Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Vicerrectorado Académico
Proyecto de Carrera: Educación Integral.
Practica Profesional IV
EL AJEDREZ
Mesa
Perteneciente a la Familia
Confianza: Se alimenta de
sentirse una persona respetada,
comprendida y que realiza una
actividad con un prestigio
intelectual.
Autoestima: El ajedrez
contribuye a mejorar el concepto
que tenemos de nosotros
mismos.
Desarrollo de habilidades, ya
que la acumulación de
conocimiento que ha ofrecido
el sistema educativo, obtiene
escasos resultados en este
ámbito.
Se adquieren comportamientos derivados
de las experimentaciones, de prueba y
error mediante los juegos. Se van formando
habilidades que marcan progreso y
maduración intelectual.
Capacidades Cognitivas:
La Observación: es una de las
primeras evidencias del desarrollo
intelectual con el despertar de la
“curiosidad” general. Saber “ver”
las amenazas es la principal arma
del ajedrecista: mantener
permanentemente una actitud
despierta para buscar respuestas
visuales.
La Atención y Concentración: son las
capacidades que más rápidamente se
desarrollan mediante el ajedrez.
Cálculo y Evaluación: Es
fundamental el cálculo de las
variantes para realizar una
evaluación de cada una,
reteniéndolas mentalmente
hasta evaluar el conjunto y
tomar la decisión de hacer una
jugada dentro de un plan.
Resolución de problemas: La resolución
efectiva de los problemas de que la persona
se dé cuenta de la existencia de los mismos,
que tenga interés por resolverlos y afronte
su solución mediante las estrategias
adecuadas.
Creatividad e imaginación: El
ajedrez no se juega contestando
simplemente de buena forma las
jugadas del rival. Todo
ajedrecista ha de imaginar
posiciones distintas de las que
hay en el tablero en un momento
dado y que le faciliten el tiempo.
Capacidades Sociales o
Deportivas:
Sentido de Responsabilidad:
Evidentemente, por sus propias
características de individualismo, un
ajedrecista no puede echarle a nadie la
culpa de sus errores, pero tampoco puede
achacar el resultado a la mala suerte ni a
factores exógenos.
Autoestima: Probablemente porque es una
batalla mental, el jugador de ajedrez valora
mucho el esfuerzo que representa mejorar
en este juego. De tal forma que conforme va
mejorando va aumentando su autoestima.