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Resumen
Este trabajo estudia la existencia de favoritismo o neutralidad de los árbitros de la liga española a
través del análisis de los resultados de la Primera División de la Liga española correspondientes a
las temporadas 2002-03, 2003-04 y 2004-05. A diferencia de lo que concluyen otros autores, el
único sesgo arbitral que se ha detectado es el favoritismo hacia los equipos más fuertes, con
independencia de que actúen como locales o visitantes.
1.- INTRODUCCIÓN
particularmente estos últimos, y sus comentarios acaban por configurar un imaginario de buenos y
malos respecto de los árbitros, en el que difícilmente alguno de ellos se sustrae a acusaciones de
caserismo o anticaserismo o debilidad frente a la presión del público entre otros calificativos o de
favoritismo frente a los grandes equipos.
A la pregunta de:¿Qué hay de verdad en todas estas acusaciones? Con intención de poder
responder a esta pregunta con objetividad, y atraídos sin duda por la importancia económica y
social que el fútbol ha adquirido en nuestro entorno y que lo hacen objeto de frecuentes estudios
desde diversos ámbitos, recientes artículos analizan con detalle la cuestión. Así, Sutter and Kocher
(2004) estudian el comportamiento de los árbitros alemanes con respecto al tiempo extra y los
penaltis señalados, confirmando la existencia de un favoritismo hacia el equipo local sistemático;
Carmichel and Thomas (2005) y Clarke and Norman (1995) estudian la ventaja de jugar en campo
propio para explicar el mayor numero de victorias locales debido a la mayor efectividad de los
equipos locales, el apoyo de los aficionados y la mayor entrega, todo ello con independencia del
comportamiento arbitral. Nevill et al. (1996) confirman la ventaja de jugar en casa en las ocho
primeras divisiones de las ligas escocesa e inglesa, ventaja que varía significativamente entre las
divisiones y que aparece asociada a la asistencia a los estadios, a mayor asistencia más favorecido
resulta el equipo local en el número de penaltis y expulsiones con las que se sanciona al equipo
visitante.
En el artículo de Garicano et al. (2005) se concluye que los árbitros favorecen al equipo local a
través del tiempo extra añadido al final del partido, añadiendo más tiempo si el resultado es
ajustado y adverso para el equipo local o menos tiempo en caso contrario. Los autores identifican
el interés en satisfacer a la afición local como el mecanismo a través del cual opera el sesgo
arbitral. Fijaremos nuestra atención en este artículo porque el estudio se lleva a cabo con los
resultados de la Primera División de la Liga española correspondientes a las temporadas 1994-95
y 1998-99. En la temporada 1994-95 rigió por última vez el esquema de puntuación 2-1-0 (2
puntos para el equipo ganador, 1 punto para ambos equipos en caso de empate y 0 puntos para el
equipo perdedor). En la temporada 1998-99 el esquema de puntuación era 3-1-0 y, lo que es más
importante, funcionó por primera vez una regla de la FIFA que obligaba a los árbitros a anunciar
públicamente el tiempo extra a añadir al final del partido.
La presente comunicación surge como consecuencia de un estudio preliminar que los autores
llevaron a cabo con los resultados correspondientes a las temporada 2004-05 de la Primera
División de la Liga española, en el que no se detectaron diferencias significativas con los tiempos
extra añadidos al final del partido en función del resultado en ese momento. Este resultado podía
contradecir lo que Garicano et al. (2005) describen en su artículo, por lo que los se decidió
extender el estudio a las dos temporadas anteriores (2002-03 y 2003-04) con el objetivo de
corroborar el primer resultado.
El favoritismo arbitral no solamente puede medirse en términos del tiempo añadido, del que el
árbitro puede disponer con menos discrecionalidad desde que la FIFA le obliga a anunciarlo
previamente. El árbitro puede favorecer a cualquiera de los dos equipos de forma directa, dejando
de sancionar acciones punibles del equipo, o indirecta, debilitando al contrario señalándole más
faltas o mostrándole más tarjetas.
