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Los factores ambientales como el tipo de agua (salada o dulce) y la profundidad ayudan a determinar qué organismos pueden vivir en qué ecosistema. Por ejemplo, las ballenas se adaptan mejor al océano que a los ríos debido a que son organismos de agua salada y profunda.
Los factores ambientales como el tipo de agua (salada o dulce) y la profundidad ayudan a determinar qué organismos pueden vivir en qué ecosistema. Por ejemplo, las ballenas se adaptan mejor al océano que a los ríos debido a que son organismos de agua salada y profunda.
Los factores ambientales como el tipo de agua (salada o dulce) y la profundidad ayudan a determinar qué organismos pueden vivir en qué ecosistema. Por ejemplo, las ballenas se adaptan mejor al océano que a los ríos debido a que son organismos de agua salada y profunda.