ESTRUCTURAS PREDICATIVAS DE VERO AUSENTE?
Salvador Gutiérrez Ordéiiez
1. Introducci6n
1.1. Si a alggn simil hubiéramos de acudir para explicar la Historia de
la Gramatica, dirfamos -asumiendo los riesgos de las odiosas compara-
ciones- que es una lenta escalada desde el valle de la palabra hasta la
cumbre de la oracién. La gramatica clésica no era otra cosa que una
lingiistica de la palabra. Se preocupaba de describir su estructura
tema (flexion, derivacién, composicién) y las clases en que se agrupa-
ban, no por su comportamiento sintéctico, sino por sus posibilidades
de variacién morfoldgica. Cierto es que cincelaron definiciones de la
‘oracién (como las de Dionisio Tracio y su seguidor latino Prisciano) que
perduraron hasta nuestros dias. Pero la Sintaxis era concebida como el
arte de combinar palabras para construir oraciones.
El racionalismo significa el primer punto de inflexion: “A partir de
Port-Royal -nos dice G. Rojo- (con las consabidas excepciones y los ha-
bituales precursores), 1a oracién deja de ser un concepto esencialmente
ldgico y pasa a ser considerada como una unidad linglistica... A partir
de este momento, la sintaxis se centra en la oracion y, en lugar de par-
tir de la palabra para estudiar después sus posibles agrupaciones,
considera primero la oracién y, desde ella sus elementos componentes,
(que no coinciden forzosamente con las palabras)" (Rojo, 1978: 11)
Al lado de la definicién semanticista (la oracion como “union de pa
labras que expresa un sentido completo") surge una caracterizacién
nueva, que ationde a su organizacién interna (relacién sujeto-predicado}
1 Conferencia pronunciada en el ll! Curso de Gramatica Espafola, Septiembre
de 1990.
Gramma-Temas 1, 1992 (pp. 117-143)118 Salvador Gutiérrez Ordénez
¥ que abre camino hacia los andlisis funcionales. Cierto que su estruc:
tura y la definicién de sus componentes era un trasunto de la organiza:
ci6n y de los componentes del juicio légico. Cierto que el tinte y la acti
tud logicista impregné hasta las fibras mas sutiles que los gramaticos
se las han visto y deseado para conjurar y aplicar exorcismos a tanto
diabiilo transcendente como se guarecia en sus razonamientos. Pero
tampoco debemos olvidar que esta visién relacional (Sujeto x Predi:
cado} y no constructivista (palabra sobre palabra) inaugura una nueva
actitud en la caracterizacion y en la descripcion de las oraciones. Des:
pués de todo, la logica clisica nunca estuvo tan alejada de la lengua
‘como se pensaba
La convivencia del criterio semantico ("pensamiento completo") con
al criterio l6gico (relacién Sujeto x Predicado) producia hiatos y discor-
dancias:
4) Algunas secuencias portadoras de un pensamiento completo y ca:
bal no inclufan la relacién Sujeto x Predicado:
Socorro!
Tratado de Geometria
b) Por el contrario, cierts segmentos discursivos donde si se daba la
condicién sujeto-predicado carecian de completud sigaificativa:
1 corazén tiene razones que la razdn no entiende
Desea que Megue el final
‘Si fuera rico, me compraria una casita
Los graméticos creyeron hallar solucién te6rica a tales desajustes.
En secuencias como ;Socorro! y Tratado de Geometvia se afirmaba la
existencia de un verbo elidido, aunque se vieran forzados a acudir a
restituciones tan forzadas como:
Prestadme socoro
Esto es un Tratado de Geometria
Para el segundo problema se acude al concepto de oracidn subordi-
nada, 1o que no deja de ser contradictorio con uno de los puntos deEstructuras predicativas de verbo ausente 119
partida (la oracién subordinada ya no presenta “completud semén-
tica"). Como bien se puede ver, no se aproveché esta primera ocasién
ara proponer dos unidades distintas, que estan latentes desde el mo-
‘mento que se aplican dos criterios diferentes y no coextensivos. Siem-
pre es la propiedad la que define el conjunto (y, por consiguiente, a su
unidad)
1.2. La resaca del ya longevo logicismo y de las teor'as psicolégicas
{y seménticas) basadas en la introspeccion, favorecio, a principios de
siglo, una renovacién metodolégica de las ciencias humanas. Baste ci:
tar la Escuela de la Gestalt, el Estructuralismo y el Conductismo (o Be-
haviorismo}. Esta renovaci6n metodolégica trajo, como consecuencia,
algunas moditicaciones a propésito del tema que nos atafie:
a} Abandono del recurso a la elipsis en las explicaciones sintacticas
(jtan frecuente en los andlisis tradicionales desde el racionalismo!)
