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Ca i rg E Manual de estilo de la lengua espafiola MELE 3 3." edicion, revisada y ampliada == === cng 3 g José Martinez de Sousa rs 3 “BLOT, z MANUAL DE ESTILO DELA LENGUA ESPANOLA (MELE 3) GRANADA N° Documenta 216577930) BIBLIOTECA = UNIVENSITARIA N° Copia £ Ediciones Trea, S. L. BIBLIOTECONOMIA Y ADMINISTRACION CULTURAL - 38 Primera edieién: marzo del 2000 Segunda edicidn: setiembre del 2001 Tercera edicidn: enero det 2007 © José Martinez de Sousa, 2000, 2001, 2007 © de esta edicién: Ediciones Trea, S. L. 2007 Marfa Gonzalez la Pondals, 98, nave D 33392 Somonte-Cenero, Gijon (Asturias) Tel. 985,303,801, Fax: 985,303,712 Contes slectrénico: tea@trea.cs Direscién editorial: Alvaro Diaz Huici Produccién: José Antonio Martin ‘Correecién: Andreu Moreno Cubieras: Impreso Estudio (Oviedo) Impresién: Grificas Apel, 8. L. (Gijon) Enouadernacidn: Bacuademaciones Cimadevills, $, L. (Gijén) Depésito legal: As.-129-2007 ISBN: 978-9704-233-8, Impreso en Espafia- Printed in Spain Todos los derechos reservados. No se permite ta reproduccién total o parcial de este libro, ‘i su incorporaciéa a un sistema informiético, ni au trasmisidn en cualquier forma © por cualquier medio, sea este electrSnico, mecéinico, por fotocepia, por wrabacion ‘otros métodos, sin el permiso previo por escrito de Ediciones Trea, S, L. fndice PRESENTACION: 21 PROLO © ALA PRIMERA EDICION: 27 PROLOGO A LA SEGUNDA EDICION: 31 PROLOGO A LA TERCERA EDICION: 32 MANFJO DE LA OBRA: 33 12, 13. 1.4. 21, 2.2, 24. INTRODUCCION ‘LA NORMALIZACION, EL ESTILO Y LA EDICION La normalicaciom: 37 Los origenes de la normaliza- cidén: 38 La aplicacién de las normas: 39 El sistema internacional de unidades (s1}: 40 El sistema de medidas angloes- tadounidense: 45 El estilo: 46 La labor de los humanistas: a7 Los cédigos tipograficos: 48 Los libros de estilo: 49 Los manuales de estilo: 51 La edicion cientifica: 52 Norma, uso y antoridad line Bilistica: 53 AL Norma y uso: 54 Autoridad lingiiistica: 54 Bibliografia especifica para escritores y traductores: 55 Diccionarios: S$ Diccionarios de lengua: 55 Diccionarios bilingies: 57 Diccionatios monogréficos: 37 Diccionarios ideolégicos: 60 Diccionarios etimolégicos: Diccionarios de usos y dudas: 60 Diccionarios de sinénimos: 60 Libros y manuales de estilo: 61 En espafiol: 61 En otros idiomas: 62 Graméaticas y ontografias 64 Otros temas: Lenguaje: ca Manuales de tipografia y biblio- logia: 6. PRIMERA PARTE. EL TRABAJO INTELECTUAL El trabajo documental: 69 Presentaci6n Ma... DE Sousa lleva medio siglo trabajando con Ia palabra, ya sea componiendo, corrigiendo, es- cribiendo o leyendo textos. Sus dedos estén encallecidos de apretar el boli- grafo o de percutir las teclas de una maquina de escribir o de un teclado de ordenados; sus ojos estén cansa- dos de leer originales y prucbas a la espera de su publicacién. Pero, sobre todo, su mente ha estado aquejada de la enfermedad que da pie a la sabidu- tia: su obsesiva inquietud por encon- trar respuesta al porqué de las cosas. No se ha limitado a aprender los in- tringulis de los diversos oficios que ha ¢jercido, sino que ha intentado siempre comprender las tareas que cada uno de ellos conllevaba; y no solo por el puro deseo de entenderlos y dominarlos me- jor, sino por el de perfeccionarlos, Bue- na parte de sus obras (entre otras, el Diccionario de tipografia y del libro, el Diccionario internacional de siglas y acrénimos, el Diccionario de informa- cin, comunicacién y periodismo y el Diccionario de lexicografia prdctica) ‘esponden precisamente a esa necesi- De no ser por el curriculo que lo avala, podsia parecer, si no pretencio- so, sf al menos atrevido redactar un manual de estilo de la lengua espatcla. En primer lugar, porque el estilo, tal como lo concebimos hoy dia, no es cosa que pueda liquidarse compilando las reglas gramaticales que gobiernan una lengua (gramatica, ortografia, ter- minologia), tarea ya ardua de por sf y no exenta de posiciones encontradas, sino que afecta al modo en que las unidades textuales que conforman un escrito son revestidas de forma grafica y apariencia fisica (tipografia), a fos métodos y técnicas que ayudan al escritor a construir su discurso (redac- cién), a las normas y usos que regulan. a publicacién (edicién) y, por ditime y no por ello menos importante, a las directrices éticas que deben guiar el proceder de los que escriben, traducen, corrigen y editan. Estamos, pues, ante ‘un tema poliédrico y con aristas. Y en segundo fugas, Porque no creo factible y menos aiin eficaz, y asi lo manifiesta también el autor