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High Frequency Active Auroral Research Program

62°23′30″N 145°09′03″O / 62.39167, -145.15083

Vista de las instalaciones de HAARP desde el aire, en las inmediaciones del monte Sanford
(Alaska).

El proyecto HAARP (del inglés High Frequency Active Auroral Research Program, Programa
de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia) es una investigación financiada por la
Fuerza Aérea de los Estados Unidos, la Marina y la Universidad de Alaska para "entender, simular
y controlar los procesos ionosféricos que podrían cambiar el funcionamiento de las comunicaciones
y sistemas de vigilancia". Se inició en 1993 para una serie de experimentos durante veinte años. Es
similar a numerosos calentadores ionosféricos existentes en todo el mundo, y tiene un gran número
de instrumentos de diagnóstico que se usan para mejorar el conocimiento científico de la dinámica
ionosférica.

En su resolución de 28 de enero de 1999 sobre medio ambiente, seguridad y política exterior (A4-
0005/1999)[1] , el Parlamento Europeo señalaba que el programa HAARP manipulaba el medio
ambiente con fines militares y solicitaba que HAARP, puesto que planteaba un problema de
envergadura mundial (apartado 24), fuese objeto de una evaluación por parte de STOA en lo que se
refería a sus repercusiones sobre el medio ambiente local y mundial y sobre la salud pública en
general. En esa misma resolución del Parlamento Europeo, se pide que se celebre un convenio
internacional para la prohibición mundial de cualquier tipo de desarrollo y despliegue de armas que
puedan permitir cualquier forma de manipulación de seres humanos.

El enclave

El lugar donde se sitúa HAARP es cerca de Gakona, Alaska (lat. 62°23'36" N, long 145°08'03" W),
al oeste del Parque Nacional Wrangell-San Elías. Tras realizar un informe sobre el impacto
ambiental, se permitió establecer allí una red de 180 antenas. El HAARP se construyó en el mismo
lugar donde se encontraban unas instalaciones de radar sobre el horizonte, las cuales albergan ahora
el centro del control de HAARP, una cocina y varias oficinas. Otras estructuras más pequeñas
albergan diversos instrumentos. El principal componente de HAARP es el Instrumento de
Investigación Ionosférica (IRI), un calentador ionosférico. Se trata de un sistema transmisor de alta
frecuencia (HF) utilizado para modificar temporalmente la ionosfera. El estudio de estos datos
aporta información importante para entender los procesos naturales que se producen en ella.

Durante el proceso de investigación ionosférica, la señal generada por el transmisor se envía al


campo de antenas que la transmiten hacia el cielo. A una altitud entre 100 y 350 km, dicha señal se
absorbe parcialmente, concentrándose en un volumen de unos cientos de metros de altura y varias
decenas de kilómetros de diámetro sobre el lugar. La intensidad de la señal de alta frecuencia en la
ionosfera es de menos de 3 µW/cm2, decenas de miles de veces más pequeña que la radiación
electromagnética natural que llega a la Tierra procedente del Sol, y cientos de veces menor que las
alteraciones aleatorias de la energía ultravioleta (UV) que mantiene la ionosfera. Sin embargo, los
efectos producidos por HAARP pueden observarse con los instrumentos científicos de las
instalaciones antes mencionadas, y la información que se obtiene es útil para entender la dinámica
del plasma y los procesos de interacción entre la Tierra y el Sol.

El enclave donde se encuentra HAARP fue construido en tres fases. El prototipo tenía 18 antenas,
organizadas en tres filas de seis antenas cada una. Esta instalación inicial demandaba 360 kW de
potencia, y transmitía la energía suficiente para las pruebas ionosféricas más básicas.

En la segunda fase se habían instalado 48 antenas, ordenadas en seis filas de ocho antenas, con una
potencia de 960 kW. Con esta potencia, ya era comparable a otros calentadores ionosféricos. Esta
fase fue utilizada para varios experimentos científicos que dieron sus frutos, y varias campañas de
exploración ionosférica durante varios años.

El diseño final de HAARP consta de 180 antenas, organizadas en 15 columnas de 12 unidades cada
una. Proveen una ganancia máxima teórica de 31 dB. Requieren una alimentación total de 3,6 MW.
La energía irradiada es de 3981 MW (96 dBW). En verano de 2005, todas las antenas estaban ya
instaladas, pero aún no se había transmitido a máxima potencia.

Cada antena consta de un dipolo cruzado que puede ser polarizado para efectuar transmisiones y
recepciones en modo lineal ordinario (modo O) o en modo extraordinario (modo X). Cada parte de
cada uno de los dipolos cruzados está alimentada individualmente por un transmisor integrado,
diseñado especialmente para reducir al máximo la distorsión. La potencia efectiva irradiada por el
calentador está limitada por un factor mayor de 10 a la mínima frecuencia operativa. Esto se debe a
las grandes pérdidas que producen las antenas y un comportamiento poco efectivo.

HAARP puede transmitir en un rango de frecuencias entre 2,8 y 10 MHz. Este rango está por
encima de las emisiones de radio AM y por debajo de las frecuencias libres. No obstante, HAARP
tiene permisos para transmitir únicamente en ciertas frecuencias de su rango. Cuando el calentador
está transmitiendo, el ancho de banda de la señal transmitida es de 100 kHz o menos. Puede
transmitir de forma continua o en pulsos de 100 microsegundos. La transmisión continua es útil
para la modificación ionosférica, mientras que la de pulsos sirve para usar las instalaciones como un
radar. Los científicos pueden hacer experimentos utilizando ambos métodos, modificando la
ionosfera durante un tiempo predeterminado y luego midiendo la atenuación de los efectos con las
transmisiones de pulsos.

Potencial como arma [editar]

El proyecto HAARP se volvió objeto de controversia, a mediados de los años 1990, debido a teorías
de que las antenas podían usarse como armamento. En agosto de 2002, la tecnología HAARP tuvo
una mención como tema crítico en la Duma (parlamento) de Rusia. La Duma elaboró un
comunicado de prensa sobre el HAARP, escrito por los comités de defensa y asuntos
internacionales, firmado por 90 representantes y presentado al entonces presidente Vladimir Putin.
El comunicado de prensa indicaba lo siguiente: "Los Estados Unidos están creando nuevas armas
integrales de carácter geofísico que puede influir en la tropósfera con ondas de radio de alta
frecuencia... La importancia de este salto cualitativo es comparable a la transición de armas blancas
a las armas de fuego, o de armas convencionales a las armas nucleares. Este nuevo tipo de armas,
difiere de cualquier tipo conocido, en que la tropósfera y sus componentes se convierten en objetos
sobre los cuales se puede influir."[2

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