La clipsis pasa a ser considerado un recurso acritico que aporta solu-
iones ad hoc cuando el gramético se halla en apuros.
b) Denuncia de la imprecisién del criterio semantico: En qué mo-
mento cabe afirmar que se ha expresado un pensamiento completo?
€) Aparicién de nuevos criterios de definicion de la oracién: datos
formales como la entonacién y las pausas, la autonomfa y la inde:
Pendencia sintacticas (Meillet, Jespersen,...)
di El sujeto y el predicado no se definen ya por medio de criterios
seméntico-logicistas, sino a través de criterios formales
(concordancia, etc.)
1.3. Cuando se aplican de forma simulténea el criterio de indepen:
dencia (la oracién como unidad que no mantiene relaciones sintacticas
externas) y el criterio funcional (relaci6n sujeto-predicado) surge un
nuevo conflicto. Las secuencias:
El coche fantastico
-El coche es fantastico120 Salvador Gutiérrez Ordonez
ofrecen soluciones dit
vista:
entes segin apliquemos uno u otro punto de
Para quienes sigan los criterios formales 0 de independencia sintéc-
:a, ambas secuencias serdn oraciones.
Para quienes adopten el criterio relacional, sdlo en la segundo halla-
ran las funciones sujeto-predicado. Por lo demas, tendrén problemas
para explicar la naturaleza del mensaje E/ coche fantastico,
Se pierde asi una nueva oportunidad de diferenciar terminolégicamente
una divisi6n conceptual bastante nitida:
-decursos dependientes / decursos independientes
-decursos con relacién SxP// decursos sin relacién SxP
1.4. La distincién entre dictum y modus introducida por Ch. Bally,
aparte de las enormes repercusiones que ofrece sobre la teorla de las
modalidades, se presenta también aqui fecunda. El modus es la base
de las tradicionales divisiones de Ia oracién “segin la actitud del ha
blante” (asertivas, interrogativas, exclamativas, etc.) (cf. Gili Gaya,
19707: 39 y ss}
En su estudio sobre “Los rasgos prosédicos” defiende Alarcos que
algunos de estos significados modales pueden ser conformados por las
lenguas como significados de signo a través de los contornos melédi
os pertinentes de la entonacién:
Los contornos melédicos no son unidades distintivas, sino verdaderos signifi
cantes, cuyo significado 0 contenidos son lo que podemos llamar “modos
racionales” (enunciativo, intertagativ,...) No hace falta insistie en su carde
ter de signo, aunque no aparezcan linealmente con ottos signos de la secuen.
cia, puesto que son perfectos equivalentes de otros signas normales en cier
tas lenguas (Alarcos, 1966: 7-8)
Diferencia Alarcos en la oracién dos niveles:
a) El signo oracional, cuyo significante es el contorno melédico perti
rnente y cuyo significado son los "modos oracionale:
b) El decurso 0 secuencia propiamente dichosEstructuras predicativas de verbo ausente 120
1.5. En 1978, G. Rojo en su magnifico libro Ciéusulas y Oraciones,
tras un laborioso examen y aguda reflexién de las teorias tradicionales
sobre el concepto de oracién y examinando de forma detenida las in:
novaciones introducidas por Meillet, Jespersen, S. Stati y Zawadowski,
propone diferenciar dentro del complejo magma de lo que anteriomente
se denominaba oracién dos niveles: enunciado/oracién. El primero se
caracterizaria:
a) Por su cardcter predicativo 0 comunicativo
b) Por carecer de relaciones sintagmaticas externas
c) Por su completud o autosuficiencia semanticas
Como se puede observar, el hecho de ser enunciado en nada depende
de la organizacién interna ni de la extension ni del elemento que pre:
sida las relaciones sintécticas de un decurso. Con igual derecho consti-
tuyen enunciado:
Este libro se vende mucho
‘Manifestacion en Granada
1.6, Desde ese mismo afio de 1978 hemos venido incidiendo en va-
rios trabajos sobre las caracteristicas y sobre la importancia tedrica de
este nuevo concepto. Aun cuando puedan darse las logicas divergen
cias en perfiles y matices, el enunciado aparece hoy como una de /as
unidades bésicas de la teoria lingufstica. Estas serian, a nuestro enten-
der las notas relevantes:
1) El enunciado es la unidad de comunicacién. Posee funcién pro:
pia y especttica (la funcién comunicatival y esta formalmente carac-
terizado (pausas y entonacién).
