Está en la página 1de 1

Esteban Malasisi. Consigna 12-2 Redencin Los aplausos lo halagan, lo conmueven. La presentacin de su libro fue un !ito.

La ovacin no se detiene, ni a"n cuando intenta decir unas "ltimas palabras antes de retirarse del escenario. # pasan los minutos, horas $ d%as sin poder escapar de esa prisin sonora &ue le impide moverse. 'inalmente la muerte se lo lleva envuelto en un interminable batir de palmas. (hora est) sentado a un escritorio, traba*ando en su novela. Lo sorprenden dos manos &ue lo golpean con fuer+a, lastim)ndolo. ,oman el manuscrito, lo rompen $ arro*an a las llamas del hogar. -uelven a l, aprietan su cuello hasta sacarle el "ltimo suspiro. .uevamente cambia el paisa*e. En esta ocasin es una pla$a, donde est) recostado sobre la arena con una bella mu*er. /esnudos. 0l le recita sus poemas al o%do. Ella lo besa con pasin, &ue se vuelve violencia cuando su lengua se transforma en una mano con filosas u1as, &ue atravesando su garganta le desagarra el cora+n. En el mismo momento, otra mano sale de la vagina apoder)ndose de su se!o, retorci ndolo hasta arrancarlo. /espert antes &ue el resto, $ volvi su realidad2 ser la mano de un escritor &ue la menosprecia. 3ue nunca le dio mas importancia &ue a una m)&uina de escribir. 4iempre estuvo sometida a los mandatos del cerebro, no permiti ndosele *am)s plasmar sus ideas. 5ab%a planeado mucho este momento. 6mperceptiblemente se acerc hasta la mesa de lu+, tom el frasco de somn%fero, $ lo derram de a gotas en la boca entreabierta, hasta vaciarlo. -olvi a recostarse, esperando el fin de su triste+a.

También podría gustarte