en distin- tas partes de este manual, reunir bajo 21 presentaclon, un mismo techo todas las peculiari- dades del estilo en las distintas ramas del saber y entornos profesionales. Porque, si bien es verdad que la lengua es la herramienta comin a todos los que producen y tratan textos escritos, también Jo es que las maneras en que estos se visten y adornan en cada una de estas especialidades son extraordi- nariamente dispares. No obstante, si alguien en Espaiia esta en condiciones de hacerlo sin pe- recer en el intento, ese es, sin lugar a dudas, Martinez de Sousa. Solo él po- see los mimbres que permiten construir esa cesta. De todas tas cuestiones a las que antes me referia y que caen bajo el manto protector del estilo, Martinez de Sousa ya ha disertado monogrdfi- camente (Diccionario de tipografia y del libro, Diccionario de bibliologia y ciencias afines, Manual de edicion y autoedicion, Diccionario de redaccién y estilo, Diccionario de ortografia de la lengua espatiola, Diccionario de usos y dudas del espanol actual, Diccionario de ortografia técnica, Diccionario in- ternacional de siglas y acronimos, Dic- cionario de informacion, comunicacion y periodismo). Ademés, posee cl atrojo necesario para afrontar retos dificiles. Qué podemos decir de un hombre que ha osado proponer uma reforma de la ortograffa espafiola, aunque no haya gozado del eco que él pretendia, no por la esencia de sus propuestas, sino por carecer de la autoridad de que estan investidos los que tienen poder para reglar la lengua. Se nos presenta, pues, un manual que pretende asistic y orientar a es- critores, tanto litetarios como cien- tificos o técnicos (desde profesores basta investigadores), ediores de 9s los ramos, técnicos editoriales, especialmente correctores de estilo y tipograficos, periodistas, traducto- res...: en Gefinitiva, que esté dirigido a todos aquellos que participan de ‘ula U otra manera en el complejo acto de la comunicaci6n escrita. Estén segu- ros todos los destinatarios de este libro de que en é! hallarén respuestas a sus preguntas, certezas para sus dudas, so- luciones a sus problemas, explicaciones para las cuestiones mas enrevesadas. Es tan inmensa y abrumadora la catarata de conocimientos que aqui se destilan, que todas los sedientos de conocimientos lingiiisticos, estilisticos © tipogréficos podrén aplacar su sed en esta fuente. Pero, y tal vez no pue- da ser de otro modo dada la amplia audiencia a la que se dirige, no todos quedarén igualmente satisfechos. Esta ¢s al mismo tiempo la grandeza y la miseria de esta obra. Los autores y edi- tores cientificos, por referirme a aque- los a los que me siento mas préximo y de los que puedo hablar con cierto fundamento, deberdn seguir sirvién- dose de los manuales y estandares de facto vigentes en cada disciplina, Las particularidades terminoldgicas imperantes en cada campo y el segui- miento masivo que se hace en las dis- tintas azeas de conocimiento de algu- nas de las normas que intervienen en la redaccién de un trabajo cientifico, con especial mencién de los sistemas de citacién y referenciacién bibliografica, asi lo aconsejan. Hay que tener muy presente que los hdbitos y practicas de publicacién son tan dispares entre las diversas disciptinas, que lo mas razo- nable es atenerse a las pautas que, tras. afios de sesudes debates, han logrado imponerse a ducas penas, Crear nuevas normas, por muy racionales que estas sean y por mucha autoridad intelec- tual que posea quien las propugna, 22 f t | presentacl emtorpeceria més que ayudaria a la comunicacién cientifica, Baste obser- sec lo que ha ocurtido con las normas 10 {international Organization for Standardization) de publicacién: no son conocidas y, por ende, no son aplicadas, y cuando se conocen son ignoradas olimpicamente. A pesar de Jo dicho, los cientificos, sobre todo los gee siguen empleando el espafiol como fengua para comunicar los resultados de sus investigaciones, lamentablemen- we cada dfa menos, podrdn recurrir a este manual con la seguridad de que podrdn hallar en él informaciones que no estén a su alcance en ninguna obra escrita en castellano. Estamos, por otra parte, ante ut manual de estilo atipico, si lo com- paramos con los libros de estilo que para el consumo de Ja prensa se han publicado en Espafia (Abe, El Pais...) ocon manuales de estilo anglosajones dela solera del Chicago Style Manual, del Council Biology Editors Manual, del American Medical Association Manual of Style o del Publication Ma- mual of the American Psychological Association, Ante todo, porque todas estas obras son de responsabilidad colectiva. Aunque