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El pavo real y Hera

Otra vez le dijo el Conde Lucanor a su consejero Patronio:


-Patronio, el otro dia vi a un hombre que sabia silvar muy bien y me dado
cuenta de que yo nose silvar si el sabe yo tambien tendria que saver silbar.
-Seor Conde Lucanor -dijo Patronio-para que sepis lo que ms os
conviene hacer,me gustaria contaros lo que sucedi a un pavo real y a
Hera
Seor conde -dijo Patronio-Un Pavo real hizo la queja a Hera que, mientras
el ruiseor complaca cada odo con su cancin, l mismo, apenas abra su
boca, era el hazmerrer de todos quienes lo oan.
La diosa, para consolarlo, dijo,
-Pero t eres excelentemente excedido en belleza y tamao. El esplendor
de la esmeralda brilla en tu cuello y despliegas una cola magnfica con el
plumaje pintado.
-Pero con qu objetivo tengo yo,- dijo la ave, -esta belleza muda mientras
que soy superado en el canto?
La funcin de cada uno,- contest Hera, -ha sido adjudicada por la
voluntad de los destinos : a ti, belleza; al guila, fuerza; al ruiseor, canto;
al cuervo, augurios favorables, y a la corneja, augurios desfavorables. Y
todos deben estar contentos por los atributos asignados.
Aasi, vos, seor Conde Lucanor, debereis saber que uno es bueno para
una cosa y otro es bueno para otra cosa no todos son buenos para hacer
todas las cosas
El conde pens que era un buen consejo, lo sigui y le fue muy bien
Viendo don Juan que este cuento era bueno, lo mand escribir en este
libro y compuso estos versos que dicen asi:

no por tener una virtud
tienes buena actitud

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