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Declaración de la Asamblea de Claustros de Profesores de la


Universidad Nacional de Bogotá frente a los hechos del 26 de
febrero en Cali
Bogotá, marzo 2 de 1971

La Asamblea de Claustros de Profesores de la Universidad Nacional, considerando:

a) Que los luctuosos acontecimientos de la ciudad de Cali el pasado 26 de febrero son


el resultado del mal tratamiento de los problemas sociales del pueblo colombiano y
de una falla crónica en la estructura del poder en las Universidades.
b) Que esos acontecimientos han demostrado una vez más que la respuesta a los
problemas sociales y universitarios es la represión oficial.

RESUELVE:

1. Condenar enérgicamente la represión violenta que el Gobierno puso en práctica


como respuesta a problemas de índole académica y social presentados por
estudiantes y profesores de la Universidad del Valle y por otros sectores del pueblo
colombiano.
2. Solicitar al Gobierno Naiconal la inmediata reapertura de la Universidad del Valle,
atendiendo para su funcionamiento la solución de los problemas que aquejan a dicha
Universidad y que son parte de la crisis universitaria nacional.
3. Presentar una moción de duelo ante el estudiantado y el pueblo del Valle del Cauca
por los sucesos desafortunados del 26 de febrero.
4. Los Claustros reconocen como aspectos de fondo de la crisis los problemas sociales
del pueblo colombiano y en particular, en el caso universitario, lo relacionado con la
estructura del poder y la financiación de la Universidad, la intervención indebida de
entidades extrañas a la Universidad y al país mismo, y la falta de programas ade-
cuados de investigación.
5. Hacer un llamamiento a los estamentos universitarios colombianos para el estudio y
presentación de soluciones a los problemas mencionados, respecto a los cuales los
claustros ratifican como documentos de orientación y principios "Las Conclusiones
del I Congreso de Profesores de la Universidad Nacional" y los acuerdos de las
Asambleas de Claustros de la Universidad y adoptar como documento de trabajo el
presentado por los Claustros del CID y del Departamento de Economía en la
presente asamblea.
6. El Claustro manifiesta su interés por conocer más profundamente los problemas que
aquejan a los sectores campesinos, obreros y del magisterio colombiano y
recomienda que se invite a representantes de dichos sectores para que ilustren al
profesorado, con el objeto de que dichos problemas sean estudiados por los
Claustros de Departamento.
7. Rechazar cualquier medida externa que tienda a inmovilizar a la U. N. por cuanto
consideran que los problemas que la afectan deben ser tratados por la comunidad
universitaria dentro de su normal funcionamiento.

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DOCUMENTO BASICO DE TRABAJO

El Comité Coordinador de los Claustros de la Universidad Nacional de Colombia, se


permite recomendar a los Claustros de Departamento incluir en su Programa de Trabajo el
presente Documento presentado por los Claustros del CID, Economía y Urbanismo a la
Asamblea del 2 de marzo de 1971.

Luego de un detenido examen de los acontecimientos ocurridos en la Universidad del


Valle, examen realizado inicialmente por separado en reunión del Cuerpo de Investigadores
del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) y después, conjuntamente con el
Claustro de Profesores del Departamento de Economía, los dos organismos mencionados
acordaron, por unanimidad, hacer la siguiente declaración:

1. Los hechos acaecidos en la Universidad del Valle revelan, objetivamente, que tienen
su raíz en graves desequilibrios económicos y sociales que se expresan en la
Universidad a través de las formas específicas como allí se articula el carácter eli-
tista de la misma y las formas del ejercicio del poder académico por parte de las
autoridades universitarias y que se traducen, igualmente, en el origen mismo de esta
autoridad.