después de lo dicho sobre la personalidad del autor no nos puede extrafiar, pues ya podemos ha- cemmos una idea de lo que es capaz. Por consiguiente, lo que mds asombra de este monumental trabajo es que haya sido ejecutado en solitario, algo que ya sorprendié a uno de sus criticos, quien dudaba qué admirar mis, si la Giencia’o la paciencia de que hacia gala el autor. Pera es que, ademas, ni por la forma n que se estructura y dispone ni por el lenguaje que emplea es un libro de estilo parangonable. Asi, mientras que Jo habitual en dichos manuales es organizar los temas de manera sis- tematica, descomponiendo un tema en epigrafes y subepigrafes, en este manual, sin renunciar a esta estructura (la parte primera de la obra sigue este camino), se opta, ademas, por ofrecer una lista alfabética de los términos pertinentes (segunda parte). Aqui re- side uno de los principales activos y aciertos de la obra. La disposicién en forma alfabética posibilita que cual- quier persona, sin necesidad de dispo- ner de conocimientos previos, pueda consultarla con facilidad identificando el tema de su iriterés. Es, por otra parte; tal el cdmulo de entradas y de remisiones a otras voces equivalentes o relacionadas, que es dificil que el lector no pueda localizar el aspecto que le interese, Asimismo, esti cuajado de cuadros, ilustraciones graficas y cjem- plos que permiten al lector interpretar correctamente la informacién que se le ofrece. De nuevo Martinez de Sousa nos vuelve a demostrar su maestria en la confeccién de este tipo de obras, No hay que olvidar que es un experto re- conocido, siendo autor de un reputado: manual con el que ha sentado cétedra en la materia (Diccionario de lexico- grafia practica). Acostumbran los manuales de estilo al uso a emplear un lenguaje claro, preciso, conciso y prescriptivo, cua- lidades que entiendo deben adoznar las obras que se precien de llevar este nombre. De no ser asf, se corre el ries- go del rechazo por parte de escritores y editores. Y es que cuando un autor 0 un editor se hallan en la zozobra de la duda necesitan, al igual que el enfermo que acude a su médico de cabecera, recetas que palien el mal y resuelvan el problema. Pues bien, que sepa el lector que en este libro no solo se le ofrecen 23 Presentacion recetas, sino que estas vienen adereza- das con explicaciones, justificaciones, discusiones, en algunos casos, a mi modo de ver, excesivas para los fines de la obra, pero que estoy seguro de que harén las delicias de los amantes le la lengua y demés biblidlatras, Pero la biisqueda de respuestas racionales al parqué de la realidad es rasgo con- sustancial al autor. Al igual que su pro- pension natural a poner nombres a las cosas ¥ a definie hasta fo indefinible. Su amor por la lexicografia le Seva 4 utilizar, ¢ incluso a crear, términos irre- prochables couceptuaimente, pero de poco uso y ajenos al vocabulario del escritor y editor de a pie. Sirvan de bo- r6n de muestra los siguientes: editorial bibliolbgica, editorial hemeroldgica, editologia cientifica, ortoripografia. Creo Ilegado el momento de calificar la obra. Lo mejor que se puede decir de un manual de estas caracteristicas es que es ati]. No hay que ir mas alla de la lista de cuadros y figuras para daraos cuenta de la utilidad de este libro. Escritura de simbolos, nimeros, fechas, unidades de tiempo, unidades de medida, nomenclaturas, antropéni- mos, topénimos, abreviaturas de tadas las clases y un largo etcétera. Pero no se detiene ahi, pues nos suministra orientaciones sobre como redactar titulos, citas, notas, referencias biblio- graficas; sobre cémo emplear correc- tamente nuestro idioma (ortograffa, féxico, gramética) 0 cémo hacer un disefio tipogréfico coherente y estético gracias a la informacién sobre tipos de letras, lineas, parrafos, paginas, partes de nna obra... Por todo ello, el Manual de estilo de Ia lengua espanoia es una obra de referencia fundamental para escritores, editores, traductores, correctores; una de esas obras que deben estar siempre a mano encima de la mesa de trabajo. Podria seguir afiadiendo epitetos elo- giosos, pero esta obra no los necesita. Muchos de ellos, por manidos, han perdido realmente su valor. Si algin reproche pudiera hacérsele, es que llega en un momento inopertuna, por no haber visto la Inz antes. Su publi- cacién, por varias razones, no solo era necesaria, sino urgente, Ea primer lugar, porque los medios profesionales: de {a edicidn espafiola, faltos de for macién reglada, carecen de la instruc. cién necesaria para desempefiar con ef debido decoro su trabajo. Aunque esta obra no pueda suplir