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ELENA GARRO
Andamos huyendo Lola
ficcién 4ADees de cada gran hombre hay una
stan mujery detis de cada gran majer
tay un gran goo,
Hecena PazEl nifio perdido
Ya taleaba y yo a caminando ben asustadé “Caryl, mi
‘casa estd muy lejos” me die y me and de mi sanco papi
nome una deesas chicoizasen ls que se egocjabatan-
to, También me acordé de mi mamé, noms inicando..“Yo
no regres, munca mequisieron..tampoco me quiso miseio-
ritade quinco afi no apreciaba mis trabajos de Geogratia ni
siqueralosde Historia Patra. Nolegustaba ninguna!” Ela
‘mafia abandoné mi casa para siempre, isu puerta pintada
azul yledije "Adib, para sempre adiés.", 5 rise dei
Io, pero ast suetib yen verde iralaescula agarrécaminoy
‘me fai anda y anda po I cudad. En Bucaelé me enconteé
‘con muchos fgadosiguales a miy con dsimalo les pregun-
c& "2Qué hacen ellos me miraron de ado y se sieron:“€No
loves? andamosde peviodistas” meconcestaron ye pusieon
a gritar “Ent. jer”, otros esaban comiendo unos te
‘es que me ganazon la vista y el stag. “¢Andas hid?”‘me pregunté un grandote dindome un empuyén. “La verdad
sf,ando hnido.. el grandote me mité de rojo, “eQué te ro-
base?” me pregune, "Yo munca he obado nada” conestéY
cca lz pura verdad Mesabfa muy biemel Catecsmoy losDiez
‘Mandamientosy nel nico cone que noestuve, ni estoy de
acuerdo escon ese de:"Honrarisa ra padrey atu mate” La
‘vida es injust hasten los Diez Mandamientos. Yo siempre
hhoneé a mis putes, quiero dees, que aguantt sus palizs y
susborracheras. Pues uéno ib ya lascantinas buscar
nn pap? Pero ells no me honraron mi de seguro porgue
falta el Mandamienco de: “Honrais 2 tus his". Se ve que
‘se Mandamieno se le ps6 a Nuestro Ser Jesucrst y asf
selodijeen confesién al sefior cura, que se me quodé miran-
lo, mirando y luego me lame aparte para consolarme yde-
‘ame que Dis sempee honta asus hijo y que todos, hasta
mis padres, somoshijossuyos. Yo movflacabers,nocrajusto
que mis padres y yo tavirams el mistno rango yelseRor
cara me dij: "No olvides munca qe les nifios so ls ele
dos de Ser”. Yasabia yo que yo era su clepido..pexo taco
cinta me do mi padre que acabé por abucitme. De no-
che, atinconado en micatte yo lepeda: Seca su mano, Seftor
Jesuristo y munca sea sect Me gustabs immaginarlo cons
‘mano sca como wn pal, aladaconelcinturéay A nomésmi-
indo. peo Nuesto Sefor no quiso haceme el milagro y
me fagué esa famosa mafana. Cruof muchas ales lenas de
coches veades,azules colorado, amariles,blancos, con sus
etesasce platareluiiney fue en Juez donde me deuve,
bara ver pasar a und catavana de coches negas, con sus vi-
Avis negeosy hares motocicists con sienas “Vase macis
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cl Presidente de la Repiblica y abt lo levan a encetrar.” "&¥
las floces?.. de seguro que alos Presidentes les ensiersan sin
flores y con sitenas”, medijey se lo comuniquéa un sei de
‘chamarra, que me miré con desprecio. Quiseexplicarme: “Es
guclos Presidenees noson como nosotros... edie. “Esun Se-
cretacio que vaasu Secretaria”, me contest se dio degolpes
cn as calla con su periico. Bs falano no tena ganas de
platicar conmigo yagarnéy me largué de Ia avenia Juez,
pues mientras ms me alejara de mi casa més seguro me
hallaba. Eneeéa unas calles en ls que casino haba tends,
solo casas grandes con jardines 9 reas. "(Caray cquién pue-
de vivir en semejantes casas?” me pregunte.iQuién sabe! Mi
