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Muñecas

Jose Prieto
Muñecas

Atada y amordazada, Clara está sentada en una silla. Rebeca llega vestida de novia con
aspecto eufórico y radiante.

Rebeca- ¡No te lo vas a creer! Estoy segura de que no te lo vas a creer... es que no
te lo vas a creer, Clara, no te lo vas a creer... es que ya verás... tú
escúchame, Clara, tú escúchame que vas a alucinar... yo llego allí, ¿no?, a
la iglesia, bueno, a la catedral, eso, a la catedral, y llego a la catedral así,
claro, guapísima, en el carruaje, con los cuatro caballos blancos tirando
de la carroza, y toda la gente esperándome, y llego yo a la catedral en la
carroza y los caballos blancos y toda la gente me aplaude y me gritan:
“¡Guapa! ¡Princesa! ¡Que eres una princesa! ¡Que eres la novia más
guapa que vieron Dios y los ángeles en toda su vida!...” y cosas así me
gritaba la gente... y, escúchame, que estaba yo allí y dice una señora:
“¡Ahí viene el novio!”, y miro y lo veo... y veo que por allá viene
montado en un caballo negro guapísimo... guapísimo él y guapísimo el
caballo negro... y llega por el medio de la gente que se va apartando, y
llega hasta donde estaba yo, en la puerta de la catedral, y se baja del
caballo, y se acerca a mi, y me mira, y me dice: “Soy el hombre más feliz
de todos los tiempos porque voy a casarme con la mujer más guapa que
vieron Dios y los ángeles en toda su vida”...y la gente nos miraba en
silencio, sin decir nada, y algunos lloraban y otros hacían que se sonaban
con el pañuelo para que nadie notara que también estaban llorando... y lo
cogí del brazo y entramos en la catedral, que también estaba llena de
gente, porque la gente que estaba fuera ya no podía entrar... y.... Clara...
¡Qué catedral! ¡Y qué pasillo! ¡Y qué flores! ¡Y qué alfombra!... y fuimos
acercándonos al altar, eso sí, despacio, mientras todos nos miraban y nos
sacaban fotos... y en el altar estaba esperándonos el cura, bueno, el
monseñor... y allí estábamos... ¡Era tan bonito! ¡Qué lástima que no hayas
podido venir, Clara! ¡Qué lástima!... pero yo te cuento... todo el tiempo el
coro estaba cantando y los músicos tocando, porque había un coro
enorme y un montón de músicos... y... ¿dónde estaba? ¡Ah, sí...!
¡Llegamos al altar! Eso, y en el altar estaba el monseñor, y el monseñor
hizo un gesto así... y el coro y los músicos se callaron y todo quedó en
silencio... y el monseñor empezó a hablar pero yo no sé muy bien lo que
dijo porque yo estaba superalucinada con todo y no podía concentrarme
muy bien, y además los niños de las arras estaban tan monos... y la
catedral tan bonita, y los invitados tan elegantes y tan emocionados... y
tantas flores... y entonces el monseñor le hizo a él la pregunta esa de que
si quería tomarme por esposa en la salud y la enfermedad y todo eso... y
el me miró y me dijo... “Sí, quiero”, y yo creo que me puse un poco
colorada... y después el monseñor me hizo a mi la pregunta esa de que sí
quería tomarlo por esposo, y yo lo miré y le dije: “No, no quiero”, y
entonces me marché de la catedral... si vieras que alfombra tan bonita,
Clara... tan bonita... creo que es el día más feliz de mi vida... ¿A qué
estoy guapísima? ¿Qué no?... ¿y tú que tal...?
Clara- (Amordazada) Mmm...
Rebeca- ¿Qué?
Clara- Mmm...
Rebeca- ¿Quieres que te suelte?
Clara- Mmm...
Rebeca- (Soltándole las manos) Tú nunca vas a tener una boda así... ni siquiera la
mitad... ni siquiera la mitad de la mitad... ni siquiera la mitad de la mitad
de la mitad... tú no tienes gusto para esas cosas... las flores las elegí yo...
y los caballos... y la catedral... y los niños de las arras también...

Le quita la mordaza.

Clara- ¿Qué hora es?

Las dos miran hacia el reloj.

Rebeca- Aún es temprano.


Clara- No tanto.
Rebeca- ¡Ayúdame!
Clara ayuda a Rebeca a quitarse el traje y el peinado de boda.

Rebeca- ¿Te has aburrido?


Clara- ¿Eh?
Rebeca- ¿Qué si te has aburrido ahí atada?
Clara- No... ¿por qué lo preguntas?
Rebeca- No sé... por preguntar.
Clara- Yo no me aburro.
Rebeca- Yo a veces.
Clara- Imagino cosas...
Rebeca- ¿Qué cosas?
Clara- Cosas... así no me aburro.
Rebeca- Yo también imagino cosas
Clara- ¿Y te aburres?
Rebeca- A veces.
Clara- ¿Por qué le dijiste “no quiero”?
Rebeca- Porque no quería
Clara- ¿Por qué?
Rebeca- No sé.
Clara- ¿No te gustaba?
Rebeca- Sí.
Clara- ¿Entonces?
Rebeca- ¡Ayúdame a guardar esto!

