Está en la página 1de 6

CAPÍTULO 1x43

Capítulo 43

ANTERIORMENTE EN LA PLAZA…

Manu toma una importante decisión respecto a Alberto y a su enfermedad. Ramona decide
volver a casa con su hermana, pero a ésta última le quedan todavía sorpresas por descubrir.
Ramón regresa. Isabel y Roberto comienzan con su terapia. A Iago todavía le queda una
carta por jugar… una carta muy peligrosa.

MAYO DEL 2009

PENSIÓN “UÑO”/ COCINA/ MAÑANA

Olga, ya con su uniforme de trabajo, está sentada a la mesa tomándose el café mientras lee
una revista de prensa rosa. En ese momento aparece Teodoro por allí, y le da un pico.

- Buenos días.

- Hola.

El hombre empieza a prepararse el desayuno.

- ¿Qué tal has pasado la noche?- pregunta éste.

- Podría haberla pasado mejor.

- Sí, ya me he dado cuenta… no has parado de moverte.

Olga sonríe forzadamente, y los dos se quedan en silencio hasta que Teodoro se sienta al
lado de la mujer ya con su desayuno preparado.

- Tú la has pasado bien, ¿no?

- No hablemos de mí, Olga. Dime que te pasa.

- ¿A qué te refieres?

- ¿Por qué no duermes?

- Bueno, tampoco es para tanto…- responde la mujer.- Algo si que duermo, sino no podría ni
ir a trabajar.

- Sabes a lo que me refiero, Olga.

La mujer piensa durante unos segundos, para luego terminar suspirando.

- ¿Y qué quieres que te diga?

- Lo que te pasa, nada más.

Olga se levanta, suspirando de nuevo.

- Pues si ya sabes lo que es.

- ¿Marisa?- Teodoro parece sorprendido mientras Olga asiente.- Pensaba que eso estaba ya
claro.

- Lo estaba… cuando pensaba que las cosas cambiarían algo.

- ¿A qué te refieres?
- Pues a que sigues pasando más tiempo con ella que conmigo… lo de la cena de la otra
noche no es ni medio normal.

- ¿No consideras normal que vaya a cenar con mis hijos?

- Sí, con tus hijos sí, pero con tu ex mujer no.

Teodoro se queda sin saber que decir, y Olga, al ver que no obtiene respuesta, se marcha de
allí.

BAR “MARTÍNEZ”/ INTERIOR/ MAÑANA

Rubén, Ramón y Ernesto se encuentran tras la barra del bar. Entre estos dos últimos hacen
todo, mientras Rubén se fuma un cigarro tranquilamente. En ese momento, aparece Claudia
por allí, y Ernesto la mira sorprendido.

- ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en clase?

- Necesito hablar un momento con Rubén.

- ¿Ha pasado algo?- el hombre cada vez parece más preocupado.

- Papá, tranquilízate.- interviene Rubén.- No pasa nada… vamos un momento fuera.

Los dos hermanos salen rápidamente a la calle.

- Joder, que pesado…- suspira el joven.

- Bueno… reconoce que está vez tiene razones para preocuparse.

- Sí… eso sí.- los dos hermanos se quedan durante unos breves segundos en silencio.- ¿Has
pensado ya algo de lo que te pedí.

- Voy a hacerlo.

- ¿En serio?

Claudia asiente y Rubén se lanza a abrazarla, pero la joven se aparta.

- No voy a casarme con él, Rubén.

- Claro que no.

- Mira, voy a seguir con la farsa por ti. No sé lo que está pasando ni lo quiero saber, pero si
esto se alarga y llega el día de la boda… quiero que sepas que la boda no llegará.

- Se solucionará antes. Estate tranquila.

- Eso espero, Rubén. Eso espero.- la joven mira su reloj.- Y me voy para la facultad porque
voy a llegar tarde sino… hablamos luego, chao.

- Hasta luego… y gracias.

Claudia responde a su hermano con una forzada sonrisa, y se aleja corriendo de allí.

- ¡Genial!

CONSULTA DE ORIOL/ INTERIOR/ MAÑANA

Oriol, Isabel y Roberto permanecen sentados de igual manera que la última vez que
estuvieron allí. Roberto permanece muy serio, mientras su esposa le mira, bastante molesta.
- ¿No piensas hablar en ninguna de las consultas, Roberto?- pregunta Oriol, sin poder ocultar
su decepción.

- ¿Para qué? Parece que tú sacas por ti mismo las conclusiones de todo.

