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A (80 millas)
20 0m illa s
EXCLUSIVO
CARETAS naveg con la patrullera Guardiamarina San Martn, la primera nave de la Marina de Guerra en marcar la presencia peruana en los espacios asignados por la Corte de La Haya.
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Comunicaciones de la Armada de Chile, que anunciaba el zarpe de 6 fragatas desde el puerto de Valparaso hacia la zona en discordia. La Haya fue inevitablemente el plato de fondo durante el almuerzo en alta mar. Cuando el reloj marc las 3 p.m., el director general de Capitanas y Guardacostas, el vicealmirante Jorge Moscoso, dio desde el puerto de Ilo la orden que la tripulacin esperaba: Rumbo al tringulo. El lunes 27, a las 9 de la maana, cuando se dio inicio a la lectura de la histrica sentencia en La Haya, el capitn de navo AP Eugenio Rey Snchez estaba sentado en la mesa principal de la cmara de oficiales con los ojos clavados en el
FOTO: VCTOR CH. VARGAS
Arriba, helicptero Sea King aterriza en la fragata. A la izquierda, el radar monitorea el tringulo.
Cuando Peter Tomka acab de leer el fallo, el grito seco de Viva el Per! tron en el mar de Grau.
La tripulacin madrug el da del fallo. La nave patrulla los dominios martimos desde las costas de Ica hasta el lmite con Chile.
A tarde del martes ltimo, un da despus de conocerse el histrico fallo de La Haya, la patrullera Guardiamarina San Martn arrib al rea martima de 28,356 km2 en el llamado tringulo externo, en las 200 millas del mar peruano. La zona era considerada por Chile como mar internacional, pero con el dictamen de la Corte Internacional de Justicia de La Haya qued absolutamente defini12
CARETAS / ENERO 30, 2014
da a favor del Per. Es la primera nave de la Marina de Guerra en marcar la presencia peruana en el lugar de controversia. En diciembre se la despoj de sus misiles y torpedos (CARETAS 2316). A las 8 de la maana del domingo 26, la nave se encontraba frente a las costas de Matarani. Un da antes por Twitter se supo de la declaracin del capitn Ignacio Mardones, director de
televisor plasma de 21 pulgadas. Lo rodeaban 26 oficiales. Otros 160 marinos, entre ellos 28 mujeres, se agolparon en el comedor de tripulacin frente a otro televisor, como si se disputara la final de un mundial de futbol. Dos horas despus, cuando Tomka acab de leer el fallo, los marinos se unieron en un abrazo y el grito seco de Viva el Per! tron en el mar de Grau.
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