papi decia queel gobierno yo mejor era verdad, puesel go-
biernoestedopoderosoy muy omnipotence. Mis padres nan-
casalieton de su dichoso barrio del Nii Perdido... y ahora
quelo pienso me vabien el nombreysehan de estar acardan-
doe mi, porque yo soy el nifo perdido. ero, no como me
Acta mi pap: “Perdido... Sinverguenzal (jay que nun-
ca hubieras nacido” y ego izas!y jas yjza! zambaban,
los cincuronazos y yo me encogia en el suelo y mis Iégrimas
‘me dolfan al salir yal corer por mi cara Sien mi casa estaba
yo muy perseguido y me escondia en un rinoén oscuro a pe-
dine a Nuestro Seftor que le secaa la mane a ese individu,
eto Dios dispuso de tro modo y ahora soy el designado por
imi calle: cl Nifo Pecdido, Ya pardeaba ytenfa miedo de que
‘me agatraran los Granaderoso los Azles. “Oye cf, qa an-
das haciendo por estos alreedores?” me dirfan.La tera solo
sc abre cuando hay tembloresfueresy st cando me hicean
1a pregunta, no se vena uno de esos txemotes y me tagaba
aIatieea estaba yo ipetdido! De seguro que me huberan lle-
‘ado a una barton, de as que nos hablabaen la esta mit
scioita de quinto afo, y que estin ahi desde los remotos
tiempos de Don Potfiio. Muchas veoes me pregunté por qué
mi sefiorita le tiene canto miedo, si segin tengo entendidoo
calvez me equivoco,Don Porfirio yas difunto.(Tuve mila
suerte acoréindome de Don Porfirio, se me iguraba qe sa-
ade ada casa grande o queibasiguigndome en un coche, 0
sino era, sera algunode sus exbiros, como decta mi seiio~
rita, y me dio el escaloio. Bsa calle me daba desconfianza y
‘omencé asudar yasudaryapretéel paso, Detwe aun niio
‘queandabajugando porahy apenas lepregunté: “Oye mano
ebm se lana esta calle”, lo Tams una seiora que estaba
agarrada amas tej: "Lindo, ve aqut, Nome gustaquela-
bles con pads! El nino alana a decirme: “Es la colonia
‘Ananes" y también acana6 a sacarle la lengua 3 su mam
‘antes de obedecer su orden. Alo mijor me lo encuentro in
ia voorando la “Exc” en Bucarei.. aunque yono lo vendo,
ti paso munca por ahi, pues he sabido que hacen muchas re-
adas, Quién me hubieradicho queen esa misma alle curva
sembtada de palmeras y de jacarandas iba yo encontrar rai
suerte! Lav venir, eran dos! Una vestda de color de rosa ya
‘otra de azul con cuelo blanco de encaits. Las ds eran gie-
‘3s, solo que una de elas todavia iba a a escuetay lade rosa
crasu mam. Asi se mefiguré yasresalt6.
“Sefiora, iéveme a su casa. supliquéa fade tose. La
setiora se me quedé mirando, se eché unas mechas gieras
hacia ates y luego comenz6 a refrse. Me dig asu hija que
tenfa mos oj grandes y muy compadecidos
2
~Digale su mamacia que me leve su casa no tengo
case, ando perdido y tengo mucho ieda,zNo veque yaesté
cayendo a noche?
Lasetora se agaché pra divsrme bien yoni arelse
conmis gam.
Mira, pues estamos igual! Tampoconostras tenemos
casa también tenemos miedo -me dijo may alegre. (No le
«cel émo una sera tan gray tan elegance nota ace-
ner casa? Agaché los oosy unas hojtascafdasenel suelo,
«que en moi de as sombrasbilaban como monedias de
010 escuché deca la coegial:
~Esverdad, no tenemos cas. tenemos mie.
“Nonos recs. Cémo tellamas?-preguntSla sera,
Faustino Moreno Rosa -contsté seme alvidé aque-
Uo que e deta ai seria: “para servic a usted’. Poes ede
‘qué lesiba yo aservira esa sor yasu hij? Deestorbol
“Ando canado,hecaminado todo el santa da.
“También nosotras hemos venido apie asta cto la
hijadelasefor.