2) El enunciado es el resultado de dos tipos de signos:
a) El signo enunciativo ("signo oracional” en Alarcos), cuyo signifi
cante es la entonacién 0 contorno melédico pertinente y cuyo sig
nificado son los modos enunciativos 0 modalidades (enunciativo,
interrogativo, exclamativo, etc.)122 Salvador Gutiérrez Ordéitez
b) El esquema sintagmético: signo articulado, simple 0 complejo
‘ue se ordena en secuencia,
Las posibilidades de variacion de! signo enunciativo son gene-
ralmente independientes de los caracteres de que se reviste el es-
‘quema sintagmético: cualquier decurso perteneciente a cualquier
conjunto de signos auténomos est capacitado, en principio, para
manifestarse bajo cualquiera de los signos enunciativos de la len-
‘gua a cue nertenecen. Asi puede observarse en el grafico:
Verbal Nominal | Agjetvo | Adverbial |
in fue fstas?| toego? | etmes? | coe?
wy hiubo fiestast | jruegor | times! | jbient —_|
‘Todos los enunciados pertenecientes a una misma columna tie-
nen el mismo esquema sintagmatico y diferente signo enunciativo.
Por el contrario, tos enunciados de una misma fila comparten iden-
tidad de signo enunciativo y difieren en el esquema sintagmatico.
Reparese asimismo que las modalidades pueden afectar por igual a
tuna oracién (o frase verbal) que a frases nominales, adjetivas o
adverbiales. En el gréfico queda patente la diferencia entre enun-
ciado y oracién: hay doce enunciados, pero solamente tres de ellos
tienen un esquema sintagmatico oracional. En rigor, sdlo existe
tuna oracién (hubo fiestas). Con frecuencia se lee que segmentos
lingitsticos como fuego, firmes, bien son signos auténomos por el
hecho de estar capacitados para formar por s/ solos un enunciado.Estructuras predicativas de verbo ausente 123
Tal afirmacién no es exacta: ningun signo (simple 0 complejo)
forma por si solo un enunciado. Necesita indefectiblemente aso-
Ciarse a un signo enunciativo. El error dimana de la ausencia en la
expresi6n escrita de un signo para expresar la modalidad asertiva
(en la que aparecen la mayoria de los ejemplos con que se trabaja)
Si se partiera de secuencias interrogativas se advertiria de inme-
diato que en ¢firmes? hay algo més que el signo firmes
3) Algunos de los rasgos formales y seménticos con los que se ca
racterizaba, tanto tradicional como modernamente, a la oracién, no
son otra cosa que propiedades del enunciado. Asi, por ejemplo,
-Los criterios de la entonacién completa y de las pausas se apoyan
en el significante del signo enunciativo,
-El criterio de completud seméntica (Dionisio Tracio} y el de inde-
pendencia (Meillet, Jespersen) son consecuencias del cierre efec-
tuado por el signo enunciativo, que configura el enunciado como
un mensaje auténomo,
4) El signo enunciativo es quien dota al enunciado de funcién co-
‘municativa, por cuanto es lo que pone en conexién una secuencia
lesquema sintagmatico) con los actores del discurso. En efecto, los
modos manifiestan la actitud del emisor hacia su mensaje (de ahi la
clasificacién de las oraciones “segun la actitud del hablante”).
