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Acta zoológica lilloana 53 (1–2): 3–6, 2009 3

CONMEMORACIÓN

1809–2009. Charles Robert Darwin: Científico,


revolucionario y filósofo
Fátima Romero 1 ; Geraldine Ramallo 2 ; Liliana Ferrari 3
1 Inst. de Entomología. fatiromero@yahoo.com.ar
2 Inst. de Invertebrados. gramallosl@yahoo.com.ar
3 Inst. de Herpetología. liliana_ferrari6@hotmail.com
Fundación Miguel Lillo, Miguel Lillo 251, 4000 San Miguel de Tucumán, Argentina.

Este año se conmemoran los 200 años del algunos contratiempos (convencer a su padre
nacimiento de Charles Darwin, el científico no fue sencillo), partió a bordo del bergantín
que cambió la concepción del mundo a tra- HSC Beagle, el 27 de diciembre de 1831, re-
vés de una de las teorías más polémicas so- gresando casi cinco años después, luego de
bre el origen de los organismos vivos. Esta recorrer las costas de Sudamérica, Polinesia,
teoría, además de cambiar para siempre la África y Australia. Este viaje además de servir
biología, modeló un nuevo tipo de pensa- para enriquecer su ya gigantesca colección
miento religioso y político cuyas huellas per- con miles de especimenes, algunos muy extra-
sisten un siglo y medio después. ños para la época, transformó sus ideas y
El 12 de febrero de 1809, en la pequeña creencias provocando una verdadera revolu-
ciudad inglesa de Shrewsbury y en el seno de ción que persiste actualmente.
una acaudalada familia, nacía Charles Ro- El 3 de agosto de 1833, el bergantín arri-
bert Darwin. Fue el quinto de seis de los hi- bó a las costas argentinas, precisamente a
jos de Robert Darwin, un médico y hombre la desembocadura del río Negro donde Juan
de negocios acomodado y Susannah Wed- Manuel de Rosas, Gobernador de Buenos Ai-
gwood. Nadie podría imaginar que el pe- res, tenía establecido su campamento de
queño Charles, un coleccionista aficionado, las campañas previas a la conquista del “de-
que reunía todo lo que encontraba en las sierto”. Aunque el ansioso joven Darwin su-
praderas, revolucionaría el mundo para frió la decepción del mísero paisaje, esto no
siempre. afectó su espíritu observador y comenzó una
Fue rebelde durante sus estudios en el in- larga travesía a caballo por nuestras pam-
ternado donde su padre lo envió, luego de la pas, llegando hasta Buenos Aires y Santa Fe,
muerte de su madre. La decepción y el eno- luego de lo cual se embarcó nuevamente,
jo paterno fueron manifiestos cuando se evi- para recorrer la costa patagónica. Desde
denció que prefería realizar experimentos de allí, se dirigió a las Islas Malvinas las cua-
química con uno de sus hermanos que estu- les, hacía tan solo un año, habían sido ocu-
diar, o cuando abandonó sus estudios de padas por la corona británica. Esta travesía
Medicina en Edimburgo, en los que se abu- lo llevó a tomar contacto con un mundo que
rría enormemente, a dos años de cursada. Su impresionó vivamente sus sentidos. Durante
segunda elección profesional fue sorprenden- el mismo, anotó en su diario las particulari-
te, y se dedicó a estudiar Teología en Cam- dades de cada animal o planta con la que se
bridge, carrera que terminó. cruzó. Realizó una minuciosa descripción de
Sin embargo, nunca se cumplió su futuro vizcachas, maras o liebres patagónicas, te-
como clérigo, porque recibió una interesante ros, mulitas, matacos, pichis, zorrinos, le-
invitación para viajar a bordo de un barco en chucitas, y en especial la de dos especies de
su viaje exploratorio de dos años. Luego de ñandúes, que le sirvieron posteriormente
para ilustrar la exclusión geográfica. Lo que
Recibido: 09/11/09 – Aceptado: 23/11/09 más intrigó al joven científico acerca de ellas
4 F. Romero et al.: 1809-2009. Charles Dar win: Científico, revolucionario y filósofo

