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minerva & SERGIOPITOL | ssrrasontcusvore one aoe 4 JORGE HERRALDE —Veronunon sue a csacam JUAN BARA S$ INAKI ABALOS D5 avzsanono vi net = JACQUES DONZELOT Ss, CESAR DE VICENTE ATA FERNANDO! CARMEN ES “NIER RU INDRES SANCHEZ ROBAYNA JUAN RAMON CAPELLA ANCISCO FERNANDEZ BUEY JACOBO MUNOZ TERESA su VANESSA RATO minerva dossier Le Corbusier el espacio inefable Le Corbusier, de la Aa la Z el siglo de Le Corbusier Sergio Pitol, la elegancia y el disparate dossier la fragilizacién de las relaciones sociales la sociologia como una de las bellas artes solos en la ciudad la flauta magica, el dia después Gérard Mortier, la seduccién de Ia inteligencia dossier portugal portugal, otra ver a la conquista del mundo el arte como limite: fotografia contemporanea portuguesa Alessandra Chemollo: fotografia habitable cabaret circulo Cabo San Roque: hazlo ti mismo (estilo mediterrdneo) Fanfare Ciocarlia: la verbena metalica XI muestra de teatro de las autonomias gestas heroicas y leyendas bestiales de madrastra historia Jo que puede una dramaturgia: Brecht y los circulos de tiza Manuel Sacristén, rigor en tiempos oscuros veinte afios después: el resto no ha sido silencio naturaleza viva al dios de Delos caracas, casa tomada del cine a Ia literatura (y vuelta) Volker Schiéndorff, un exiliado del cine en el pais de la literatura sumariooz Le Corbusier coloquio Iiaki Abalos y Juan Calatrava Jorge Herralde entrevista con Richard Sennett coloquio Fernando Alvarez-Uria y Jacques Donzelot Gérard Mortier, Alberto Gonzalez Lapuente y Juan Barja Juan Angel Vela de! Campo Vanessa Rato Teresa Siza Manuel Graca Victor Lenore Victor Lenore Fernando Arrabal César de Vicente Juan Ramén Capella, Antoni Domenech, Francisco Fernandez Buey, Montserrat Galcerén, Jacobo Mufioz y José Maria Ripalda Salvador Lopez Aral entrevista con Nils-Udo Andrés Sanchez Robayna Isaac Rosa Volker Schléndorff ‘Ana Useros 38 45 46 50 55 61 63 64 70 78 83 84 88 92 92 96 102 104 109 122 124 minora, ‘ecicion y coordinacién Carolina del Olmo y César Rendueles disefio y direcci6n de arte Estudio Joaquin Gallego redaccién y maquetacién Elena Iglesias Serna y Carlos Prieto fotografia Estudio Luis Asin impresion Da Vinci publicidad José Luis Rico ‘916 282 448 / 670 089 201. publicidad. minerva@circulobellasartes.com suscripciones 913 605 400 ext 228 ISSN: 1886.340x Dep, Legal: 5779-1985 CIRCULO DE BELLAS ARTES: presidente - JUAN MIGUEL HERNANDEZ LEON director JUAN BARJA subdirector JAVIER LOPEZ-ROBERTS coordinadora cultural UDUA SIRCEL) CCONSORCIO DEL CIRCULO DE BELLAS ARTES Comunidad de Madrid ena coh Duw FUNDACIONCOAM cy DOSSIER LE CORBUSIER MINERVA 2.06 Durante el mes de mayo, el congreso internacional Le Corbusier y la sintesis de las artes reut a algunos de los mas destacados expertos en la obra del arquitecto francosuizo. Al margen de las sesiones del encuentro, Juan Calatrava, director de la Escuela de Arquitectura de Granada y coordinador del congreso, y el arquitecto Ifiaki Abalos, de! estudio Abalos y Herreros, debatieron algunos aspectos clave de la obra y el pensamiento de Le Corbusier. el siglo de Le Corbusier EL POEMA DEL ANGULO RECTO JUAN CALATRAVA reo que lo més interesante del Poema det Angulo recto es que nos dewuelve al Le Corba: sier de la filtima época, mas interesado aunque lo cierto es que lo estuvo durante toda su carrera~ ene eruce entre la arqui- tectura y las artes plasticas. Le Corbusier concebia la ereacién y la intervencién del artista enel mundo como nacto énicoen el que arquitecturay artes plsticastentan una implicacién muy profunda que, en este caso, abarca también literatura, No olvidemos queeestelibroes, ante todo, un poema eseri- to