las redes sociales y a los medios de comunicación,
pretendiendo así, suplir la soledad emocional que resulta de una vida llena de actividades, distracciones, diversiones y demás. Siendo que la Toráh es un pozo profundo lleno de enseñanzas atemporales, es decir, siempre aplicables, necesitamos mantenernos conectados a ella, llevando a cabo una lectura cíclica (que se repite regularmente cada cierto tiempo), que nos permitirá comprenderla cada vez un poco más.