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Tema 3.

Doctrina de la posición preferente

3.1 Posición preferente de la libertad de expresión y del derecho de la


información

El origen de esta doctrina lo encontramos en los años 40, en EEUU y es una aportación
del Tribunal Supremo de los EEUU a la cultura jurídica contemporánea. El Tribunal
Constitucional también ha acogido esta doctrina de la posición preferente. Esta doctrina
significa: La libertad de expresión y el derecho a la información pueden prevalecer
frente a otros derechos fundamentales siempre y cuando se cumplan unos requisitos.

Esta posición preferente se basa en la importancia que tienen la libertad de expresión y


el derecho a la información la cual a su vez deriva de que protegen un doble interés.
Por un lado un interés legítimo personal: el derecho a expresar y difundir
pensamientos, ideas y opiniones como el derecho a comunicar y/o recibir información
veraz. En este sentido posee una dimensión individual.
Interés público. Tanto la libertad de expresión como el derecho a la información
contribuyen a la formación de una opinión pública libre. En este sentido hablamos de
que posee una dimensión institucional. Un ciudadano para involucrarse en los debates
políticos debe recibir información para después poder expresar opinión con
conocimiento de causa, ya que la democracia se basa en la soberanía popular es básico
que la sociedad conozca las actuaciones de sus gobernantes para poder valorarlas y
juzgarlas. La existencia de una opinión pública libre es una condición esencial en una
democracia y será también básico para que esto sea posible el ejercicio de otros
derechos.

Ambos derechos son preferentes pero no son absolutos, es decir, los tribunales de
entrada no les otorgan un valor superior jerárquico sino que están en cuanto a jerarquía
al mismo nivel que el resto de derechos fundamentales. Por ello es necesario realizar un
juicio ponderativo en caso de colisión de derechos. Este juicio ponderativo consiste en
ver si se cumplen unos requisitos para determinar si opera la doctrina de la posición
preferente; con esta ponderación se comparan los derechos enfrentados y se mira si la
lesión de un determinado derecho esta justificada o no por el valor preferente de la
libertad de expresión y del derecho de la información.

3.2 Criterios de interés público y de veracidad

Los requisitos será diferentes para la libertad de expresión y para el derecho a la


información.

Según el TC la doctrina de la posición preferente sólo será aplicable en el caso de la


libertad de expresión cuando se cumpla el requisito del interés general o interés público.
Sólo entonces prevalecerá la libertad de expresión sobre otro derecho.

En el caso del derecho a la información la doctrina de la posición preferente sólo será


aplicable cuando se cumpla el requisito del interés general junto con el requisito de la
veracidad. La veracidad es un requisito que impone ya el art. 20.1.d de la Constitución
para la información.
Interés público

El contexto del interés público es abstracto pero en el ámbito del derecho de la


información lo podemos definir como el interés de la colectividad en conocer hechos y
opiniones que sean necesarios para la real participación de los ciudadanos en la vida
social.

Según el TC el elemento que define una noticia sea de interés general es la


trascendencia pública ya sea la trascendencia pública del propio hecho u opinión o la
trascendencia pública de la persona que interviene o se ve involucrada.

- El interés público por razón del hecho u opinión

Los ciudadanos tienen derecho a conocer los hechos y las opiniones que ayuden a
formar la opinión pública. El objetivo es que los ciudadanos se puedan formar sus
propias convicciones valorando opiniones divergentes e incluso contradictorias y así
participar en la discusión de asuntos públicos. Los mensajes que se protegen no solo
son los favorables o indiferentes sino también aquellos molestos para el estado o
para cualquier parte de la población.

El Tribunal Europeo de los Dchos humanos y el TC consideran que los mensajes


molestos también deben protegerse porque así lo exigen el pluralismo y la tolerancia
sin los cuales no puede existir un estado democrático.

- El interés público por razón de las personas que intervienen o se ven


involucradas

Podemos distinguir tres categorías de personas:


- Personajes públicos: Aquellas personas que tiene atribuida la administración
del poder público de forma que su conducta, sus opiniones y su imagen están
sometidos a la valoración de los ciudadanos. Por tanto deben soportar la difusión
de información sobre lo que dicen y lo que hacen durante el ejercicio de sus
funciones. Y también al margen de sus funciones siempre que la información
tenga relación clara y directa con su cargo. Los personajes públicos debe tolerar
las críticas dirigidas a su labor.
El TC dice que pese a que deben tolerar las críticas en el ejercicio de su cargo
sostiene que la crítica posee un límite. Este límite es cuando el mensaje
difundido venga acompañado de expresiones injuriosas referidas a cuestones
innecesarias para la crítica del cargo. En este caso el personaje púbico adquiere
la condición de particular a todos los efectos y puede exigir judicialmente
responsabilidad por la vulneración de sus derechos.

2. Personajes de notoriedad pública: personas privadas que exponen al conocimiento de


terceros su actividad profesional o su vida particular. Suelen ser personas que aparecen en
revistas del corazón o artistas que necesitan notoriedad para ejercicio de su profesión.