porel propio Le Corbusier, una especie de obra dearte total, enla que se entreeruzan a reflexion sobre la arqutectara, el poemayla plastica. Le Corbusier pensabs que esta bra ceraalgo asi como laquintaesencia de su pen. samientoy su trayectora creativa. Poreso me sorprende que, pesar de que él afirmase «que se trataba de uma obra clave para com: prenderio, nose lehaya hecho nunea mucho caso. Quizés se deba en parte s una cierta desvaloriagcin del Le Corbusier pintor con respeetoal Le Corbusier auitect. Elsiem- pre protest6 contrala idea de entender estas dos facetas suyas por separado. De hecho, le ‘produjocierta amargura que nose tratara su facetade pintor con la misma consideracién que sufaceta de arquitecto. IWAKI ABALOS ‘También hay que tener en cuenta que Le Corbusier oculté su obra plastica durante ‘mucho tiempo, con lo que, de alguna mane 1a, también él esen parte responsable de esa desvalorizacion, JUAN CALATRAVA Gierto,y ena tims etapa de su vida expres6 cendiversas ocasiones céma su ad miracién por ‘otros artistas plisticos y. muy en especial por Picasso, erauna de las cousas de esta actitud. IRAKI ABALOS ‘A mi me gustaria destacar que el Poema det Angulo recto, aparte de reflexionar sobre la arquitecura, las artes plastica literatura, ‘oentornoaunaobrade arte total, estambién ‘una reflexién sobre el papel dela naturaleza cenlacreacion artista, La reflexion de Le Cor- busier sobrela forma en que vemos. entende- 'mos y hacemos creativalanaturaleza es muy ‘complejay sofisticaday seguramenteesen cl Poema del drgulo recto donde eneventralasin- tesisa las contradictorizsvsionesde lanatu- ralera que tuvodesde sujuventud. JUAN CALATRAVA Estoy totalmente de acuerdo, Cuando habla de la creatividad del arquitectoy del artstalo hace deste una posicié de inmersion total ‘enlanaturaleza de retorno ala problemtica , sino de ‘una naturaleza en Ta que el arquitectoo el artista se sumerge en una simbiosis muy superior, enna relacién no ya de dominio, sino de partcipacién. Hay algunas partes del poema verdadcramente memorables sobre la implicacién del propio arquitecto en la ela- cién entre agua tierra: de hecho, unade las laminas mis hermosas del libro parece representar el surgimiento de las isles sobre I nivel del agua pero, cuando te fijas bien, descubres que esas islas son las rodillasy Jos pies del propio Le Gorburier. que esti ‘metido en una batera En el Poema del sngu- To recto Le Corbusier muestra un tipo dis- tinto de geometria -mucho mis orginiea. COLOQUIO ABALOS - CALATRAVA FOTOGRAFIA ALONSO SERRANO AKI ABALOS Si, pero su atraccidn poética por la geome- tria orgénica es algo que esté presente en sa obra asi desde el principio, cuando empie- 2aapacear porla playayainteresarse porlas formas orginicas. a sentirse atraido por sa bolleza en un sentido, casi diria erstico. Yo creo que el Poema del énguloreto, como eu propio nombre indica, es también el poema de los sélidos simples, es decir, la sintesis, entre esas formas organicas, que le atraen durante una determinada época, yesaotea visidn més «cientifista> que tiene de la naturaleza, sobre todo en su juventud, seg. Iz enal todo lo que uno ve esté sometido a leyes fisicas que son, en realidad. algo ast ‘como instrucciones para la maquina. En el Poema confluyen estas dos visiones en una sola concepeién, mis arménica y sintética. LA VOZ DE LA NATURALEZA, AK ABALOS. Una clave para entender la aproximactén de Le Cosbusier ala dualidad entre técnica y naturalea, que funcionan come dos tensores dau trabajo, reside en esa necesidad un tan- to juvenil de racionalizr lo fendmenos de la inatualezay abstraerlos hasta aleanvarleyes ‘que permitan ponerlos en relacion con la rmicrina,yla progresiva infeccién