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Parodia el quijote de la mancha

Estaba tirando cabeza el viejo quijo, ageitando si vena el coco del bachiller Carrasco, que le
traera los nuevos chismes sobre sus andanzas. Pensaba que los malos echaran maranguango a lo
que decan de l, pero que los buenos aumentaran su fama.
En este tira que jala de su cabeza llego nada ms y nada menos que el viejo sancho y el bachiller
Carrasco llamado Sansn. El era un man joven, con la cara ms redonda que una galleta de limn,
con la nariz ms pequea que la puntica del rabito de una iguana, eso s, conoca ms que los
brujos de San Bernardo. Todas estas, cualidades del propio mete-mono y mamador de gallo.
Sansn, viendo a Don quijote, se arrodill, le pidi la mano y lo alab ms que al compae Goyo.
El viejo quijo lo levant y le dijo: Ombe docto, donde pongo la raya, ese que milagro. Y aadi:
Qu noticias trae por ah?
Nada, solamente que su nombre es ms conocido que la yuca, y ms nombrao que el bollo dulce.
Respondi Carrasco, y agreg: y no se preocupe por el qu dirn, que si es por sus amores
embusteros y doa Dulcinea, todo est bajo control; nada malo se ha dicho.
El viejo Sancho, que era ms astuto que la garza cienaguera, pens que jams haba odo hablar
de doa refirindose a Dulcinea.
Don Quijote sigui preguntando: docto, qu otras historias dignas de ensalce se han dicho de
estos huesos?
El Carrasco respondi: a muchos le gusta el suceso del bolol que tuvo con los molinos de viento; a
otros, la del finao que llevaban a enterr en Segovia;a otros, la del monton de carneros que disque
eran soldaos.
Sancho replic: y se acuerdan de la vez que el raqutico de Rocinante se le antoj de comer dulce
de mongomongo?.
-hasta eso!- Respondi Carrasco. Es ms. Escribieron la ves en que usted hizo ms maromas que
un mico en palo ajeno.

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