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TORRELAVEGA

En Cantabria, comunidad autonómica del norte de España y


a 25 km de Santander se encuentra la segunda ciudad en
importancia de la región: Torrelavega.

Alcanzó esta posición tras el desarrollo industrial y comercial


iniciado de forma incipiente en la segunda mitad del siglo XVIII,
que dio lugar a la profunda transformación de la que hasta
entonces era una aldea agraria de la comarca del Besaya. Conoció
una época de apogeo entre finales del XIX y principios del XX, a
partir del emplazamiento en ella de importantes empresas, como Solvay y Sniace, entre
otras.

Este espectacular crecimiento propició la concesión de la reina María Cristina del


título de ciudad en 1895, todo un hito en la historia de la villa, cuya fundación se
atribuye a la familia de los Garcilaso de la Vega, quienes construyeron la torre de la que
procede la denominación del municipio. Factores claves han sido su situación
estratégica, en una encrucijada de las principales vías de comunicación de la región, y
su cercanía al mar. La capital del Besaya, en el centro de la región, está próxima a
varias localidades de interés turístico, como las ubicadas en sus límites geográficos:
Santillana del Mar y Polanco, al norte; Piélagos y Puente Viesgo, al este; San Felices de
Buelna, al sur; y Cartes y Reocín, al oeste.

Paralela al progreso económico, que también ha tenido altibajos, es su evolución


demográfica, situándose la población actual en cerca de los 57.000 habitantes, siete
veces más de los registrados a comienzos del siglo XX. De éstos, la mitad se concentra
en la capital, mientras el resto se distribuye en sus nueve núcleos restantes (Barreda,
Campuzano, Duález, Ganzo, La Montaña, Sierrapando, Tanos, Torres y Viérnoles),
repartidos por esta amplia vega de suelos fértiles y 35,5 km2 de extensión en la que
confluyen los cauces de los ríos Saja y Besaya. De su patrimonio histórico cabe destacar
la iglesia neogótica de la Asunción y la de la Virgen Grande, patrona de la ciudad, así
como el conjunto monumental de Viérnoles y el palacio de Demetrio Herrero, actual
sede del ayuntamiento. Torrelavega, conocida gastronómicamente por sus famosas
polkas de hojaldre, es, además, un núcleo ganadero de primera magnitud gracias al
Mercado Nacional de Ganados, catalogado como la feria más importante de Cantabria.

En las últimas décadas del siglo XIX y principios del XX, Torrelavega pasó de ser
un núcleo rural, en un importante núcleo urbano merced a la expansión industrial que
experimentó gracias a la instalación de grandes compañías, que se beneficiaban tanto
de la presencia de materias primas en el entorno, como de la situación geográfica
estratégica del municipio. Testimonian la expansión decimonónica numerosos
bloques de viviendas y varios edificios públicos de la ciudad. Cabe resaltar los edificios
porticados de la Plaza Mayor y la plaza Baldomero Iglesias, donde se ubica la antigua
casa consistorial, comenzado a construir en 1852. El ayuntamiento actual se
encuentra ubicado en el llamado Palacio Herrero cuya construcción fue encargada por
Demetrio Herrero al arquitecto laredano Joaquín Rucoba, autor del teatro Arriaga y el
ayuntamiento de Bilbao. Se trata de un bloque de sillería y tres alturas flanqueado por
dos bloques de viviendas más sencillas al cual se accede por un pórtico de tres arcos de
medio punto y en cuyo eje central destaca una ventana abierta en la cornisa, entre
otros dos vanos, enmarcada por molduras barroquizantes y coronada por una torre. En
el interior sobresale la escalera con balaustrada de mármol de Carrara, iluminada por
una vidriera con el escudo de la localidad y cubierta con una bóveda decorada con
pinturas murales de regusto rococó realizadas en el año 1906 por el pintor barcelonés
Ramón Fraxenet. En 1925 fue adquirido por el consistorio para albergar su sede, que se
inauguró en enero del año siguiente.
VIÉRNOLES
Nuestro pueblo es el que está más distante de
Torrelavega, a 3,2 km. Su censo actual es de 1.016 hab.
(2004) y tiene una altitud de 80 m. Industria y ganadería son
los sectores a los que se dedican la mayoría de los residentes
en un núcleo rural de gran riqueza arquitectónica. En los
últimos años, Viérnoles ha experimentado una profunda
transformación, dotándole de una amplia infraestructura:
centro cívico, bolera, parque infantil, biblioteca, iluminación
pública, etcétera. Además, ha sabido aprovechar el valor de su
entorno (el monte Dobra), en donde se ha recuperado el
paraje conocido como ‘Fuente de las Palomas’,
acondicionándolo como zona de ocio.

Los núcleos de Torrelavega albergan numerosos ejemplos de arquitectura


señorial de la Edad Moderna. Destaca sobre todo el conjunto de residencias del
núcleo de Viérnoles. La más antigua de todas ellas es una de las emplazadas en el
barrio de Rodanil, una bella casa gótica, cuya cronología puede situarse en el siglo XV;
presenta planta rectangular de una sola altura y ventanas apuntadas. En este mismo
barrio se encuentra la casa de Rodríguez, del siglo XVII y adosada a ella, otra
vivienda de similar antigüedad, revestida en piedra de sillería con escudo timbrado por
yelmo que contiene las armas de la familia Rodríguez. En el barrio de Paramenes se
localizan la casa de Velarde y Ceballos y el palacio de Ruiz Castañeda y Ceballos.
Ambos se han datado tradicionalmente del siglo XVII. El segundo presenta planta
cuadrada, soportal de cuatro arcos y solana a la cual se abren seis vanos. El palacio de
Ruiz Castañeda y Ceballos es un bloque de sillería con acceso por un zaguán porticado y
dos balcones con molduras en la planta noble flanqueado un escudo de armas. En el
mismo barrio se alza la casa de Sánchez Bustamante, popularmente conocida como
‘la de los Leones’, merced al motivo que orna un escudo situado en una fachada lateral
que la preside. Se trata de un monumental bloque de sillería levantado en el siglo XVIII.
Presenta planta cuadrada y dos alturas. Se accede por un soportal de tres arcos de
medio punto; en la planta noble se sitúa una solana de madera de cuatro tramos a la
cual se abren una puerta y tres ventanas adinteladas, decoradas con molduras. En el
barrio de Herrera se puede ver la casa que perteneciera al linaje de los Velarde –,
propietarios de la ferrería ‘La Rucha’, que durante muchas décadas fue un importante
centro económico–. En torno a ella se conservan varias construcciones populares
correspondientes a los siglos XVI y XVII.

EL MONTE DOBRA
Da nombre a nuestro colegio.
Es una de las montañas más frecuentadas de
la región, cuya cumbre tiene 606 m de altitud. A ella
se puede acceder tanto desde la localidad de
Viérnoles, como desde el municipio de Puente
Viesgo, situado al este de Torrelavega. En su
entorno se encuentran diferentes rocas, como las
areniscas triásicas que llegan a la cima y las calizas
carboníferas, que están karstificadas por la
disolución del agua, generando un incómodo lapiaz
superficial, dolinas y cuevas.

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