de su pen- samientoporlaseduceidn de orgénico. Le Corbusier. desde el principio, siente una ‘ier atraocin pro pintoresco —estticaen 1a que fue formado por sus maestros en su Mas que inventar, lo que hacia era conceptualizar. Muchas veces se limi- t6 a crear férmulas lingiisticas con Jas que vender cosas que existian ya en los catdlogos comerciales Ihaki Abalos: cea Suiza natal al finy al eabo~, que va erecien Jo com el paso del tiempay eclosiona con la capillade Ronchamp, Ys digo «pintoresco> 8 porque hay semejanzas literales con los tratadistas pintorescos, Por ejemplo, a partir de cierto punto, Le Corbusier eomienza a hablar del espacio indecible o inefable, una expres que bien podrian haber utilizado los representantes de esta corriente. Hay un poema fundactonal muy conocido de la tra- tadistica pintoresea, de Alexander Pope. enel que se dice; «Fscachemos al genio del lugar €l nos dicta como hay que trazar el jardin y la casa». Yel espacio inefable al que Le Co busier se refiere es, en efecto, un espacio sonora, aestico, que ineluso tiene forma de ‘oreja,y nasbabla de una especie de resonan- cia, de vibracién entre los elementos de la nnaturaleza ylos elementos dela arguitectura, Digamos que estos dos polos, el de la vision -emaquiniea> yelde a vision «pietériea>. por asi decirlo, provocan tna tension que recorre ada su obra, JUAN CALATRAVA Bnefecto,la forma del pabellin auditivo esta presente en buena parte del trabajo plastico de Le Corbusier e incluso en suarquitectura, Dehecho, se hallegado a interpretarloscam= panarios de Ronchamp no s6lo como torres que emiten un sonido, sino también como pabellones auditivos prestos 2 escuchar las DOSSIER LE CORBUSIER resonancias del paisajey la naturaleva. En ese texto que has meneionado acerca del espacio inefable, Le Corbusier habla también de la actistica plistia y dela necesidad de esen char Un tema que esté tambien muy presen teen el Poema del angulo recto y que remite a dos cosas: primero ala resonancia, que tiene ‘mas que ver eon ese sogundo Le Corbusier que has mencionado, que comienza no séloa very a captar el mundo através del poder del ojosino también a partir de ese otro sentido. ‘menos controlable o mensurable, que es el acistico,y en segundo lugar hace referencia al nivel del liquido interior del oido, que nos da el equilibrio. Esta segunda cuestion la boris de un modo interesantisimo en el foe ‘ma del ingulo recto. Se trata de nivel en el que se establece la relacién entre agua y tierra, a partirdel cual es posible la actividad hnmana sobre el mundo, y que se interioriza como rmierocosmos en cl interior del oido de artis ta, Son muchos los aspectos relacionados con Jo acttioo que, digamos, rampen con lacora~ 2a maguinista del primer Le Corbusier IWAKI ABALOS Aparte del oido, también es muy importan- te para él el tema del didlogo. A partir de cierto momento entiende toda su produccion camo un diélogo con la naturaleza. Sélo ast se puede entender una parte importantisi- ma de su filosofia, as JUAN CALATRAVA También en relacidn con el diilos encontramos con otra de los grandes temas del Poema del angulo recto -y Corbusier en general-, que esel de la mano abierta, La mano tiene en todo momento una gran presencia en Le Corbusier, es un el ‘mento expresivo importantisimo. Hay un dibujo conmovedor realizado por Le Corb sierel mismo dia en que fallece su mujer. ex el que aparece su mano intentando sujetarla el wkimo Le mano de Ywonne, su esposa, como tratando dde que no se vaya, La mano abierta era para beneficios del mundo, actia sobre él y lo transforma produciendo riquezas no s6lo materiales -y que es de agin modo el sim bolo de la aceidn humana sobre la naturale 12a-y que por otra parte, apertura