Guardan el traje de novia en una caja.

Clara- Ya está. Voy a vestirme, tengo que ir a trabajar.


Rebeca- ¿A trabajar de qué?
Clara- (Cogiendo un delantal) De camarera.
Rebeca- ¿De qué?
Clara- (Poniéndose el delantal) De camarera.
Rebeca- ¿De camarera? Eso es una mierda.
Clara- No es una mierda. Es un trabajo.
Rebeca- Es un trabajo de mierda.
Clara- Ya... ¿Y tú de qué trabajas?
Rebeca- ¿Yo?
Clara- Sí, tú.
Rebeca- (Poniéndose un gorro y una bufanda) Yo... de actriz.
Clara- Eso no es un trabajo.
Rebeca- Es un arte
Clara- Vale, pero no es un trabajo... además, si eres actriz eres una zorra.
Rebeca- Eso sería si fueras tú.
Clara- ¿Eh?
Rebeca- Que si tú fueras actriz serías una zorra, pero yo no.
Clara- ¿Por qué?
Rebeca- Porque tú ya eres una zorra, aunque no seas actriz.
Clara- Yo no soy una zorra.
Rebeca- Eres una zorra, y además camarera... eres una camarera zorra... y yo soy
actriz... y además una actriz muy buena... y muy famosa... y muy rica...
Clara- ¿Sabes qué pienso? ... que los hombres no pueden ser zorras.
Rebeca- ¿Qué?
Clara- Digo que los hombres no pueden ser zorras
Rebeca- Pueden ser zorros.
Clara- No es lo mismo.
Rebeca- ¿No es lo mismo?
Clara- No, no es lo mismo. Por ejemplo la película...
Rebeca- ¿Qué película?
Clara- “El zorro”
Rebeca- ¿Qué pasa?
Clara- Si fuese “la zorra” no sería lo mismo...
Rebeca- ¿Por qué?
Clara- Pues, por ejemplo... no podría ser Antonio Banderas... tendría que ser una
actriz.
Rebeca- Podría ser yo.
Clara- Sí, pero...
Rebeca- O Penélope Cruz...
Clara- También... pero la película sería distinta.
Rebeca- Yo voy a hacer una película
Clara- ¿”La zorra”?
Rebeca- No, otra.
Clara- ¿Cuál?
Rebeca- Una... no voy a decirte cual.
Clara- Tú no vas a hacer ninguna película.
Rebeca- Soy actriz, y voy a hacer una película.
Clara- Tú no eres actriz ni eres nada.
Rebeca- Yo soy actriz, y tú eres una camarera de mierda.
Clara- Es un trabajo.
Rebeca- ¡Vaya trabajo de mierda!
Clara- La gente llega, y pide cosas para comer y para beber, y yo se las sirvo y
ellos me pagan. No es una mierda. Es un trabajo.
Rebeca- ¿Y después?
Clara- ¿Después de qué?
Rebeca- ¿Después de que te pagan?
Clara- ¿Qué?
Rebeca- Después tienes que fregar...
Clara- ¿Y qué?
Rebeca- ...tienes que fregar vasos llenos de babas de hombres asquerosos, y tienes
que fregar platos con restos de comida de hombres asquerosos, y tienes
que fregar cubiertos y cucharas que estuvieron en las bocas de hombres
asquerosos, y tienes que fregar váteres en los que mearon y cagaron
hombres asquerosos.
Clara- ¡Cállate!
Rebeca- Es un trabajo asqueroso lleno de hombres asquerosos, y tú limpias todo
lo que tocaron y babaron y mearon y cagaron los hombres asquerosos y
te vuelves asquerosa, asquerosa, sucia y asquerosa, sucia y asquerosa,
sucia y asquerosa, sucia y asquerosa...
Clara- ¡Cállate!
Re beca- (Con saña) ¡Sucia y asquerosa, sucia y asquerosa, sucia y asquerosa,
sucia y asquerosa, sucia y asquerosa, sucia y asquerosa, sucia y
asquerosa, sucia y asquerosa, sucia y asquerosa...!
Clara- ¡Cállate! ¡Ya no quiero ser camarera!
Clara, entre sollozos, se despoja del delantal de camarera. Pausa.

Rebeca- Oye...

Clara no contesta.

Rebeca- Oye...
Clara- Qué...
Rebeca- ¿Ya no quieres ser camarera?
Clara- No.
Rebeca- ¿Por qué?
Clara- ...porque es asqueroso...

Pausa

Rebeca- Oye...
Clara- ¿Qué...?
Rebeca- ¿Pongo música?
Clara- Bueno...
Rebeca- ¿Y bailamos?
Clara- Bueno...

Rebeca se dirige al aparato de música y pincha la canción de Grease “You´re the


one that I want”. Bailan el tema haciendo de Travolta y Olivia. Al término están
felices y relajadas.

Clara- ¿Hacemos una fiesta?