El esquema de la comunicación es el siguiente. La Sección 2 describe los datos. Los resultados del
análisis estadístico de los datos se muestran en la Sección 3. Por último, las conclusiones y las
comparaciones de las mismas con las obtenidas por otros autores se presentan en la Sección 4.
La Primera División de la Liga española consta de 20 equipos que disputan un total de 380
partidos por temporada que comprende los meses de septiembre a mayo. Nuestros datos abarcan
las 3 últimas temporadas, desde la 2002-03 a la 2004-05, lo que supone un total de 1140 = 3x380
partidos. La información ha sido proporcionada por la empresa GECASPORTi cuya base de datos
incluye detallada y exhaustiva información de todos los aspectos reseñables de cada partido, por
lo que ha sido necesaria una selección de las variables que pudieran ser relevantes para el objetivo
del trabajo. La Tabla 1 muestra algunos estadísticos descriptivos de las variables seleccionadas.
Cada temporada los tres últimos equipos clasificados descienden a la Segunda División, cuyos
tres primeros clasificados ascienden a la Primera División. En consecuencia, los equipos varían de
una temporada a otra y sólo una parte de ellos coincide que han permanecido en la Primera
División a lo largo de las 3 temporadas. La Tabla 2 muestra todos los equipos involucrados en el
estudio, los partidos en que han intervenido, cuantas de las 3 temporadas han permanecido en la
Primera División y su categoría. La categoría es una variable ordinal que clasifica a cada equipo
atendiendo a sus ingresos medios en las 3 temporadas estudiadas y a su comportamiento histórico
en la Primera División (títulos de Liga y Copa y puntos obtenidos). Se han establecido 4
categorías, de la 1 (Mayor) a la 4 (Menor). Como era de esperar sólo dos equipos son acreedores a
la categoría 1, el Barcelona y el Real Madridii. Por otra parte, de los 26 equipos sólo 15 son
comunes a las 3 temporadas.
Tabla 1: Estadística descriptiva de las variables utilizadas
Equipo Partidos Temporadas Categoría
Barcelona 114 3 1
Real Madrid 114 3 1
Ath. Bilbao 114 3 2
At. Madrid 114 3 2
Valencia 114 3 2
Betis 114 3 3
Celta de Vigo 76 2 3
Deportivo 114 3 3
Espanyol 114 3 3
Real Sociedad 114 3 3
Zaragoza 76 2 3
Mallorca 114 3 3
Villarreal 114 3 3
Alavés 38 1 3
Málaga 114 3 3
Sevilla 114 3 3
Osasuna 114 3 3
Albacete 76 2 3
Valladolid 76 2 4
Racing de Santander 114 3 4
Rayo Vallecano 38 1 4
Numancia 38 1 4
Getafe 38 1 4
Levante 38 1 4
Murcia 38 1 4
Recreativo de Huelva 38 1 4
La Tabla 4 confirma la inclusión en el modelo del árbitro como factor fijo con efecto
significativo. Es interesante analizar si en el tiempo extra que el árbitro añade influye la
diferencia de goles. La Tabla 5 recoge el resultado del ANOVA con los dos factores, arb y
d90.1, y la interacción entre ambos. La interacción no es significativa, p-valor = 0,801, y
por tanto la decisión del arbitro no se ve influida por el resultado en el momento de tomarla,
Esto no impide que el árbitro, como factor fijo, influye en el tiempo añadido porque hay
diferencias significativas entre los tiempos que por término medio añade cada uno de ellos.
