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LA DEPENDENCIA Y SU VALORACIÓN
Lo primero destacable es que, para que una persona pueda beneficiarse de esta Ley, su situación
de dependencia tiene que ser de «carácter permanente». No se va a reconocer a una persona la
situación de dependencia si padece una enfermedad pasajera o sufre un accidente que la deje
afectada incluso largos períodos, o si se encuentra convaleciente de una operación quirúrgica o
cualquier otra situación que previsiblemente pueda tener carácter reversible.
En situaciones en las que no exista previsión de que puedan ser reversibles, sino que, en todo
caso, puedan evolucionar hacia mayor dependencia, la Ley contempla todo el abanico de causas
posibles: desde la edad a la enfermedad o la discapacidad y, así mismo, todas las posibles
afectaciones físicas, mentales, intelectuales o sensoriales.
Por último, la falta o pérdida de autonomía se relaciona con la incapacidad de una persona para
realizar, por si sola, las «actividades básicas de la vida diaria».
Pero ¿qué son Actividades Básicas de la Vida Diaria? A efectos de la Ley de Dependencia son:
Las tareas más elementales de la persona, que le permiten desenvolverse con un mínimo de
autonomía e independencia, tales como: el cuidado personal, las actividades domésticas básicas,
la movilidad esencial, reconocer personas y objetos, orientarse, entender y ejecutar órdenes o
tareas sencillas (art. 2.3. de la Ley de Dependencia).
Estas son las actividades que se valorarán para determinar si una persona se encuentra en
situación de dependencia y en qué grado y nivel, según la mayor o menor afectación para
llevarlas a cabo.
Estos grados y Niveles van a determinar, a su vez, las prestaciones económicas o los servicios a
los que tenga derecho. Porque las situaciones de dependencia pueden variar de mayor a menor
intensidad, en función de la mayor o menor pérdida de autonomía y de la mayor o menor
necesidad de ayuda para realizar las actividades básicas de la vida diaria. Para calificar estas
situaciones, la Ley establece tres Grados:
GRADOS DE DEPENDENCIA
a) Grado I. Dependencia moderada: Cuando la persona necesita ayuda para realizar varias
actividades básicas de la vida diaria, al menos una vez al día.
b) Grado II. Dependencia severa: Cuando la persona necesita ayuda para realizar varias
actividades básicas de la vida diaria dos o tres veces al día, pero no requiere el apoyo
permanente de un cuidador.
c) Grado III. Gran dependencia: Cuando la persona necesita ayuda para realizar varias
actividades básicas de la vida diaria varias veces al día y, por su pérdida total de autonomía
mental o física, necesita el apoyo indispensable y continuo de otra persona.
Cada uno de estos grados, se clasifica en dos niveles en función de la autonomía de las personas
y de la intensidad del cuidado que requiere: el Nivel I, mayor autonomía, menor necesidad de
cuidados, y el Nivel II, menor autonomía y mayor necesidad de cuidados. Así, el Grado III,
Nivel II, representa el mayor nivel de dependencia, mientras que el menor nivel de dependencia
que contempla la Ley es el Grado I, Nivel I.
El instrumento de valoración contiene, como veremos a continuación, una escala para calificar a
cada persona que lo solicite en uno de estos grados y niveles. De dicha calificación dependerán
los servicios y prestaciones que la persona pueda recibir y su intensidad.
2.º En todo caso, el baremo para realizar esta valoración es el mismo en toda España.
Eso es fundamental para que todas las personas tengan los mismos derechos, sea
cual sea su lugar de residencia.
3.º El baremo se aplica en el domicilio de la persona que tiene que ser valorada10. Es
decir, que es el técnico que debe realizar la valoración quien se tiene que desplazar al
domicilio de esa persona, y en ningún caso la persona que debe ser valorada tendrá
que acudir a ningún centro para realizar esa valoración.
Este informe sirve, sobre todo, para saber si la situación de dependencia está
motivada por una situación que puede o no ser reversible.