Rebeca- Vale, pero una fiesta fiesta... una fiesta de las de verdad... de las buenas.
Clara- Con música de la buena.
Rebeca- ¡Y alcohol!
Clara- ¡Y drogas!
Rebeca- ¡Y mucha gente!
Clara- ¡Venga! Tenemos que prepararnos.
Comienzan a vestirse de fiesta y maquillarse a toda prisa mientras cantan más o menos
acompasadamente una canción improvisada.

Clara- “Fiesta, fiesta, fiesta, fiesta... que fantástica esta fiesta”


Rebeca- “Esta va a ser una fiesta, una fiesta, fiesta, fiesta”
Clara- “La mejor fiesta de todas, la fiesta que más me mola”
Rebeca - “Esta va a ser una fiesta, una fiesta, fiesta, fiesta”
Clara- “Vaya fiesta fiesta fiesta que va a ser esta fiesta fiesta”
Rebeca- “La mejor fiesta, fiesta, fiesta, de todas las fiestas fiestas, fiestas”

Siguen canturreando mientras terminan de arreglarse.

Clara- ¿Vendrá mucha gente?


Rebeca- Seguro. Ya me he ocupado yo de las invitaciones.
Clara- ¿Y a quien has invitado’
Rebeca- A mucha gente. A casi todos.
Clara- ¿Va a venir Roberto?
Rebeca- No. Roberto no.
Clara- ¿Por qué?
Rebeca- Porque no lo he invitado
Clara- Yo quiero que venga.
Rebeca- Yo no.
Clara- Me da igual lo que tú quieras. Yo quiero que venga.
Rebeca- Pues no va a venir.
Clara- ¡Eres...!
Rebeca- ¡Cállate!
Clara- ¿Por qué?
Rebeca- Porque ya están aquí.
Clara- (Desganada) ¿Quién?
Rebeca- ¿Quién va a ser? Los invitados.

Se dirige a la puerta, a recibir a los invitados.


Rebeca- Pasen, pasen, pasen por aquí, por aquí, por favor... Buenas noches, señor
Medina... Buenas noches, señora Ramos... Buenas noches, Sandra...
Hola, Rodri, ¿cómo estás? Cuanto tiempo sin verte... ¡Clara! ¡Clara,
saluda a los invitados! ¡Pareces tonta!
Clara- Es que...
Rebeca- ¡Es que nada! ¿Es que eres idiota o que te pasa?
Clara- Es que estos invitados no me gustan.

Como en un acto reflejo, Rebeca abofetea a Clara. Se miran durante un largo


silencio que al fin rompe Rebeca.

Rebeca- Va a venir Roberto...


Clara- ¿De veras?
Rebeca- Sí, míralo... Buenas noches, Roberto. ¿No lo saludas, Clara?
Clara- Sí... Hola, Roberto... (A Rebeca) Que guapo...
Rebeca- No es para tanto... venga, saluda... Buenas noches, Enma y Toni...
Clara- Buenas noches, Desi, buenas noches, Paula, buenas noches Fredo, buenas
noches, Fede y Rosana...
Rebeca- Poneos cómodos, estáis en vuestra casa... por ahí tenéis para comer y
para beber de todo lo que queráis...
Clara- ¡Y drogas! ¡También tenemos drogas si queréis! ¡Drogas de todas las
marcas y de todos los colores! Tenemos cocaína, tenemos pastillas,
tenemos porros de mariguana, tenemos porros de los otros...
Rebeca- ¡Clara!
Clara- ¿Qué?
Rebeca- Pon música, anda... Hola, buenas noches, señor Delgado, ya pensábamos
que no iba a venir...

Clara pone música.

Clara- ¡A bailar todo el mundo!


Rebeca- (Con un vaso en la mano) ¡Y a beber todo el mundo!
Clara- ¡Y a drogarse, venga, a drogarse todos! (Se esnifa el dorso de la mano y
Rebeca también la imita)
Bailan bebiendo y drogándose por el medio de la gente, hasta que se reúnen en
un apartado y hablan confidencialmente.

Clara- ¿Has visto como esnifa la señora Ramos? ¡Parece una aspiradora!
Rebeca- Es que con esa nariz que tiene podría aspirar toda la casa de una sola vez.
Clara- Toda la casa y todas las escaleras
Rebeca- Y el portal
Clara- Y la calle enterita
Rebeca- Y el barrio enterito
Clara- Y toda la ciudad
Rebeca- Y el país entero
Clara- Y la tierra toda
Rebeca- Y la luna
Clara- Y todas las estrellas y todas las galaxias
Rebeca- Y el universo entero...
Clara- ¿Te imaginas? Entonces todo el universo entero estaría dentro de
la señora Ramos...
Rebeca- Es verdad... uf...
Clara- Pero entonces...
Rebeca- ¿Qué?
Clara- Si todo el universo estuviera dentro de la señora Ramos... entonces...
entonces...
Rebeca- ¿Entonces qué?
Clara- Entonces... ¿Dónde estaría la señora Ramos?

No responden. Beben.

Rebeca- Mira... Roberto...


Clara- (Despertando de su enigma) ¿Qué?
Rebeca- Mira... está con Sandra...

