PANORAMA DE LAS ARTES EN MEXICO A PARTIR DE LOS AÑOS
CINCUENTA (SIGLO XX)
Durante la década de los años cuarenta, los
muralistas luchaban por no perder su lugar de
preponderancia en el arte mexicano con su ideología
nacionalista y sus métodos propios. De alguna manera los
grupos que ahora controlaban el poder en la expresión
plástica mexicana comenzaron a luchar para que los
artistas más jóvenes continuaran el camino trazado por
ellos. En 1944, David Alfaro Siqueiros publicó en la revista
Hoy su famosa frase: “No hay más ruta que la nuestra”. De
esta manera se perpetuaba la oficialización de la Escuela
Mexicana de Pintura y el muralismo.
Sin embargo, a partir de la política internacionalista
del régimen de Miguel Alemán, y con el desarrollo
acelerado del sistema capitalista en México, se crearon las
condiciones para que la producción artística dejara de ser
patrimonio del Estado, como lo había sido el muralismo y el
TGP. La producción gráfica entró en una fase de circulación
y consumo, como lo marcan las leyes del mercado
capitalista del arte a través de galerías y museos,
acentuando su aspecto de mercancía. De esta manera, la
pintura de caballete y en especial la firma de los artistas
consagrados, se convirtió en una buena inversión, que da
prestigio a quienes las poseen. Esto generó una censura a
la obra del TGP, pues ahora quedaba fuera de moda el
nacionalismo ante el internacionalismo que tomaba fuerza.
Asimismo iban quedando relegadas las demandas obreras
y campesinas ante los privilegios de las clases
acomodadas, consumidoras de los productos artísticos y
creadoras de este marcado
Pronto se abrirían nuevos horizontes, como los
iniciados por el alemán Mathías Goeritz, quien además de
ser pintor, tenía estudios en arquitectura y un doctorado en
Historia del Arte. A finales de los años cuarenta, Goeritz
trajo ideas nuevas sobre educación visual y la aplicación de
las artes en la vida cotidiana.
Al mismo tiempo comenzó entre los artistas jóvenes
una reacción en contra de la Escuela Mexicana de Pintura,
la llamaban arte “oficialista” Esta generación se conoció
como La Ruptura, su representante más violento fue el
joven José Luis Cuevas, quien publicó en 1958 su famosa
reflexión sobre la “cortina de nopal” que separaba al arte
mexicano del arte internacional, atacando directamente a la
Escuela Mexicana de Pintura, y comparando la situación
con la Cortina de Hierro que había prevalecido después de
la Segunda Guerra Mundial. Los nuevos artistas
expresaban con desenfado sus individualidades, mientras
asimilaban los vocabularios artísticos internacionales.
Representantes de este movimiento fueron también
Cordelia Urrueta, Vlady, Alberto Gironella. Otro
simpatizante, aunque no tan joven, fue el pintor Rufino
Tamayo, quien ya había realizado sus murales en Bellas
Artes sin acudir a los temas nacionalistas ya gastados.
Al mismo tiempo se iba desatando un fuerte
conflicto entre el arte figurativo y el arte abstracto. Los
artistas jóvenes como Manuel Felguérez y Lilia Carrillo,
así como Vicente Rojo, y muchos más se declararon a
favor del abstraccionismo.
En los años sesenta, los artistas fueron muy
individualistas y practicaron búsquedas que se
inspiraban tanto en las vanguardias como en el arte
mexicano. Un artista excepcional que en esta década
vivía en París pero se asimiló a la Ruptura fue
Francisco Toledo.
Estados Unidos organiza exposiciones a
través del Museo de Arte Moderno de Nueva York,
institución del grupo Rockefeller. Así muchos
grabadores jóvenes se abrieron las puertas a la
internacionalización mundial, como José Luis Cuevas,
quien obtuvo importantes premios en Suiza y en la
India, y presentó una retrospectiva de su obra gráfica
en Washington en 1962.
El modelo de desarrollo económico que se
llevó a cabo durante el periodo de Miguel Alemán,
llamado el “milagro mexicano”, dio sus primeros signos
de fracaso en la década de los años sesenta. Esto
generó polos de pobreza, marginación y brotes de
descontento en ferrocarrileros, campesinos, médicos
maestros y estudiantes. La culminación de este
proceso fue la Matanza de Tlatelolco en 1968.
Los problemas que ocupaban a los artistas
instalados en las cúpulas de poder eran decidirse entre
figurativismo o el no figurativismo. Esta contienda llegó
a tal grado, que los artistas en pugna se insultaban
mutuamente en manifiestos y artículos periodísticos.
Sin embargo, durante el tiempo que duró el
movimiento del 68, las escuelas como La Esmeralda y
San Carlos, funcionaron como centros de elaboración
de material gráfico que llevara al pueblo las consignas