COMER Y BEBER: Llevar a cabo las tareas y acciones coordinadas relacionadas con
comer los alimentos servidos, llevarlos a la boca y consumirlos de manera adecuada
para la cultura local, cortar o partir la comida en trozos, abrir botellas y latas, usar
cubierto. Sujetar el vaso, llevarlo a la boca y beber de manera adecuada a la cultura
local, mezclar, revolver y servir líquidos para beber o beber a través de una ayuda
instrumental.
LAVARSE: Lavarse y secarse todo el cuerpo, o partes del cuerpo, utilizando agua y
materiales o métodos apropiados de lavado y secado, como bañarse, ducharse,
lavarse las manos y los pies, la cara y el pelo, y secarse con una toalla.
VESTIRSE: Llevar a cabo las acciones y tareas coordinadas precisas para ponerse y
quitarse la ropa y el calzado en el orden correcto y de acuerdo con las condiciones
climáticas, y las condiciones sociales, tales como ponerse, abrocharse y quitarse
camisas, faldas, blusas, pantalones, ropa interior, (…), zapatos, botas, sandalias y
zapatillas.
DESPLAZARSE DENTRO DEL HOGAR: Andar y/o moverse dentro de la propia casa,
dentro de una habitación, entre diferentes habitaciones.
DESPLAZARSE FUERA DEL HOGAR: Caminar y/o moverse, cerca o lejos de la
propia vivienda, y/o utilización de medios de transporte, públicos o privados.
– Preparar comidas: Idear, organizar, cocinar y servir comidas frías y calientes para
uno mismo.
– Hacer la compra: Conseguir a cambio de dinero bienes y servicios necesarios para
la vida diaria, como la selección de alimentos, bebidas, productos de limpieza,
artículos para la casa o ropa; comparar la calidad y precio de los productos
necesarios, negociar y pagar por los bienes o servicios seleccionados y transportar los
bienes.
– Limpiar y cuidar de la vivienda: Incluye actividades como ordenar y quitar el polvo,
barrer, fregar y pasar la fregona/trapeador a los suelos, limpiar ventanas y paredes,
limpiar cuartos de baño e inodoros/excusados, limpiar muebles; así como lavar los
platos, sartenes, cazuelas o los utensilios de cocina, y limpiar las mesas y suelos
alrededor del área donde se come y cocina.
– Lavar y cuidar la ropa: Lavar la ropa (a mano o a máquina), secarla (al aire
o a máquina), plancharla, y guardarla en el armario o similar.
Cada Comunidad Autónoma puede establecer los detalles del procedimiento para la
valoración de la situación de dependencia y la prescripción de las prestaciones
económicas y servicios que correspondan. La mayor parte de las Comunidades
establecen acuerdos con los Ayuntamientos para que sus ciudadanos se puedan
informar en los servicios sociales más próximos a su lugar de residencia, e incluso
presentar a través de ellos su solicitud que, en todo caso, será tramitada y resuelta en
la propia Comunidad Autónoma. De la misma manera algunas Comunidades, entre
ellas Aragón, implican a los servicios sociales de los Ayuntamientos en la realización
de las propuestas de los Programas Individuales de Atención, en los cuales se
prescriben las prestaciones económicas y los servicios que la persona debe percibir.
Para informarse sobre los detalles del procedimiento o sobre cualquier aspecto de la
Ley de la Dependencia, las personas interesadas pueden dirigirse indistintamente a
los Servicios Sociales de su barrio o pueblo17, o a las Direcciones Provinciales del
Departamento de Familia y Servicios Sociales , en las capitales de provincia.
Solicitud
De la misma manera, las personas interesadas pueden presentar la solicitud para que
se valore y reconozca su situación de dependencia a través de los Servicios Sociales
de su Ayuntamiento (en su barrio o pueblo) o en las Direcciones Provinciales del
Departamento de Familia y Servicios Sociales en las capitales de provincia. Ahora
bien, en el caso de que la solicitud se presente a través de los Servicios Sociales de
su Ayuntamiento (Centros Municipales o Servicios Sociales de Base) estos, a su vez,
tienen que registrarla en las antedichas Direcciones Provinciales, y los plazos
administrativos empiezan a contar desde ese momento, y no desde que se presentan
en los Servicios Sociales del Ayuntamiento.