fue que, pese a lo similares que eran, coinci- decir: «Vamos a pasar aquí la noche»? El si-
dían muy poco en su distribución geográfica. lencio fúnebre de la llanura, los perros aler-
El ñandú grande habitaba principalmente las ta, y el gitanesco grupo de gauchos haciendo
pampas y el norte de la Patagonia; el ñandú sus camas en torno del fuego, han dejado en
pequeño o petiso se encontraba más allá del mi mente un cuadro imborrable de esta pri-
río Negro y ocupaba el sur de la Patagonia. mera noche, que nunca olvidaré”.
También se encontró con un país donde Sus escritos revelan también a un poeta
aún había numerosos pueblos indígenas, nato y algunas de sus descripciones resultan
pero solamente tuvo contacto con los que exquisitas. Así, en El Palmar (Entre Ríos), es-
habitaban en la pampa y en el sur. En la re- cribió: “Un coro de criaturas desenfrenadas
gión pampeana se encontraban los arauca- impide que El Palmar exhiba silencio y quie-
nos, divididos a su vez en numerosos grupos tud. La melodía es afinada y corre penetrante
étnicos entre los que destacaban Mapuches, por la superficie del agua de las tierras inun-
Ranqueles, Puelches y Tehuelches, mientras dables del parque, un universo de castañuelas
que en el extremo sur del continente, al sur de distinta intensidad suena multiplicado por
de la provincia de Santa Cruz, y en la isla de miles. Salen de las pequeñas gargantas de los
Tierra de Fuego, ejercían su particular cultu- batracios que pueblan el bajo entrerriano. Se
ra del frío las tribus Shelk’nam (onas), Yá- trata de ranas y sapos, pero la familia es muy
mana (yahgan) y Alacaluf. numerosa como para que se los reduzca a sa-
En su diario de viaje, Darwin hace una pos y ranas. Hay ranitas trepadoras, ranitas
descripción detallada sobre los puelches y nadadoras, ranas criollas, sapos de panza
tehuelches: “La raza es grande y hermosa … amarilla y los proyectos de vida de todos
Puede realmente decirse que algunas mujeres ellos: los renacuajos. Quizá los ronde también
jóvenes, o chinas, son bellas. Tienen los ca- la intención de agrandar la familia, entusias-
bellos ásperos, aunque negros y brillantes, mados por la lluvia de la tarde y el clima cáli-
llevándolos en dos trenzas que les cuelgan do. Para eso, los machos cantan para llamar a
hasta la cintura. Su tez es cargada de color y las hembras y comienzan un largo proceso de
tienen muy vivos los ojos; las piernas, los fecundación hasta que unos extensos collares
pies y los brazos son pequeños y de forma de huevos negros se pegan a las hojas de las
elegante; engalánanse los tobillos y a veces plantas acuáticas.”
la cintura con anchos brazaletes de baratijas Las primeras ideas sobre el funciona-
de vidrio azul”. miento de la naturaleza surgieron con la
La descripción de los campos narrada en observación de algunos restos fósiles de
su diario de viaje hace las delicias de cual- grandes mamíferos en Punta Alta y en las
quier lector ya que se constituye como un pe- Barrancas de Monte Hermoso durante su tra-
culiar observador de los argentinos y sus há- vesía por las costas argentinas. Escribió en
bitos. La vida de los gauchos y soldados, mi- su diario de viaje “Pasamos la noche en Pun-
serable y peligrosa, impresiona vivamente a ta Alta y me puse a buscar osamentas fósi-
Darwin. Así en su diario de viaje, relataba: les: en efecto, ese lugar es una verdadera ca-
“Hicimos alto para pasar la noche: en ese tacumba de monstruos pertenecientes a ra-
momento una desafortunada vaca fue divisa- zas extintas…» Es aquí que comienza a espe-
da por los ojos de lince de los gauchos, quie- cular sobre la extinción de estos animales y
nes se lanzaron en su persecución, y en pocos sus probables relaciones con las especies vi-
minutos la enlazaron y la mataron. Teníamos vientes que lo llevaron a elaborar una línea
allí las cuatro cosas necesarias para la vida en de pensamiento que culminaría en la famo-
el campo: pasto para los caballos, agua (sólo sa teoría sobre el origen de las especies. En
una charca de agua turbia), carne y leña.... las islas Galápagos estas ideas primordiales
La vida independiente del gaucho tiene, tomaron una forma más concreta porque al
sin disputa, un gran encanto ¿No es nada eso observar la diversidad de ciertos pájaros se
de poder parar el caballo cuando se quiera y preguntó por primera vez: ¿Cómo estaban
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Ilustración: Andrés Ortiz