- Si no colaboráis los dos, no os voy a poder ayudar. Y siento decirte que aquí la única que
está colaborando es tu mujer…

Roberto suspira, intentando no perder la paciencia.

- Yo con esto ya no puedo más…- el hombre se levanta, indignado.- Me marcho de aquí.

- Roberto.- interviene Isabel repentinamente.- Como salgas por esa puerta, ya no…

- ¿Ya no qué, Isabel? ¿Me vas a amenazar?

Isabel baja la cabeza, avergonzada, y Roberto sale de allí. Oriol se levanta y se sienta junto
a la mujer, preocupado.

- ¿Qué puedo hacer?- pregunta ella, con los ojos llenos de lágrimas.- Dígame… ¿qué puedo
hacer para arreglar esto?

Oriol mira a Isabel con pena, sin saber que decirle.

PISO DE IAGO/ VESTIDOR/ TARDE

Claudia, nerviosa, permanece frente a la puerta. Antes de llamar duda durante unos
segundos, pero finalmente lo termina haciendo. Iago no tarda demasiado en abrir, y finge
sorpresa cuando ve a la joven.

- ¡Claudia! ¿Qué estás haciendo aquí?

La joven traga saliva antes de hablar.

- Tenemos que hablar… ¿puedo pasar?

- Eh… claro, claro. Pasa.

- Gracias.- responde la joven, con una forzada sonrisa.

Los dos caminan hasta el salón, y Claudia se sienta en el sofá, intentando disimular sus
nervios y su incomodidad.

- ¿Quieres tomar algo?- le ofrece su ex novio.

- Una limonada estaría bien.

- Enseguida te la traigo.

Iago se dirige a la cocina, y no tarda en regresar con una lata de limonada y otra de cerveza
entre sus manos. Le ofrece la primera a la joven, que se lo agradece con una sonrisa, y se
sienta a su lado. Ambos abren la lata a la vez y beben el primer trago.

- Bueno, pues… tú dirás.

- Yo… quería pedirte perdón.

- ¿Por qué?- Iago cada vez resulta más sobreactuado con su continua sorpresa, y aunque
Claudia se da cuenta, prefiere no decir nada.

- Porque cuando pasó lo que pasó, no deje que te explicaras, y… estoy segura de que la
tenía.
- Claro que la tiene, y te la puedo dar si quieres.

- No. No quiero que me la des… solo quiero confiar en ti.

- ¿Y lo haces?

Claudia se queda unos segundos en silencio, pensando, hasta que termina suspirando.

- Claro que lo hago.

- Entonces, la boda…

- Sigue adelante.- termina la frase la joven.- Si quieres, claro.

- Por supuesto que quiero… ¡No hay cosa que desee más!

Claudia se ríe forzadamente, y Iago se abalanza sobre ella, emocionado.

BAR “MARTÍNEZ”/ INTERIOR/ TARDE

Ramón, ahora él solo, permanece tras la barra. Limpia la barra puesto que no hay nadie en
el bar, cuando entra Hugo por allí con su mono de trabajo y una sonrisa de oreja a oreja, que
se borra en cuando ve al camarero. Se sienta en una de las butacas.

- Vaya. Veo que estás ya por aquí.

- Eso parece.- responde Ramón con una sonrisa.- ¿Qué te pongo?

- Un café con leche, por favor.

- Enseguida.

Ramón empieza a prepararlo, y pronto se lo sirve.

- Aquí tienes.

- Gracias.- Hugo sonríe, y empieza a tomárselo.- ¿Qué tal las vacaciones?

- Pues la verdad es que muy bien, no puedo quejarme.

- Me alegro.- el joven carraspea.- Aunque Marta ha estado toda la semana bastante jodida.

- Si, puedo imaginármelo…- Ramón baja la cabeza, avergonzado.

- Aunque bueno, menos mal que estuve yo para consolarla.

- ¿Te lo contó?- pregunta el joven, extrañado.

- ¿El qué? ¿Lo que pasó?- Ramón asiente.- Pues claro que me lo contó…

- Ya, bueno…- el camarero sonríe forzadamente.- Te agradezco pues que estuvieras a su lado
si estaba tan mal.

- Bueno, realmente tampoco tienes que agradecerme nada. Lo único que le hacia falta era lo
que a todas las mujeres, ya me entiendes.

- No.- Ramón parece extrañado.- La verdad es que no lo entiendo.

Hugo no puede evitar el echarse a reír.

- El polvo de consolación, ya sabes.

