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Por la señal de la Santa Cruz…

Jesús mi Señor y Redentor…


Creo en Dios Padre Todo Poderoso…
La advocación de la Virgen María que
recordamos hoy es la Virgen de
Guadalupe, venerada en México y
quien se hizo presente a Juan Diego.
Uno de los mensajes más claros de la
Virgen de Guadalupe es que todos
somos iguales ante sus ojos. “El
mensaje de la Virgen de Guadalupe es
liberador, en el sentido de ir con la
gente”, 
Virgen de Guadalupe
Gracias por ser nuestra guía, por iluminar nuestro
camino y por protegernos de todos los peligros.
 
Ayúdanos a resolver nuestros problemas y danos fuerza
para soportar las penas que agobian nuestro corazón,
porque sabemos que para ti no existe lo imposible.
 
Virgen Santa , le pedimos a tu misericordioso corazón,
lleno de amor, magnanimidad y dulzura, que nos
muestre el camino a seguir para enfrentar nuestros
difíciles problemas, angustias y penas.
 
Santísima Virgen de Guadalupe, en ti confiamos
 
En tus benditas y santas manos encomendamos
nuestras vidas, nuestra fe, nuestra esperanza, en el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
 
Amén.
Misterios luminosos
¡Oh Dios!, tú único Hijo nos ha conseguido con su
muerte y resurrección los bienes de la salvación
eterna: concédenos que, venerando estos misterios
en el Santo Rosario de la Virgen María, imitemos
aquello que contienen y obtengamos aquello que
prometen.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

Hoy contemplaremos los misterios de la luz. Cada uno


de estos misterios revela el Reino ya presente en la
persona misma del Señor Jesús. Si bien todo el
misterio de Cristo es Luz, ya que Él es la Luz del
mundo, esta dimensión se manifiesta sobre todo en
los años de la vida pública, cuando el Señor anuncia
el Evangelio del Reino.
Misterios luminosos
En el primer misterio luminoso se contempla el Bautismo
de Jesús en el Jordán. Señor, Dios nuestro, cuyo Hijo se
manifestó en la realidad de nuestra carne; concédenos poder
transformarnos interiormente a imagen de aquel que hemos
conocido semejante a nosotros en su humanidad.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

En el segundo misterio luminoso se contempla la auto


revelación de Jesús en las Bodas de Caná. Señor, Padre
Santo, que, por admirable designio, quisiste que la Virgen
santa interviniese en los misterios de nuestra salvación;
concédenos te rogamos, que dóciles a las palabras de la
misma Madre de Cristo, hagamos todo lo que tu Hijo enseñó y
ordenó en su Evangelio.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Padre nuestro…
Dios te salve María…
Santísima, Madre Virgen de Guadalupe
R/ En tus manos encomendamos nuestra vida para que nos
alientes
Oh Jesús mío…
Misterios luminosos
En el tercer misterio luminoso se contempla el
anuncio del Reino de Dios invitando a la
conversión. Señor Dios nuestro, que, en la
Bienaventurada Virgen María, nos diste el modelo del
discípulo que fielmente guarda las palabras de vida;
te rogamos que abras nuestros corazones para
escuchar las palabras de la salvación, y así, por el
poder del Espíritu Santo, resuenen a diario en
nosotros y produzcan abundantes frutos de
conversión y santidad.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Padre nuestro…
Dios te salve María…
Santísima, Madre Virgen de Guadalupe
R/ En tus manos encomendamos nuestra vida para que
nos alientes
Oh Jesús mío…
Misterios luminosos
En el cuarto misterio luminoso se contempla la
Transfiguración. Oh Dios, que en la Transfiguración de tu
Unigénito confirmaste los misterios de la fe con el
testimonio de los profetas, y prefiguraste maravillosamente
nuestra perfecta adopción como hijos tuyos; concédenos,
te rogamos que, escuchando siempre la palabra de tu Hijo,
el predilecto, seamos un día coherederos de su gloria.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

En el quinto misterio luminoso se contempla la


Institución de la Eucaristía. Oh, Dios, que en la Santa
Eucaristía nos dejaste el memorial de tu pasión; te pedimos
nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios
de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos
constantemente en nosotros el fruto de tu redención.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Padre nuestro…
Dios te salve María…
Santísima, Madre Virgen de Guadalupe
R/ En tus manos encomendamos nuestra vida para que nos
alientes
Oh Jesús mío…
Concluimos el rezo del Santo Rosario dirigiéndole a
Nuestra Madre, con amor filial, el rezo de la Salve:
Dios te salve, Reina y Madre...
 
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos,
gocemos siempre de salud de cuerpo, mente y
espíritu, y por la intercesión de Santa María, la Virgen,
líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos
las alegrías del cielo.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Santísima Virgen María, madre de gracias y madre de


misericordia, no permitas que ofendamos a vuestro
divino hijo durante este día, y para eso danos tu santa
bendición

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


Amen

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