Según el Tribunal Constitucional, estas personas no pueden imponer silencio sobre lo que ellos
mismos han revelado. Por tanto, el periodista puede comentar, difundir y criticar lo que las
personas de notoriedad pública han revelado.
Estos personajes asumen un riesgo, y es que las informaciones que ellos mismos han puesto a
conocimiento de terceros reciban críticas molestas o hirientes. Además, su vida privada o su
actividad profesional pueden tener una difusión más amplia de la que ellos querían
inicialmente.

De todos modos, el Tribunal Constitucional también dice que la crítica a los personajes de
notoriedad pública tienen un límite, y es que no se incluye la revelación de aquellos datos no
difundidos con antelación por personajes de notoriedad pública y que no tengan una conexión
directa y evidente con lo revelado (solo se puede criticar o comentar lo que estos personajes han
revelado). Otro límite que pone el Tribunal Constitucional es que tampoco esta permitido
aquellas expresiones injuriosas referidas a cuestiones innecesarias para criticar la faceta
personal o profesional por la que son conocidos.

En estos dos casos, los personajes de notoriedad pública serían igual que un particular, y por lo
tanto, podrían hacer valer sus derechos ante las críticas o las informaciones lesivas.

3. Personas privadas: aquellas que no tienen interés para la formación de opinión pública, y por
tanto, son las que tienen el máximo grado de protección constitucional ante informaciones y
opiniones que lesionen sus derechos.

La negligencia del periodista debe aumentar cuando las personas privadas se ven inmersas en
hechos de relevancia pública.

El Tribunal Constitucional considera que el tono irónico y de burla son inapropiados cuando
tienen por objeto un particular.

La veracidad

La principal diferencia entre el derecho de información y la libertad de expresión es el objeto, y


es que en el caso del derecho de la información, su objeto es el derecho a recibir información
veraz y en el caso de la libertad de expresión el objeto es difundir ideas u opiniones.

Otra diferencia importante es la veracidad, y es que en el caso de la libertad de expresión, para


que sea preferente es que sea de interés público, y en el caso del derecho de la información,
debe ser veraz y de interés público.

La información que protege el artículo 20.1 de la Constitución Española es la información veraz.


Información veraz es aquella que ha sido comprobada con diligencia. Se exige al
informador que los hechos hayan sido contrastados con datos objetivos. Se exige
al informador que los hechos hayan sido contrastados con datos pero es
suficiente con que haya indicios significativos de esa comprobación porque
llegar a la verdad absoluta es casi imposible y pretender una exactitud total
equivaldría condenar a los periodistas al silencio. La inmediatez con la que
trabajan los periodistas hace que no se pueda pedir una prueba similar a la
judicial.

Dos tipos de informaciones erróneas:


- Erróneas pero cuando el periodista ha obrado con diligencia profesional.
Veracidad no equivale a exactitud total. Las informaciones erróneas están
protegidas por la CE siempre que haya habido diligencia del periodista para
averiguar y comprobar la veracidad de los hechos comunicados. Las
informaciones erróneas son inevitables en un debate libre. Esta exigencia de
verificación debe ser proporcional con la trascendencia del mensaje que se
comunica y el informador debe extremar el contraste y la diligencia cuando lo
que pretende divulgar puede perjudicar a una persona y, sobre todo, a un
particular. El grado de fidelidad de la noticia aumenta con la pluralidad de
fuentes consultadas, por tanto el derecho a la información veraz deriva también
del pluralismo. Un ejemplo de informaciones erróneas con diligencia profesional es el caso
visto.
- Rumores, insinuaciones y las invenciones cuando el periodista ha actuado
con negligencia profesional. Los rumores que no han sido contrastados, las
insinuaciones y las simples invenciones no están protegidas por la CE y por
tanto no gozan de la posición preferente. La falta de diligencia del periodista no
es necesario que incluya dolo o malicia, es decir, que no es necesario que sea
con conocimiento y voluntad. El TC considera que para que una actitud sea
negligente es suficiente son que haya menosprecio, olvido, descuido o ligereza
más o menos graves que pueden llegar a conducir al mismo resultado que el
dolo. Por ejemplo: una entrevista en Interviú a un policía nacional en el País Vasco donde se
dan datos de una banda de derecha que actuaba contra ETA. El periodista fue condenado a siete
años de cárcel por imprudencia temeraria profesional con resultado de asesinatos y daños
provocados a las familias, el TC llegó a la misma conclusión.

3.3 Reportaje neutral

El reportaje neutral, igual que la doctrina de la posición preferente, tiene su origen en el


Tribuna Supremo de los EEUU y esta muy estrechamente vinculado con lo que sería la
veracidad informativa. El TC distingue dos tipos de informaciones:
- Comunicación neutra. La que simplemente reproduce la cita o noticia de otra
fuente o de otro medio de comunicación y los identifica. Es decir, se transcribe
lo que dice otra persona o medio identificándolo.
- Información propia. Aquella elaborada y asumida por el propio medio de
comunicación o por su autor.

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