- ¿Cómo?
- Pues eso, el polvo de consolación que necesitan todas las mujeres cuando rompen con sus
parejas… pero no te preocupes, que ya me encargué yo de dárselo, y te aseguro que lo
disfrutó como una perra en celo.

Ramón, perdiendo la cabeza completamente, da un fuerte puñetazo a Hugo en la cara,


tirándolo de la butaca, y este se lleva la mano a la cara.

- ¿Pero se puede saber que cojones haces?

- ¡Marta y yo no hemos cortado, inútil!- grita el camarero, realmente enfadado.

- ¿Cómo me has llamado?- Hugo, sin parecer que haya escuchado lo que le ha dicho el
joven, se levanta del suelo.- ¡Ahora te vas a enterar, subnormal!

Cuando está a punto de pegar a Ramón, aparece por allí Ernesto, que se interpone bastante
asustado.

- ¿Se puede saber que está pasando aquí?

- Este, que me ha insultado.- responde Hugo llevándose la mano a la boca, la cual le


empieza a sangrar.

- Anda, márchate al médico a que te mire esa herida…

Hugo se mira la mano, manchada de sangre, y luego mira a Ramón.

- Esto no va a quedar así ¿eh? Te juro por mi madre que no.

El mecánico se mira, y luego Ernesto mira a su camarero, molesto.

- ¿Me vas a explicar que ha pasado?

- Déjalo, Ernesto… mejor déjalo.

Ramón se dirige hacia el almacén. Da un puñetazo en la puerta, intentando descargar la


puerta, para luego desaparecer por la misma bajo la extrañada mirada de Ernesto, el cual no
entiende absolutamente nada.

PELUQUERÍA/ INTERIOR/ TARDE

Comienza a anochecer, y Marisa recoge ya los utensilios utilizados a lo largo del día. Parece
algo cansada, cuando oye unos leves golpes en la puerta, y se gira hacia allí. Cuando ve que
es Olga, se acerca para abrir.

- ¿Qué pasa? Estaba cerrando…

- Me gustaría hablar contigo aunque solo sea un momentito.- suplica Olga.

Marisa piensa durante unos segundos, para luego terminar suspirando y haciéndose a un
lado.

- Está bien, pasa… pero que sea rápido. Lidia se ha tomado el día libre y yo tengo mucho
trabajo que hacer.

- Por supuesto, gracias.- sonríe Olga agradecida mientras accede al local.

Las dos se quedan unos segundos en silencio.

- Bueno, pues tú dirás.

- Deja en paz a Teodoro.- suelta la mujer de repente.


- ¿Perdona?- Marisa parece no entender nada.

Olga coge aire antes de volver a hablar:

- Mira, entiendo que es tu ex marido, y que tenéis dos hijos en común… yo lo único que te
pido es que no le metas en tus follones y tus líos… y menos que hagas lo que hiciste en la
cena.

- Bueno, más bien fue al revés.

- ¿Cómo?

- Que fue él el que me besó a mí… no te diría que fui yo, ¿verdad?- responde Marisa con una
frívola sonrisa, mientras Olga mira a la que una vez fue su mejor amiga, sin saber que decir.

LA PLAZA/ NOCHE

Isabel aparca el coche en la calle. Cuando se dirige hacia su casa, se da cuenta de que dos
farolas de la plaza se han fundido. Parece algo asustada, pero comienza a andar,
atravesando la plaza. Se agarra bien el bolso, y eso es lo último que hace antes de que
alguien le tape la boca y caiga dormida sin poder emitir ni un solo grito.

EN EL PRÓXIMO EPISODIO DE LA PLAZA…

La última acción del violador puede ser la que más consecuencias tenga para todos. Lola no
deja a solas a Ramona y a Paco ni a sol ni a sombra, lo que hace que la anciana pareja
empiece a cansarse. Teodoro tiene que dar muchas explicaciones, mientras que Ramón no
parece querer escuchar ninguna. Ernesto y Nico descubren algo que probablemente
preferirían no haber descubierto.

Por orden de aparición:


Olga Uño… Itziar Miranda
Teodoro Arias… José Coronado
Rubén Martínez… Martiño Rivas
Ramón Díaz… Marco de Paula
Ernesto Martínez… José Conde
Claudia Martínez… Clara Lago
Oriol Gimeno… Jesús Cabrero
Isabel Ruiz… Ana Milán
Roberto Antúnez… Armando del Río
Iago Jota… Carles Francino
Hugo Arias… Mario Casas
Marisa Silva… Montse Guallar

También podría gustarte