Soñando despertar la apesumbrada piedra, Fantasmas desilusionados, engañados, desdichados, condenados al pelotón...
Andabas con tu paso lento,
Como si temieras escapar del Tiempo acosador Y yo silbaba una canción de alegría fingida Y sin razón, ahogando mi pena en la mentira...
Espectros incondicionales De una Milonga de traición tocada al paso de un Miñón...
La vida es un martirio si huyes la verdad,
Si cierras esa puerta e intentas escapar, Si en busca de placeres mediocres y febriles Te pierdes al verdadero Nectar de Pasión. Ves aterrorizado cómo huye entre tus dedos La sustancia primera de dicha y emoción, Persiguiendo suspiros que no son sino la sombra de una efímera ilusión... Cansados de vagar sin rumbo, Nos encontramos Al cruce de destinos, En el viejo Santelmo Nos detuvimos, Me lanzaste una mirada Que era un grito en el silencio, Y te reconocí... O tú, la cura a mi extraño mal, Y yo, tu bálsamo sideral...
-“¿Acaso sos de carne y huesos?”
-“Soy tan real como puede serlo un muerto” -“¿Acaso te soñé?” -“No lo sé, sólo sé que al sonreír, has despertado mis ganas de vivir...”
Y en aquella noche oscura,
Nació una luz de primavera y seducción, Vos te arrimaste a mi canción, tangeamos hasta la saciedad, Llorando a mares de alegría.
Y perfumando la negrura de aquella noche singular,
Devolvimos al mundo su poesía...
La vida es un martirio si huyes la verdad,
Si cierras esa puerta e intentas escapar, Si en busca de placeres mediocres y febriles Te pierdes al verdadero Nectar de Pasión. Ves aterrorizado cómo huye entre tus dedos La sustancia primera de dicha y emoción, Persiguiendo suspiros que no son sino la sombra de una efímera ilusión...
El mundo sin Amor no existe...
Es un eclipse, Un antro abandonado por la vida y la locura Una tortura... Nunca dejes de probar, de saborear e investigar En la ternura, Y conocer el divino temblor de una mirada cargada de amor, Al Nectar de Pasión...