Observan a Roberto y a Sandra.


Clara- Es fea
Rebeca- Es más guapa que tú
Clara- No
Rebeca- Sí
Clara- No
Rebeca- Sí

Pausa.

Clara- ¿Sí?
Rebeca- No
Clara- Zorra.
Rebeca- Y tú más.

Beben

Clara- Cada vez hay más gente


Rebeca- Y cada vez están más borrachos
Clara- Y más drogados
Rebeca- Es una buena fiesta, fiesta.
Clara- Es una fiesta fiesta de verdad
Rebeca- Yo voy a ligar.
Clara- ¿A ligar? ¿Con quien?
Rebeca- No sé... (echa un vistazo) ...con el señor Delgado...
Clara- Pero si el señor Delgado es... es... es un señor gordo.
Rebeca- Es verdad... no me había dado cuenta... ¡es gordo! ¡El señor Delgado es
gordo!
Clara- ¡Es gordiiiiiiiiiisimo! ¡El señor Delgado es gordíiiiiiiiisimo!

Ríen y beben sin parar... hasta que suena el teléfono. Clara corre hacia el
equipo de música y corta el sonido. Rebeca contesta al teléfono con
preocupación.

Rebeca- ¿Diga? ...hola... muy bien... sí... sí... sí... también... vale... vale... (cuelga)
Clara- (Mirando a Rebeca con expectación) ¿Qué?
Rebeca- Media hora
Clara- ¿Media hora justa?
Rebeca- No sé... media hora.
Clara- (En voz alta y moviéndose por toda la casa) ¡Se acabó la fiesta, se
acabó la fiesta, se acabó la fiesta, se acabó la fiesta, se acabó la fiesta, se
acabó la fiesta, se acabó la fiesta...!
Rebeca- ¡Cállate! ¿No ves que ya se han ido?
Clara- Es verdad... ¿y Roberto?
Rebeca- También, también se ha ido.
Clara- No me importa.
Rebeca- Sí que te importa.
Clara- Sí que me importa... me importa mucho... porque... además... ayer... yo....
y Roberto... y yo... y Roberto... ayer...
Rebeca- (Interesada) ¿Qué pasó?
Clara- Nada... que Roberto y yo... ayer... hicimos el amor.
Rebeca- ¡Ooh! Cuenta, cuenta, ¿cómo fue?
Clara- Pues... él y yo estábamos en su habitación... allí... en su habitación... y
nos acercamos así de pie uno frente al otro... y entonces él me besó... y
yo lo besé a el... y eso... que nos besamos... en los labios... primero
despacito y luego más fuerte... y nos seguimos besando, y él me metió su
lengua en mi boca... y tocó mi lengua... y yo con mi lengua también
toqué su lengua, no sé si me entiendes...
Rebeca- Te entiendo, te entiendo, ¿y qué más?
Clara- Pues que después de tocarnos con las lenguas un rato él empezó a
tocarme así por encima de la ropa...
Rebeca- ¿El qué? ¿Qué te tocaba?
Clara- Pues primero me tocaba una teta... esta... y después me tocaba la otra... y
después también me tocaba el culo... primero con una mano y después
con las dos...
Rebeca- ¿Y no te tocaba también...?
Clara- ¿El coño?
Rebeca- Eso
Clara- Sí, también... también me lo tocaba... me lo tocaba bastante...
Rebeca- ¿Y después?
Clara- Después empezó a quitarme la ropa... me quitó la camisa... me quitó los
zapatos... me quitó la falda... me quitó el sujetador... me quitó las
bragas... me quitó todo...
Rebeca- ¿Y...?
Clara- Y... y él se quitó todo también...
Rebeca- ¿Y estaba...? ¿Su polla estaba...?
Clara- Erecta. Su polla estaba erecta.
Rebeca- ¡Dios mío!
Clara- Y entonces... el me pidió que se la chupara...
Rebeca- ¡Oh!
Clara- Y yo... se la chupé
Rebeca- ¿Cómo?
Clara- Así... arriba y abajo... arriba y abajo... arriba y abajo...
Rebeca- ¡Arriba y abajo!
Clara- Arriba y abajo... arriba y abajo.
Rebeca- ¡Joder! ¿Y qué tal?
Clara- ¿Qué tal qué?
Rebeca- ¿Qué tal?
Clara- Él gemía... y después de un rato me tumbé en la cama boca arriba
Rebeca- ¿Boca arriba?
Clara- Boca arriba... y separé las piernas... y el se puso encima de mi y...
Rebeca- ¿Y...?
Clara- Y metió su polla dentro de mi.
Rebeca- ¿Y tú?
Clara- ¿Yo qué?
Rebeca- ¿Tú qué tal?
Clara- Yo bien
Rebeca- ¿Bien?
Clara- Muy bien
Rebeca- ¿Muy bien?
Clara- Y luego empezó a sacarla y a meterla, a sacarla y a meterla, a sacarla y a
meterla...
Rebeca- ¡Dios!
Clara- Pero no la sacaba del todo... siempre dejaba un poco dentro...
Rebeca- ¿Y meterla? ¿La metía del todo?
Clara- Creo que sí.
Rebeca- ¿Cómo que creo? ¿La metía del todo o no la metía del todo?
Clara- Sí, la metía del todo, la metía del todo...
Rebeca- Vale, ¿Y qué más?
Clara- Pues siguió así durante un rato...
Rebeca- ¿Cuánto?
Clara- No sé... un rato.
Rebeca- Pero, ¿cuánto?
Clara- No sé... una hora.
Rebeca- ¿Una hora?
Clara- No sé, o media
Rebeca- ¿Media hora?
Clara- Más o menos
Rebeca- ¿Y tú que tal?
Clara- Yo bien
Rebeca- ¿Pero como de bien?
Clara- Bien... muy bien... jadeando y eso... muy bien...
Rebeca- Vale... ¿Y después?
Clara- Después la sacó.
Rebeca- ¿Y después?
Clara- Después... después él eyaculó...
Rebeca- ¿Dónde?
Clara- Allí
Rebeca- ¿Allí? ¿Dónde?
Clara- Por allí
Rebeca- ¿Por allí por donde?
Clara- ¡Por allí!
Rebeca- Vale, ¿y qué tal?
Clara- ¿El qué?
Rebeca- La eyaculación
Clara- ¿La eyaculación?
Rebeca- ¡Sí!
Clara- Bah...
Rebeca- ¿Bah? ¿Qué quiere decir “bah”?
Clara- ¡Bah! “Bah” quiere decir “Bah” ¡Eso! ¡Bah!
Rebeca- ¿Bah?
Clara- Bah...
Rebeca- No te entiendo
Clara- No seas pesada... sólo bah!
Rebeca- Vale.... ¿Y después?
Clara- Después... nada... después nos vestimos...
Rebeca- ¡Guau...!

