Inquilinos Con el tiri-tiri-tiri sonando con singular energa y constancia me reciben en mi casa, lindo ruido en los primeros das,

pero me empiezo a adelantar, despus de ser recibido con ellos, se acaba la msica, pasa un rato y slo puedo escucharlos en los lugares oscuros de la casa, al hacer algn sonido se callan, o tambin al prender la luz, pero apenas las cosas se normalizan, los ruidos esos continan su endiablada sinfona nocturna, es tan constante el murmullo extrao que no se puede saber a ciencia cierta si es uno slo el que lo produce o son varios. La primera noche dije qu lindo, qu es eso y la emocin invada mi cuerpo, algo nuevo para m que me asombraba fcilmente, pero despus de catorce aos de andarlos escuchando lo nico que puede pasar por mi cabeza es que se acabe, por favor, que se acabe. Hay ocasiones en las que ya durmiendo el intenso sonido me despierta, enciendo la luz y todo es en vano, desde el momento que me despierto dejan de sonar, juegan conmigo, estoy seguro, podra asegurar que inclusive se burlan de m, una vez que regreso a la cama y me dispongo a volver a mi sueo, pasan unos instantes y vuelven a surgir. As son mis noches en mi casa desde hace ya unos aos, la gente suele decir: que lindo, pensaba que ya no existan, pero la verdad es que vivir con grillos no es tan bonito como muchos lo crean.