5) El esquema sintagmatico se ordena en dos grandes grupos:
unimembres:
-verbales
-nominales
-adjetivos
cadverbiales
bimembres:
Estos ultimos constituirdn el nicleo de nuestras reflexiones en este
trabajo.124 Salvador Gutiérrez Ordonez
2. Enunciados bimembres
2.1. Aunque presentan aun problemas dignos de meditacién seria y
detenida, la situacién téorica de los enunciados con esquema sintagma:
tico unimembre parece més didfana, al menos en las cuestiones fun-
damentales. A todos estos decursos monorrémicos se les puede asig:
‘nar un ndcleo que preside todas las relaciones que se establecen en su
seno. De tal nucleo diremos que es nominal, adjetivo, verbal o adver:
bial segin el comportamiento sintagmético del sintagma nuclear. De
secuencias como:
‘Nieve en las cumbres
‘Locos por la velocidad
Liegan los gitanos
“Antes del amanecer
diremos que son decursos de cardcter nominal, adjetivo, verbal o ad:
verbial, respectivamente, porque su nuclearidad corresponde a nieve,
locos, llegaron y antes, sintagmas adscritas por su comportamiento
sintdctico a tales categorias funcionales.
2.2. Frente a estos ejemplos hallamos, con mayor frecuencia de la
‘esefiada por los gramaticos, muchos esquemas sintagmaticos bicéfa:
los, donde la tarea de asignar un solo nucleo es empresa imposible. Asi
sucede, por ejemplo, en:
Prohibidos los anabolizantes
£1 Real, campeon
Maftana, la mocidn de censura
“América, para los americanas
Seguro que abn no habra llegado
‘Todos contra Felipe
Estos ejemplos son casos concretos en nuestra lengua de lo que se ha
dado en denominar frase nominal pura (FNP) (frente a la frase nominal
oracién copulativa). E| tema ha sido objeto de reflexién por parte de
Aumerosos autores desde el siglo pasado (Lugebil, Delbrick, Brug-
mann, Meillet, Hjelmslev, Benveniste, etc.) En las lenguas indoeuropeasEstructuras predicativas de verbo ausente 125
asi como en otras de origen camitico-semiticas (como el arabe) @ in
cluso en lenguas bantdes no son infrecuentes enunciados sin verbo
que en Ia modalidad asertiva pueden asumir, al igual que cualquier ora:
cién, valores de verdad y de falsedad
Kal6s gar 6 kindynos
“0 4nthropos dikaios
‘Omnia praectara, rara
Uox popull, uox Dei
Dom nov ("La casa es nueva" Dom novil ("Ia casa nueva") (uso)
Los soldados, ash
4) El cardcter binario de estas construcciones queda asimismo pa
tente en construcciones donde la diferencia de significado se debe pre-
cisamente a su cardcter unimembre o bimembre:
Los protesores estupendosilos protesores, estupendos
£1 ministro sin cartera/E! ministo, sin cartera
El libro de cabecera /El libro, de cabecera
1 gato con botas/El gato, con botas
1 Estado opresor/El Estado, opresor
5) Cada uno de los componentes esté capacitado para llevar sus
Propios complementos, hecho que no ocurre cuando forman un grupo
monorrémico:
Los libros de vacaciones
~*Los libros también de vacaciones
Los libros, de vacaciones
Los libros, también de vacacionesEstructuras predicativas de verbo ausente 131
4.3, Componentes
En toda frase nominal pura es posible aislar:
1) Un constituyente de carécter nominal, ya sea sustantivo morfolé-
gico o bien el resultado de una transposicion:
Cerrado e paso
“Tonto e/ que llegue e! ittimo
“Seguro que no tienen ni una peseta
2) Un sintagma o grupo sintagmatico de categorfa variable (adjetivo,
sustantivo 0 adverbio o segmentos previamente transpuestos a una de
estas categorias):
‘Los sindicatos, disconformes con la propuesta
£1 Sporting, campedn de invierno
Su libro, todo un éxito
‘Mafana, a crisis
Las camisas, en ef armario
Entre los dos miembros de una FNP parece existir relaci6n de inter-
dependencia. En efecto, nuestra construccidn tiende a desintegrarse
cuando se conmuta por cero uno de sus elementos. Esto se observa
mejor cuando nuestro grupo se halla inmerso en una estructura mas
amplia. Se ha de advertir, no obstante, que en contextos ricos en in-
formacién el sintagma nominal puede elidirse, al igual que pasaba en
las construcciones absolutas:
‘Si estamos de acuerdo, concedido el permiso
*Si estamos de acuerdo, @ ef permiso
47) Si estamos de acuerdo, concedido @
Cuando termine quinto, a/ diablo los apuntes
"Cuando termine quinto, 9 los apuntes
=*Cuando termine quinto, af alablo @132 Salvador Gutiérrez Ordénez
3) Hemos de hacer, por ultimo, referencia a la presencia invisible de
los *morfemas extensos" (Hjelmslevi, funcién verbal (Benveniste) 0
“signo verbal cero” (Navas Ruiz), punto sobre el que retornaremos mas
adelante,
4.4, La FNP y las construcciones absolutes
A poco que se reflexione, parece facil establecer un puente de simi
tudes entre la FNP y las construcciones absolutas. Sin embargo, nadie
parece haber hecho hincapié en este paralelismo. En efecto, en las in.