Silencio. Rebeca pasea pensativa mientras Clara permanece quieta y


ensimismada. De repente, Rebeca se acerca agresivamente a Clara y comienza a
golpearla repetidamente mientras le grita.

Rebeca- ¡Puta! ¡Eres una puta! ¡Eres una puta de mierda! ¡Una puta de mierda!
¡Te voy a matar, puta! ¡Te voy a matar! ¡Puta de mierda! ¡Te voy a dar
hasta que te mate! ¡Por puta! ¡Por puta de mierda! ¡Hasta que me canse!
¡Te voy a dar hasta que me canse! ¡Hasta que te mate! ¡Puta! ¡Puta de
mierda! ¡Puta! ¡Puta! ¡Puta!

Clara se queda en el suelo, dolida por los golpes. Rebeca se aleja de ella en
silencio. Pausa larga, hasta que Clara, aún desde el suelo, habla.

Clara- Átame... átame otra vez... soy mala...

Rebeca no contesta

Clara- Átame, anda... por favor...


Rebeca- No
Clara- ¿Por qué no? Soy mala... átame...
Rebeca- No
Clara- ¿Por qué?
Rebeca- Porque me aburro... si te ato me aburro...
Clara- Pues amordázame...
Rebeca- También me aburro... si te amordazo también me aburro...

Pausa

Clara- ¿Y si me muero?
Rebeca- ¿Qué pasa?
Clara- Si me muero... ¿llorarías?
Rebeca- Claro.
Clara- ¿Cuánto? ¿Mucho?
Rebeca- No sé... bastante, supongo.
Clara- ¿Sólo bastante?
Rebeca- No
Clara- ¿No qué?
Rebeca- Mucho. Lloraría mucho.
Clara- Yo también lloraría mucho
Rebeca- ¿Si te mueres?
Clara- No. Si te mueres tú.
Rebeca- Yo no me voy a morir.
Clara- ¿Nunca?
Rebeca- Nunca
Clara- ¿Eres inmortal?
Rebeca- Sí
Clara- Que suerte...

Pausa

Clara- Yo creo que morirse debe ser como cuando estás muy cansada,
muy cansada, muy cansada, muy cansada... pero más... tan cansada, tan
cansada, tan cansada, que no puedes mover ni los brazos, ni las piernas,
ni la cabeza, ni los ojos, ni el corazón, ni la sangre, ni las células, ni los
átomos, ni los electrones, ni nada... tan cansada que no puedes mover
nada...
Rebeca- ¡Qué mal, ¿no?!
Clara- No... porque seguro que tampoco te duele nada... te pueden pegar todo lo
que quieran que no te duele nada... (se abofetea la cara) ¿ves? Así duele...
pero si estuviera muerta no... ¿me atas?
Rebeca- No
Clara- Pues amordázame
Rebeca- Yo no quiero que se muera nadie
Clara- Eso es imposible
Rebeca- Pero yo no quiero
Clara- Es imposible... si no se muriera nadie no cabríamos todos en el mundo.
Rebeca- ¡Pues yo no quiero!
Clara- Si quieres, puedes matarme... y después te matas tú, ¿vale?
Rebeca- ¿Para qué?
Clara- ¿Te imaginas que cara iban a poner cuando llegaran?
Rebeca- No, no me lo imagino.
Clara- ¿Tú crees que llorarían?
Rebeca- No sé...
Clara- Yo creo que sí... creo que llorarían... creo que llorarían mucho... los dos...
¡Túmbate! ¡Muérete un poco!