le per mite también expandir de nuevo esos beneficios, mantener un movimiento conti uo, de dilogo, ce recepeién. de fusion con Ja figura del artista en tanto que medio de esa twansformacién, élesa mano que, por una parte, recibe MAQUINISMO Y ORGANICISMO IWAKI ABALOS Hay algo muy euriosay es quea pricticam: te todos los arquitectos évenesles gusta L 8 Corbusier joven, mientras quealos arquitee- tos mayores les gusta el mayor. Hay una rela cin muy vitalistaen todo su proceso de trans formacién y de autocreaeién como artista. A ‘mi, durante mucho tiempo, sélo me interes6 la obra de Le Coriusier hasta el ao 1937, has taque hace el rascacielos de Argel. Apartirde ahi me parecia un tanto «sobreactuado>. poviriamos decir. Sin emhargo, ahora me inte rosan mis gus rflexiones de madurez acerea {elespacio inefable ylos proyectos para Chan- digarh y Ronchamp como si, de alin modo, Aeseribiese una trayectoria vital similar. Su Juan Calatrovs| aventud esti marcada por la fascinacién por Iai a fein que sagen pa mente rancia y pintoresca en un pueblo per- ido de Suiza, £1, faseinado por lo nuevo. (quiere ira Paris pero no pierde nunca esa base de formacién pintaresca. El viajea Oriente de su juventud es un viaje pintoreseo, de forma- cidn. Apamtirde cierto momento, tal vez euan~ doeseribe La Vile Radieusea prineipios de los treinta, se produce un punta de inflexién: ve que sus suenos no se van a cumplir, que cada invencién teenol6gica que propone acaba siendo un desastreylos inge- nieros se rien de él. Esto le lleva a ser mas eseéptico cona técnica ya lusionarse con una cultura mediterrénea, de la que participa con Camus y otros, una especie de mavimienta de panculturalismo mediterrineo con el que ‘empieza asentirse muya gusto:estatrabajan- doen Argel, comienraa interesarse por el len- guajedelaluzylas sombras... La Ville Radieu- elleja bien este punto de inflexién, JUAN CALATRAVA El tema del Mediterrineo es fundamental en ‘odo Le Corbusier pero, sobrettodo.a partirde los altos teintay més aim en su Ultima etapa, DOSSIER LE CORBUSIER En el Poersa del dngulo recto, por ejemplo, es clave. Gran parte del poema esta hecho en ssu Cabanon de Cap- Martin, esa cabaita de tzoneos que se cons- truy6 cerea de Niza, y aque resulta una espe- ciede hibride curiosi- simo quea mi siempre me ha parecido un -eautorretrato> del propio Le Corbusier, ode su problemitiea, ya que supone unasintesis muy significativa entre los esquemas de medi- das del Modulos, que rigen todo el dimensio- namiento,yel mito arquetipico dela cabana primitiva, De totios modos, no me parece acertado plantear una contraposicidnentreel Le Corbusier poético y el ravional. Nien sus ‘momentos més puramente maquinistas dejé de estarlatente una pottica de la maquina, siempre cargé con el peso del pensamiento simblico, dela reflexion cosmologica, de la estétic... le Corbusier mmea fue un ingenie- 10 puro oun arquitecto que aspiraraa ser un ingeniero. Nisiquieraen la fase en que hacia aquellas locuras como la del edificio del Eee cito de Salvacion de Paris, donde los pobres pricticamente se asfixizban porque habia intentado acondicionar el edificio poniendo dos paredes de vidrio entrelas que supuesta ‘mente debia correr aire caliente en invierno y frioen verano, algo imposible con el nivel de la técnica en los afios treinta. Incluso en esos ‘momentos de maxima confianzaen la teeno- logia siempre estuvo sukyacente un profun- disimoy pensadisimo impuleo postieo. LAS VANGUARDIAS JUAN CALATRAVA En mi opinién, convendria tratarde situara Le Corbusier en un contexta artistico mis, amplio: tenemos cierta tendencia a aislar al genio y « pensar que todo surge de su cabe- ta, Evidentemente, el Poema del dngulo reeto tiene