incluye la importancia creciente del comercio internacional en el crecimiento econémico, el aumento considerable de la inversién extranjera directa, la globalizacién de una parte esencial de la produccién de bienes y servicios en torno a empresas multinacionales y asus redes auxiliares, la interpenetracién internacional de mercados de bienes y servicios, la formacion de un mercado global de trabajadores de especial cualificacion (de los ingenieros de software a los futbolistas) y la importancia de las migraciones internacionales de mano de obra desplazada por las crisis econémicas hacia z0- nas con mayores oportunidades de empleo y progreso (Held y otros, 1999; Stiglitz, 2002). Junto a la globalizacién econémica en sentido estric- to, asistimos también a la globalizacién de la ciencia, la tecnologia y la informacién; la globalizacién de la comu- nicacién, tanto en los medios de comunicacién masiva y multimedia, como en las nuevas formas de comunica- cidn a través de Internet (Human Development Report, 2001; Castells, 2000; Castells, 2001; Hesmondhalgh, 2002). En una dimensién més siniestra, la globalizaci6n del crimen organizado tiende a penetrar las instituciones del Estado en numerosos paises, con efectos perversos considerables sobre la soberania y la legitimidad poli- ticas. EI nuevo sistema global que se constituye a partir de redes de intercambio y flujos de comunicaci6n es a la vez extremadamente incluyente y extremadamente 18 (GLOBALIZACION, DESARROLLO Y DEMOCRACIA: CCHILE EN EL CONTEXTO MUNDIAL excluyente. Incluyente de todo lo que tiene valor segin los programas dominantes en los flujos y excluyente de todo aquello que, segtin dichos programas, no tiene valor o deja de tenerlo. En la medida en que la globa- lizacién se ha desarrollado, esencialmente, como ins- trumento de articulacién de mercados capitalistas, la rentabilidad econémica (ya sea mediante ganancia 0 acrecentamiento del valor patrimonial, segiin los casos) se convierte en el criterio fundamental para la inclu- sin o exclusién en las redes globales. Se constituye asi un sistema extraordinariamente flexible y dinémico, pero sometido a fuertes oscilaciones y a una dinémica competitiva que no admite tregua o error. Las redes globales articulan individuos, segmentos de poblacién, paises, regiones, ciudades, o barrios, al tiempo que excluyen a otros tantos individuos, grupos sociales 0 territorios. Todos los paises y territorios estén atravesa- dos por dicha légica dual, de forma que se crean redes transnacionales de componentes dindmicos de la globa- lizacién, al tiempo que se segregan y excluyen segmen- tos sociales y territorios al interior de cada pais, regién © ciudad, naturalmente en proporciones altamente va- tiables segiin las zonas del mundo en que opere la com- petitividad. Si en Africa la gran mayoria de la pobla- cién esta excluida del sistema globalizado (aunque sufre las consecuencias de lo que ocurre en dicho sis- tema), en Estados Unidos la proporcién oscila en tomo al 15%, aunque en el centro-sur de Los Angeles ascien- de al 20%, Esta geografia diferencial de la exclusién [GLOBALIZACION, IDENTIDAD ¥ ESTADO 9 social se complica atin més con la geometria variable de la globalizacién, cuando turbulencias informativas en los mercados financieros propulsan sectores econé- micos y territorios hacia la prosperidad (Silicon Valley, Finlandia.) 0 a la desintegracién (Indonesia 1998, Ar- gentina 2001) segiin procesos que sélo parcialmente responden a célculos estrictamente econémicos (Hutton and Giddens, eds., 2000). Silas fuentes de productividad y competitividad en Ia nueva economia global dependen fundamentalmen- te de la capacidad de generacién de conocimiento y procesamiento eficaz de la informacién, esta capacidad depende, a su vez, de ia capacidad educativa, cultural y tecnolégica de las personas, empresas y territorios. En la economia informacional, la educacién y la inno- vacion se constituyen en fuerzas productivas directas. Pero siendo condiciones necesarias para el nuevo mo- delo de desarrollo, no son suficientes. Porque en la medida en que el excedente se transfiere al mercado financiero, el comportamiento de éste, sometido a per- cepciones de psicologia colectiva y a turbulencias infor- mativas de todo origen, influye decisivamente en la riqueza y la pobreza de las naciones. En este nuevo modelo de desarrollo informacional, la sociedad y las instituciones juegan un papel decisivo. Ello es asi, por un lado, porque la productividad y competitividad dependen de la calidad de los recursos humanos y de la capacidad estratégica de instituciones y empresas para articular dichos recursos en torno a proyectos de 20 (GLOBALIZACION, DESARROLLO Y DEMOCRACTA: (CHILE EN FL CONTEXTO MUNDIAL inversi6n viables y sustentables. Por otro lado, porque la estabilidad social y politica y el eficaz funcionamien- to de las instituciones son factores psicolégicos esencia- les para los inversores globales, de cuyo comporta- miento depende, finalmente, el valor de empresas y paises en los mercados financieros. La globalizacién, en su forma actual de capitalismo informacional desregulado y competitivo, supera a los Estados, pero articula a los segmentos dindmicos de las sociedades en todo el planeta, al tiempo que desconec- ta y margina a aquellos que no tienen otro valor que el de su vida. LA IDENTIDAD CULTURAL COMO RESISTENCIA Y COMO PROYECTO EN UN MUNDO GLOBALIZADO La informacionalizacién y la globalizacién son proce- sos centrales de la constitucién de una nueva economia y una nueva sociedad en el cambio de milenio. Pero junto a ellos, y en interaccién compleja, otro fenémeno, de indole cultural y politica, esta transformando el mundo: el reforzamiento de las identidades culturales como principio basico de organizacién social, seguri- dad personal y movilizacién politica (Barber 1995). Identidad, en términos sociolégicos, es el proceso por el cual los actores sociales construyen el sentido de su accién atendiendo a un atributo cultural (0 conjunto ar- ticulado de atributos culturales) al que se da prioridad GGLOBALIZACION, IDENTIDAD ¥ ESTADO a sobre otras fuentes posibles de sentido de la accién. No siempre se define un actor por su identidad, pero cuan- do el principio de definicién es identitario, es un prin- cipio fuerte que tiende a cobrar preeminencia sobre otras fuentes de sentido. En nuestro tiempo histérico, las identidades religiosas, nacionales, territoriales, étnicas y de género, aparecen como principios funda- mentales de autodefinicién, cuyo desarrollo marca la dindmica de las sociedades y la politica de forma de- cisiva. Sin entrar en controversias poco titiles sobre la novedad histérica de esta explosién identitaria, sf pue- de sostenerse que su existencia invalida la tesis de la de-sacralizacién y des-ideologizacién de la sociedad modema. La superacién de las identidades, que era el gran proyecto histérico del racionalismo (liberal 0 marxista) ha sido superado por el renovado poder de la identidad. Dios no ha muerto. Al contrario, el abso- Tuto se ha encarnado en una diversidad creciente de vivencias y expresiones. Junto a estas identidades fuertes, comunitarias, construidas con los materiales de la experiencia histé- rica y la tradicién cultural, hay también el surgimiento de identidades individuales, autoconstruidas en torno a un proyecto personal, a un principio electivo. Tales identidades