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L DISCURSO SOBRE HI, ESPIRITU POSITIVO, pbliado en 1844 como introduccin 4m «Tratado ilosfico de astronomia popular, es una incomparable exposctn, a a ver densa y clara, del pensamiento de AUGUSTO COMTE (1798-1857), findador y maestro de ana de fas corsenestosieas «ve doinaron el siglo XIX. Obra de madurer, posterior al Sistema de flsofia posta», enieravigorosamente Jos momentos fundamentals de las concepcones comtianas y los agrupa en paginas tan escasas como concsasytrasparentes. Com indica JULIAN MARIAS, prolagustay raductor dl volumes, la peregrina suerte del posivimo, al querer conertirlo en casireltin, ha hecho que Hegue, sobre to, @ nosotros jerarquizadoy hiratzad, y que se desvaneza fod ta sustancinfilsien que peda fener; convene, pes, solver alas fuentes vas para entendcr qué ban sido ta filosofn y el mundo después del Keaismo aleman. Por to dems, hay en a obra de Comte, aparte des estrcta inteneién losin y de sus concepciones sore los estan del progreso de In bumaniad, wna vs de ta realidad histricn on intent de sociologin Kens claras sobre la politica de su época «y acaso, también, de Ia mete, 2 g a 2 El libro de bolsillo Alianza Editorial Discurso sobre el espititu positive Seccién: Clisicos Auguste Comte: Discurso sobre el espiritu positive Versién y_prélogo de Julién Marfas El Libro de Bolsillo Alianza Editorial Madrid ‘Tiulootiginal: Discour sur Perit posit ‘eaductor:Jolida Mase ‘Primera edici en «Revista de Occidenten Oak 1934 ccién propo: Jullén Matos © Revista de Orcidente, $.-A., Madd, 1934 © Alnmy Bait, 5A. Maas, 1900 Calle"Mitn, 38; "4 260 ISBN: 84.206.1603.9 Depisito legal: M. 43628-1980 Compuesto por Ferndndes Ciudad, 8. L Impreso en ClostsOrcoyen, S. L. Marines Pae, 5. Madeh29 Printed in Spain Prélogo En el afio 1844, Augusto Comte publics el Discurso sobre el espiritu positive, como introduccién a un «Tra. tado filoséfico de astzonomfa popular», aludido muchas vveces en el texto, Se trata de un breve libro que encierra vigorosamente lo esencial del penssmiento comtiano. Es tuna obra de madarez, posterior al «Sistema de filosoffa positivan, que recoge sus momentos fundamentales y los agrupa en paginas escasas y densas Desde comienzos de siglo, Ia reaccién contra el positi- vismo lo ha desalojado de le actualidad filoséfica. Esto cera inevitable y necesatio, Peto conviene distinguir, den- tro del positivismo, dos. dimensiones diferentes. Por una parte, la dimensién negativa segéin la cual cl positi- iso no ee fost, La muerte de eo era inexorable, Pero, por otra parte, hay el hecho del positivismo, que 3 mbtho mds que on hecho, Nos encontramos con que en el siglo pasado Ia Tiumanidad fue positvista, y que nosotros ya_no lo somos, es decir, hemos. defado de serlo. A nadie puede ocuitérsele que nuestra situaciSn rho es igual que si no hubiese habido positivismo en el 7 | : Juli, Maras undo, Venimos de él; y no podemos acabar de enten- dernos sino To entendemos. Natutalmente, no nos importa demasiado conocer el contenido minucioso de la ciencia positivista, caduc cen buena parte. Lo que nos interesa es saber, propi mente, qué es set positivista. Esto nos puede dar gran sobre Ie época inmediatamente anterior y, al ‘mismo tiempo, sobre Ia nuestra. En otros términos, nos importa conocer en qué ha consistido el espfrit, —al- fen dint Ta fale de cra ski, Sie as se claro este espftitu, podremos luego “comprender fécilmente toda Ia letra ncumulada en tomo auyo, 9 a larga exégesis de més de medio siglo. Porque ésta es otra. A fuerza de hablar de los posi tivistas, nos hemos olvidado de Comte; es decir, de lo que en’ Comte pueda haber vivo. Y, desde luego, hay tuna enorme distancia entre el fandador y los fundados La peregrina suette det positivismo, al querer conver tislo en casireligién, ha hecho que llegue, sobre todo, 8 nosotros jetarquizado y hieratizado, y que se desva rezca toda Ia sustancia filosSfica que pudo tener. Con- viene, pues, volver a las fuentes vivas pata entender qué han sido Ia filosofia y ef mundo después del