Cidentales bimembres, al igual que en la FNP:
1) La estructura es binaria
2) Los componentes que la integran son:
al Un constituyente nominal obligatorio (base)
b) Un constituyente de categoria variable (adjetivo, nombre o adver
bio) con funcién atributiva.
3) La relacién que liga estos componentes parece ser de interdepen.
dencia. Los casos dudosos afectan por igual a una y otra construccién.
El tema puede no aparecer en contextos ricos en informacién. Ahora
bien, lo que nunca sucede ni en las construcciones absolutas ni aqui en
la FNP es Ia existencia de construccién en la que no sea posible el
‘tema. El paralelismo se observa mejor en los ejemplos:
‘Terminados los viveresiLos viveres, terminados (FNP)
‘Terminados los viveres, se adentraron en la selva (c. absol.)
Lejos los buquesiLos buaves, lejos (FNP!
Lejos los buques, la poblacién regresé a sus casas (c. absol.)
Bajo minimas el aeropuertolE! aeropuerto, bajo minimos (FNP)
Bajo minimos el aeropuerto, no podremos aterizar(c.absol.)
Se constatan diferencias entre la FNP y las construcciones absolutas,
pero son achacables, mas a la funcién externa desempefiada por estas
titimas que a la propia organizacién estructural. La FNP es auténoma,
independiente, constituye la totalidad o la parte nuclear de un esquemaEstructuras predicativas de verbo ausente 133
sintagmético. Por el contrario, las construcciones absolutas siempre
forman un conjunto subordinado, dependiente. Por todo ello:
a) La entonaci6n es notoriamente distinta en uno y otro caso.
b) En la FNP cuando el segmento nominal precede al atributo la
pausa es obligatoria:
‘Los libros, reunidos / Reunidos los libros
Esta pausa no se constata en las construcciones absolutas:
‘Reunidos fos libros, procederemos al traslado
Los libros reunidos, procederemos al traslado
No es dificil comprender la razén por la que las construcciones ab-
solutas no incluyen en su interior la pausa en los mismos casos que
lo hace la FNP. En las absolutas existe una pausa necesaria para in-
dicar la dependencia que desempefia el conjunto base-atributo frente
al resto de la secuencia. Introducir una cesura interior significaria re-
currir a un mismo procedimiento con dos funciones diferentes en un
reducido espacio de discurso. En una construccién absoluta con do-
ble pausa como:
*Los libros, reunidos, procederemos al trastado
se llegaria
tuna indeseable incertidumbre.
4.5. Funciones
4.5.1. El paralelismo detectado entre las incidentales absolutas y la
FNP aconseja mantener identidad de tratamiento en el andlisis. Esta
similitud puede conducimnos a adoptar la estructura relacional tema:
atributo de las absolutas a la FNP 0 bien, a partir de andlisis efectuados
sobre estas construcciones a replantearnos la solucién ofrecida para
las absolutas.
No parece desacertada la denominacién tema o base para el sin-
tagma nominal obligatorio (segmento-A), pues no deja de ser la base
de aplicacién del segmento atributivo. En las lenguas en las que la134 Salvador Gutiérrez Ordéez
construccién absoluta no adopta un caso morfolégico especial
{ablativo, dativo), el tema es sustituible por los pronombres especificos,
de la funcién sujeto:
-Juan contento, lo pasaremos bien
“==¥o contento, lo pasaremos bien
~Jwan, contento (FNP)
Yo, contento
Vieja Marfa, achaques 2 portia
~~Vieja ela, achaques a portia
Torta Marfa? (FNP)
---eTonta ella?