“Nonoscres, Faustino, Paes ven con nostras pata que
veasqueno te engafames! dijo laser,
‘Me fui con elas may gustoso los tres comenzamos a
seleos porque yonolescel Ymientrasmenoslesceefamés
sstonos dabay més nos refamos. Nos detuvimosfente 2
‘maqasagrande ynesabri una cia. Entrmosycruzamas
tun patio may suneuose, no como el mo, nos digimos
onacasamis chia queestabaen lfénid: "Vamastestadio
dePablo” dio a seo y abri6 la puerta yentamosa un st-
tn debilac muy grande,ene! que también haba una mesa
Bde ping pong, igual las que len en la Televisin Subimos
yllegamos una sala muy grande
donde habiasillones de cero y hart bros. No estaba toda
‘uminada, solo habla uns mpara verde y el cl Pablo, un
anciano, sin peloy metidoen una camisa cuadros.
“Hombre! LeliZqué haces por ague?..2y este quién 3?
~aijosenalindome
Faustino, Un amigo que no me cree que no tengo casa.
Quieres expiciselo?-dijo a sefior.Elanciano se lew las
‘manos la cabeza “iVas 2 meterte en otzo Ufo con este mo-
oso iClaro que no tenes casa! Yn digas nada, Ti tienes
ta culpa. De dénde sacaste 2 este? (Nunca vas a entender!
Nunca” y dio media vuela y sedej6 caer en un sill
cabeza comodemuyjer, seasomépor unsillény dio:
“Es increfble que no entiendas. No tienes ya bastantes pro-
Dlemas?". Era mujer, solo que con los pels rapads no se
rotaba bien. “Ha de haber tendo tifa, de seguro” me dij,
coxando lav alzase, metidaen su vestido café con trantes,y
ibien descriads bien fal y prefer mira al suelo. Era verdad
aque la sefiora Leino tenfa casa y que tbaallfa pedir posada.
“Hemos pensado que si raes una cama al cuarto de criados
podemos recite.” comenas el anciano, pero la tifios in
‘ersumpié: “iNo, no, papi.t” y se me quedé mirando y de
seguro eyé mis pensamientosy pusouna vocecita muy cam-
ada: “2Cémo se te ocurreoftecerles el cuarto de criados
hhabré que pensar en otra habitacin..”yseartegi los tran
tesyensefisus dientes, para que ceyéramas que iba ote
cemos un buen alojamiento.Flanciano micéa suhija,agartd
tun vasodelcor y dijo: "Lo dejo en tus manos, Artemis. cst
ra
‘problema me es volviendo Taco”. Nunca habia yo of g
alguien se amarajArcemisal “No es nombre cristiano” di
para m(y me a quedé mirando, mirando, era bien chaparita,
yy usaba zapatos de hombre para acabarla de amolar. Me dio
cotajequela seftora ely lasefoita Luciano se dietan cuen-
ta de que nunca iban a datles ef hospedaje que pedfan. “Ya
cst rete ascuro, mejor vimonos", die varias veces y nos fa
‘mos, dejando al anciano agarradoa su vaso, mientras que st
hija nos Hevaba hasta la puerta, mirando al suelo con mucha
‘modestia: “{Cémo lo sientol Llama mafiana..” dijo.
Laaalle estaba muy oscura y nos fuimos exminando. La
sefiora iba content: “(Qué simpético es Pablo, da gusto en-
contrar amigos en estos momentos! jListima que no tavie-
tan lugar para nosotas!", iba diciendo. “De tener cuatt,
‘enfant Lo que no cuvieron fue voluntad” dij enojado. Lucia
‘meagarté de un hombro,
XT crees Faustino que no cavieron voluntad? -pre-
gues muy asustad,
‘Me vin la obligacin de repetir lo que ya habfa dicho.
“Bs bien mala esa Artemisal Tiene mirada de muerto” le
je, pues me acordé de imo miraba don Lupe, en el dia que
lo mataron enftente de mi casa. La sefiora dijo: “Lucta
ahora no haremos nada sin consultarlo con Faustino”
fue, tal camo o dij!
‘Ya noche legamos al hotel en el que se hospedaban. Yo
‘munca habia estado en un hotel y palabra ique me gusts!
Aquellos fueron dia glotiosos. Eve hove! estaba aes de un
pparque donde estaban:construyendo el edificia més alto
de todo Mérico. Al if legando, nada més vi muchos pios
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Husserl, Edmund. La Crisis de Las Ciencias Como Expresión de La Crisis Vital Radical de La Humanidad Europea. en La Crisis de Las Ciencias Europeas. Barcelona, Crítica, 1991.