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La OTAN y el Pacto

de Varsovia
La OTAN
Pacto de Varsovia
Para los países del Este, el 14 de mayo de 1955 se convirtió en
una fecha clave en su devenir político. La Unión Soviética,
Polonia, Checoslovaquia, la República Democrática
Alemana, Hungría, Rumania, Bulgaria y Albania se unieron
en una alianza, conocida como el Pacto de Varsovia, cuyo
objetivo era poder solucionar de una forma pacífica sus
conflictos internos, apoyar la defensa mutua y dotarse de
seguridad jurídica frente a los países de Europa
Occidental y, sobre todo, frente a la organización militar que
los agrupaba, el Tratado del Atlántico Norte (la OTAN). 
El Pacto de Varsovia
sirvió de palanca para
mejorar la posición
negociadora de la Unión
Soviética en el mundo y,
asimismo, una
oportunidad de seguir
ejerciendo su influencia
en cada uno de los
Estados que componían el
pacto.

El primer ministro de la Unión Soviética Nikolai Bulganin firma el


tratado de ayuda mutua que tomó el nombre de Pacto de Varsovia el 14
de mayo de 1955. 
REPRESIÓN Y CAÍDA
En 1990, con la llegada al gobierno de Mijaíl Gorbachov, la política
internacional de la Unión Soviética daría un vuelco espectacular. 

La Unión Soviética estaba sufriendo una severa crisis alimentaria


que hacía imposible abastecer a una población que no veía con
buenos ojos que su gobierno gastase desmesuradamente en la
carrera espacial mientras no era capaz de mantener la
estabilidad de su economía. 

Con todo, el principal objetivo de Gorbachov era poner fin a la Guerra


Fría y promover un progresivo acercamiento a los gobiernos
occidentales. 

Cuando los países del bloque comunista se convencieron de que


no habría represalias por parte de la Unión Soviética, iniciaron un
rápido proceso de democratización cuyo símbolo principal fue
la caída del muro de Berlín a mediados del año 1989, lo que
provocaría un efecto dominó en el resto de países del bloque.

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