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CUENTO

EL JOVEN
Y SU
CORAZÓN GRUÑÓN
EL JOVEN Y SU CORAZÓN GRUÑÓN

Había una vez un joven que era exitoso en su vida y que siempre vivía una
aventura tras otra, una mujer diferente cada día.
Llevaba un hermoso auto que era su orgullo; deportivo, veloz, nuevo, llamativo
que a toda mujer gustaba.
Este joven tenía un hermoso departamento con una gran vista, hermosos
muebles, regias pinturas, todo su mundo expresaba lo bien que le iba.
Su trabajo era el ideal, pues siendo tan joven, era presidente de una gran
compañía y ese había sido su sueño, su ambición, su anhelo, su deseo y ahora
era su pasión.
Pero siempre que se miraba al espejo veía a un hombre apagado, triste a pesar
de ser buen mozo, alto, regia estampa, con su atractivo ilusionaba a las
mujeres y había tenido tantas, de pronto se enojo cuando pensó en aquellas
que habían querido atraparlo, es cierto tenia 38 años, pero era joven aún, no
quería formar familia, pero se encontraba tan solo, cada noche una mujer
diferente lo acompañaba y así se sentía solo, ¿seria que necesitaba una
compañera más fija?, por más tiempo o es que ¿ya necesitaba formar familia?,
de pronto se ve en el espejo y ve que tiene cara de terror, ¿el casarse?, jamás,
nunca se ha enamorado, menos ahora que lo estaba pasando tan bien y dicho
esto se comenzó a afeitar, sintiendo como su corazón dentro del pecho se
alegraba, ¿se alegraba?, veamos, escuchemos al corazón.
Que cansado estoy, dice el corazón, que con su sonido, bum, bum, camina por
la vida, es él que da vida al ser que lo transporta.
El corazón dice, estoy cansado que este ser oculte mis palpitaciones de sus
emociones.
Estoy cansado que oculte su placer a las caricias que recibe y no me deja
expresar.
Estoy cansado de seguirlo a todas partes y en cada emoción que siente, me
hace callar, ocultando mis latidos de contento.
Estoy cansado que este ser no comprenda que me debe expresar, pues yo me
expreso por su mirar, por su sentir, soy su expresión y palpitación de amor y él
me quiere ocultar.
Un día, este joven que transporta a este corazón gruñón, se encuentra con una
bella mujer y el corazón al sentir la emoción del ser comienza a palpitar como
loco, pues el corazón siente que ahora es diferente, llama entonces a los

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nervios y los alborota, llama a la sangre y la reúne, le sube la temperatura, Ah,
dice, si estoy palpitando así, es por que ahora debe haber aparecido alguien
que hace pensar a mi ser transportador que vale la pena que yo me exprese.
Pasa un tiempo y el corazón ve que el ser pronto esta muy acelerado, pero
nuevamente comienza a calmar a su corazón, pero esta vez el corazón se
rebela y llama a la emoción y de dice:
¿Qué estas haciendo tu con tu temor?
Nada le dice la emoción, solo él lo llamo, yo no se lo envíe.
El corazón enojado, llama entonces al temor y le encara bruscamente:
¿Qué te sucede a ti? ¿Qué estas interfiriendo con mí trabajo?
¿Yoooo?, le dice el temor, yo solo obedezco órdenes de mi señor
¿Así? ¿Y quien es tu señor? ¿Se puede saber?
Claro, le dice el temor, mi señor es el Ego, y el me a dicho que me presente
para que el ser (el joven en cuestión) no sea dominado por el amor.
No seas estúpido, le dice el corazón
¿Por qué estúpido?, le pregunta el temor, si este ser siempre se cuida de no
enamorarse, se cuida las “espaldas” para no caer bajo el dominio de una mujer
y oculta todas sus emociones, pues mi señor Ego le ordena a la emoción para
que trabaje y que te impida a ti salir, pues alguien lo puede cazar y mi señor no
quiere que forme familia, lo quiere todo para el, pues le proporciona comodidad
que el desea y así lo tiene bajo su dominio.
El corazón rojo de rabia, comienza a palpitar fuertemente y le dice al temor.
Mira, anda y dile a tu señor que si no suelta riendas y aliviana la carga, yo me
detengo y nadie más disfrutara de este ser.
El temor abre grandes ojos y le da temor, se pone “nervioso” y sale
rápidamente hacia donde está su señor.
Mientras el corazón reflexiona
¡Abrase visto este Ego!,¿ Que se cree?. Ahora que por fin el ser conoce al
amor, él le refuerza los temores, las dudas, la desconfianza y en vez de permitir
que yo salga me encierra todas las salidas, más aún.
Ahora que después de mucho tiempo no me expresaba, me coloca rejas, me
encierra en un “calabozo” oscuro llamado temor, no se lo voy a aceptar, esta
vez, luchare con ahínco, pues me quiero expresar, quiero que el ser se abra
hacia un horizonte de plenitud, que aprenda a ver por “mis ojos”, por mi sentir,
que el sienta lo que yo siento y se lo hago expresar.
Así estaba el corazón envalentonándose, tras su reflexión, cuando llego el
temor y le dice:
¡Ya!, fui y hable con él y le dije todo lo que tu me dijiste.
Que bien, le dice el corazón,¿ ya entendió el mensaje?
El temor le dice, eeeeh, no, te manda a decir, que si quieres detenerte, lo
puedes hacer, pues el es el señor y amo del “reino” (ser) y no le vas a decir que
hacer y no hacer.
El corazón lo mira sorprendido, no lo puede creer, no sabe acaso el señor Ego
¿Qué él, es quien manda todo el ser?
Entonces más rojo aún de ira, el corazón le dice al temor- dile a tu señor, que lo
desafío a una lucha de dominio, sobre las expresiones y emociones.