mucho de individual, pero también participa de una corriente mis general ala que pertenecen todos esos intelectuales ccuropeos que, después de a Segunda Guerra Mundial, descubren que la téentca no es la panacea, que también sirve para fabricar la bombs atémica yas edmaras de gas. Surgen asi, por ejemplo, los Nueve puntos sobre lo menumentalidad que firman en 1943 Sert Giedion y Fernand Léger—los tres muy liga os a Le Corbusier- y son muchos los que comienzan a hablar (por ejemplo en el CIAM de Bridgewater) de la necesidad de refunda- ‘mentar el pensamiento humano, de darun nuevo papel al arte en Ia sociedad y dejar atris la fascinacién porla maquina. MINERVA 2.06 Le Corbusier siempre aspiré a inven- tar el modo de habitar de su tiempo. éCémo era posible que el hombre del siglo xx, que viajaba en coche y en avion, siguiera viviendo como lo hacian su padre y su abuelo? Juan Calatrava IWAKI ABALOS Porlo que toca au relaeién con las vanguar- dias, Le Corbusier seadseribia al purismo, un movimiento bastante peculiar que, enelfon= do, es una especie de reacein frentealhiper: vanguardismo, que busca poner en relaeién las nuevas teenicas que ha inventado la van- guardia de las dos primeras déradas de siglo xxcon el arte historico, es decir, establecer una relacién con la historia mas allé de la ‘meravoluntad de demolerla que imperaba diezanos antes. En ese sentido yo ereo que Le Corbusier, en su juventud parisina, tiene un pie dentro y otro fuera del vanguardismo, ya ‘que se da cuenta de que lalamada de ahisto~ ria es mas fuerte en 6l que en el resto de los ‘vanguardistas, ya sean anquitectos opintores, Grea que esta referencia constante ala histo rina lo largo de ou biografiaes un factor que cs preciso tener en cuenta para entender la ambigtiedad de ss posicién de juventud. JUAN CALATRAVA De alguna forma, en lugar de participar de las vanguardias, erea su propio sistema. Le Cor~ dbusier es un vanguardista, pero totalmente sui generis. También en este aspecto se ‘manifesta esa tensidn continua que explica quira toda la obra de Le Corbusier: tension entre orden y vanguardia, entre historia y novedad pura, entre naturalezay téenica. En este sentido, y por muy distintas que puedan ser susanquitecturas, tiene mucho en cornin con Mies van der Rohe, con quien comparte esa tensidn: aunque mucha gente quieraver en Mies el epitome dela arquiteetura indus trialista, la poesta de la téenica y el sustrato histérico eran para él poderosisimos, LC INVENTOR INAKI ABALOS Le Corfmsier, més que inventar. lo que hacia cera conceptualizar, Muchas veces se limité a crear formulas linguistieas can las que ven der cosas que existian ya en los catélogos comerciales. Como inventor'no pasaba de ser tun aficionado a a fisiea domestica, alguien ceurioso y fantasioso can JUAN CALATRAVA Sus famosos «Cinco puntos para una Arqui- tectura Nueva, de los que deeia que eran casi como los Dieu Mandamient yque no podia haber ninguno mis, eran seis en los primeras esbozos. Le Corbusier realmente no invent6 nada, lo que hizo fue organizar ruchas cosas que estaban en el aire, las sis~ tematizd yas convirtié en formulas, eneslo- anes. De hecho, yo ereo que uno de los spectos mis interesantes de Le Corbusier ‘esque fue el primer gran arquitecto del siglo sxx que comprendié lo que significa las for~ ‘mas modernas de a publicidad y comenz6a vender su arquitectura de otro modo, con liagramas y formulas expresivas que los arquitectos tradicionalmente no utilizaban. IRAKI ABALOS Quizala .un ‘experimentador que buses el modo de habitar del hombre de siglo xx, pero en un nivel 6: rico, Hay: corte evidente entre uno y otros. Le Corbusier no era un arquitecto social en el sentido en que silo fueron Walter