individualistas son particularmente impor- tantes en sectores sociales 0 sociedades en que las iden- tidades comunitarias no se desarrollan, pero en las que los principios abstractos de pertenencia simbélica (tales como ciudadania, clase social, etc.) se debilitan como 2 CGLOBALIZACION, DESARROLLO Y DEMOCRAGIA. CCHILE EN EL CONTEXTO MUNDIAL, resultado del vaciamiento de contenido hist6rico de las instituciones y organizaciones que encarnaban dichos principios (el Estado-nacién, los sindicatos de clase, etc). Una identidad individualista particularmente importante es la identidad familiar, o individualismo familiar, en la que se funde el sustrato comunitario y el proyecto auténomo de existencia, vaciado de todo otro contenido que la afectividad inmediata y defensi- va hacia uno mismo y los suyos. ¢Por qué se desarrollan las identidades como prin- cipios constitutivos de la accién social en la era de la informacién? Mi hipétesis, apoyada en la observacin de movimientos sociales y expresiones identitarias en todo el mundo, es que este desarrollo es consecuencia de la globalizacién y de la crisis de las instituciones del Estado-nacién y de la sociedad civil constituida en tor- no al Estado (Castells, 2003). En efecto, la globalizacién desborda la capacidad de gestién de los Estados-na- cién. No los invalida, pero los obliga a orientar su politica en torno a la adaptacién de los sistemas instru- mentales de sus paises hacia la navegacién en los flujos globales (Keohane, 2002). Al hacerlo, los Estados tien- den a sacrificar intereses de sectores hasta entonces protegidos por él. La sociedad civil, segtin la concep- cién gramsciana original, no se constituye contra el Estado, sino en articulacién con el Estado, orientada hacia el Estado: sindicatos, cooperativas, organizacio- nes religiosas y ciudadanas. Cuando el Estado tiene que atender, prioritariamente, a la dinamica de flujos CLORALIZACION, ENITIDAD Y ESTADO 23 globales su accién hacia la sociedad civil se torna se- cundaria y por consiguiente el principio de ciudadania emite un significado cada vez mas débil hacia los ciu- dadanos, como demuestra el Informe sobre la Demo- cracia en América Latina realizado por el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas en 2004 (PNUD, 2004). En esas condiciones, los sectores golpeados por los ajustes que impone la globalizacién buscan principios alternativos de sentido y legitimidad (Kaldor, 2003). En esa busqueda la gente se hace consciente del déficit democrético que existe tras el andamiaje institucional e ideolégico del sistema politico. Y aunque no se suele poner en cuestién la democracia (cuya conquista, casi siempre, costé sangre y lagrimas), surge una oposicion explicita a la globalizacién y a su agente, el Estado ex- nacional, ahora agente racionalizador de la globaliza- cién, en tomo a un principio constitutivo distinto (Juris, 2004). En muchos casos se separa la nacién del Estado, oponiendo al Estado-nacién la nacién-Estado (naciona- lismo francés o argentino); 0, bien, oponiendo al Esta- do-nacién, la nacién sin Estado (nacionalismo catalan, escocés o quebecois). En muchos otros casos el principio de etnicidad oprimida se utiliza como fuente de nueva legitimidad democratica (los zapatistas de Chiapas, los nacionalistas aymaras bolivianos, el movimiento indi- gena en Ecuador). La identidad regional se constituye en principio de recomposicién social frente a la crisis del Estado-nacién, como en Colombia. Pero tal vez es la identidad religiosa, fundamentalista 0 moderada, la Ey (GLOBALIZACION, DESAROLLO Y DEMOCRACTA: ‘CHILE EN BL CONTEXTO MUNDIAL que se constituye como el principal principio alterna- tivo de reconstruccién del sentido a escala planetaria. Es el caso del islamismo, del hinduismo nacionalista, del judaismo ortodoxo, del fundamentalismo ctistiano, particularmente influyente en Estados Unidos y entre los evangélicos de América Latina. En forma distinta, el desarrollo del comunitarismo de base en la Iglesia catélica latinoamericana proporciona un refugio y un sentido alternativos a las secuelas sociales de la globa- lizacién sin control, al individualismo agresivo asocia- do al neoliberalismo, a la crisis de las ideologias soci: listas tradicionales y al formalismo retérico de las declaraciones liberales de ciudadania. En la mayoria de los casos de movimientos sociales identitarios en el mundo hay un rechazo explicito a la globalizacién y una denuncia del Estado, convertido en rehén de los flujos globales. No estoy interpretando el sentido de los movimientos identitarios, sino constatando el sentido que se atribuyen a si mismos. Conforme las identida- des surgen como principios corstitutivos de la accion social, corroen el principio fundamental de ciudadania, sobre el cual se bas6 el Estado-nacién construido en la Edad Moderna, Si la identidad fundamental ¢s la reli- giosa o la nacién como entidad histérica, ser ciudadano es atin una fuente de derechos, pero ya no de sentido. El laicismo y el individualismo de la democracia libe- ral, como construccién racional y abstracta emanando del contrato social, deja de ser el principio de pertenen- cia y, por tanto, el principio de legitimidad. El poder de (GLOBALIZACION, IDENTIDAD Y ESTADO 25 la identidad destruye la legitimidad del Estado como fuente de sentido. Sometido a las presiones contradic- torias de la globalizacién y las identidades culturales comunitarias, el Estado-nacién soberano y la sociedad civil constituida en torno a él entran en un proceso de declive histérico. EL ESTADO-RED Afectado por el proceso de cambio tecnolégico, econd- mico y cultural y confrontando una profunda crisis de legitimidad, el Estado no desaparece: se transforma (Nye y Donahue, 2000; Jacquet y otros, 2002; Castells, 2004b). Busca, por un lado, alianzas estratégicas, tanto estables como coyunturales con otros Estados, para tra- tar conjuntamente los problemas planteados por la glo- balizacién. Surgen asi Estados co-nacionales, como es la Unién Europea, con un Banco Central Europeo inde- pendiente, una moneda tinica (aun con excepciones) y, por tanto, una economia unificada, a la que se afiaden mtiltiples instituciones y leyes de ambito europeo. Se refuerza el papel de las instituciones internacionales, como las Naciones Unidas, la Organizacin de Estados Americanos, la Organizacién de la Unidad Africana y las distintas organizaciones de seguridad regionales, en Europa, en el Pacifico, en América Latina. Se constitu- yen alianzas militares fuertemente integradas, como la OTAN, que, en la prdctica, funden las fuerzas armadas 26 [GLOMALIZACION, DEEARROLLO ¥ DEMOCRACIA, (CHILE EN EL CONTEXTO MUNDIAL de sus miembros en unas fuerzas armadas supranacio- nales con mando conjunto. Surgen formas politicas sui géneris, a medio camino entre Estados co-nacionales e instituciones internacionales, como fue en la década de los noventa la Comunidad de Estados Soberanos entre las ex-reptiblicas de la ex-Unién Soviética. Proliferan las areas de integracién econémica que trascienden la soberania econémica nacional, como son Mercosur (pese a su crisis), el Tratado de Libre Comercio de las Américas 0, en embrién, el Acuerdo de Cooperacion Econémica en el Pacifico y la unién arancelaria de los paises del ASEAN en Asia del Sudeste. Se refuerza el papel de las instituciones econémicas supranacionales, de Ambito global, como son el Fondo Monetario