4.5.2. Al igual que en las construcciones absolutas, la FNP puede
llevar un atributo perteneciente a las siguientes categorias:
a) Adjetivos (incluyendo, claro est4, en esta categoria a los partici
ios).
-Finalizado el juicio deta cotza
El Santader y el Celta, descendidos
El entrenador, triste
bi Sustantivos:
Pascual Maragall, "hombre del afi”
La resignaciOn, actitud negativa
La alergia, una entermedad molesta
c) Adjetivos preposicionales. Se ha de advertir que en estos ejemplos
la preposicién realiza una funcién de simple indice funcional, idéntica
@ la que desempefa en los atributos preposicionales (trabajan de ca-
‘mareras). No es transpositora:
[Mis tios, de turistas por Grecia
Juan, de pinche en la cocina de un restauranteEstructuras predicativas de verbo ausente 135
4) Adverbios y segmentos adverbializados:
Los libros, lejos
Mis padres, en Benidorm y yo, con estas pelos
En otro lugar he considerado atributos a sintagma adverbiales que in-
tervienen en construcciones bimembres (Gutiérrez, 1986: 196 y ss)
Seguro que nos veremos en el teatro
‘Seguramente que nos veremos en el teatro
_ Verdad que no estuvimos en Logos?
Se sobreentiende un verbo dar que liga y gobierna a los dos constitu:
yentes. La eliminacién del verbo conduce a la neutralizacién de dos
funciones sintécticas: /mplemento y sujeto. En:
‘Dad al César (o que es del César
tenemos dos funciones:
-Implemento: Lo que es de! César
Complemento: al César
Sin embargo, en la manifestacién refleja:
“Al Rey la hacienda y ta vida
‘se ha de dar (Caldersn}
el sintagma af Rey continda en su funcién de complemento, mientras
que el segmento /a hacienda y la vida contrae la funcién de sujeto. En
resumen: en las expresiones sin verbo que analizamos el constituyente
no marcado por la preposicién:
-No es atributo
-Contrae una funcién neutralizada, resultado de la indiferenciacion
entre sujeto e implemento.136 Salvador Gutiérrez Ordoitez
4.8.3. De forma semejante opera la lengua en decursos del tipo:
-Los ladrones, a ta cércel
Taraneén, al paredon
‘Ala porta tus hermanos
El significado de la preposicién en estas secuencias nos indica que lo
eliminado es un verbo de movimiento con posibilidad de un circuns:
‘tancia quo (a donde). Aqui asistimos a una doble neutralizacién:
-Léxica: no interesan los rasgos que oponen entre si a verbos que
presuponen movimiento a donde como ir, llevar, arrojar, trar,
-Sintéctica: entre sujeto @ implemento: no disponemos de indicios
para saber si fos ladrones, Tarancén, tus hermanos,... son sujetos 0
implementos:
(Lieven! los ladrones a la c&rce!
-Los ladrones (sean levados) a la carcel
5. La predicacién en la FNP
La FNP puede aparecer manifestada por cualquiera de las moda
lidades enunciativas:
TTontos, los de Lepe
‘Tonto et aitima!
{Tonto yo?
‘A! Rey, la hacienda y la vida
iA! Rey, la hacienda y la vidal
VAI Rey, Ia hacienda y la vida?
En la modalidad enunciativa (y también en la exclamativa) estos enun-
iados adquieren valores de verdad y falsedad. Existe predicacién I6-
gica. Hemos de preguntarnos: ¢Existe también predicacién sintéctica?
