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UNI VERSI DAD I NCA GARCI LASO DE

LA VEGA
FACULTAD DE PSICOLOGIA Y TRABAJ O
SOCIAL

CURSO
INTERNADO

II TEMA
EL ARTE DE SER PADRES

NOMBRE
Zoila Luz Clemente Alipazaga

DOCENTE SUPERVI SOR


M g. Cesar Ruiz Alva

2023
ACERCA DEL LIBRO .

“EL ARTE DE SER


PADRES”
SOBRE EL AUTOR:
Lleva muchos años dedicado a la psicología, incluso antes de acabar la carrera ya estaba colaborando y orientando a
personas, desde hace muchos años trabajo en atención personal, orientación terapéutica y asesoramiento.
Aprendiendo de diversas escuelas y fuentes .
En la actualidad esta enfocado en la Logoterapia que, sobre todo, le aporta una visión diferente del ser humano.
A participado y organizado diversas actividades, charlas, jornadas… y casi desde que recuerda se dedico a escribir.
Por eso ha colaborado con diversas revistas y boletines que le dieron forma a varios de su libros.
El libro “El arte de ser Padres” nos muestra
que ser padres, educar, es la tarea más
apasionante y a la vez más comprometida
en que podemos embarcarnos. Nos aporta
la satisfacción de avanzar en la realización
de nuestro proyecto personal y, en la
misma medida, supone enfrentarnos a un
tema desconocido y para el que nadie nos
ha preparado.
La falta de conocimiento es
desconcertante y procuramos llevar
adelante la educación lo mejor que
podemos, rescatando formas de actuación
que han tenido con nosotros y a las que
volvemos cuando no sabemos hacer las
cosas de otra manera.
APRENDER EN TODO MOMENTO.

La reflexión sobre la forma personal de ser padres la podemos


hacer antes de tener un hijo, como forma de reconocer las
actitudes básicas de que partimos o cuando decidimos tener
descendencia, como forma de establecer una orientación
previsora.
Si ya tenemos los hijos y son pequeños, es una buena ocasión
para repensar actitudes, ellos tienen por delante un mundo de
experiencias por descubrir y vivir, una vida entera; desde el
deseo de ofrecerles lo mejor, comprendemos que reflexionar
sobre formas de ser padres o madres más o menos correctas
es un buen planteamiento, partiendo siempre del deseo de
encontrar un punto que facilite el cambio.
Si el hijo es mayor, es el momento de retomar ciertas actitudes
y ver, desde la experiencia, si son adecuadas o no.
LA INFANCIA, PERIODO DECISIVO.

El hombre, cuando nace, es un ser sin


defensas, pero con un arma muy útil: su
capacidad de aprender. Necesita un marco
donde desarrollarse, terminar el proceso de
maduración física y psicológica. De igual
modo que algunos animales acaban de
formarse fuera del seno materno, el hombre
necesita un “útero social”, un ambiente
propicio, estimulante y protector donde
terminar de prepararse para la vida. Este
lugar es el núcleo familiar, pues cuando
nacemos, lo hacemos en una familia y
venimos, en cierto modo, determinados o con
una serie de expectativas previas sobre
nosotros.
MOTORES DEL DESARROLLO.

1. Tener las necesidades básicas satisfechas. Como base de


cualquier posibilidad de desarrollo y como requisito previo a poder
ni siquiera pensar en aspirar a cumplir otras necesidades,
necesitamos tener satisfechas las básicas. Comida, higiene, afecto
y querer sentirme querido forman parte de ellas.
2. Ser atendido y aceptado por la familia. Éste es un requisito donde
nuestra responsabilidad es directa, porque sí podemos tener
actuaciones que demuestren atención y aceptación o no.
3. Tener un grupo de referencia y de pertenencia. Desde este
presupuesto esencial para nuestro crecimiento, entendemos que
sacrificamos parte de nuestra forma de ser con tal de ser
aceptados por los demás, por la familia, que es de suma
importancia pues permite sentir que es el grupo de referencia y
grupo de pertenencia.
4. Recibir una educación que potencie las capacidades. Frente al
estancamiento, un esfuerzo por ponerse siempre en marcha, por
no perder ritmo. Podemos ilusionar a nuestros hijos con llegar a ser
todo lo que puedan, con aspirar a más.
FORMAR PAREJA.

Buscamos para compartir la vida una persona


que, sin ser demasiado diferente, nos
complemente, aporte a la relación la sal propia
del que es distinto. La relación que tiene el tipo
de padres que somos con la elección de pareja
que haga nuestro hijo es, aunque no
determinante, sí decisiva.
NUESTRA INFLUENCIA.

La educación que damos a nuestros hijos va a ser


definitiva, lo dotamos de una serie de «herencias»
que debe administrar. De cada forma de ser padre
o madre se derivan una serie de ventajas y de
perjuicios para ellos que podemos paliar si las
conocemos.
Podemos plantearnos cómo queremos educar,
porque los aspectos innatos son sólo una parte y
la otra importante es la educación.
De ella dependerá qué haga con sus
capacidades. Si éstas son la herencia, lógica, que
recibe, nuestra educación ha de ser el albacea
que le ayude a administrarla. Con los recursos
que le damos le ensefamosa sacar el máximo
rendimiento a sus potencialidades.
EN RESUMEN

Todos los padres seguimos unas pautas de educación


con los hijos que pueden catalogarse a partir de unos
modelos o patrones de conducta y que se van
aprendiendo y desarrollando a lo largo del
crecimiento y desarrollo de los hijos.
G R A C IA S

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