Inter- nacional y el Banco Mundial, e instituciones asociadas, con influencia decisiva en la regulacién de la desregu- lacién econémica global, bajo control del exclusivo club G-8, merced a la influencia de su opinién en los mer- cados financieros internacionales. Se intenta regular el comercio internacional a partir de la Organizacién Mundial del Comercio. Y se desarrollan una serie de acuerdos e instituciones especificas en temas tan diver- sos como el medio ambiente, los derechos humanos, la responsabilidad penal internacional o la proteccién de los pueblos indigenas. Asi, el Estado-nacién se dota de instrumentos co- operativos de gestién, navegacién y negociacién en la globalizacién. El precio es alto: la pérdida de soberania y el paso irreversible al poder compartido. O sea, se CIORALYEACION, IDENTIDAD ¥ EETADO By pierde poder para mantener influencia, Pero la alterna- tiva es la irrelevancia de decisiones que ningiin Estado (ninguno, ni siquiera los Estados Unidos, a pesar de su intento de unilateralismo militarizado) puede aplicar en solitario, como ha tenido que aceptar el mismo Estados Unidos en su aventura iraqui. Es més, ni siquiera esta confluencia de poderes y recursos permite asegurar el control de los gobiernos sobre los flujos de capital, informacién y tecnologia, como se ha verificado en momentos tales como la crisis financiera asidtica, los repetidos fracasos en controlar Internet o la contencién del terrorismo global. Pero, al menos, la construccién de esferas de poder compartido permite acrecentar la capacidad de negociacién e intervencién en relacién con los flujos globales. Por otra parte, el Estado-nacién, en casi todo el pla- neta, esta buscando su relegitimacién mediante la des- centralizacién administrativa y la participacién ciudada- na, Se transfieren competencias a gobiernos locales y regionales, al tiempo que se democratiza su eleccién y se intenta fortalecer su capacidad auténoma de gestion. En algunos casos, esta descentralizacién va de par con el reconocimiento de fuertes identidades nacionales, regio- nales y locales, intentando asi hacer compatible el prin- cipio de ciudadania politica y la afirmacién de la iden- tidad cultural. También han procedido los Estados a un reconocimiento creciente de la esfera de accién para- publica, mediante el desarrollo de organizaciones no gubernamentales (ONGs) que complementan las politi- 2B (GLOBALIZACION, DESARROLLO Y DEMOCRACIA (CHILE EN EL. CONTEXTO MUNDIAL cas puiblicas, articulando recursos privados y desburo- cratizando la gestién de programas sociales. A menudo las ONGs prolongan su accién en la esfera internacional, en un desarrollo paralelo a la internacionalizacién coo- perativa de la intervencién de los Estados (Kaldor, 2003). La descentralizacién del Estado-nacién y su apertura creciente (al menos formalmente) a la participacién acen- tian su pérdida de poder pero, por otro lado, permiten restaurar parcialmente su legitimidad en crisis. Este doble movimiento del Estado-nacién hacia la cooperacién internacional y hacia la devolucién de poder a Ambitos sub-nacionales, conduce a la cons- trucci6n de un nuevo sistema institucional, hecho de redes de érganos gubernamentales de distinto nivel, articuladas a estructuras no gubernamentales. Para cada problema, para cada Ambito de decisin se produce una configu- raci6n distinta de la combinatoria administrativa que compone el nuevo Estado. Es un Estado-red, que funcio- na mediante la interaccién de sus distintos componentes en un proceso continuo de estrategia, conflicto, negociacién, compromiso, co-decision y decisin, que constituye la préc- tica politico-administrativa concreta de nuestras socieda- des, Tras la fachada grandilocuente del Estado-nacién ex-soberano que atin se proclama como tal, los restos de un Estado maltrecho por la globalizacién y las identidades se reconfiguran en redes de colaboracién y puesta en comtin de recursos. La flexibilidad de estas redes y su acceso a mayores fuentes de recursos y competencias permite a los Estados no s6lo sobrevi CGLOBALIZACION, IDENTIDAD Y ESTADO 29 vir, sino prosperar en la era de la informacién. Sin em- bargo, la complejidad de la decisién politica en ese mundo de redes institucionales, desbordando cotidia- namente el Ambito nacional, complica considerablemen- te la representacién y el control democraticos. Falto de un anclaje en una sociedad civil que sea a la vez supra- nacional y local, el Estado-red gana en flexibilidad y eficacia lo que pierde en democracia y transparencia Trataré de especificar la problemética general asi trazada en el contexto de América Latina antes de abordar las caracteristicas propias de estos procesos de transformacién en Chile. I. AMERICA LATINA A PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI La problemitica latinoamericana a principios del siglo XXI puede estructurarse en torno a su relacién especi- fica con el informacionalismo globalizado, las identida- des, los movimientos sociales y el Estado (Calderén, coordinador, 2003). INFORMACIONALISMO Y GLOBALIZACION EN AMERICA LATINA La transicién al informacionalismo, expresada median- te la globalizacién, ha transformado profundamente las economias y tas sociedades en toda América Latina. En su dimensién fundamental, la financiera y monetaria, la globalizacién y las politicas de ajuste que de ella derivan han inducido un nuevo marco macroeconé- mico, afirmando la estabilidad monetaria y el control de la inflacién como objetivo prioritario, la liberalizacién del mercado de capitales, la desregulacién econémica y la privatizacion de empresas puiblicas en casi todos los paises. En ese sentido las politicas econémicas 31 “32, [GLOBALIZACION, DESARROLLO Y DEMOCRACIA: (CHILE EN EL CONTEXTO MUNDIAL Jatinomericanas en la década de los noventa se guiaron por el criterio de aproximacién a los pardmetros de las economias mas avanzadas, creando las condiciones para una relativa homogenizacién de las condiciones de inversi6n de capital y para el libre movimiento de mercancias. Y eso es lo esencial de la globalizacién econémica: la unificaci6n de criterios de mercado en un espacio econémico ampliado. La inversién extranjera, tanto directa como en el mercado de valores, se ha multiplicado, proporcionando recursos para el creci- miento econémico y favoreciendo transferencia de tec- nologia y mejora de la gestién empresarial, El comercio internacional se ha diversificado por sectores y por regiones del mundo. Y se ha dinamizado, en calidad y en cantidad. El Tratado de Libre Comercio de las Américas y, en un primer momento, Mercosur, han constituido éreas econémicas relativamente integradas que amplian mercades y contribuyen a mejorar la competitividad. Pero este proyecto de modernizacin ligado a una globalizacién capitalista con escaso con- trol social, tiene dos problemas fundamentales desde una perspectiva latinoamericana (Castro, coordinado- ra, 2003). El primero, su débil capacidad productiva y competitiva en una economia mundial en la que la creacién de valor depende sustancialmente de la capa- cidad tecnolégica, organizativa y cultural de producir conocimiento y procesar informacién eficazmente. El segundo, la incapacidad de integrar en el desarrollo econémico a la mayoria de la poblacién del continente, una buena parte de la cual se ve abocada a un proceso AMERICA LATINA A PRINCIPIOS DEE SIGLO XX 2 de marginacion creciente. Veamos