Estos claustros quieren insistir, efectivamente, en que si bien el origen del conflicto
se localiza en la negativa de las directivas y el rector de aquella institución a acatar
las decisiones democráticas del profesorado y de los estudiantes respecto a la esco-
gencia de las personas que de acuerdo a sus criterios consideran como las más aptas
para regir los destinos de una división docente, este desconocimiento no es casual:
procede, ante todo del hecho que el poder de las autoridades universitarias no emana
de una delegación democrática por parte de los estamentos fundamentales de la vida
universitaria —profesores e investigadores y estudiantes— si-no de su designación
graciosa por parte de fuerzas sociales extra-universitarias entre las cuales es in-
dispensable señalar la empresa privada, la alta jerarquía eclesiástica y los intereses
de los grupos sociales dominantes representados en el poder del Estado.

De allí, por consiguiente, que las autoridades universitarias no estén constituidas


para velar por los intereses de una docencia y una investigación científicamente
concebidas como instrumentos para un conocimiento crítico de las realidades
sociales existentes, como armas críticas para el cuestiona-miento de las mismas y
para el diseño objetivo de soluciones —en el plano económico y social— ten-
dientes a transformar radicalmente las estructuras del subdesarrollo sino que tales
autoridades se constituyen en los vigilantes acuciosos encargados de garantizar que
la actividad académica estará puesta al servicio de los intereses sociales y
económicos de los grupos que ellos representan.
2. A este respecto, es oportuno señalar que ya los profesores de la Universidad
Nacional habían puesto de presente en los documentos del ler. Congreso de
Profesores y en repetidas declaraciones de sus claustros este problema de la
estructura del poder en la Universidad como uno de los elementos decisivos en el
desencadenamiento de los conflictos universitarios. Por ello, cabe señalar también el
conflicto de la Universidad del Valle como la simple agudización de una
enfermedad secular que afecta a toda la universidad pública y en cuya re-solución
está igualmente comprometida nuestra propia Universidad.

3. De otra parte, la presencia de los mencionados intereses particulares y clasistas en la


Universidad actúan en el sentido de reforzar su carácter elitista. Simple
reforzamiento puesto que todo el sistema educativo opera globalmente como un gi-
gantesco instrumento de "selección natural" que sólo permite acceder a los estratos
de la educación superior a jóvenes provenientes de sectores sociales que, en
términos generales, pueden ser designados como económicamente privilegiados. En
efecto, la mayoría abrumadora de las escuelas públicas no cuentan con los servicios
completos de educación primaria, con lo cual el ingreso a los niveles me-dios está
vetado por principio a la masa del campesinado colombiano. Tal fenómeno se
agrava si tenemos en cuenta que en el nivel intermedio de la educación predomina
de manera absoluta la es-cuela privada, que tales escuelas están concentradas de
manera preferencial en las ciudades de más de 20.000 habitantes e imparten
enseñanza a costos muy elevados que la hacen inaccesible a una población
caracterizada precisamente por sus bajos ingresos.

Recordar esto implica recordar, igualmente, que la lucha contra el carácter elitista
de la Universidad en la cima está ligado a la lucha contra el carácter elitista de todo
el sistema educativo en los niveles inferiores. Por ello, cuando los profesores y los
estudiantes de la Universidad del Valle han destacado este combate como
indisolublemente unido al combate contra la estructura de poder en la Universidad,
encontramos plenamente justificada su aspiración. Pues allí, más que en cualquiera
otra par-te, se observa cómo en la culminación del ciclo educacional se intenta
consumar la puesta de la Universidad al servicio de los intereses dominan-tes
mediante la apología de cierta teoría del sub-desarrollo que encuentra la causa de
este último en la carencia de cuadros sólidamente adiestrados en las técnicas más
avanzadas de la administración de empresas y de los negocios privados, en las
técnicas de la racionalidad económica capitalista y en el manejo de las herramientas
correspondientes. Por cuanto este es uno de los criterios fundamentales re-cogidos
por el Plan Básico para la Educación Superior, la instauración de un criterio
semejante —que pone a la docencia y a la investigación directamente al servicio de
la empresa privada— es un peligro que también amenaza realmente a la Uni-
versidad Nacional.

