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Artículo publicado en el diario "El Mundo", de Madrid, el 29-7-2003. Abel Posse, diplomático argentino, narra el encuentro en Moscú, en 1953, entre Stalin y Leopoldo Bravo, embajador argentino.
Título original
Grandeza, miserias y misterio del peronismo (Abel Posse)
Artículo publicado en el diario "El Mundo", de Madrid, el 29-7-2003. Abel Posse, diplomático argentino, narra el encuentro en Moscú, en 1953, entre Stalin y Leopoldo Bravo, embajador argentino.
Artículo publicado en el diario "El Mundo", de Madrid, el 29-7-2003. Abel Posse, diplomático argentino, narra el encuentro en Moscú, en 1953, entre Stalin y Leopoldo Bravo, embajador argentino.
EL MUNDO.
OPINION
MARTES 29 DE JULIO DE 2003
TRIBUNA LIBRE
Grandeza, miserias
y misterio del peronismo
febrero 7 de 1983, Mafia-
na gélida de Mosci. Por
ta Sadovaia se levanta
ban velos de nieve y los
monstruosos camiones
de Ja industrializacién
soviética dejaban una.es-
tela de niebla blanca. El mercedes de la
embajada argentina, con su banderita
celeste y blanca, que temblaba aterida
Leopoldo Bravo, el embajador de
Perén, i el Kremlin. El chéfe
Anatole, también aterido, pero de mie~
do. En Rusia, desde Ivan el Terrible
hasta después de Stalin, acercarse al
Kremlin era ponerse a tiro de muerte.
Liegaron a ia torre de la Asuncién y
alli cambiaron de auto. Lievaron al
embajador en uno que no estaba im
buido de Ia inmundicia y el peligro del
mundo exterior. Stalin, el Minotauro,
estaba acompafiado por el silenciaso
Vishinsky, su canciller
En su informe, que yo lef 15 afios
después, en el archivo de nuest
embajada, en la Lunacharskovo,
Bravo conté que Stalin escuchaba la
monotonia del traductor dibujando
lobites con su lépiz Caran D'Ache.
Lobos pequefios, parejas, que al ea-
bo de una hora constituirian una ma-
nada temible en un bosquecillo. de
beriazkas y pinos.
Después de unos minutos de amabi-
lidades, Stalin levanté la cabeza y le
pregunt6 a Bravo:
-Bueno embajador, a ver, digame
qué es eso del peronismo.
Era la pregunta que se hacen hoy en
pafia, y en Europa desde hace ya 60
afios, cuando el persistente peronismo
acaba de obtener el récord histérico
de mas del 65% del electorado, y pre-
senténdose casi con desparpajo con
tres candidatos propios y opuestos en-
y triunfando en casi todas las
provincias de Argentina, a mas de me-
dio siglo de su fundaciOn y después de
la crisis més grave de nuestra Histo-
ria. €Qué casualidad o qué misterio?
Nada permanece porque sien la larga
y mutante politica mundial
Stalin no recibia a embajadores. No.
sabia que aquél era el diltimo que ve-
ria, pues su salud era buena (como la
describié Bravo en su informe: «Me
alegro de ver al generalisimo Stalin
sano, joven y fuerte»); nadie, ni el
ABEL POSSE
mismo Stalin, podia intuir que ese vi-
goroso zar con chaqueta de cartero y
botas de lefiador moriria unas sema-
nas despues.
éQué era ese movimiento social
que no comerciaba ideclogicamente
con los vencedores del 45? éQuién
era ese Perén que ensefiaba a no res-
petar ni el capitalismo mercantilista
de Occidente ni el marxismo del bl
que comisarial?
Bravo, seguramente, sintié el peso
«Estamos aplastados
por el escepticismo
de generaciones
de inmigrantes. No
porque si produjimos
el tango... y el
peronismo»
de la terrible mirada de
mo responderle? Qué de
ronismo?
Después de seis afios de gobierno,
Pern habia sido reelegido meses
atras, en 1952, por aplastante mayo-
ria, En julio habia muerto Evita y se
habia producido uno de los mits gran.
des e intensos velorios det siglo.