las contradicciones del modelo que se dio en llamar neoliberal. Desde el punto de vista econémico, el punto débil de América Latina contintia siendo su débil insercién en el modelo de produccién informacional, debido a la falta de flexibilidad organizativa de las empresas y a la baja capacidad tecnolégica de la mayoria de sus secto- res de actividad, tanto en generacin como en uso de nuevas tecnologias (Katz y Hilbert, 2003). Ello implica que la mayor parte de las exportaciones en la década de los noventa, en todos los paises menos Brasil, corres ponde atin a productos agropecuarios, materias primas y productos extractivos. La exportacién de productos manufacturados, en todos los paises, sigue concen- trandose en los sectores de menor valor afiadido (Moguillansky, 1999; 2003). O, en el caso de México, en donde las exportaciones manufactureras han crecido considerablemente, se trata de trasplantes productivos de empresas multinacionales, con escasa autonomia de innovaci6n y crecientemente expuestas a la deslocaliza- cién de actividades hacia areas de menores costos de produccién. Las exportaciones de servicios contintian también mayoritariamente en las lineas tradicionales, como turismo (generalmente controlado por tour-ope- radores globales), con escasa competitividad en los ser- vicios a las empresas, y en las actividades de alto creci- miento y de alto valor aftadido. Una nueva dependencia, la tecnolégica, marca la nueva economia latinoamericana en un momento decisivo de su articulacién a la economia global. Es cierto que puede concebirse un desarrollo 34 GLOBALIZACION, DESARROLLO Y DEMOCRACTA: (CHILE EN EL CONTEXTO MUNDIAL tecnol6gico que se traduzca en aumento de exportacio- nes primarias utilizando una clasificacién estadistica desfasada. Asi la economia exportadora estrella de los noventa, la chilena, sigue concentrando sus exportacio- nes, en buena medida, en la mineria y en la linea agro- acuo-alimentaria, Y la utilizacién de tecnologia avanza- da, tanto biolégica como de gestion informatizada, ha sido importante en la competitividad de las empresas mas dinamicas del sector exportador en Chile, en Brasil 0 en Costa Rica. Pero la modernizacién tecnolégica y la capacidad de innovacién, aun progresando en algunos paises como Chile, han ido acumulando retraso con respecto a los procesos de cambio tecnoldgico y organi- zativo en los paises més avanzados, como expondré mas adelante en Jo referente a Chile. Con todo, en su conjunto, América Latina esta inte- grada en la nueva economfa global. Pero de forma desigual y tal vez insostenible, con altos costos sociales y econémicos en la transicién, y con amplios sectores sociales y territorios excluidos estructuralmente de ese proceso de modernizacién e integracién econémicas (Cepal, 2004; Calderén, coordinador, 2003). Los indices de desempleo, pobreza y desigualdad varfan, pero con excepcién de Costa Rica y Chile (que ha reducido nota- blemente su nivel de pobreza, en parte por compara- cién con la situacién de marginacién masiva heredada de Pinochet) han aumentado en el conjunto de América Latina a lo largo de la década. El desarrollo desigual territorial se ha acentuado y la concentracién de pobla- cin y recursos en las grandes areas metropolitanas AMERICA LATINA A PRINCIPIOS DEL SIGLO Xx 35 sigue creciendo, suscitando tensiones sociales y dete- rioro medioambiental por falta de control y planea- miento de este proceso de urbanizacién acelerada, que ha llevado ya a las ciudades y sus entornos rural-urba- nos a casi un 80% de la poblacién latinoamericana. Se observa una distancia creciente entre el sector moder- no, globalizado, de la economia y el sector informal y de economia de supervivencia en el que trabaja una alta proporcién de la poblacién, més de la mitad en muchos paises. Si la marginalidad urbana era un mito cuando se formulé su teorfa en los sesenta (puesto que la mayor parte de los Hamados marginales urbanos estaban integrados en la economia formal) en estos momentos sf es una realidad masiva. Esta marginacién de una buena parte de la poblacién latinoamericana excluida de la economia formal resulta de la contrapo- sicién de dos dinamicas contrapuestas: la articulacién global del sector competitivo en base a menores costos de produccién y la supervivencia informal en las eco- nomias locales. En parte ello se debe a la descomposi- cién/recomposicién de la economia por los costos del ajuste macroeconémico, que ha desintegrado sectores protegidos de la empresa piiblica y ha estrangulado a numerosas pequefas y medianas empresas por las al- tas tasas de interés, generando asi paro estructural y no s6lo sub-empleo. Junto a ello, las altas tasas de creci- miento econémico en algunos sectores y en algunos territorios han generado un amplio estrato medio-alto urbano de nuevo tipo, ligado a la empresa privada, con 36 (GLOBALIZACION, DESARROLLO ¥ DEMOCRACIA: (CHILE EN EL CONTEXTO MUNDIAL niveles de educacién, sofisticacién profesional y patro- nes de consumo homologables a los estadounidenses y europeos. La crisis de amplios sectores de la poblacién y de muchas regiones creé las condiciones para su utiliza- cién por parte de las mafias globales, produciéndose lo que denominé hace algiin tiempo la conexin perversa, es decir la reconexién de sectores marginados de po- blacién y de regiones enteras con la economia mundial, mediante actividades criminales de todo tipo (centradas en el tréfico de drogas, en el contrabando y en el lavado de dinero) que encuentran mercados en expansi6n en las sociedades ms ricas pero también en las sociedades latinoamericanas, por ejemplo en Brasil y México. La economia global criminal se ha convertido en un sector dinémico, generador de riqueza y empleo, pero también destructivo de personas e inductor de inestabilidad so- cial y politica, en varios pafses de la regién. La dinamica de la globalizacién y la aceleracién del crecimiento econdmico, incontrolado y espoleado por la buisqueda constante de competitividad, han conducido a una destruccién masiva del medio ambiente. Tanto en dreas rurales como en las periferias de las grandes me- trOpolis se esté produciendo un deterioro irreversible del equilibrio ambiental que amenaza con degenerar en desastre ecolégico. En suma, América Latina est4, de lleno, en la globa- lizaci6n, En un proceso de crecimiento dinamico, com- petitivo y modernizador, del que forman parte, hoy por AMERICA LATINA A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX 37 hoy indisoluble, procesos de exclusin social y destruc- cién medioambiental. La articulacion asimétrica de América Latina en la economia global induce profundos cambios sociales, culturales y politicos segiin procesos especificos de cada pais, ‘LA (RE) CONSTRUCCION DE IDENTIDADES EN AMERICA LATINA. ¢Cémo se relaciona el proceso de globalizacién trunca- da con la evolucién de las identidades colectivas en América Latina? Cabe distinguir, aunque coexistan de forma articulada, cuatro principales identidades distin- tas: la étnica, la religiosa, la regional, la nacional. La étnica se ha manifestado fuertemente en la tiltima dé- cada, de Chiapas, Guatemala y Bolivia, al Amazonas, a Ecuador, a Ped y al resurgir de las reivindicaciones mapuches. Para paises como Guatemala, Ecuador y Bolivia es un principio fundamental de identidad, aun fraccionado, como en Bolivia, en distintas culturas. Para la mayoria de paises