El Gozo y los Privilegios de la Familia Pastoral

Ivn H. Omaa, D Min - Evelyn Omaa, MA

Si alguno anhela obispado, buena obra desea. (1960)

Si alguno desea ser obispo, a noble funcin aspira. (NVI)
1Timoteo 3:1

No hay privilegio ms grande para un humano, que ser un obrero en la causa divina.
Ministerio Pastoral, 37

Reflexiones
Por qu eres un pastor? Por qu eres la esposa de un pastor? Cules son algunos de los privilegios y bendiciones que el ministerio presenta?

Privilegios que disfruta la Familia Pastoral

1. Oportunidad de compartir los valores de nuestra fe religiosa con otras personas

2. Trabajar unidos como familia en el cumplimiento de una misin encomendada por Dios

3. Disfrutar del amor, respeto y atenciones por parte de los feligreses y la comunidad

4. Oportunidades para conocer diferentes personas, culturas, lugares, etc..

5. Oportunidades para el desarrollo espiritual e intelectual de toda la familia

6. Privilegio de ministrar y aconsejar a las personas para que conozcan a Jess

7. Disfrutar de un horario flexible

8. Seguridad laboral y muchas oportunidades para la creatividad

9. La organizacin empleadora asegura el bienestar econmico

(vivienda, ayudas para mejorar el nivel de vida)

10. Seguridad financiera durante el tiempo de la jubilacin

La Familia Pastoral Feliz

1. Ama a sus feligreses y los ayuda en su crecimiento integral

2. Cumple las expectativas de la denominacin con integridad y alegra

3. Trata a todos los miembros de la iglesia por igual sin mostrar preferencias

4. Acta como pacificadores evitando los conflictos

5. Trabaja en equipo con sus lderes, motivndolos para alcanzar la misin

6. Maneja los cambios y traslados con buena disposicin y actitud cristiana

7. Practica la tica pastoral con los compaeros que los antecedieron en la iglesia.

8. Muestra a la congregacin la felicidad que siente de trabajar con ellos y para ellos.

9. Evita toda apariencia que pudiera daar o confundir a los miembros de la iglesia

10. Comprende que fueron llamados para servir y no para ser servidos