La tradicion gramatical ha ofrecido una respuesta afirmativa. Aunque
‘no han sido explicitos, su postura se deduce de la terminologla misma
y de ciertas posiciones tedricas. Ante secuencias como:Estructuras predicatives de verbo ausente 137
0 anthropos aikaios
‘Omnia praeclara, rara
se aplicaba el término predicade al sintagma adjetivo. La particién en
constituyentes se realizaba’
Los hospitales. , _congestionados
sujeto predicado
De esta observacién se concluye la existencia de predicados no ver-
bales (los llamados predicados nominales). Es muy posible que la de-
signacién predicado nominal haya nacido de la observacién de estas
Construcciones y que més tarde haya sido aplicada a los atributos de
ser, estar, ... Aunque aqui esta denominacién predicado nominal pa
rece més justificada que en las construcciones atributivas con verbo
(del tipo La montana es un escudo, Su casa estaba préxima), también
existen inconvenientes serios: todo parece indicar que estos predicados
No se componen sélo de los segmentos patentes, sino que existen
Constituyentes que operan desde la sombra. De otra forma, el andlisis
de Los hospitales, congestionados habria de tomar en consideracion
ciertos elementos latentes:
Loshospitales , @ —_congestionados
i a '
sujeto predicado
No existe acuerdo en el momento de caracterizar y describir este
elemento cero:138 Selvador Gutiérrez Ordériez
a) Hjelmsiev
-admitia la existencia de morfemas verbales, pues conmutaban;
“pero negaba la latencia de un verbo. Los llamados morfemas ver-
bales no pertenecen a este sintagma, sino a toda la frase
(morfemas extensos)
b) Benveniste
-negaba la existencia de verbo
-defendia la presencia de una “funcién verbal”
) Navas Ruiz’
-sostiene la presencia latente del verbo en grado cero.
‘Aunque se trata de tres salidas que explican perfectamente el fend:
‘meno que nos ocupa, la postura del maestro danés es, tal vez, la mas
discutible. Los morfemas de tiempo, modo,... pertenecen al verbo,
como los de género y ndmero pertenecen al nombre (sustantivo 0 adje-
tivo). Tales morfemas se apoyan y caracterizan a un signo léxico. No
‘es que el verbo tenga la facultad de combinarse con morfemas exten-
‘80 (que pertenecen a la frase), sino que estos morfemas son constitu
tivos: el verbo es verbo porque contiene unos morfemas que lo catego-
fizan como tal. Cuando en la FNP se aplica la conmutacién y reapare:
cen otros morfemas “extensos", estos siempre reaparecen apoyados
en una forma verbal. El signo léxico “verbal” y sus morfemas presen:
tan una unién necesaria e indisoluble. Otra cosa distinta es que toda
oracién necesite de un verbo (pues, de hecho, toda oracién no es sino
tuna frase verbal).
Las posiciones de Benveniste y Navas Ruiz no estan muy alejadas,
Las consecuencias de sostener que no hay verbo, pero sf funcién ver-
baal, 0 que hay verbo, pero en grado cero, no son muy distintas.
Nosotros estamos convencidos de la presencia de base verbal en la
ENP. Se trata de una de esas “ausencias significativas’, de un "silencio
sonoro”, Hemos de recordar siempre que en la lengua, al igual que en
la musica, of silencio es musica.
Hasta el momento hemos apuntado algunos datos que "descubren” 0
"“desvelan” la presencia oculta del verbo en la FNP:Estructuras predicatives de verbo ausente 139
a) El valor apoféntico de las FNP con modalidad asertiva. Ante afir-
maciones como:
La cosecha, destruida por et granizo
La empresa, en suspensién de pagos
siempre podremos discutir sobre su adecuacién 0 no adecuacion a la
verdad.
b) La conmutacién apuntada por Hjelmstev: la coincidencia de mor
femas no marcados ‘infectum’, ‘presente’, ‘indicativo’ permite la
eliminacion de la base verbal. Basta con que se conmute uno solo de
estos valores no marcados para que el verbo reaparezca. La elimina-
cién por economia de los elementos no marcados ni desde el punto
de vista morfoldgico, ni desde el Iéxico es relativamente frecuente en
nuestra lengua. En
-Los apresaron por imprudentes
hemos de catalizar, como ha demostrado B. Rodriguez, el infinitivo
-Los apresaron por sar imprudentes
Si al hablante le interesa decir que la imprudencia fue un acto ante-
rior, entonces se hace necesaria la forma compuesta:
-Los apresaron por haber sido imprudentes
Se ha de advertir que la aportacin contextual permite eliminar ver-
bos en formas marcadas. En un didlogo periodistico del tipo
_Cémo han ido las cosas en el Congreso?
