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Canta ahora que no hay musa Dame el canto del amor Qu fuerza tan extraa me impide vivir sin

ti Y de dnde sale el alarido, la contorsin, el hombre quebrado Que soy De dnde, musa, sale el canto cuando t no ests Puede haber canto sin la musa? Y de donde la extraa pregunta del dnde estoy yo con mi t.

S, en efecto, la universidad se acaba. La licenciatura concluye y ahora qu, para dnde apuntar, hacia qu nuevos espacios por descubrir hemos de virar. Forzoso es darle vuelta a la tuerca. Lo que hemos escuchado en los salones de esta fabulosa universidad y convidado en esta esplendorosa facultad, nadie no los quitar. La huella est ah. Quin mejor para marcarnos en la vida que la educacin. Educacin, ya no, para la vanidad, sino para la accin. Educados para sentenciar el rumbo de nuestra nacin. Nosotros, juventud naciente, coloquio del saber compartir, hemos de cargar con los conocimientos y ausencias. La poltica se fortalecer slo en la confianza de los interuniversitarios. Por ello, sabiendo, que estaremos fuera (casi nadie seguir aqu dentro) debemos darnos unos pequeos consejos, ahora, que despegamos con las alas de la libertad. Quin conquisto la libertad para poder irse volando, quin es libre? Escribir sobre y para una clausura no ha sido tema nuevo. Cada ao un involucrado se encarga de entonar frases cargadas de emocin y pulsaciones sagaces para encontrar las vertebras con las que se construye el mundo. Este

encuentro es con y desde el taller de las palabras. Dice el imperativo: Hemos de ser, ante todo y desde ahora, hombres de palabra. Ser universitarios implica, s, tambin, una doble responsabilidad. La primera es familiar, relacionada con el proyecto individual y con los avatares de la humanidad. La segunda es una responsabilidad con aquellos que de lejos, se enteraron, escucharon, vieron, las puertas por las que miles de jvenes caminan diariamente, los excluidos, los que no pudieron tener una educacin a nivel superior y por todos aquellos que esperan, al hombre comprometido con su sociedad. Al hombre que reconozca que el valor ni el respeto se pueden perder.

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