latinoamericanos es una identidad especifica de comunidades que son minori- tarias y frecuentemente marginadas. Pero, aun siendo minoritarias, se han constituido en principios de movi- lizacion que se han hecho fuertemente presentes en la dindmica social de casi todas las sociedades latinoame- ricanas, con excepcién de la Argentina, donde el geno- cidio de los indigenas fue llevado a cabo con gran efi- cacia. En algunos paises como Bolivia o Ecuador, la 38 SLOWALIZACION, DESARROLLO Y DEMOCRACIA (CHILE EN EL.CONTEXTO MUNDIAL identidad indigena es hoy dfa un factor definitorio de la politica nacional. La identidad religiosa se mantiene como elemento basico de sentido para una buena parte de la pobla- cion, en particular entre los mas humildes, mediante la pervivencia de la influencia de Ia Iglesia catdlica. Pero el catolicismo ha ido perdiendo terreno con respecto al auge creciente de los cultos evangélicos, que constitu- yen un elemento de agregacién y organizacién social en las comunidades urbanas, sobre todo en los sectores més populares, en toda América Latina, con especial presencia en América Central, en Chile, en Perit y en Brasil, pais este en el que la influencia politica de los evangélicos es creciente y llega al gobierno de Rio. Su lider politico carioca, Garotinho, alberga serias aspira- ciones presidenciales hacia el futuro. La identidad regional también se ha manifestado con mas fuerza en el espacio puiblico en la tiltima déca- da, marcando comunidades més alld de la cotidianidad y el costumbrismo. Las culturas regionales colombia- nas, de Antioquia al Cauca, son principios definitorios de redes de proteccién social ante la crisis general del Estado colombiano. El norte mexicano encuentra su identidad reforzada por su cardcter de polo dinémico del nuevo espacio econémico, al tiempo que Yucatan, Oaxaca y Chiapas buscan principios de movilizacién identitaria en su lucha contra una marginacién crecien- te. La crisis del Estado peruano ha acentuado el frac- cionamiento politico regional a partir de un resurgi- miento de las culturas propias de cada drea del pais. La AMERICA LATINA A PRINCIPIOS DEL SIGLO Xx) 39 divisoria entre sierra y litoral en Ecuador és una clave esencial en la desagregacidn del sistema politico tradi- cional en ese pais. Y aunque la identidad étnica es un principio de organizacién y conflicto en Bolivia, a ello se afiade la fuerte diferenciacién regional del pais, de modo que el Oriente boliviano vuelve a afirmarse como un polo alternativo a la dinamica politico-social propia del altiplano. Ahora bien, a pesar de la diversidad cultural inter- na en cada pais a lo largo del siglo pasado (0 sea, el XX), el principio identitario dominante en toda América Latina ha sido Ia identidad nacional. Era una identidad proyecto, como la argentina por ejemplo, una identidad construi- da en torno a un Estado-nacién que, ya sea sobre bases populistas o clientelares, afirmaba un proyecto de desa- rrollo y una especificidad a la vez frente a las paises poderosos (aun sirviéndolos en lo politico y en lo econé- mico, pero nunca en lo cultural, véase México-E8.UU.) y frente a los vecinos, siempre sospechosos de algtin mal designio. E] Estado construyé la nacién y la identi- dad nacional aparecié como la principal fuente de iden- tidad colectiva, articulada en lo privado a la identidad teligiosa y en lo puiblico a la identidad politica —direc- tamente inspirada por el Estado (justicialismo, prifsmo, varguismo, fraccionamiento atroz entre identidades li- beral y conservadora en Colombia). Pues bien, en la medida en que e] Estado se constituyd en los noventa como agente de la globalizacién y en la medida en que se despegd de sus bases sociales tradiciona- les, la separacién entre Estado y nacién levé a una crisis “40 (CLOBALIZACION, DESARROLLO Y DEMOCRACIA: (CHILE BY BL CONTEXTO MUNDIAL de la identidad nacional como principio de cohesién social Con una identidad nacional construida histéricamente por el Estado, al desligarse dicha identidad de su su- jeto (el Estado), para la mayoria de la poblacién la identidad nacional se ha convertido en un principio débil, en un principio que no basta para construir el sentido de la vida colectiva. La identidad nacional tien- dea ser suplantada por dos fuentes distintas de sentido. Por un lado, el invididualismo (incluido el familismo), legitimado por el mercado, se convierte en fuente de racionalidad y de proyecto. Por otro lado, el repliegue hacia identidades comunitarias més fuertes que una identidad nacional en crisis, lleva hacia un resurgir religioso y hacia 1 tenacimiento de las identidades étnicas y regionals para quienes no las han perdido, Ahora bien, para la mayoria de la poblacién latinoame- ricana, pareciera que la tendencia dominante fuese la de constituir una comunidad cultural defensiva sobre base territorial como apoyo de estrategias de supervi- vencia individual. No se observa, en general, el surgi- miento de un principio identitario unificador que llene la orfandad de wna nacién abandonada por su Estado. CRISIS, RECONSTRUCCION Y TRANSFORMACION DEL. HSTADO EN AMERICA LATINA La evolucién del Estado parece ser la clave de la crisis y/o reconstruccién de la identidad en América Latina. {Qué est sucediendo? [AMERICA LATINA A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX! “a ‘Aunque es arbitrario hablar en general del Estado en América Latina me atreveré a formular una hipéte- sis. Fue, histéricamente, un Estado débil que, desde los afios treinta, construyé su permanencia en base a una alianza con los sectores medios urbanos y con los traba- jadores organizados. Sobre esta alianza se construy6 un Estado populista (priismo, varguismo, justicialismo) 0 democratico (Chile, Venezuela, Colombia), pero siem- pre clientelista. Siempre dependiente de su capacidad para captar la riqueza del pafs, pagar su cuota a los socias extranjeros y distribuir los recursos al sector ur- bano organizado, mediante la administracién publica, mediante las empresas ptiblicas y mediante un Estado de bienestar hecho a la medida de las clientelas politi- cas. Al margen quedaban los campesinos y los sectores populares no organizados, asi como, en algunos Estados, los sectores capitalistas auténomos (grupo Monterrey en México). Solo las reptiblicas centroamericanas (pero no Costa Rica) y Paraguay, corresponden al cliché del Estado instrumento directo y exclusivo de la oligarquia La politica cepalina fue el modelo econdmico adaptado a las condiciones politicas de ese Estado nacional-po- pular, Cada vez que se intent6 romper ese equilibrio de alianzas entre sectores populares organizados, clases medias burocraticas y grupos econémicos dominantes como capitalistas pero no como actores sociales, se pro- dujo una crisis del Estado (Argentina en los cincuenta, Brasil en los sesenta, Chile en los setenta, México en los ochenta). Sélo se consiguid una estabilidad relative cuando de alguna manera, explicita o implicita, dichas 42 (GLOBALIZACION, DESARROLLO Y DEMOCRACIA: CHILE BN EL CONTEXTO MUNDIAL alianzas se recompusieron. Pero en los noventa, para superar la crisis estructural de los ochenta, el Estado intent asumir un nuevo papel: el de modernizador en el marco de la globalizacién. Es un papel contradictorio porque, a diferencia del Estado desarrollista, la moder- nizacién como adaptacién a la economia global consis- te sobre todo en traspasar