---Felipe, brillante; pera la sesién, bochornosa,
el contexto situacional (a partir de han ido las cosas) permite catali-
zar una forma pasada140 Salvador Gutiérrez Ordénez
Existe otro dato que nos permite defender que la llamada FNP posee
tuna base verbal operante: se comporta como una oracién:
1) Puede coordinarse con oraciones (frases verbales):
No tenfan dinero y su padre, en la cama
Los sindicatos, disconformes, pero no irdn a la huelga
2) Estan capacitadas para construirse con oraciones subordinadas
que afectan al conjunto:
Bienaventurados los pobres, porque veran a Dios
Bienaventurados los pobres, aunque pasen necesidades
Bienaventurados los pobres, si tienen esperanza
-Bienaventurados los pobres, cuando venga el uicio
Aunque no juaé bien; el Sporting, camped
Cuando llegue junio; e! Sporting, campeén
Porque fue el mejor; el Sporting, campeén
Si no hay desgracias; el Sporting, campesn
3) Son susceptibles de transposiciones. A partir de la respuesta t6-
pica del invitado:
‘Todo muy bien; lo fro, fro; lo caliente, caliente, y lo mejor, la salsa
se construye el segmento transpuesto (al menos con algunos verba
dicendi:
Dijo que todo muy bien; que lo fo, tio; que) lo caliente, caliente, y (que)
Jo mejor, la saisa.
Hemos de concluir, por consiguiente, que la llamada FNP no es sino
una frase verbal, oracién o cléusula de verbo oculto. No nos encon:
ramos, pues, ante una estructura bimembre, sino ante una auténtica
frase de nucleo verbal ausente. La llamada funcion tema, al reaparecer
el verbo, pasa a ser sujeto:Estructuras predicativas de verbo ausente rat
sujeto
6. Expresion
Es conocido que la lengua no utiliza slo medios fonematicos en la
configuracién de los mensajes. Acude con frecuencia a hechos supra:
segmentales como las flexiones entonativas (incisos, tonemas fina
les,...), las pausas, acento de insistencia, orden,... La apelacién a estos
recursos es mucho mayor en la organizacién sintéctica que en la cons-
truccién Iéxica. Como en el caso de todos los datos funcionales, su
valor lingufstico se determina por la conmutacién: su presencia, ausen-
cia 0 modificacién afecta al plano del contenido.
Navas Ruiz supo ver que la ausencia fonolégica del verbo dejaba una
hhuella formal: la pausa (reflejada en la escritura por una como):
Los navios, rotos; la mora, por los suelos
No es, sin embargo, este el unico medio de manifestacién. El orden
invertido del atributo evita normalmente la pausa larga:
Rotos los navios; por los suelos la moral
Se ha de advertir asimismo que en estas construcciones Ia categoria
y la indumentaria de los constituyentes es un sign que ayuda a su
identificacién por parte del hablante:
4) Siempre hallamos un sustantivo sin preposicion y determinado que
‘conmuta por un pronombre ténico de sujeto.142 Salvador Gutiérrez Ordénez
b} El segundo segmento, el atributo, presenta mayor variabilidad ca
tegorial y formal: puede ser un sustantivo, un adjetivo o un adverbio,
acompafiados 0 no de presuposicién.
) El atribute no aparece nunca interpolado entre determinante y nd-
cleo nominal:
Hermosa ta maftana (atributo}
‘La hermosa manana {adyacente nominal)
En otras lenguas los criterios de diferenciacién con la construccién
de adyacente nominal son, a veces, distintos. En latin la ausencia de
articulo y la mayor libertad en el orden de palabras “exigen -como ad:
vierte Hjelmslev- una precision que tiene que venir de otros elementos
¥ que frecuentemente sdlo la copula puede ofrecer. Esto explica cémo-
damente por qué la construccién del tipo virgo pulchra, en el sentido
{de “la joven es hermosa” (Ter, Ph, 104), no ha tenido mucho éxito en
latin: se confunde con demasiada facilidad con la juncién ‘la hermosa
joven'™ (Hjelmsiev, 1948: 224-225),
Universidad de LeonEstructuras predicativas de verbo ausente 143
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