vinculadas las especies? ¿A que se debía tal Probablemente estas dolencias estaban rela-
diversidad?. cionadas con el mal de Chagas, enfermedad
Durante los años posteriores al viaje tra- parasitaria transmitida por la vinchuca, que
bajó incansablemente en búsqueda de prue- contrajo durante su travesía en Luján de
bas para demostrar las ideas que ya estaban Cuyo, provincia de Mendoza, Argentina.
plantadas en su mente. Luego de casarse, se En Downe, pasaba los días escribiendo,
instaló, junto a su esposa en Downe, la cam- publicando, leyendo, recibiendo amigos,
piña inglesa, porque lo aquejaba una enfer- paseando, diseccionando, conversando con
medad desconocida, con episodios de taqui- los criadores locales de palomas o cerdos, y
cardia, fatiga, vómitos y dolor abdominal. realizando experimentos en su invernadero u
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observando sus panales de abejas. No sólo Darwin con cuerpo de mono. “¿Descendien-
analizó las miles de especies reunidas y dise- tes de los monos? ¡Que herejía!”, clamaba
cadas durante su viaje, sino todo lo que apa- toda la sociedad victoriana. Pero Darwin ya
recía en su amplio jardín. había cambiado para siempre la historia de
Darwin descubrió y perfeccionó su teoría la ciencia y continuó desarrollando líneas
de la evolución tras una cuidadosa observa- de investigación que incluyeron objetos tan
ción y consideración de ideas alternativas. dispares como la evolución humana, diversos
Guardó el secreto durante 21 años, conscien- aspectos de la adaptación de las plantas, o
te de que sus ideas iban contra las enseñan- la belleza decorativa en la vida salvaje.
zas de la iglesia y temeroso de que le harían Escribió a un amigo: “mi carrera está casi
correr peligro. Pero cuando otro científico concluida…, cuando me vea obligado a re-
llegó a una conclusión similar, resolvió dar nunciar a la observación y a la experimenta-
a conocer su teoría. Fue la carta de Alfred ción, moriré”. Trabajó hasta dos días antes
Russel Wallace la que al final asustó a Dar- de morir, hecho que ocurrió el 19 de abril
win en junio de 1858. Este joven naturalista de 1882, a los 73 años.
había viajado por el sureste de Asia y había A pesar de que era agnóstico, a pedido de
llegado a las mismas conclusiones desarro- sus amigos y de mucha gente desconocida
llando una teoría casi idéntica. Darwin no de toda Inglaterra, fue enterrado en la famo-
era un hombre arrogante y reconoció el tra- sa abadía de Westminster, a pocos metros de
bajo de su colega, pero tampoco quería que otro gran científico, Isaac Newton. Esto era
el suyo quedara relegado. Por eso, el 1 de algo inconcebible para muchos habiendo
julio de 1858 su teoría fue presentada en sido él quien refutó la teoría bíblica de la
Londres junto con la de Wallace. La tesis creación. Pero en el momento de su muerte,
central fue que no hace falta un poder sobre- hasta la Iglesia tuvo que reconocer la impor-
natural para explicar el origen de las espe- tancia de este hombre calificado de “hereje”
cies, porque todas ellas tienen un antecesor y “mono”, por su Teoría de la Evolución,
común y se han desarrollado mediante la siendo un digno final de viaje para un ex-
selección natural. Pero el día en que comen- traordinario e incansable investigador.
zó la mayor revolución desde Copérnico, no
estuvo presente su creador (Darwin estaba de
BIBLIOGRAFÍA
duelo por la muerte de uno de sus diez hi-
jos), ni se produjo efecto alguno en el resto Darwin, C. 1935. Diario del viaje de un na-
del planeta. Eso ocurriría un año después, turalista alrededor del mundo en el navío
cuando Darwin publicó su libro El origen de de S.M. Beagle. Tomo I. Espasa-Calpe,
Madrid, 344 pp.
las especies, el 24 de noviembre de 1859. El Darwin, C. 1935. Diario del viaje de un na-
shock fue enorme. ¿Era posible que el ser turalista alrededor del mundo en el navío
humano estuviera emparentado con los mo- de S.M. Beagle. Tomo II. Espasa-Calpe,
nos? Comenzaron a circular caricaturas de Madrid, 342 pp.

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