—dUsted, embajador, es peronista?
Entonces Bravo expuso, con-su pro-
pio caso, la ambigtedad del peronis-
mo. Provenia de una familia del feuda-
lismo provincial de San Juan, de los
Cantoni, El partido de ellos era auto-
nomista y més bien radical, pero eran
peronistas.
-El peronismo es una superacién
de la nefasta divisién idiota de dere
chas € izquierdas, segtin el obsoleto
plano de fa Asamblea revolucionaria
ancia, Los pueblos deben vivir
unidos en su vocacién de destino, en
alin. £C6=
r del pe-
los grandes objetivos comunitarios,
nacionales. Para Peron, el capitalis:
mo no es nada mas que un estipido
intermezzo: el del egoismo de los ri-
cos. Por eso Ja tercera via, la tercera
posicién. El peronismo es mas social
que capitalista
Bravo omitié decirle que los com
nistas eran excluidos y encarcelados
como Codovilla, det Kommintern, fun
dador desde 1923 de los partidos de
América Latina y comandante de las
brigadas en Esparia bajo el nombre de
camarada Medina (Stalin no contaba
sus Soldados muertos).
-E] peronismo es novedoso para pai
ses que se ubicaron como lacayos de los
poderes internacionales: defiende la so-
berania nacional basada en la indepe
dencia econémica y en Ia gestion de
empresas argentinas del Estado ar
gentino: petnoleo, agricultura, carnes,
puertos, transportes, ferrocarriles, el
agua y los minerales. No aceptamos ni
el Fondo Monetario Internacional ni el
Banco Mundial__.-cijo Leopoldo Bravo,
que no podia saber que cuatro décadas
después otro peronista seria el promo.
tor de la mayor entreza del patrimonio
argentino y de la corrupcidn del ilama.
do peronismo de mercado.
Por suerte, todavia no habia llegado
el tiempo en que debiera explicarle a
Stalin las miserias de medio siglo: los ri
os de Lopez Rega, el brujo, para trasva
sar el espiritu indomable desde el cadé-
ver momificado de Evita a la flébil Isa
belita mientras se pinta las uhas; las
manadas de sindicalistas coruptos de
corbatas de seda y mansiones con pisci-
na; las coimas de las transnacionales
para entregar aquella soberania de Pe-
rOn como una vinginidad en remate: el
petrdleo, la energia, los transportes, fe-
rrocarriles; Ja violencia derrotada del
terrorismo montonero, aprobado por
Peron y luego expulsado por él en una
noche de la Plaza de Mayo.
Pero el peronismo rechaza por igual
al comunismo...-se le escapé a Bravo.
Por un instante, irracionalmente, temi¢
ira tetal de Stalin. Sin embargo, el
mariscal encendid, con apacible lenti
tud de verdugo fatigado, su pipa. Bravo
se tranquiliz6, la mirada de Stalin ¢
parejamente oscura y brillante, sin hue-
Tas de esas estrias amarillentas que, de-
cian, eran la sefial clerta de su furia fa-
tal. Pero Bravo era un diplomatic, un
extranjero, un suramericano de Jos con-
fines de Occidente, en suma, un ser pre-
hist6rico, precomunista. Poco podia
afenderlo (segin escribié Milovan Dji-
las, por una insolencia ideologica del
ministro Vassilevski, éste habia pasado
de ese mismo saldn con muebles giti
‘608 al pelotén de fusilamiento en los s6-
tanos de In Lubianka, como muehisi-
mos otros).
-Perén cree que ef capitatismo de
Estados Unidos es torpe, mediocre y el
peor enemigo de América Latina
-Eso esté bien, jaraché... -musits
Stalin-_ éY Eva Peron?