Se levanta y se dirige a Rebeca.

Rebeca- No, no me gusta...


Clara- Venga... sólo un poco...
Rebeca- Que no, que no me gusta...
Clara- Por favor...
Rebeca- No
Clara- Por favor...

Rebeca consiente morirse un poco y se tumba en el suelo como si estuviera


muerta. Clara se acerca a ella compungida.

Clara- Pobre,,, estaba en lo mejor de la vida... era tan hermosa... y tan


lista... y tan buena... a veces se enfadaba un poco... y a veces se enfadaba
mucho... y a veces me insultaba... y a veces me pegaba... pero era tan
buena... era una Santa... Santa Rebeca... Santa Rebeca de mi corazón...

Intenta llorar y no cesa hasta que lo consigue. Luego termina el llanto de repente
y se tumba al lado de Rebeca, muriéndose también. Así transcurren unos
instantes hasta que es Rebeca la que se levanta y mira el cuerpo sin vida de
Clara. Intenta llorar pero no lo consigue. Lo intenta de nuevo y tampoco. Lo
hace una tercera vez y decide poner fin a la situación.

Rebeca- No me gusta. No me gusta esto... ¡Venga! ¡Déjalo ya! ¡Levántate!

Clara no se inmuta

Rebeca- ¡Te digo que no me gusta! ¡Levántate te digo! ¡Como no te levantes


inmediatamente te vas a enterar!

Clara no responde. Rebeca se acerca a ella e intenta levantarla.

Rebeca- ¡Que dejes de hacer eso, te digo! ¿Es que no me oyes? ¡Deja de hacer
eso!

Rebeca trata sin éxito de incorporar el cuerpo inane de Clara.

Rebeca- ¡Por favor! ¡Por favor, Clara! ¡Que no me gusta! ¡Que no me gusta este
juego! ¡Que no me gusta nada! ¡Por favor! ¡Por favor te lo pido! ¡Clara,
por favor! ¡Que no me gusta, Clara, por favor! ¡Por favor!

Rebeca implora hasta que por fin deja a Clara de nuevo tumbada mientras ella
solloza desconsoladamente sobre su cuerpo.ç

Rebeca- Clara... Clara... Clara... por favor, no te mueras... no te mueras... no te


mueras nunca...
Rebeca llora en silencio sobre el cuerpo de Clara hasta que, transcurrido un
tiempo, Clara resucita y se pone en pie. Rebeca continúa en el suelo. Clara se
dirige as equipo de música y suena “Sandy”

Clara- ¿Bailamos?

Rebeca se incorpora sin decir nada y las dos bailan muy juntas y muy lentamente
la canción. Antes de terminar el tema, algo alerta a Clara, que mira fijamente el
reloj.

Clara- ¿Qué hora es?

Rebeca mira también inmediatamente.

Rebeca- ¡Falta poco! ¡Vamos!

Con rapidez, comienzan a desmaquillarse, a recoger las cosas que hay por el
suelo y a sustituir sus ropas por otras, concretamente dos pijamas. Mientras
realizan todo esto continúan hablando.

Rebeca- ¿Has hecho la redacción?


Clara- Sí
Rebeca- Yo no. Tengo que copiártela.
Clara- No
Rebeca- ¿Cómo que no?
Clara- No puedes copiar una redacción. Se va a notar.
Rebeca- No, no se va a notar. Si la copio más o menos...
Clara- ¿Más o menos? ¿Cómo vas a copiar una redacción más o menos?
Rebeca- Pues más o menos... ¿De qué va?
Clara- De los sueños
Rebeca- ¿Los sueños?
Clara- Sí... los sueños que uno quiere que se cumplan.
Rebeca- ¿Cómo el sueño ese de volar a ras del suelo?
Clara- No, los sueños que se sueñan despierta.
Rebeca- ¿Por ejemplo?
Clara- Por ejemplo algo que me gustaría que pasara cuando sea mayor.
Rebeca- ¿Y qué te gustaría?
Clara- ¿Te la leo?
Rebeca- ¿Ahora?
Clara- ¡Sí!
Rebeca- ¿Es muy larga?
Clara- No... ¡Te la leo!

Clara busca la redacción y comienza a leerla.