El plazo máximo para esta resolución es de tres meses, a contar desde que se registra
la solicitud en las Direcciones Provinciales del Departamento de Familia y Servicios
Sociales.
Propuesta de prestaciones económicas y servicios que corresponden a la persona que
tenga reconocida la situación de dependencia.
CICLO VITAL
Infancia
Es sabido que el bebé humano depende completamente de sus cuidadores para
sobrevivir.
Desde los primeros meses de vida, el bebé ira ampliando el repertorio de sus
conductas a medida que interactúe con sus cuidadores, estableciendo una relación
especial con ellos. El tipo de vínculo que se desarrolla con la madre en el primer año
de vida se verá reflejado en las relaciones que mantendrá con los demás y el mundo,
en un futuro.
El contacto físico con su cuidador es de gran relevancia en esta etapa. Tiene que
proveer un entorno de apoyo, para que el niño pueda sentirse contenido y pueda
experimentar, y para ello los padres deben anticiparse y reconocer las necesidades del
bebé. Si siente que sus cuidadores lo satisfacen, podrá ser capaz de relacionar sus
impulsos con sus funciones corporales, ayudando a desarrollar su propio ser.
A los dos o tres meses el infante comienza a dar la impresión de ser una persona
totalmente distinta, encarando las relaciones sociales de otra manera. Se desenvuelve
como si ya tuviera un sentido de sí mismo, en tanto cuerpo distinto y coherente.
Otro gran paso en esta etapa se relaciona con el logro del niño en reconocer las líneas
de parentesco y establecer lazos de afecto. Esto se relaciona primordialmente con las
figuras de los cuidadores, que en ciertos casos puede no tener que ver con lazos de
consanguinidad. Generalmente el bebé suele reconocerse en un primer momento
como hijo de su madre y más tarde entiende los demás lazos de parentesco. Este
logro implica un gran salto en la conformación de la identidad, lo que permite
reconocerse como miembro de un grupo social.
Después de los seis meses el bebé comienza con el destete, lo que les provoca
tristeza y nostalgia. Se cree que cuanta mayor leche materna el bebé consuma en el
tiempo, mejores defensas poseerá su sistema inmunológico. Por está razón, a veces
se sigue amamantando hasta los 7-8 meses, pero sin permitir que el destete se
prolongue hasta más tarde de los 9 meses.
Con la adquisición del lenguaje, que aparece al año y medio o dos años, llega la
capacidad simbólica que les permite usar las palabras y el jugar. También comienzan
a razonar y a escuchar las explicaciones de los adultos, y esto les ayuda a tolerar
mejor las demoras de sus satisfacciones. Empiezan a descubrir lo excitante del
explorar, el placer de descubrir y desarrollar nuevos comportamientos (nuevos juegos
como el esconderse). Hacen demostraciones abiertas de afecto, como abrazar, sonreír
y dar besos, pero también son capaces de demostrar protesta, sea llorando,
golpeando contra el suelo o gritando. Es muy común que en esta época prefieran estar
con la familia que con extraños, de los cuales suelen huir. La angustia de separación,
que comenzó a los 8 meses, cesa recién a los dos años, momento en el que ya son
capaces de entender que aunque la madre no está presente, ella regresará, y además
pueden prever su regreso.
Es durante este período que se debe comenzar con el entrenamiento del control de
esfínteres, que si es firme, pero considerado a la vez, ayuda al niño a poseer un
sentimiento de autocontrol, sin perder su autoestima. El control de esfínteres a veces
se demora hasta los dos años y medio. El niño logra primero retener de día, para
mucho más tarde poder pasar toda la noche sin dificultades. Es hasta los tres años y
medio que el mundo del niño comienza a experimentarse a través de la manipulación
de los objetos, período durante el cuál suelen gustarle jugar con materiales como la
arena, el barro, arcilla, etc.