al mercado lo que era del Estado, Para llevar a cabo ese proyecto, indispensable para la modernizacién tecnolégica y la participacién del sector dinamico de la economia en el nuevo capi- talismo global, los Estados utilizaron con frecuencia sus apoyos tradicionales para, de hecho, romper los privi- legios de dichos sectores y dejarlos expuestos a la competitividad. Del Estado nacional-popular se pas6 al Estado neoliberal. Esa fue la politica de Pinochet, en su version autoritaria; la politica de Salinas y luego de Zedillo y Fox (pese a las diferencias de aparatos poli- ticos), la politica de Menem, la politica de Sanchez de Lozada, la politica de Fujimori. La politica de Cardoso correspondié a ese esquema ensus objetivos, pero no en sus apoyos politicos. Para sentar las bases de una poli- tica liberal, Cardoso buscé apoyos de centro-derecha, enfrenténdose de hecho a la coalicién de centro-iz~ quierda que representé los intereses del sector popular clientelista del Estado. Este proyecto de adaptacién ala nueva economia global tuvo una conduccién politica en distintas versiones. Algunos gobiernos, como el de Cardoso, lo hicieron con sensibilidad social y respeto democrético. Otros, como Fujimori, de forma autoritaria. Otros, como el de Menem, mediante el sostenimiento AMERICA LATINA A PRINCIPIOS DRE SIGLO Xx 43 artificial de la economia a través de la venta del patri- monio nacional, junto con la compra de complicidades politicas mediante la corrupcién generalizada. Otros, como en México, profundizando la exclusién social al dar prioridad absoluta a la integracién en la economia norteamericana. Pero en todos los casos se desmont6 buena parte del sistema de alianzas en torno al Estado del que dependian las clases medias urbanas tradicio- nales y los sectores obreros organizados. Atin asi, los gobiernos modernizadores ganaron elecciones en aque- los paises (Argentina, Brasil) en que para la mayoria de la poblacién las condiciones de vida mejoraron (pese al aumento de la desigualdad) y la inserci6n en el sis- tema global ofrecié una perspectiva. Pero eso s6lo duré mientras duré esa mejora de condiciones sociales y se convirtié en debacle electoral y politica, como en Ar- gentina, en cuanto se revelé la fragilidad del proceso. Alla donde los sectores agrupados en torno al Estado fueron suficientemente fuertes para frenar la liberaliza- cién (Ecuador, Colombia y, sobre todo, Venezuela) se caotizé la economia entre medidas formalmente libera- les para consumo externo y el mantenimiento de los intereses corporativos en torno a la economia ptiblica. En México, el proceso fue més complicado en la medi- da en que las clases medias urbanas rompieron con el PRI, mientras que los sectores populares organizados decidieron apostar a una nueva ronda de clientelismo mientras pudiese durar. No duré mucho y el Estado PRI empez6 su descomposicién (aunque esté lejos de haber terminado su recorrido histérico, en la medida en que 748 ‘GLOBALIZACION, DESARROLLO Y DEWOCRACTA: (CHILE EN EL.CONTEXTO MUNDIAL, el PRI mantiene vivas sus redes de clientela y articula- cidn de intereses). Pero el resultado generalizado en América Latina fue la quiebra del Estado corporativo y/o clientelista, la ruptura de las alianzas sociales, la fragmentacién del sistema politico y la recomposicin de la direcci6n politica en torno a liderazgos persona- lizados democraticos (es decir, refrendados por proce- sos electorales). En el caso més extremo, en Venezuela, la corrupcién generalizada de la clase politica venezo- lana y su intento de aferrarse al Estado clientelar llevd ala crisis general de ese Estado y al surgimiento de un régimen nacional-populista de nuevo tipo. Los reitera- dos plebiscitos populares en favor de Chavez, expresan un populismo que, a diferencia de los demés gobiernos, planteé una alternativa nacionalista radical a la globa- lizacién, abriendo asi un proceso cuyo desarrollo y desenlace todavia abiertos estan Ilenos de significacién y dramatismo. Ald donde la clase politica oscilé entre el salto adelante de la liberalizacién y el mantenimien- to del Estado tradicional, como en Colombia, el Estado entr6 en descomposicién, momento que pudo ser apro- vechado por fuerzas insurreccionales que habian man- tenido una resistencia testimonial en nombre de los marginados de siempre. En el contexto de la economia criminal y del intervencionismo estadounidense, el pro- ceso desembocé en guerra civil abierta. Por otro lado, la profundidad de la crisis crea condiciones para una reaccién de la sociedad y un tiltimo reflejo del sistema politico para restablecer su legitimidad in extremis. Tal ha sido el caso de Argentina, donde Kirchner pudo AMERICA LATINA A PRINCIDIOS DEL SIGLO Xx 45 apoyarse en una sociedad al borde del colapso para enfrentarse a los fantasmas del pasado, a la podredum- bre de las instituciones politicas, judiciales y militares y a las presiones del Fondo Monetario Internacional, con una determinacién impensable poco tiempo antes. El resultado fue, al menos por un periodo, la estabili- zacién de la economia y la relegitimacién de la institu- cién presidencial, en un claro ejemplo de la autonomia de los sujetos politicos con respecto a las determinacio- nes estruzcturales. Asimismo la eleccién de Lula repre- senté la demanda de la sociedad brasilefia para no ser postergada por més tiempo en aras de la reforma eco- némica. El programa de Lula se present6, ante todo, como la defensa de la nacién. Y esa es precisamente la contradiccién que domina su gestién: cémo mantenerse en la globalizacién (y por tanto en el marco de la poli- tica del FMI) al tiempo que se afirman los intereses nacionales y los intereses de trabajadores sindicalizados y empleados del sector puiblico, su principal base de apoyo. En resumen, el Estado-nacién latinoamericano dejé de ser nacional en la década de los noventa, con la ex- cepcién de Chile, Costa Rica y Brasil. Pero aun en estos casos, sus condicionamientos globales contaron tanto como sus legitimidades nacionales. Como consecuencia, en Ja mayoria de los paises, se rompié la alianza tra- dicional con los sectores medios urbanos y sectores po- pulares organizados, que son atin la base del sistema politico latinoamericano. Ello condujo a la recomposi- cién del sistema politico de representacién y liderazgo, + 46 (GLOBALIZACION, DESARROLLO Y DEMOCRACTA: (CHILE EN’ EL. CONTEXTO MUNDIAL ya la creacién de una politica dependiente de perso- nalidades y de una relacién mediética con las masas populares. Un populismo medidtico agente de la globalizacién contrapuesto a un estatismo corporativo defensor de la nacién son los dos proyectos en compe- tencia y en busca de apoyos sociales. Entre ambos, la capacidad integradora del Estado se pierde gradual- mente. Y la ideologia del mercado sustituye a la ideo- logia de la nacién. Pero la crisis del Estado es también consecuencia de la descomposicién de la clase politica en muchos paises como resultado de dos procesos interrelacionados que desembocan en una préctica politica autodestructiva: la politica del escandalo. El primer proceso es la penetra- cién del Estado y del sistema politico por redes cri nales organizadas. No es un fenémeno significativo en todos los Estados, por ejemplo no lo es en Chile, a pesar de algunos episodios puntuales. Pero los medios de comunicacién han revelado corrupcién sistémica en Colombia, en Bolivia, en