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¿Haber? Le dice el temor, ¿De que se trata?
Y el corazón le dice: dile a tu señor que cada vez que el ser sienta; emoción,
amor, ternura, deseo, pasión, equilibrio, paz, encuentro (consigo mismo), yo
entrare a apoyar estos estados y que él retroceda y cuando al ser le aparezca
la Irá, El Temor, La Desconfianza, La Envidia, La Lujuria, La Gula, La Avaricia,
La Codicia, que el entrará a apoyar esos estados y como yo no soy rencoroso,
también le ayudare a apoyar esos estados, así el tendrá más fuerza y poder,
pues él es el único que tiene poder en el ser, anda y dile esto.
El temor salió rápidamente y le cuenta a su señor Ego, el señor Ego, cuando
oye todo lo que le cuenta el temor, el Ego comienza a pensar ¿Por que querrá
apoyarme? Sin embargo él no quiere que lo apoye en sus labores, a ver
veamos que es lo que quiere apoyar:
Amor: este ser nunca se ha enamorado y no creo que aparezca alguien que lo
haga cambiar, pues lo tengo bajo dominio, así que se lo daré al corazón.

Ternura: Este ser al no enamorarse, no sabe lo que es ternura, no se ama el


mismo, menos va a sentir ternura, pues es lo primero que le he bloqueado, así
que ardua tarea va a tener el corazón. Pues no va a ganar, así que también se
la daré.

Deseo: Ese es mi fuerte, ¿estará loco este corazón?, el deseo es lo que lo a


llevado siempre a conseguir lo que yo le he pedido, pues a través del deseo yo
tengo mis lujos, mis comodidades, pues si el corazón me esta retando, se la
daré, pero se por adelantado que no ganara.

El Ego cada vez se pone más contento y su orgullo y vanidad, va creciendo


más y sigue analizando:

Pasión: ¿Uf! Dice, ahora si que este corazón esta mal, si el tipo no fuera
apasionado, jamás habría logrado llegar hasta donde yo lo he llevado, pues si
no hiciera las cosas con pasión, nada habría logrado, pero esto esta bajo mi
dominio, pues cuando yo desee activar en él cualquier pasión lo hará para mi y
no para el corazón, pues entre la pasión Ego y la pasión corazón, hay una
gran diferencia, - de pronto el Ego se detiene y reflexiona preocupado este
punto y dice - mmm veamos, si el ser tiene una pasión ciega yo lo domino y
controlo, pero si tiene una pasión del espíritu, el corazón lo domina, veamos
que puedo hacer:
El corazón no quiere que lo ayude, ¡Ya sé!, cuando el ser tenga una pasión
ciega, se la paso al corazón y cuando tenga una pasión del espíritu, ahí entro
yo, total el corazón no especificó que tipo de pasión, así que le diré que bueno,
que la tome él, claro que no le diré cual pasión, no soy tonto a menos que el
corazón se de cuenta, pero correré el riesgo.

Equilibrio: a ver, es cierto el tipo cree tener un equilibrio, pues todo lo ha


llevado por la mente y la pasión y parte de la emoción, pero por supuesto todo
supervisado por mi, pero si entra el corazón, el tipo se desequilibrará y eso a mi

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me interesa, pues ahí nuevamente lo “equilibro” con mente, pasión y emoción y
yo por supuesto, si le daré al corazón, el equilibrio.

Paz : Bueno tanto como paz, paz, no ha tenido, siempre lo he manejado algo
nervioso, pero si entra el corazón, capaz que se le pase lo nervioso, pero si lo
manejo por la incertidumbre y la duda, no va a lograr esa paz que el corazón
quiere, pues el no dice que yo no puedo usar otras herramientas que lo pueden
“ayudar”, esta bien, también se la daré al corazón.
Encuentro (consigo mismo) : haber, aquí no le entiendo mucho al corazón, a
que encuentro se referirá, el ser siempre a sabido quien es, que es lo que
domina en él, su fuerte personalidad, (guiada por mi), su férrea decisión, su
“dominio” de sí mismo, creo que se conoce bien, digo yo, ¿Va! No me quebrare
la cabeza con esto, después veré que hace el corazón, así que se la daré.
Una vez hecha esta reflexión, el Ego le da la respuesta al temor y le dice que
se la lleve al corazón.
El corazón cuando ve venir al temor, comienza a palpitar y se controla
preguntándole en forma indiferente ¿y bien?
Bueno, le dice el temor, después de mucho pensar, mi señor ha dicho que sí,
que acepta tu desafió, a ver quien gana.
El corazón, que no daba más de contento, se pone a cantar y le dice al temor,
que bien que haya aceptado y dile que digo yo que ya a perdido y feliz se va a
bombear, tum-tum, tum-tum.
¿Por qué dice esto el corazón?

Un ángel juguetón

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