de brisas clidas, de voces susurradas, de amor dormido en la arena blanca mientras las olas cantan y danzan las aguas.
Noche de lucero donde la barca marcha hacia el inmenso abismo sin costas marcadas. Todo se pierde en el paso, solos dos miradas atrapadas en la risa al cielo cantan, volando alto como ave de cuatro alas.
La msica toma lo que el vino desata, dos cuerpos desnudos, dos almas mundanas brillan ocultos como el filo en la daga.
Blancos dientes luce su cara, fina voz y un cuerpo en llamas mueve el paso firme mientras canta. El poeta baja triste la mirada.
Amor prohibido que prohibido acaba. Cuando el len sangre alcanza, cuando se sirve, jugosa y blanca, esconde sus dientes, cierra su boca ancha, renuncia a todo aquello que atrapa, y nace el dolor que castiga el alma: De libertad o de cadenas pesadas?