Con respecto a su papel sexual, los niños lo van adquiriendo a través de la imitación,
de las prohibiciones y recompensas. Su curiosidad por la anatomía del sexo es normal
y sana. Es más, es necesario que su curiosidad sea saciada con las respuestas
adecuadas a su edad, para que los niños se desenvuelvan cómodos y felices en sus
roles. Es hacia los dos años y medio que adquieren la identidad de género, y esto se
observa en la elección de sus juegos y juguetes, que a su vez estarán influenciados
por las costumbres sociales y culturales.
Los padres poseen la tarea de colmar las necesidades de sus hijos de manera
sensible, pero también permitiendo que gradualmente se produzcan frustraciones
óptimas. A su vez, la imposición firme de límites es fundamental para la crianza de los
hijos, para que éstos aprendan las conductas aceptables y así estimular la
independencia progresiva del niño. Es entre el equilibrio del castigo y la permisividad
que los niños adquieren un sistema ético de principios morales.
Se entenderá a la niñez como el período que abarca de los tres a los doce años, etapa
en la que se produce un importante desarrollo físico, emocional y de ingreso al grupo
social más amplio.
La edad preescolar se extiende de los tres a los seis años, etapa en la cuál los niños
ya controlan esfínteres y no tienen estallidos de rabia tan frecuentemente como en
años anteriores.
Es importante que el niño se adecue al sistema escolar, pero no se le debe exigir más
allá de sus capacidades. Su lenguaje se fue ampliando y ya puede utilizar frases
completas. Utilizan más los símbolos y el lenguaje.
Son capaces de expresar sus sentimientos de amor, tristeza, celos, envidia, curiosidad
y orgullo. Empiezan a preocuparse por los demás.
El dibujo también evoluciona en esta etapa, permitiendo ver el crecimiento del niño. En
dibujo de una persona van agregando progresivamente el pelo, las orejas, los brazos,
las piernas, los dedos. Lo último en aparecer suele ser un torso proporcionado al resto
del cuerpo.
Los amigos imaginarios suelen ser frecuentes en el 50% de los niños entre 3 y 10
años, mayormente en niños con una inteligencia superior. Los amigos imaginarios
pueden ser tanto objetos como personas.
Al final de esta etapa distinguen entre lo que quieren y lo que deben hacer, logrando
conseguir poco a poco un sentimiento moral de lo bueno y lo malo. Los niños
entienden las normas como creadas sin ningún motivo ("porque si). No entienden los
dilemas morales. Aprenden que existen los límites, y que toda mala acción será
castigada. Aún así, el castigo en exceso es contraproducente. Además, irán
adquiriendo progresivamente el sentido de responsabilidad, seriedad y autodisciplina.
Pueden, también, entender la relación entre los hechos, que una cosa puede
convertirse en otra (por ejemplo, que una bola de plastilina se puede convertir en un
bastón y seguir teniendo la misma cantidad de plastilina), y volver a su estado original
(como el agua y el hielo).
Un logro primordial en esta etapa es el de organizar y ordenar las cosas del mundo
circundante. La experiencia escolar representa un mundo muy importante para los
niños, con metas propias, frustraciones y limitaciones. En la primaria se asientan las
bases estructurales, herramientas que les permitirá a los niños a desenvolverse en el
plano concreto, para luego, en la secundaria, aprender a manejarse mediante la
abstracción.
Adolescencia
Generalmente las chicas inician la pubertad dos años antes que los varones, pueden
empezar a salir con chicos y mantener relaciones sexuales a una edad más temprana.
Los chicos, por su parte, suelen sufrir erecciones frecuentemente debido a que
responden con rapidez a varios estímulos.
Juventud
Comienza hacia el final de la adolescencia (20 años) y llega hasta los 40 años. En este
momento se alcanza el apogeo biológico, se asumen los roles sociales más
importantes y se empiezan a establecer relaciones sociales más serias en el ámbito
laboral y en el personal. Es la etapa en la que predomina el proceso de individuación.