Gropius. Ernst May, Martin Wagner Brano Taut URBANISMO IWAKI ABALOS. Lo primero que eanviene aclarar cuando s habla sobre el papel del Le Corbusier urba hista, es que es evidente que, ean él 0 sin é imuestras eiudades serian muy parecidas, por no decir idéntieas. No se puede achaear a un individuo la responsabilidad de eiertas cen dencias urbanisticas, Puede ser que toda colectivo o generacion de profesionales te aun cierto grado de responsabilidad pe ineluso asi, seria de una manera ru tua, Le Corbusier, eomoyase ha dicho. es divulgador de cosas que ya existian, alas qu intenta dar un sentido mis trascendente Admiraba el empuje teenolig DOSSIER Le CORBUSIER MINERVA 2.06 La atraccién de Le Corbusier por la geometria organica esta presente en su obra casi desde el principio, cuando empieza a pasear por Ia playa y a interesarse por las formas organicas, a sentise atraido por su belleza en un sentido casi erdtico dad de construccién delos americanos pero, ‘como buen francés adoptivo, tambien los ‘odiabay pensaba que sélo un frances seria ‘apar de aporarracionalidady orden a ‘ulismo, al pragmatismo yl teenologia des bordada de los norteamericanos. Su modelo ‘esuna suerte de imposicion de jardinero de Versalles sobre el convulso mundo america no, Como urbanista, también ha sii pro! biemente el inventor~en parte con Olmsted— de algo que después ha sido muy denostado [pero que seguramente cl inico hecho cier~ ‘toque tenemos hoy: la idea de que el espacio pablico contemporéneo es una mezcla de ‘parquesy rascacelos. algo que vemos clara- ‘mente en Central Parky encl sistema de par~ ‘ques de Boston, de Olmsted. Le Corbusier ‘eambia la escala tanto del rascavielos como del parque. que ya eran enormes,y los hace ‘extensos y continuos, Mirando los dibujos a mano que hacia de los rascavielos surgiendo del espesor de los bosques o paseando por ‘Central Park. uno se da cuenta de que esta pricticamente ante el eédigo genético del ‘espacio plbleo contemporiineo, que no esun ‘espacio barrocode representacin de ningin poder sino que es unespacioen cierto modo ‘ontradietorio en el que lo piblico se mani fiesta como aislamiento,locolectivo como sera suma de stomos individuales. Para Le ‘Corbusier la ciudad ya tiene suficiente den- sidad y suficiente friccién social y los espa- «ios ptblicos deben ser una especie de ret +: una paradoja bien bonita, JUAN CALATRAVA Estoy completamente de acuerdo: el parque piiblico me parece un tema fundamental. Asi como laapuesta de Le Corbusier por Iaalta densidad, que creo que es una gran leecion para el urbanismo actual. Cuando Le Corbu- ser comienza trabajar hay una radieién may potente que apuesta porla ciudad jardin; 1 piensa que ninguna sociedad puede mante- nerese modelo y quelo interesante es buscar laalta densidad pero con buenas condiciones de habitabilidad. dejando entre los edificios, amplias manchas de espacio pablo vere. Le Corbusier siguesiendo actualen muchisimos sspectos. Hoy en dia, cuandolas periferias de ‘uestras ciudades estan lena de adosados, con todos los problemas ecologicosde oeupacién de suelo que comportany con lasdificultades, paradarles servicio, conviene recordar eu fue la verdadera apuesta de Le Corbusier. [Naruralmente, luego surg con fuera el mer- cado inmobiliario de los anos cincuenta y sesenta ylos promotores se quedaron con lo queles convino de alta densidad. Nose pue- de demonizar a Le Corbusier ni atribuirle cosas que enel fondo hubieran ocurrido exae- tamente igual si el no hubieseexistido, Unade las tareas més importantes que se le presen- tan al arquitecto hoy dia ~y, naturalmente, tambien al no arquitecto— os a defensa de lo piblico. Frente alos embstes dela privatiaa- cin, a defensa del concepto de