Clara- A veces sueño despierta. Soñar despierta es mejor que soñar


dormida, porque despierta puedes elegir los sueños que más te gusten,
mientras que dormida nunca saber cual te va a tocar, y muchas veces
tienes pesadillas que dan muchísimo miedo porque parecen tan reales
como la realidad. Por eso prefiero soñar despierta, porque cierro los ojos
y me olvido de todo lo que ocurre a mi alrededor. Me olvido del ruido de
los coches que pasan por la noche frente a mi ventana, me olvido de los
sonidos que hace mi hermana mientras duerme...
Rebeca- ¡Eso no es cierto!
Clara- ...y que ella siempre niega, y me olvido también de los maullidos de los
gatos de la calle, del tictac del reloj grande del pasillo, y de las voces que
salen de la habitación de mis padres. Y cuando ya me olvidé de todo
empiezo a soñar. Y sueño que soy mayor y que viajo por una carretera
muy larga en un coche descapotable conducido por mi hermana, que
también es mayor. Y las dos vamos riendo como unas locas porque el
viento hace que nuestro pelo se alborote en todas direcciones y eso nos
hacer reír. Y en el asiento de atrás del descapotable también viaja mi
madre, que es más mayor que nosotras pero está muy guapa, y ella
también ríe como nosotras porque su pelo también está alborotado por
culpa del viento. Y riendo, riendo, riendo las tres, llegamos a una gran
casa al lado de la playa, de la que sale a recibirnos nuestra perra Nuka,
moviendo el rabo sin parar. Y las cuatro nos vamos a la playa, y allí
paseamos, y nos bañamos, y nos reímos de los pelos que se le quedan a
Nuka al salir del agua, y más tarde nos sentamos en la orilla a contemplar
la puesta de sol, con la esperanza de ver el rayo verde. El rayo verde es
un fenómeno natural que se produce en algunas ocasiones y consiste en
que el último rayo del sol, al ponerse en el mar, sea de color verdoso, y
una leyenda escocesa dice que aquel que ve el rayo verde nunca se
equivocará en cuestiones de amor. Y esperamos, y esperamos, y por fin el
sol se oculta, y al hacerlo... todas juntas conseguimos ver el rayo verde.
Luego nos miramos, nos abrazamos, abrazamos a Nuka y entramos en la
casa grande de la playa y cenamos, y volvemos a reírnos, y al final nos
quedamos dormidas en silencio, sin ningún ruido que nos moleste en toda
la noche. Fin.

Pausa

Rebeca- Es bonita
Clara- ¿Te gusta?
Rebeca- ¿Y papá?

Pausa

Clara- ¿Qué?
Rebeca- ¿Y papá?
Clara- No sale
Rebeca- ¿No sale?
Clara- No sale en la redacción
Rebeca- ¿Por qué?
Clara- No estaba en el sueño que imaginé
Rebeca- ¿Dónde estaba?
Clara- ¿Quién?
Rebeca- Papá, ¿dónde estaba?
Clara- Vaya pregunta... yo que sé...
Rebeca- Déjame copiar la redacción. (Intenta coger el papel pero Clara lo aparta)
Clara- No puedes. Se va a notar.
Rebeca- La cambiaré... (Lo intenta de nuevo)
Clara- (Apartando el papel) Te digo que se va a notar.
Rebeca- Pero la cambiaré... en la mía saldrá papá (Lo intenta otra vez)
Clara- (Apartándolo contundentemente) ¡No!
Rebeca- ¿No qué?
Clara- ¡No quiero que salga él!
Rebeca- ¿Por qué?
Clara- Porque entonces ya no podríamos estar riéndonos ni tú, ni yo, ni mamá.

Pausa

Rebeca- Pues haré otra. Yo también puedo soñar despierta.


Clara- Ya lo sé.
Rebeca- Y soñaré que estamos los cuatro... y que papá también se ríe... y que nos
hace reír...
Clara- ¡Eso no es cierto!
Rebeca- ¡Es un sueño! ¡Cómo el tuyo! ¡Y yo sueño lo que me da la gana!
Clara- ¡Eso no va a pasar nunca! ¡Nunca va a hacerme reír!
Rebeca- ¡A veces lo hace!
Clara- ¡Yo no me acuerdo!
Rebeca- ¡Pues lo hace!
Clara- ¡Pues yo no me acuerdo de eso! ¡No me acuerdo nunca! ¡Y no quiero!
Rebeca- ¡Eres mala!
Clara- Ya lo sé. Átame.
Rebeca- Pareces una niña pequeña
Clara- Soy una niña pequeña
Rebeca- Tienes doce años. No eres una niña pequeña
Clara- Ya lo sé...
Rebeca- Ni yo tampoco
Clara- Ya lo sé
Rebeca- Ya no somos pequeñas
Clara- Ya lo sé
Rebeca- Ya podemos quedarnos solas
Clara- Ya lo sé
Rebeca- Ya somos mayores
Clara- Ya lo sé
Rebeca- Y mañana tenemos clase...
Clara- Ya lo sé
Rebeca- ¿Tú lo sabes todo?
Clara- No
Rebeca- ¿Qué el lo que no sabes?
Clara- Pués... pues no sé... no sé si me gusta Roberto...
Rebeca- Sí que te gusta. Te gusta un montón. Y cuando seas mayor vas a hacer el
amor con él.
Clara- No digas eso.
Rebeca- Vas a hacerlo, vas a hacerlo, vas a hacerlo, vas a hacerlo, vas a hacerlo...
Clara- ¿Y tú?
Rebeca- Yo, ¿qué?
Clara- ¿No te gusta nadie?
Rebeca- Sí... uno...
Clara- ¿Quién?
Rebeca- ¿A ti que te importa?
Clara- Venga... dímelo... por favor...
Rebeca- Es uno... uno de COU
Clara- ¿De COU? ¿Uno de dieciocho?
Rebeca- Tiene un piercing en una ceja... está buenísimo... se llama Oscar.
Clara- ¿Oscar Prieto? ¿El del equipo de fútbol?
Rebeca- El nueve. ¿A que está bueno?
Clara- Tiene novia
Rebeca- Ya no. Lo dejó.
Clara- ¿Ella? ¿Por qué?
Rebeca- No sé... creo que ella dijo que le había pegado o algo así... así que ahora
no tiene novia...
Clara- Pero...
Rebeca- ¿Qué?
Clara- Es muy mayor...
Rebeca- Sí, pero está buenísimo.
Clara- ¿Le pegó mucho?
Rebeca- ¿Qué?
Clara- A su novia...
Rebeca- No sé... ¿está todo recogido?
Clara- Creo que sí.
Rebeca- ¡Mierda! ¡La redacción! ¿Qué hago?
Clara- Es a última hora. Yo te ayudo en el recreo.
Rebeca- Vale. ¿Qué hora es?