esas caren- cias educativas, si por lo menos puede aliviatlas. En segundo lugar, porque existen campos de la edicién espaficla, como el cientifico, donde la ausencia de manuaies de este tenor constituye, més que una lsguna, un auténtico agu- jero negro. En tercer lugar, porque de haber nacido antes esta obra, hubiera prestado un servicio ecolégico de pri- mera magnitud, ahorrando ¢l papel y la cinta que se han desperdiciado en la edicién de algunos mal Namados ma- nuales o libros de estilo. Ahora tendra que cumplir otra funcién: evacuar la Taguna de las obras que la han llenado de turbias aguas. Y en diltimo lugar, porque las nuevas tecnologias de la informacién y la comnnicacién han convulsionado el mundo de la edicidn. Si el ordenador y los procesadores de textos dotaron al acto de escribir y editar un texto de sencillez y rapidez sin precedentes en {a historia de la ¢s- ¢ritura, Internet ha aparecido como el més potente medio de publicacién que ha visto el hombre desde fa irrupcién. de la imprenta, Al dar voz 2 los que antes no la tenian, ha hecho affiicos el tradicional circuito de comunicacién esctita que descansaba en la trilogia 24 autor-editor-lector. El editor, que venfa actuande de filtro entre el autor y e) lector, come un agente regulador de los flujos de la produccién escrita, se ha visto desbordado desde el momento en que el autor se transforma a la vez en editor de sus propios escritos. Miles de autores, antes anénimos, que sofia- ban con la posibilidad de ver sus pa- labras en letras de molde impresas en papel, han hecho realidad sus deseos y, aunque ahora sea en moldes virtuales, tienen la posibilidad de difundir sus presentacion pensamientos sin limitacién alguna. Para todos ellos, este manual serd he- rramienta que ayudard no solo a juntar palabras con cierto orden o a hilvanar ideas con sentido, sino a presentarlas con rigor no exento de belleza. Conociendo al autor, estoy seguro de que este manual no se detendra aqui. Antes aun de haber visto la Iuz esta edicién, ya estard pensando cn la proxima, que, no me cabe duda, esta asegurada, Emilio Detcapo Loprz-C6zar Granada, octubre de 1999 BIBLIOTECONOMIA Y ADMINISTRACION CULTURAL Las dos partes de que consta este Manual de estilo de ta lengua espafiola tienen el mismo fin: ayudar a redactar bien y con propiedad a quienes diariamente han de enfrentarse con una cuartilla en blanco 0 una pantalla de ordenador vacia. La primera parte se propone ofrecer al lector los elementos basicos para conseguir una redaccién correcta con sujeci6n a las exigencias del lenguaje normativo por un lado y de la escritura cientifica por otro. Se afrontan las normas para dominar el trabajo documental (fuentes de consulta, citas, notas, remisiones, cuadros, referencias bibliograficas —incluidas las de recursos electrénicas—), la escritura (autor, obra y destinatario, la redaccién, las relaciones sintacticas, nivel de lengua y registro lingiistico, etcétera), la bibliologfa (comité editorial, el trabajo de edicién, el original, la diacrisis tipografica, la letra de imprenta, organizaciOn externa e interna de la obra y trabajo de produccién). La segunda parte ofrece, en orden alfabético, un conjunto de materias que pueden ser objeto de atenta lectura 0 mera consulta para resolver los miltiples problemas con que el destinatario se puede tropezar al construir su discurso. Por ejemplo, todo lo relative a la onomastica (antropnimos y topénimos principalmente, pero también alias, seud6nimos, sobrenombres, etcétera), entidades, instituciones, nombres comerciales, tratamientos, simbolos, signos, sistema internacional de unidades, alfabetos como el arabe, el cirilico, el hebreo, etcétera, todo ello acompafiado de las abreviaturas correspondientes al tema tratado cuando es pertinente, asi como una emplia ejemplificacién en cada caso y un niimero notable de cuadros. El destinatario natural de esta obra es toda persona que desee escribir y presentar un trabajo que sea legible desde todos los puntos de vista. Asi, prestard buenos servicios a escritores y redactores en general, pero en particular a cientificos y técnicos, traductores, profesores, periodistas, correctores de estilo y tipograficos, investigadores, editores literarios y cientificos, etcétera. En él hallaran respuestas para sus preguntas, certezas para sus dudas, soluciones para sus problemas y explicaciones adecuadas para las cuestiones mas enrevesadas y complejas que necesariamente se presentaran en cuanto comiencen a escribir. ISBN 978-84-9704-233-8 «MM 7684979042338 www.trea.es

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