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PRIMERO

SUEÑO
Marìa Regina Monreal Muñiz
• Fue escrito por Sor Juana Inès de la Cruz alrededor de 1685
• Es el poema más importante de Sor juana según la crítica
• Fue el poema más largo escrito por la poetisa
CARACTERÍSTICAS GENERALES

• Consta de 975 versos


• Tiene versos tanto de arte mayor como de arte menor
• Los versos son de 11 o 7 sílabas
• Contiene multiples metáforas, símbolos eclesiásticos y alusiones mitológicas.
• La autora utiliza el principio estilístico de obscuritas, al igual que Góngora. Este principio puede
ser sin dirección o de dirección imprecisa. En la primera no permite de ningún modo su
comprensión y en la segunda se genera una ambigüedad, de modo que puede leerse de diversas
formas.
EXPLICACIÓN DE LA OBRA

• V. 267-308
• La fantasía iba copiando todas las imágenes de las cosas y el pincel
invisible iba formando todas las figuras mentales como la manera
posible de concebir lo invisible, lo cual era representado y mostrado
por el alma. El alma contemplaba la centella de alto ser, la cual con
grosería y torpeza impide el vuelo intelectual.
• V. 309- 326
• El alma se siente como colocada en la eminente cumbre de un
monte tan alto que el mismo Atlante (que era gigante) no se podía
acercar a la falda del monte por las nubes de la corona de la parte
más alta del volcán que parece un gigante que asalta al cielo y lo
reta a la guerra.
• V. 327-339
• El rápido y veloz vuelo del águila no pudo llegar a la primera región de la altura de la montaña; el
águila se eleva en giros al cielo y bebe los rayos del sol, en tanto que pretende colocar su nido
entre sus luces, y aunque se esfuerza más que nunca en el impulso y va peinando el aire con las
garras, la altura de la montaña es tal, que el águila no alcanza ni apenas la primera sección de la
montaña.
• V. 340-353
• Las dos pirámides, ostentaciones de la vanidad de Menfis y del más
elevado esmero arquitectónico, cuya altura coronada con bárbaros trofeos
sirvió a los Faraones de tumba y de bandera, que al viento y a las nubes (si
no es que más al cielo) daba cuenta de su grande y victoriosa ciudad,
cantaba al cielo las glorias gitanas de Menfis que hacía que la
muchedumbre enmudeciera, inclusive la Fama –quien no cantaba–, a pesar
de que sus proezas aún en el viento y en el cielo estaban impresas.
• V. 354-368
• Las dos pirámides de simetría equilibrada cuya estatura crecía conforme disminuía el ángulo de la
punta, con tanto arte que cuanto más se encaminaba el alma hacia el cielo, quienes la miraban,
aunque su vista fuera de lince, desaparecía entre los vientos, sin permitir mirar la sutil punta.
Después, se hallaba en la base de la superficie de la pirámide para recobrarse del desvanecimiento
con gran pena del atrevimiento.
• V. 369-378
• Los cuerpos opacos de las
pirámides, de frente al sol, nunca
ofrecieron al menos un pequeño
reposo o alfombra, ni un
resguardo de sombra al aliento
fatigado o a los pies flacos de
caminantes calurosos.
• V. 379-390
• Las pirámides, ya sean glorias gitanas o elevaciones profanas,
torpes jeroglíficos de errores cometidos a ciegas, según
Homero, no logra poner de acuerdo a los historiadores en
cuanto a la cantidad de sus historias, aunque sí de su gloria.
• V. 391-399
• Sería más fácil quitarle el rayo fulminante al temido Jupiter, o a Hércules la pesada macana, que
uno de los hemistiquios en los que Apolo dictó la sentencia homérica.
• V. 400-411
• Según la sentencia de Homero, las pirámides fueron solamente
figuras materiales cuyas dimensiones interiores son especies del
alma, que suben su punta de pirámide al cielo como una ambiciosa
llama ardiente. Así, la mente humana imita la figura de la llama y
siempre aspira a la causa primera, punto central al que tienden
todas las líneas rectas para formar la línea circular -la
circunferencia– que contiene, infinita, toda esencia.
• V. 412-433
• Si se compararan los montes con la elevada pirámide mental donde el alma se miró, se hallarían
tan lejanos que cualquiera podría tomar su cima por esfera; pues el ambicioso anhelo de elevar y
hacer cumbre su propio vuelo en la más eminente parte, la encumbró tanto, que creía que estaba en
otra región.
• V. 435- 445
• El alma tiene una elevación casi
sin medida, inmensurable,
suspendida y gozosa, sin temor a
la distancia, porque hubiese algún
obstáculo u objeto interpuesto,
libre de todo lo creado.
• V. 446-453
• El alma quiso enseñar la vista de
todo lo posible a la
comprehensión, quien retrocedió
cobarde, entorpecida con el exceso
de objetos y rebasada por la
grandeza de su potencia.
BIBLIOGRAFÍA

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