Miran el reloj con ansiedad.

Clara- ¿Nos recogemos?


Rebeca- Vale

Se recogen. Se meten en la cama. Casi al momento, Clara vuelve a salirse.

Clara- Espera

Clara vuelve al lado de Rebeca con un álbum de fotos.

Clara- ¿Las miramos?


Rebeca- ¿Otra vez?
Clara- Hace mucho...
Rebeca- No tanto.
Clara- Mira... mírate... (sonríe)
Rebeca- A mí no me hace gracia
Clara- A mí sí... mira que piececitos tenías.
Rebeca- Como todos los bebés... a mí me hace gracia esta... las dos con los
vestiditos y los lacitos.
Clara- Que monas...
Rebeca- Que pijas... ¡Esta es la mejor! (ríe)
Clara- Ya... me habías tirado en el barro.
Rebeca- Fue sin querer
Clara- Ya... sin querer evitarlo.
Rebeca- De verdad que fue sin querer
Clara- Ya lo sé.
Rebeca- Menudo bofetón me llevé.
Clara- Ya lo sé... ¡Mira!
Rebeca- Ooooh, qué morenas...
Clara- Y sin bikini...
Rebeca- Éramos pequeñas.
Clara- Algún día me gustaría volver a tomar el sol sin bikini
Rebeca- Es de guarras
Clara- ¿Por qué?
Rebeca- No sé... ¡Uy, está pásala, pásala! ¡Qué vergüenza! ¡Esos pelos!
Clara- Te quedaban bien
Rebeca- ¿Qué dices?
Clara- A mí me gustaban. ¿Te imaginas tener una foto de cada día de tu vida?
Rebeca- ¿De cada día?
Clara- Sí, trescientas sesenta y cinco fotos cada año, menos los bisiestos, claro
Rebeca- ¿Y para qué quieres tantas fotos?
Clara- No sé, pero tú imagínate... ya sé... así cada año, al final del año, podrías
contar cuantos días estuviste triste y cuantos alegre.
Rebeca- Pero tendrían que hacernos las fotos sin que nos enteráramos, porque sino
puedes hacer que estás alegre estando triste.
Clara- Eso se nota
Rebeca- No se nota
Clara- Sí que se nota
Rebeca- A ver, lista, ¿y yo en esta estaba triste o estaba contenta?
Clara- Triste
Rebeca- Vale, pero... estas fotos de pequeña no valen. Ahora sí que puedo hacer
que parezca que estoy distinta de cómo estoy de verdad... como las
actrices...
Clara- Mira... las de la boda... qué guapa estaba mamá...
Rebeca- ¿Está guardado el vestido?
Clara- Sí
Rebeca- ¿A qué me quedaba bien?
Clara- Sí, pero a ella le quedaba mejor... que guapa...
Rebeca- Él también estaba muy guapo...
Pausa

Clara- Estaban muy felices...


Rebeca- Ahora también
Clara- Ahora no
Rebeca- Sí que están
Clara- No están
Rebeca- Sí que están. Están felices. Parece que no están, pero sí que están.
Clara- ¡No están! ¡No están felices! ¡No están felices! ¡Nunca!
Rebeca- ¡Pero yo quiero que estén!¡Así que están felices y punto! ¿Vale? ¡Y no
quiero ver más fotos.

Pausa. Clara guarda el álbum y vuelve a la cama.

Clara- Ayer estuvo llorando toda la tarde...

Pausa

Clara- ¿Por qué le pega?

Pausa

Clara- ¿Por qué?

Pausa

Rebeca- (Incorporándose levemente) Porque es mala.

Pausa

Clara- Como yo...

Pausa
Rebeca- Sí.

Pausa. Se oyen pasos que llegan. Una llave en una cerradura y una puerta que se
abre y luego se cierra. Más pasos que se acercan. Otra puerta que se abre, y Rebeca y
Clara cierran los ojos y fingen que duermen. La puerta que se cierra y la luz que se va
apagando sobre las muñecas.

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