Tdea- lismo alemén, De In inteleccién suficiente del posit vismo, que, naturalmente, excederia de él, se podria esperar Ia més clara luz sobre un amplio grupo de pro. blemas, que afectan de modo decisive a nuestro tiempo, La publicacién de este Discurso pretende set un paso certero en esa diteccign Y no es esto sblo. Hay en Comte, fuera de su estricta intencién filoséfica,, muchas cosas fecundas. Hay ‘una ys de I eld hist eet Ifema an menos— de sociologla; ideas claras sobre In politica de su época y caso, en cierta medida, también de la fuestea, Conviene no olvidar todas estas cosas; com viene contar con ellas, en su expresién otiginaria, como nos fas muestra, en apretado haz, este Discurso. Seria justo y dafioso que todo esto quedase arrastrado. y Prélogo ° cenvuelto, sin revisién, por el conjunto, en quiebra, del positivism, “Ademés, el Diseurso sobre ef esptritw positivo es, sin dluda, uina' incomparable exposicién de todo el sistema comtiano. Denso y claro. Y, sobre todo, con una ven- taja esencial sobre toda exposicién ulterior: cualquier libro positvista nos da lo que Comte ha sido para sus acontnunoresy; Toba origin, en cambio, nos dt cl pensamiento auténtico y primitive; y podeios nos fino subrayar_en él lo que aco creapo a lon segue doves de Came. esto no slo por una posible insu ciencia suya, sino, ante todo, porque se movfan en. un fotizonte positivist, @No. hemos de Dover desis rnosotras Ios supuestos —no positivist, claro es— feo, eA aos de wet gu cho pie in Comte tener dé actual, aunque acaso no eneajara en Se Sirus aaa del XIX? Estas ttzones justiicen Ia publicacién del Discurso a muewros dla, Y_ In concia tugpaenca de ste breve libro, escrito con un propérito de lograr gran difusién, lo’ hace propio para ser incluido en esta serie dde obras esenciales, donde, aunque otra cosa pudiera tal ver temerse, responders sigurosamente al_ titulo: «Textos filoséficos». Por otta parte, tanto por lo menos como aquellos aciertos antes indicados, nos importa advertit las pro- fandas y esenciales quiebras del positivismo. Ver, en ‘qué consiate su tltima falseded esencial, el error deci- sivo que hace morir al positivismo al legat a su madu- rez, a esa madurez edefinitivan que tan cara fae al pprogresismo de Augusto Comte, Y nos interest, por ‘lkimo, reparar en aguellas coses que siempre fueron problemiticas en su pensamiento, a peser del aire mé fico y como de buena nueva que corre entre sus pégi- has, Por ejemplo, conviene fijarse en los motivos_y las dificultades internas de aquella gran idea que fue el progresismo; en la oculta violencia que encietra la con wo Folia Mase sideracién de Ia Humanidad como el ente supremo, fin de nuestras vidas personales. ‘Merece Ia pena patar la atencién en el estilo de la rosa comtiana, No es algo meramente exterior y acch. dental, sino que es indicio también del estilo de su Pensamiento. Compérese Ia prosa torpe, desmafads, sin clegancia, de Comte, lena de expresiones de tecnicismo filoséfico, usado sin rigor y a veces a destiempo, de abstraccién rebuscada, con aquel otto estilo antetior de los idealistas alemanes, con la lengue briosa de Fichte y Hegel, por ejemplo, o también con las paginas fines, Pulidas, aceradas, de Brentano. No seria excesive que. fet, encontrar una esencial andlogia entre estos ico estilos literarios y las tres distintas maneras de pensar gue han albergedo con sus formas, y que resumen la historia entera de In Filosofia del ‘ftimo siglo. En la traduccién, por eso mismo, he respetado las caracteri ticas, un poco ingratas ciettamente, del estilo, gris y sin acento, del original Para esta versién se ha utilizado la edicién de la «Société Positiviste Internationales, Parfs, 1923. Se ha conservado en ella la divisién en partes, capftulos y sco. ciones, y la numetacién de los pitrafos, que introduje. ton los editores del texto francés, ya que Augusto Comte publics su Discurso en un ‘inico capitulo, sin divisiones dentro de él 1M, Primera parte Superioridad mental del espfritu positivo

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