Es decir, se logra la independencia y autonomía en varios planos. Un adulto es alguien
capaz de verse a sí mismo como un individuo autosuficiente que forma parte de la
sociedad.
Para la mayoría de los jóvenes adultos, el hecho de elegir una pareja y crear una
familia es otro de sus objetivos. Es frecuente que decidan casarse y tener hijos. La
pareja debe establecer su territorio con independencia de la influencia de las familias
de origen. La paternidad y maternidad es uno de los desafíos más importantes de esta
etapa. El nacimiento de un niño representa la convergencia de dos familias y crea
abuelos y tíos por ambos lados de las familias de origen. Al adquirir el nuevo rol de
padres disminuye su rol de hijos y se consolidan como adultos.
La etapa del cuidado de los hijos pequeños puede generar conflictos en las madres
que deciden relegar su profesión para dedicarse a su crianza. El anhelo de una mayor
participación en el mundo adulto puede hacerlas sentir insatisfechas y frustradas. Por
eso cuando comienzan la etapa escolar pueden reformar sus actividades que habían
hecho a un lado.
Hacia los 30 años surge la necesidad de tomar la vida más seriamente. Las personas
comienzan a afianzarse en el campo laboral y están en pleno desarrollo profesional.
Los proyectos esbozados al comenzar la carrera empiezan a concretarse. Es una
época de crecimiento personal y profesional. El trabajo permite desarrollar habilidades,
cumplir con responsabilidades individuales y sociales, pero al mismo tiempo contribuye
a situar a las persona en relación con los demás, definiéndolo socialmente. El trabajo
para el adulto es lo que el juego para el niño, lo inspira y lo proyecta al futuro.
La mayoría de las personas entran en crisis al llegar a los treinta. Surgen dudas,
existen mayores presiones y más responsabilidades. Es bastante frecuente que se
manifiesten en formas de replanteos, de conflictos matrimoniales, cambios de trabajo,
depresión o ansiedad. Pero para otros llegar a los treinta significa descubrir aptitudes e
intereses que hasta ahora se desconocían o no se habían considerado. Las relaciones
con la familia y con los amigos continúan siendo estables y las metas profesionales
progresan con rapidez.
Adultez
Este período, que se extiende entre los 40 y los 65 años es un momento de transición,
de replanteo de la vida y duelo por varias pérdidas. Constituye una etapa estresante
para la mayoría de las personas, pero llena de oportunidades de seguir creciendo y
desarrollándose. Se ha alcanzado la cumbre vital, por lo que se cuenta con una gran
cuota de poder, y madurez.
Pero así como se analizan los tiempos pasados también se construyen planes para
el futuro. Se hace un balance de lo vivido hasta el momento y se cuestiona cómo
continuará la propia existencia. Aparece, también, la necesidad de recuperar el tiempo
perdido y vivir los años que quedan de una manera distinta.
La vejez constituye la aceptación del ciclo vital único y exclusivo de uno mismo y de
las personas que han llegado a ser importantes en este proceso. Supone una nueva
aceptación del hecho que uno es responsable de la propia vida.
Vejez
El duelo es uno de las tareas principales de esta etapa, ya que la mayoría debe
enfrentarse con un sinnúmero de pérdidas (amigos, familiares, colegas). Además
deben superar el cambio de status laboral y la merma de la salud física y de las
habilidades.
Si ha sido incapaz de delegar poder y tareas, así como de cuidar y guiar a los más
jóvenes; entonces no sería extraño que le resulte difícil transitar esta etapa y llegar a
elaborar la proximidad de la muerte. Estas personas se muestran desesperadas y
temerosas ante la muerte, y esto se manifiesta, sobretodo en la incapacidad por
reconocer el paso del tiempo. No lograron renunciar a su posición de autoridad y a
cerrar el ciclo de productividad haciendo un balance positivo de la vida transcurrida.
La comunicacion:
La idea de la vida es diferente para cada uno de nosotros, por como queramos
vivirla, o segun funcionen nuestros sentidos.