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Los recibió con una mano amiga.

Reconoció su posición en el reino.

Les mostro la importancia que tienen en


la iglesia.
Los presento como ejemplo, como dignos
a imitar en el buen vivir.

Destaco la inocencia de la que gozan.


Representó la forma de vida sencilla que
llevan.
Invitó a la iglesia a vivir como ellos.
«Ser amorosos, sin
hipocresía, tiernos, libres,
son modos de vida de los
niños que sin duda son
principios ejemplares para el
vivir cristiano».
Jesús señalo dos condiciones para el vivir
cristiano:

1. Dejar de pecar. 2. Vivir como niños.


Disponer un espacio para
intercambiar virtudes.
Conservar la inocencia de
nuestros pequeños.
Incentivar su buen
crecimiento.
Jesús dijo: «el que recibe a un
niño a mí me recibe».
«Entonces dijo:
Les digo la verdad,
a menos que se aparten
de sus pecados y se vuelvan como
niños, nunca entrarán en el reino del
cielo. Así que el que se vuelva tan
humilde como este pequeño es el más
importante en el reino del cielo. Todo el
que recibe de mi parte a un niño
pequeño
como este, me
recibe a mí»
Cuida y disfruta la oportunidad
de sembrar la buena Palabra en
los niños.
Desde muy temprano edifica
instrumentos de honra para
gloria de Dios.
Las diferencias entre niños y
adultos son necesarias en la
iglesia
Un buen trato al niño hace que
vivan una experiencia amigable
con la iglesia.
.

Respeta y valora Esta cerca de los


sus potenciales. niños.

Los ayuda a Los reconoce


diseñar patrones como semillero y
de buen ejemplo terreno para una
para su vida. buena siembra.
Sea ejemplo para los niños, ellos lo son para usted.
Sea amorosos, sin hipocresía.
Demuéstreles ternura.
Enséñeles a vivir libres.
No les señale de malos, no lo son.
Enséñeles el bien que produce la Palabra.
Involúcrelos en las actividades de la iglesia.
«No seas vencido
de lo malo, mas vence
con el bien el mal»

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