4. Las consideraciones que se acaban de hacer deben llamar la atención sobre otro
hecho funda-mental: si los estudiantes de la Universidad del Valle ligaron su
protesta a las de otros sectores como los de maestros, obreros y campesinos, ello no
se debe a un ánimo subversivo como ha querido hacer creer el gobierno, ní a un
oscuro plan previa-mente concebido. Es el resultado de una comprensión profunda
acerca del hecho que el problema de la educación afecta ante todo a aquellos secto-
res sociales, y que la resolución del impase de la educación superior exige una
reestructuración global de todo sistema educativo. Por ello, la respuesta del
gobierno, sangrienta y abiertamente represiva, no es otra cosa que la eclosión a
plena luz de otra violencia encubierta y continua ejercida sobre los espíritus y los
cerebros, oficiada ocultamente por los representantes de intereses privados que se
parapetan tras posiciones seudo-culturales en la Universidad.

5. Finalmente, entrelazado a los problemas anteriores encontramos el problema del


financiamiento, no solamente de la educación superior sino del sistema educativo en
su conjunto. Constituye, por decirlo así, el substrato material sobre el cual se asienta
el carácter elitista mismo del sistema educativo. Su raquitismo pone de presente,
objetivamente, que el Estado no está cumpliendo con las obligaciones que
formalmente tiene contraídas con las clases económicamente explotadas e indica
que es realmente el cómplice de los intereses y los designios de los sectores sociales
dominantes y privilegiados.

A nivel de la educación superior este fenómeno abre la puerta para la entrada del
financiamiento externo en la medida que el propio Estado alega que no cuenta con
los recursos económicos necesarios para un financiamiento íntegramente nacional.
Este hecho tampoco es casual: por un lado, responde a una política estatal bien
delineada que tiene su expresión, en otras regiones de la actividad económica
nacional, en el recurso al crédito externo de A.I.D., B.I.D. y B.I.R.F. para el
financiamiento de todas las actividades económicas nacionales: créditos para
programas del sector agropecuario en una suma de más de US$ 97 millones entre
1960 y 1968, recurso el crédito externo para el financiamiento de las actividades de
la empresa privada a través de organismos como el IFI, el Fondo de Inversiones
Privadas y FONADE, empréstitos para refinanciar - la deuda pública externa y para
balanza de pagos. Así pues, empréstitos también para financiar la educación
superior.

Por otro lado, este hecho revela la vinculación - orgánica de los intereses privados
empresariales con los mecanismos de la dependencia económica, la indiscernible
conjunción de estos intereses con intereses no sólo extra-nacionales sino anti-
nacionales. Así lo ha revelado el descubrimiento por parte de los estudiantes de la
Universidad del Valle, de documentos relativos a contratos con el B.I.D. y las
fundaciones extranjeras, contratos que constituyen una amplia brecha abierta al
colonialismo cultural y a la violación de la soberanía nacional en detrimento de las
clases populares.

Por todo lo anterior el Cuerpo de Investigadores del CID y el Claustro de Profesores del
Departamento de Economía resuelven:

Condenar enérgicamente el uso brutal y reiterado de la fuerza pública para "solucionar" los
problemas universitarios, cuya índole misma exige el amplio debate y la posición crítica
ante la estructura económico-social colombiana en la cual encuentran sus raíces. Por lo
tanto, expresan su más enérgica voz de protesta ante la sangrienta represión ejercida contra
el movimiento estudiantil y el pueblo de Cali el pasado viernes 26 de febrero.

Presentar ante el Gobierno Nacional, las siguientes exigencias:

1. EN RELACIÓN A LA ESTRUCTURA DE PODER EN LA UNIVERSIDAD


PÚBLICA COLOMBIANA:

a. La abolición de los Consejos Superiores Universitarios, dado su carácter de


organismos extra-universitarios y representantes de intereses extraños a la
Universidad.
b. El establecimiento de un sistema democrático para la elección de las
autoridades universitarias por parte de los estamentos fundamentales de la
Universidad: profesores, investigadores y estudiantes.
c. La conformación de una comisión de profesores, investigadores y
estudiantes dotada de las facultades necesarias para llevar a cabo el estudio
de la reforma orgánica de la Universidad Nacional y el análisis de los
contratos y convenios realizados por ella con entidades públicas y privadas
extranjeras.