Paraguay, en Venezuela, en Peri, en Ecuador, en Argentina, en las grandes ciuda- des de Brasil, sobre todo en Rio, en la mayor parte de América Central y el Caribe y, con particular intensi- dad, en México, en donde la crisis politica suftida por México en los noventa no es separable de las luchas que atin libran los carteles mexicanos del narcotrafico por obtener influencia en los distintos niveles del Esta- do, La corrupcién resultante de esta penetracién crimi- nal deslegitima al Estado y bloquea su capacidad de maniobra en un momento decisivo de su reorientacién. AMERICA LATINA A PRINCIPIOS DEL SIGLO Xt a El segundo proceso al que hago referencia es la emergencia, en América Latina como en el resto del mundo, de una nueva forma de competencia politica, la politica informacional. Se trata de que los medios de comunicacién se han constituido en el espacio prefe- rente de la politica. No es que los medios controlen la politica, sino que los lideres y partidos politicos com- piten entre ellos y se relacionan con los ciudadanos en y por los medios. La politica medistica tiene sus reglas, a saber la personalizacién de los liderazgos y la credi- bilidad de personas y siglas como valor fundamental en la formacién de la opinién de os ciudadanos. Si lo esencial para ganar el apoyo popular es establecer di- cha credibilidad, el arma de lucha politica esencial es destruir la credibilidad del adversario. Y para ello el medio més eficaz es la difusién en los medios de comu- nicacién de informaciones negativas sobre personas y organizaciones politicas. La mayor parte de esas infor- maciones provienen del entorno de los propios partidos, asi como de grupos de interés que tienen por objetivo el desgastar a una persona o partido. Son filtraciones a los medios més que periodismo de investigacién lo que alimenta la politica del escandalo. Los niveles de corrup- cién son suficientemente altos como para proporcionar abundante material. Pero si no hay bastante, se fabrica, se manipula, se desinforma. Y como todos (0 casi todos) lo hacen, y como hay que tener municién en reserva para disuadir al adversario, el debate politico aparece dominado cada vez més por las denuncias, contra-de- nuncias y desmentidos sobre la corrupcién y abusos de } 48 (GLOBALZACION, DESARROLLO Y DEMOCRACtA: ‘CHILE EN EL CONTEXTO MUNDIAL poder de la clase politica. Y como los medios de comu- nicaci6n son cada vez més flexibles y omnipresentes en la vida de la gente, son esas imagenes, y no los debates sobre alternativas politicas, los que constituyen la rela~ cidn entre el ciudadano y el Estado. Asi, aun en paises como Chile, sin penetracién significativa de la economia criminal, el escéndalo, ya sea de tipo sexual o ligado a algunos casos puntuales de corrupcién, también ha pa- sado al primer plano de la escena politica. El resultado es el desprestigio de la clase politica y, en ultimo térmi- no, en los casos extremos, un deterioro de la legitimidad del Estado. Tras haber visto disiparse la relacién entre Estado y nacidn, los ciudadanos asisten a la disociacién entre representatividad y legitimidad. A ia crisis del Estado se atiade la crisis del sistema politico. La deriva politica conduce a la deriva de la identidad La CRISIS DE LA GLOBALIZACION EN AMERICA LATINA Y LOS PROYECTOS ALTERNATIVOS DE ORGANIZACION SOCIAL La contradiccién entre los requisitos de funcionamiento del nuevo sistema de produccién y organizacién social estructurado globalmente y las condiciones concretas de América Latina al inicio del siglo XXI se traduce en una crisis multidimensional que tiene expresiones distintas Segiin como se manifieste esa contradiccién en cada Pais. La integracién en la globalizacién sin informa- cionalismo conduce a una estructura socioeconémica AMERICA LATINA A PRINCIPIOS DEL SIGLO 21 49 excluyente, por légica de redes, para gran parte de la poblacién y territorio, mediante la capacidad de las re- des globales de comunicacién y relacién para apropiar- se selectivamente de la creacién de valor, integrando y marginando a la vez. El antidoto a la exclusién social selectiva es el salto directo al informacionalismo y la progresién de una globalizacién por etapas, mediante integracién comercial regional y mediante [a regulacién de los flujos de capitales. Funcionar como California 0 Francia sin serlo, conduce a la economia ficcign como Ja que caracteriz6 a la Argentina de Menem y tiene limites concretos en cuanto desaparecen las reservas monetarias en que se basaba la homologacién financie- ra, La integracién auténoma en la globalizacién exige una profunda reforma tecno-econémica en el conjunto del continente. Pero para llevar a cabo esta reforma hace falta un apoyo social que, tras una década de adaptacién a la globalizacién y repetidas crisis resul- tantes de ese proceso de rearticulacién plantea la cues- tion de la reconstruccién de la legitimidad politica como el requisito previo de cualquier reforma técnica. Hablando en términos generales, y considerando a Chile como excepcién en este aspecto, la perspectiva de dicha reconstruccién se complica cada vez més. Cuanto més limitada es la base de acumulacién global en un pais, més se concentran los escasos recursos disponi- bles en el sector globalizado, en la elite politica y en sus circulos de apoyo, con lo cual se achica su base social. Y, muy probablemente, aumenta la corrupcin de la 50 CGLOBALIZACION, DESARROLLO Y DEMOCRACIA CCHILE EN EL.CONTEXTO MUNDIAL clase politica en la medida en que en el sdlvese quien pueda, las elites se salvan ellas mismas en primer lugar. Ya disminuida la legitimidad politica nacional, sus- tituida por la legitimidad del mercado, la incapacidad de redistribuir y hacer participar mediante el mercado, conduce a una crisis general de legitimidad. Esta situa- cién limita la capacidad de reforma del Estado y su apertura democratica, por el temor de perder el control del proceso de apertura. La identidad nacional no desaparece, pero se disocia del Estado, por lo cual es apropiada por distintas expre- siones reivindicativas, no necesariamente compatibles. En ese sentido se convierte més que en identidad en ideologia, fraccionada entre actores que no participan de un proyecto comin de organizacién de la sociedad Las identidades étnicas, religiosas y territoriales cobran fuerza, fraccionando atin més la identidad nacional y debilitando su capacidad de integracién. En el limite, hay crisis econémica, crisis social y crisis de legitimidad politica, llevando incluso a crisis del Estado mismo, como es el caso en Bolivia, en Venezuela, en Colombia, en Haitt, y tal vez en Perti, en Ecuador, en Nicaragua, en Guatemala, en Paraguay. © como pudo ser en la misma Argentina antes de que se produjera el milagro politico de Kirchner (que, como todos los mi- lagros, puede desvanecerse con las sombras del ocaso). Seguin la dimensién dominante en cada proceso de crisis, el sistema se hace insostenible en una u otra dimensién, pero todos los factores estan presentes en las crisis de todos los pafses. Asi, pensando en la crisis AMERICA LATINA A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX 51 argentina del 2001, ésta surgié como expresién de la insostenibilidad de una economia globalizada sin bases reales para mantener una convertibilidad paritaria con el délar, agravada por la corrupcién de una clase po- Iitica privilegiada, desembocando en una crisis de con- fianza en