espacio pili- co es el punto de encuentro de cualquier ‘movimiento progresista ena actuaidad. En este sentido, esimportante recordar a Lz Cor- busier e interpretar bien sus reflexiones. Naturalmente, tras la Segunda Guerra Mun- dial aparecen los Smithson, los Bakemay Van ‘den Broek que hacen la Lijabean de Rotter dam— que revisan todos los presupuestos y ‘uelven ala idea de mezdlar vivienda, comer- cioy cireulacién, que es lo opuesto alo que ‘defendia a Carta de Atenas. na proclama 3 favor de que todo estuviera dispesto como en tuna maquina, que cada Mido circulara porsa tubo perfectamente diferenciado, Pero, inde- pendientemente de esta vuelta de exaltacion de la mezela, deeste sucederse de faseshist6- ricas, a 1c Corbusicrledebemas una profun- da reflexion sobre el espacio pablicoy lasin- ‘eizaciény teorizacién moderna del problema dela zonifieacin Viakd Abatos TWAKI ABALOS Ami lo que me sorprende es que sean los urbanistas quienes més crtican a Le Corbu- sicr nando, seguramente, él ha sido el prin cipal responsable de que existan: al fin yal cabo, era la Gniea persona que llegs aconfiar seriamente en que el arquitecto podia orde- nnarla ciudad, Exe precisarnente es el objeti~ vodel urbanism, eso que esti en cuestion hoy endia LeYLApounca IWAKI ABALOS reo que fue Mary McLeod quien levanté la liebre sobre los devaneos de Le Corbusier con ¢l gobierno filonaside Viehy. Lociertoes que sucedi lo mismo con muchos otros arquitec- tos. Muchos se quedaron en Alemania coque- teando.eonel sistema, hasta quela situzcién fac insostenible. Yes que los arqutectos viv ‘mos del sistema, no ya como cualquier otro, sino mas intimamente. Estamos ligadosauno de los sectores econémicos clave y tenemos. portato, una inculacién insoslayablecon el poder, Enel caso de Le Corbusier, ademés, cstaba la estructura politica supercentraiza- da francesa, que es lo que le conduce de un ‘modo u otro a Vichy, y también sus devaneos com personajes ambiguos como Frangois de Pierrefeu. Sin duda, Le Corbusier pecé de ‘oportunismo queriendo estar cerca del poder _y conseguir encargos perolo cierto esque, en aquellos afos. la sociedad francesa estaba uy revueltay se mezclaban euestiones de huma- ‘nismo y socialismo con lamadasal ordeny demas retorica porla que no podia mis que sentirse atraido. Por lo demis, creo queen ningiin momento de su vida llega ser pro- gresistaenel sentido que lo entendemos hoy: ‘mis bien era un tipo bastante eonservador individualista con JUAN CALATRAVA Pero no creo que se pueda deeir, como se ha planteado algunas veces, que era un fascist Le Corbusier era bisicamente un ser politi ‘coaunge, claro, ser apolitico ena Europa e los aitos treinta era un tanto problemati- co~. Le quesies verdad es que siempre esta- ba dispuesto aapelar ala autoridad. Lo que le importaba era la arquitectura y la ciudad y te aba igual quién pudiera poner en practica sus planes. Cuando fue a Roma dedieé gran- des elogios a Mussolini, pero no por eso era un fascista, Simplemente, vio en Mussolini a alguien que podia poner en practica ciertas ideas. Con Pétain le sucedié lo mismo. Sin ‘embargo. veinte afos después deposita su cconfiarzza en Nehru, Para él la autoridad era ‘un elemento instrumental fundamental que le permitia trabajar en arquitectura y urba nnismo, pero no se adseribié nunca a una ica determinada De hecho, su Ideologia politieay religiosa fue siempre muy confusa, Eso si, como ha dicho Inaki, funda- zmentalmente fue un hombre de orden y un conservador, aunque con unas salidas ce tono ‘muy interesantes, DOSSIER LE CORBUSIER AKI ABALOS “Tengo la impresién de que muy menudo los arquitectos hemos sido vietimas del mani- queismo de la critiea de los aos sesenta y setenta, imbuida