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Asegrame. Estos versos son mos: tienen todo mi sello.

Se pegan a la hoja cual si sta fuera cemento, y no salen volando cual mariposas o cuervos. Estas cosas pronuncian mi nombre. Tan slo ese. Son mi sudor, mi mente, mi arcilla mal moldeada, el ente que soy y que an no soy. Paciente. Este poema es mi obra: se extiende y cae hacia abajo cual serpiente en un barranco. No mide lo que miden otros; mide lo que le place, tanto hacia abajo como a los lados, y cada lnea hace lo que quiere, va a donde busca sin preguntarme. Mas asegrame, raudo, ahora, dime que el caos que se me ha otorgado por toda esencia, por toda alma, no quedar arrumbado ni huir de mi lado al verme vivo en medio de tanta estructura. Dime que la ternura, el enojo, el canto, no se vern vejados ante la cordura de los edificios de la escuela, el banco. Dime que puedo ser dos seres slo en uno. Convertirme en sagaz ocupante del mundo:

permanecer el nio inconstante y absurdo.

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