2. EN RELACION AL CARÁCTER ELITISTA DE LA UNIVERSIDAD


COLOMBIANA:

a. La ampliación general de los servicios educativos en los tres niveles:


primario, medio y superior a fin de aumentar las posibilidades de acceso a
ellos del pueblo colombiano.
b. La creación en la universidad pública colombiana de servicios de asistencia
técnica y extensión universitaria para los grupos y organizaciones obre-ras y
campesinas, excluidos hasta el presente de los servicios que ella ofrece y que
se destinan actual-mente en forma exclusiva al sector privado y al Estado
colombiano.
c. La nacionalización total de la educación primaria y media en Colombia,
único medio de permitir el acceso real a ella de los obreros y campesinos y
eliminar la actual segregación educativa.
d. El control y diseño por la Universidad Pública, de los programas académicos
en la educación superior, y por lo tanto, reservar para ella la expedición de
los títulos correspondientes.
e. La revisión, por parte de los maestros y los padres de familia campesinos y
urbanos, de los programas de enseñanza en la educación primaria.

3. EN RELACIÓN A LA FINANCIACIÓN DE LA EDUCACIÓN EN COLOMBIA:

a. Que la financiación de la educación en Colombia (funcionamiento e


inversión) sea asumida totalmente por el Estado colombiano, renunciando al
recurso del crédito externo y eliminando así uno de los mecanismos
fundamentales de la penetración cultural extranjera.
b. Y para el logro de lo anterior:
— Que el presupuesto destinado a la educación sea calculado en base
al 10% del presupuesto ordinario más los presupuestos de los
institutos descentralizados y las empresas del Estado.
— Que se arbitren recursos adicionales destinados exclusivamente a la
educación, provenientes de un incremento de la participación del
Estado en los beneficios resultantes de la explotación de los
recursos naturales por el capital extranjero y, particularmente, de
un incremento de las regalías que deben pagar las empresas
petroleras y mediante la abolición de las exenciones especiales (v.
gr. exención por agotamiento) de que estas mismas empresas
disfrutan en la actualidad.
c. El cumplimiento por parte del Estado de la Ley 65 de 1963 que ordena que
el 15% del presupuesto del Ministerio de Educación sea destinado al
funcionamiento de la Universidad Nacional de Colombia. (Esta Ley ha sido
violada por el Estado desde su expedición). El cumplimiento de esta Ley
debe tener como base el presupuesto de educación tal como resultaría del
cumplimiento del ordinal b).

4. EN RELACIÓN A LA INVESTIGACIÓN UNIVERSITARIA:

a. De conformidad con el punto 3 a), que el presupuesto destinado a la


financiación de la investigación universitaria —entendida como actividad
fundamental de la universidad colombiana sea íntegramente nacional, a fin
de evitar la intervención deformante de las instituciones extranjeras.
b. Que los planes y programas de investigación universitaria sean diseñados y
controlados directamente por los investigadores nacionales al servicio de la
universidad colombiana.
c. La orientación de la investigación hacia el análisis científico, dentro de un
enfoque crítico, de la realidad económico-social colombiana y que ella sea
puesta objetivamente al servicio de la sociedad colombiana.

Por ser factible su ejecución y por existir los instrumentos jurídicos necesarios, los puntos 1
a), 1 b), 1c), 2b), 2 e), 3b), 3 c), 4 a), 4b) y 4 c) del presente memorando deberán ser
satisfechos inmediatamente por el gobierno colombiano. Los puntos relativos a la
ampliación de los servicios educativos (2 a), al monto del presupuesto del Ministerio de
Educación (3 b), y a los aportes de este con destino al funcionamiento de la Universidad
Nacional (3 d) son simplemente la exigencia del cumplimiento de la constitución nacional y
de leyes colombianas en vigencia.

Para los puntos restantes (2 a), (2 c), (2 d) y (3 a) se considera como plazo el año de 1971, a
fin de que en este lapso sean creados los instrumentos legales que hagan posible su
cumplimiento y se lleve a cabo la revisión del "Plan Trienal de Desarrollo 1971-1973" a fin
de asegurar su realización.

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