las instituciones financieras (“el corralito”) y en la clase politica (“que se vayan todos!”). Cuando la contradiccién es entre un Estado débil y una economia criminal pujante, se llega a la quiebra del Estado y, al intentar recomponerse el Estado en términos militares con apoyo estadounidense, a la guerra civil, como en Colombia. Cuando se disocia por entero la base social del Estado entre las clases medias aspirantes a la globa- lizacién y los sectores populares en bisqueda de un Estado populista, se rompe la legitimidad politica y la identidad nacional a partir de una oposicién de clase, amenazando una guerra de clases y una ruptura del Estado en términos distintos de la imagen clasica del marxismo latinoamericano, pero semejante a los popu- lismos revolucionarios: ese parece ser el caso, cada vez més dramatico, de Venezuela. Cuando la identidad na- cional es traicionada por la globalizacién dolarizada, como en Ecuador, surgen con fuerza identidades alter- nativas, de base indigena, como formas de expresién de las luchas de los excluidos, No es tan distinto de las contradicciones expresadas por el movimiento zapatista, atin no resuelto en México, 0 de movimientos comuni- tarios en otros paises. En suma, sin informacionalismo, sin regulacién gradual de la globalizacién, sin Estado reformado, sin 52 CGLOBALIZACION, DESARROLLO Y DEMOCRACIA (CHILE EN EL CONTEXTO MUNDIAL legitimidad politica, sin control de la economfa crimi- nal, sin principios de identidad compartida y sin for- mas de debate y participacién politica de los grandes sectores excluidos, la globalizacién truncada de Améri- ca Latina no parece social y politicamente sostenible, aunque esto sea materia de investigacién mas que de afirmacién. Si bien Chile, junto con Costa Rica, parece constituir la excepcién a la regla. De ahi el interés de su estudio y las implicaciones de su experiencia para el conjunto de América Latina. LOS ACTORES SOCIALES DE LA RECOMPOSICION DE UN ORDEN POLITICO La reconstitucién de una relacién estable y dinamica entre economia, politica y sociedad, pasa por lo recons- titucién de actores sociales especificos capaces, en cada contexto, de llevar a cabo esa articulacién. Los gobier- nos nacionales por si solos no pueden ser los actores linicos de dicha reconstruccién. Pero siguen siendo indispensables para articular politica, sociedad y eco- nomja. El contexto internacional no es favorable a las reformas. Los EE.UU. no estén dispuestos a reformar, sino que dan prioridad absoluta al imperativo de su seguridad, a partir de la paranoia defensiva-ofensiva suscitada por el 11 de septiembre. La Unién Europea no tiene politica clara ni comtin sobre el tema, aparte de buenas palabras. Por tanto América Latina tiene que construir su espacio auténomo en una globalizacién regionalizada. Para esa construccién, la relacién entre AMERICA LATINA A PRINCIPIOS DEL SIGLO X41 53 gobiernos y actores sociales es decisiva. ;Cudles son 20s actores? Los tradicionales (sindicatos, campesinos, etc.) son frecuentemente representantes de intereses corporativos, poco capaces de definir en términos pro- pios un proyecto de insercién en la globalizacién que sea valido para el conjunto de la sociedad. Los movi- mientos identitarios son formas de repliegue comuni- tario, esenciales para la supervivencia, pero agravan la crisis de sostenibilidad institucional del sistema en su conjunto. El llamado movimiento antiglobalizacién (0 por la justicia global, en los términos de sus actores) es una fuente de proyectos alternativos. Ha cambiado el deba- te sobre el sistema, ha abierto opciones posibles. Ya no ¢s anti, sino por otra globalizacién. Pero en sino es un actor, ni tiene contenidos compartidos. Es un conjunto de actores y de intereses y valores diversos, y es global y local a la vez, esa es su fuerza. Es en realidad un gran movimiento democratico, cuya bandera es el “no a la globalizacién sin representacién”, lanzado en Seattle, Propugna un mecanismo y un debate sobre los conte- nidos de la globalizacién, replantea el control social y politico de la economia y la tecnologia a partir de la sociedad y la politica. Pero como no es un actor en si, necesita la mediacién politica. Puede ser principio de relegitimacin para aquellos Estados y gobiernos que lo asuman como tal, aun con la necesaria distancia. En cierto modo es el embrién de una sociedad civil global, junto con la densa trama de mas de 30,000 ONGs ope- rando internacionalmente (Juris, 2004). cs (GLOBALIZACION, DESARROLLO Y DEMUCKACIA’ ‘CHILE EN El. CONTEXTO MUNDIAL En suma, la construccién de un proyecto alternativo de globalizacién agrupa a un sistema complejo de acto- res, Es un movimiento social red, intentando conectar a nodos del Estado-red que emerge en la sociedad red y enun contexto de redes globales de riqueza, informa- cién y poder. gEn qué medida pueden los Estados res- ponder positivamente a esta propuesta confusa pero innovadora para hacer socialmente sostenible el siste- ma? En la medida en que maximicen su autonomia como actores politicos, por un lado, con respecto a los intereses inmediatos que representan (incluido los pro- pios de los gobernantes como individuos dispiuestos a enriquecerse) y, por otro lado, con respecto a la red global de intereses y estrategias en la que estén inmer- sos. Es decir, la autonomia politica puede permitir crear un espacio nuevo de representacién en donde los nue- vos actores sociales puedan emerger y dar sustento social a la representaci6n politica colectiva en el contex- to de relaciones globales. Los actores se articulan entre ellos globalmente y con respetto a los gobiernos o sis temas politicos local y nacionalmente. Sélo en la medi- da en que esa doble relacién, global y local, consiga un espacio de decisién especifica a cada sociedad, puede producirse una regulacién de la globalizacién que ten- ga en cuenta los intereses y valores sociales no inclui- dos en los programas de dominacién econémica e ideo- logica inscritos en las redes globales dominantes. S6lo entonces la globalizacién serd sostenible, Porque sera la globalizacién de las personas y no solo del capital. Porque comunicara identidades en lugar de disolverlas AMERICA LATINA A PRINCIPIOS DEE SIGLO XX 38 bajo la dominacién de una cultura global o convertirlas en principios autistas de resistencia. Ese es el debate planteado en América Latina en los prolegémenos del siglo XXI. Y en ese debate se sittia Chile como un caso especial cuyo anilisis tiene relevancia especial para el conjunto de América Latina e incluso para un mundo en busca de nuevas vias de desarrollo. Porque, aun con las limitaciones y contradicciones que se pueden obser- var en la economia y la sociedad chilenas, Chile, en contraste con el conjunto de América Latina, presenta un balance de progreso econémico, social y politico conti- nuado en el periodo 1990-2004. A qué se debe el éxito relativo del desarrollo chileno? {Son extrapolables los factores subyacentes a ese proceso de desarrollo? Existe un modelo chileno de desarrollo? En realidad, como trataré de mostrar, hay dos modelos chilenos de desarro- lo. Y mientras uno de ellos ha fracasado, con harto costo humano, en el conjunto de América Latina, el otro, el més reciente, ofrece importantes lecciones que podrian ser de utilidad para la regién y para el mundo. Veamos de qué se trata.

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