La influencia de la diferencia de goles al final de los 90 minutos sobre el tiempo añadido es,
como hemos visto escasa. Aunque conviene recordar que la variable utilizada, d90.1, limita
dicha diferencia a un solo gol. Si utilizamos la variable original, d90, la Figura 1 muestra
las medias del tiempo añadido en función de los distintos valores de d90. Un ANOVA nos
confirma las diferencias que del gráfico deja intuir Esto justifica nuestro interés por la
variable d90.1, puesto que sólo los partidos con este marcador han podido alterar su
resultado en el tiempo añadido. Esto justifica también el apelativo de “minutos basura" con
el que se denomina al tiempo añadido en aquellos partidos en los que |d90| ≥ 2. La Tabla 6
compara el tiempo medio añadido al final de los 90 minutos en estas dos situaciones, |d90|
≤ 1 y |d90| ≥ 2. El resultado del test permite aceptar que tex2 es mayor cuando |d90| ≤ 1
Tabla 5: Efecto del árbitro y la diferencia de goles (d90.1) sobre el tiempo extra
añadido al final de los 90 minutos reglamentarios
Factor SC gl MC F p-valor
árbitro 60,607 19 3,19 2,698 0,000
d90.1 12,585 2 6,292 5,323 0,005
árbitro x d90.1 35,894 38 0,945 0,799 0,801
error 689,201 583 1,182
La Tabla 7 muestra el resultado de los ajustes. En el caso de los penaltis contra el equipo
local, pl, y las tarjetas rojas contra el visitante, trv, la diferencia de categoría no influye en
su número puesto que los respectivos coeficientes pueden ser cero dado lo elevado de su p-
valor. En el resto de ajustes la diferencia de categoría sí influye en el número de penaltis o
tarjetas pitados. Obsérvese que cuando se trata de sanciones contra el equipo visitante,
4.- CONCLUSIONES
El trabajo nos lleva a una serie de conclusiones que a la luz de los resultados pueden
parecer más o menos evidentes, pero lo que si que es cierto es que no están en la línea de
trabajos anteriores. En los análisis realizados el resultado final de los 90 minutos tiene poco
que ver con el tiempo añadido. Los otros indicadores tampoco aportan explicaciones
adicionales. El espectador común pensaría que el tiempo añadido depende del numero de
cambios realizados en la segunda parte (para perder tiempo el equipo que gana y como
“revulsivo” el equipo que pierde), pero el numero de cambios realizados por ambos equipos
es casi siempre del máximo permitido (3), y ello no explica las diferencias en los tiempos
añadidos.
Para analizar el que hemos denominado favoritismo directo se ha de señalar que la
categoría de los equipos sí que explica las acciones punitivas más importantes, tanto para el
equipo local como el visitante. Excepto en el caso de los penaltis contra el equipo local y
las tarjetas rojas visitantes, en las cuales no tiene relevancia la categoría del equipo, en los
restantes casos si que tiene su relevancia. Cuando la categoría del equipo local es menor
que la del visitante, el numero de tarjetas (amarillas y rojas) para el equipo local es
significativamente mayor que las que se muestran al equipo visitante, con el objetivo de
debilitarlo. En el caso de que el equipo local sea el de mayor categoría, entonces, los
penaltis señalados contra el equipo contrario y las tarjetas amarillas a los jugadores
visitantes también son mayores que las señaladas a los equipos locales. En definitiva se
comprueba que la importancia de los equipos (deportiva y económicamente) tiene una
cierta “recompensa” por parte de las actuaciones de los árbitros, los cuales soportan
adecuadamente la presión del público local, y se decantan casi siempre hacia los equipos
con mayor peso en la liga.
5.-REFERENCIAS
i
La empresa GECA SPORT S.A. Carretera Fuencarral-Alcobendas Km. 12,450. 28049 Madrid tiene suscrito un convenio de
colaboración con la Universitat de Valencia.
ii
Los dos equipos representan más del 40 por ciento de los ingresos totales de los equipos de la liga.
iii
. Observamos en la Tabla 1 que, en el tiempo de descuento, en ninguno de los 1140 partidos se ha marcado más de un gol.