‘oriental la
personalidad y la curiosa pasion de Evi-
ta? Eva subiendo a su Packard negro
‘con sus impecables cromados, con st
capelina de Reboux y los estampades
les de Dior 0 de Jacques Fath, El
estrépito de sirenas y motocicletas 00-
mo heraldos de ta epifania de un hada
‘buena. Rumbo al suburbio de Villa Ca-
raza 0 de Ezpelets, con sus fajos de bi
lletes de diez pesos y su legién deSecre
ias para tomar nota del dolor inme-
diato. Chapas para el techo, una cocina
a gas, dentadura postiza, una mulet
wun avioncito de latén pintado, una or-
den de internacién, una beca para Es-
pata, colchas, decenas de pelotas y ca
misetas, pavas de aluminio, calentado-
res para el mate, un Espasa.
Lo inmediato del dolor y de la ale-
gria, Solo el amor funda, Evita era la
mas amada, Stalin, el mas temido.
Ambos no s@ habian quedado en ese
término medio en el que Maquiavelo
ubicaba la mediocridad y condena de
los politicos.
Eva Perén murié en la pasién del
poder. No le interesd el Plan Quinque-
nal, $610 pens6 en el dolor de muelas
de algin chico. Para ella el poder era
posibilidad de accién inmediata ante
e! dolor concrete o la injusticia social.
Stalin eseuchaba y seguia dibujan.
io lobitos. A veces alguno abria las.
fauces y mordia en el cogote a otro. En
‘los ventanales se atorbellinaba la nie-
ve. Epicentro de ese invieo que ha-
bia derrotado a Napole6n y a Hitler.
=£n suma, él justicialismo es una
sublimacion de la oposicién de iz-
quierdas y derechas. Es también un
nacionalsindicalismo. Las dos filoso-
as politicas que engendré Occidente
estén unidas... La democracia de las
divisiones partidistas es una hipocre-
sia superada. El peronismo siempre
ana en elecciones correctas, pero no
cree en la democracia formal
Cémo le podria explicar Leopoldo
Bravo al emperador romano de Orien-
te (a Historia se repite en su eterno
retomo, corsi e ricorsi) que las argen-
tines somos ambiguos, que estamos
aplastados por el escepticismo de tan-
tas esperanzadas/desilusionadas ge-
neraciones de inmigrantes. No porque
si produjeron el tango. Para nosotros
Jas ideologias no son mas que Ja clari-
dad momenténea que cubre un nuevo
error. Creemos que Ia Historia baja
siempre a las medias tintas como a es
media luz de tango. Sentimos que Ia
Historia y la vida de los pueblos es lo
que va quedando después del absolu-
tismo de los jefes.
Stalin, en el apogeo de su poder y
ensu paternalism zarista, no hubiese
tolerado la idea de que Perdn.y su pe-
ronismo siguiesen viviendo en la pol
tica real mas tiempo que su poder per-
sonal, su imperio y su ideologia total y
geomeétricamente légica,
Ena hoja ya no habfa espacio para
més lobos.
Argentina habia establecido rela-
clones con los soviéticos, sin pedir
permiso y saltando las sumisiones y
miedos suramericanos (compensaba
el gesto tercerista de rebelarse contra
el boicot a Espafia).
pores
Se firms el primer gran acuerdo co-
mercial de ja URSS con Argentina, el
primero de Iberoameérica y de muy lar-
ga duracién.
Alestrecharle la mano a Bravo, Sta-
lin dijo tal vez: sin mucha ironia:
-Si lo he entendido bien, ustedes
serfan capitalistas, pero no tanto, Pe-
ro también socialistas, aunque casi
nada. Llegan al poder por elecciones
pero no.creen en la democracia bur-
guesa..
-Es0 -dijo Bravo-. Eso mismo.
Fl peronismo, esa travesura inter-
nacional, esa insolencia suramerica-
na
PD: Algunos datos del encuentro
Stalin-Bravo se tomaron de la buro-
critica versién del Archivo Ruso Esta-
tal, tomada por Vishinsky y Koloso-
vski. Leopoldo Bravo, en 1971, me
precisé algunos detalles, entre ellos el
interés de Stalin por invitar al Boca
Juniors a jugar en Rusia.
‘Abel Posse es escritor y emhajador de Angen-
tina en Espana.