y demandas de los eventos históricos. Participaron en
estos trabajos tanto grandes artistas profesionales,
como estudiantes y aficionados. De esta manera
circularon al mismo tiempo que las canciones, corridos
y parodias, muchos panfletos gráficos, de carácter
político y doctrinario. Una de las demandas más
insistentes era la liberación de los presos políticos.
Como el acceso a los sistemas de impresión
más innovadores era limitado, hubo un resurgimiento
de técnicas gráficas artesanales como el mimeógrafo,
la serigrafía, la xilografía y de manera especial el
grabado en linóleo.
El los años setenta surge un movimiento
artístico neohumanista llamado Nueva Presencia, que
propugnaba por un arte figurativo en una década
dominada por el abstraccionismo. Su representante es
Arnold Belkin, quien es también impulsor de un nuevo
muralismo.
Durante los años setenta prevalece además del
abstraccionismo, el arte conceptual y Los Grupos. Este
fenómeno comienza en 1976. Felipe Ehremberg, fue
propulsor del trabajo artístico colectivo. El, quizá con
influencia de Josep Beuys, conjuntaba acciones
simultáneas, fotografías, graffiti, happenings, instalaciones,
etc. Se trataba una asociación de individuos que
compartían las mismas inquietudes pero que buscaban
diferentes soluciones artísticas. Una de las primeras
asociaciones lo constituyó el grupo Tepito Arte Acá, que
buscaba alternativas a los problemas del medio urbano.
Pronto surgieron otros grupos, como Suma (1976) y Mira
(1977), que fueron creados por alumnos de la Escuela de
Arte de San Carlos y Germinal (1978), que surgió en La
Esmeralda. Estos últimos abandonaron los caballetes y
realizaron enormes mantas pintadas, subvirtiendo los
significados de las imágenes de los medios de
comunicación masiva. Militaron al lado de organizaciones
obreras y políticas.
Con un carácter menos politizado, surgieron otras
asociaciones, como el llamado No-Grupo., cuyos
integrantes estaban en contra de todo lo establecido, aún
las luchas políticas y sociales. Otro grupo que apareció en
1978 llevaba por nombre Peyote y la Compañía. Trabajaron
la fotografía del ambiente urbano, los montajes con
materiales de desecho, y acciones efímeras.
Sin embargo, los artistas de los años ochenta
volvieron hacia formas de creación individuales. Estos
artistas presentan búsquedas muy personales, donde
retoman las vanguardias y las renuevan con su propia
creatividad, entre ellos puede mencionarse a Rafael
Cauduro y Arturo Rivera.
La llamada “condición posmoderna” tiene en
nuestro tiempo gran influencia en las manifestaciones
artísticas, porque pregona el fin de la historia concebida
como "progreso”. Esto da lugar a obras que buscan en el
pasado nuevas soluciones para el presente a veces con
tintes apocalípticos. Por otro lado, con las nuevas
tecnologías de la comunicación escrita y televisiva, surge
un nuevo espacio para la comunicación gráfica tanto en
México como en el mundo. Los diseños de productos
comerciales, eventos, portadas de revistas, carteles, y otras
marcas comerciales crean necesidades nuevas, y de esta
manera algunos dibujantes y artistas comienzan a
especializarse en estas actividades. Esta especialización
sale poco a poco del dominio exclusivo de los pintores y
grabadores, aunque algunos de ellos trabajan
indistintamente el diseño comercial y su creación artística,
como Vicente Rojo. De esta manera, como respuesta a la
gran demanda de la producción en masa, surgen el Dibujo
Publicitario y más tarde el Diseño Gráfico como una
alternativa profesional..
 CUESTIONARIO. PANORAMA DE LAS ARTES EN MEXICO A PARTIR DE LOS AÑOS
CINCUENTA (SIGLO XX)

1. Explica los cambios políticos y económicos que influyen en los nuevos caminos del arte en México a partir de
los años cincuenta.

2. Apunta los nombres de los artistas màs destacados en este período.

3. Explica en qué consistió el movimiento artístico llamado La Ruptura, quien su principal representante y
cuáles sus puntos de vista?

4. ¿En qué consistió el enfrentamiento de los pintores figurativos y no figurativos?

5. Explica en qué consistieron los llamados Grupos de los años setenta, cuáles sus propuestas artísticas e
ideológicas, menciona algunos de ellos y sus participaciones nacionales e internacionales.

6. ¿Cómo se desarrolló el arte mexicano en los ochenta? Menciona los nombres de algunos artistas
distinguidos.

7. ¿Qué es la Condición Posmoderna y cómo influye en el arte?

8. . ¿De qué manera comienza a surgir, a partir de los años cincuenta, en medio del campo de las artes
visuales la necesidad del dibujo publicitario y más tarde del Diseño Gráfico?