Está en la página 1de 1

Parlamento del Padre I

Querido padre:
Una vez, no hace mucho tiempo, me preguntaste porque afirmo que te tengo miedo.
Qu podra responderte yo? Qu verdad, que certeza podran revelarte mi trmula
voz, si solo un susurro es frente al vigor de tu frrea conviccin? As ha sido toda la
vida, entre t y yo: un deseo derramado por alcanzarte, una bsqueda perdida por llegar
hasta ti; el disparo de un grito que se ahoga en los abismos del silencio

Soy todo lo que vez. Solo una sombra tejida de palabras; de fobias y manas. Solo una
sombra, que se consume en el ocaso de sus pasiones. Dnde te encuentras t, padre?
Ms all de mi comprensin, alejado de mis fuerzas; fuera de mi corazn, donde
quisiera por siempre encerrarte

Pero todo esto, solo sueos son. Y el descifrar nuestro misterio tal vez nunca podamos
lograr. Somos tan similares, t y yo. Esculpidos con la misma arena, bajo los mismos
cielos. Somos tan efmeros, t y yo. Golpeamos el vaco, tal vez para encontrarnos, tal
vez para escucharnos; tal vez, solo para

Lee con atencin mis palabras, padre. En ellas tu hallaras todo lo que he callado. Ellas
esconden el espejo de nuestros aos, de nuestras culpas y pecados. En ellas, yo guarde
el eco de tus pasos lejanos, que se ahogan en el desorden de mis recuerdos.

También podría gustarte