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Durante mis paseos en autobs estaba yo pensando en los cambios de actitud, en como es mejor ver el lado bueno de las

cosas y no enfocarse en las tristezas de esta vida, cuando la voz de una mujer sentada detrs de mi, me trajo devuelta a la realidad, -si hasta la patrulla se pasa el semforo- inmediatamente vi de que se trataba y efectivamente aunque la gramtica de la oracin no era correcta la veracidad de la idea s lo era, una patrulla acababa de mandar a revisin las reglas de transito vial y no respetando el rojo sigui su camino sin importarle el disgusto del propietario de la camioneta que se tuvo que frenar . Gracias a dios mi cerebro me consol inmediatamente seguramente tiene prisa, ir a detener algn delincuente- y ah quede yo tranquila con la rapidez con que nuestra polica se presta a cumplir su deber. Imaginen mi desilusin cuando 20 minutos despus cmodamente sentada frente a otro autobs pude observar a mis valientes guardianes de la justicia (con la patrulla muy cerca de ellos delatndolos por una marca caracterstica en la portezuela) sentados en un puesto de tacos devorando la especialidad del lugar, dios me libre de desearles mal pero no pude evitar pensar que ojala la materia prima fuera de algn canino abandonado en la ciudad para que as por lo menos gracias a la voracidad de nuestros guardianes nos veamos libres de alguna futura molestia que en otra circunstancia el animal hubiera podido causar y de paso se cumpla la sabidura popular de somos lo que comemos.

Autor: Liliana Martnez Vzquez

20/09/2012

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