de la eonviceién moral de {que para ger un buen arquitecto hay que ser progresista. A mi me parece una estupidez ‘manifiesta, Colin Rawe escribiéun libro cuyo titulo, La anquiteeture de las buenas intencio- nes, me parece particularmente acertado, Fse ‘ebuenismo» aplicado a la arquitectura ha evado a cesastres espectaculares, En gene~ ralreo que los arquitectos de los que esta~ ‘mos hablando—Le Corbusier. Mies...eran basicamente burguesesy conservadores ene! plano politico, aunque fueran rompedores en la arena cultural y artstiea, Me sorprende que sean los urbanistas quienes mas critican a Le Corbusier cuando, seguramente, 61 ha sido el principal responsable de que existan: al fin y al cabo, era la unica persona que lleg6 a confiar seriamente en que el arquitecto podia ordenar la ciudad lnaki Abalos: Reeesricinwe rents on aay anata, Madi Cites. 198 Jens lene Henares] {Le «Casceat> ot Giovann Barriena Pras! ern caseisuo Vesrnctone, Cranida, Dipuein Provincial de Grarals. 98 Le crus oe tn antsttcrune yn 148 estas ais ea Escxcuorae, Comets Dipracin Promnciel de Granada, 993 awe rbcreas¥ cir: at #1 lot ue as teEs Ceeee Urneraida de Granade 1999 {be mass ot Gian. Grarada. Dipaacln Provincial de Granada, 2005 fee Rau Morales} Remeens suas as sronocaarla oe a angorrnrons, (Cemmeda. Camersidad de Granada. 2005 ‘Mitr. Cala de Bela Aes. 2008 corms manic covricro, Madrid, Abada. 2006 “a four Acnome GamalerSeantad) Career le Fome de Angle Dt un poems habitable, ra cas pobtica® Us Ceatenr ua sterers oraz anes EL von ae soe net, ‘RAK ABALOS. (con ua Herceros a7 JUAN CALATRAVA Si, Mies van der Rohe es un caso muy pare cido, Précticamente todos los dias durante ‘tres o cuatro afios estuvo sonando con la posibilidad de trabsjar para el régimen nazi sin encontrar ninguna contradiccién en el hecho de que setratara de las mismas perso- nas quelle acababan de cerrar la Bauhaus. Le Corbusiervio en Vichy yenel mariscal Pétain tuna Giltima oportunidad de realizar sus sue ‘hos de Argel, una ciudad que le produeia una faseinacion absoluta. Siempre trazaba una ceruz con la «Po de Paris, la «Bo de Barce ona, la €R» de Roma.yla «Ae de Argel en sus extremos, a modo de un posible rombo mediterrineo que equilibrara de alguna ‘manera la Europa teenolégica del norte. En Argel confluyen todos los grandes temas que ‘se empiezan a plantear en los afos de la ‘Segunda Guerra Mundial: a reorganizacion ‘a escala territorial de toda una regién. el enroexotismo, Francia como poteneia impe- rialista... Yel proyecto de rascacielos para ‘Argely las vueltas que le va dando es uno de Jos momentos eumbre de su carrera. Desde luego, siempre fantaseé con que sus grandes ‘proyectos pudieran convert Argel en la gran ‘metropolis mediterrénea pero, unos detras de otros, todos sus sues fueron haciéndo- ‘se pedazos. Asi que cuando se instaura el régimen de Vichy yle ofrecen hacer el plan director de 1942 acepta sin pararse a pensar cen quién se lo estaba proponiendo. Pensaba que con a reorganizacién mundial que Hitler habia prometido a Francia, Arge] bubiese podido desempenar un papel importante. Son los suenos de un urbanista y arquiteeto (que seaferra la iimay desesperada posi bilidad de Hevarlos ala practic. Le Conronan matareos, Madrid, Ayuntamiento de Madd 98% Arias or runioao Anta of ary, Barcelona Ato. 992 (con aan Hecreros) {com jan Herreos! Tecay arqsvtertna ew i ctonan wopenss, San Sbasttn, Nera. 192 Recctavo Manni Ruceuine Maoat. Barcelona, Asa, 2000 [eae ase Herreros) arel oe Lapernavtna nar ottane a Us esas La MooEnNDAD Gustave Gi 2000 280 aL oneavronc, Gustav Gi 2005 CCouros ue wants, Barolona Colegio de Argitectos de Catauta. 2005 (ir)

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