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EL EMPRESARIO DE 9 AÑOS QUE CAZÓ

LOS TIBURONES DE SHARK TANK


COLOMBIA

Daniela Andrea Ángel Morales


HISTORIA DE SAMUEL, FUNDADOR DE BUKI
BURBUJAS

El protagonista de esta historia es Samuel Grajales Pineda, quien nació el 11 de abril
del 2012 en Medellín, Colombia.

Samuel vive en sabaneta y creó una empresa con la que vende más de 300 jabones
naturales cada mes, y los distribuye por toda Colombia.
Su vida como emprendedor comenzó en el año 2020, justo cuando se
pusieron en marcha las medidas de aislamiento por el COVID-19.
Samuel, con 9 años de edad y aburrido por tener que estar todo el día en
casa, le comentó a su madre que quería iniciar un negocio para ganar su
propio dinero. Lleno de determinación, buscó en Internet tutoriales para
fabricar jabones naturales y le pidió ayuda a sus padres para conseguir
los materiales que necesitaba. Su padre, Johny Grajales, lo apoyó con un
capital de $300 mil pesos colombianos, para la inversión inicial en
insumos y en materia prima.
Como ya estaba acostumbrado a aprender de forma autodidacta, no tuvo
problemas para seguir los tutoriales y al cabo de pocos días ya había
conseguido fabricar sus primeros jabones.
En la primera producción, que fue de manera artesanal y con la ayuda de
sus padres Johny Grajales y Lorena Pineda, sacó 30 jabones.
Actualmente, cada mes fabrican 350 unidades, reciben pedidos de varias
ciudades del país.
Los jabones de BukiBurbujas vienen en diferentes colores y figuras: hay
osos, carros, unicornios, perros, hipopótamos, triceratops, mariposas.
Están hechos de glicerina 100% natural, extraída de una palma africana.
En su interior traen un juguetico pequeño, para promover, motivar e
incentivar el lavado de manos de niños y niñas, según Samuel.
Guiado por su ambición, Samuel participo en el popular programa Shark
Tank. Allí tendría la oportunidad de presentar su negocio frente a cinco
experimentados inversionistas.
Su objetivo era recaudar $27 millones de pesos colombianos, para
invertirlos en la formalización de su empresa, en la mejora del producto y
en la tecnificación del proceso de producción. A cambio del dinero,
ofrecía el 25% de su empresa.
Una vez recibió el dinero, procedió a gestionar las licencias necesarias
para su empresa y subcontrató una fábrica para ampliar su capacidad de
producción. También, invirtió en mejorar sus empaques y en moldes con
sus propios diseños.

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