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Lección 8 para el 19 de febrero de 2022

JESÚS, EL MEDIADOR DEL NUEVO PACTO


Pablo nos presenta a Jesús como “fiador” y
“mediador” de un “mejor pacto” (Heb.
7:22; 8:6).
¿Es éste un pacto mejor y completamente
nuevo, o una versión mejorada del antiguo?
¿Era imperfecto el pacto de Dios con Israel? ¿El nuevo
pacto deroga los Diez Mandamientos y coloca otra ley en
su lugar?
Un pacto nuevo.
Aspectos nuevos.
Aspectos renovados.
Un pacto mejor.
Mejor mediador.
Mejores promesas.
Mejor corazón.
ASPECTOS NUEVOS
“Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a
causa de su debilidad e ineficacia” (Hebreos 7:18)
El nuevo pacto se basa en un cambio de ley
(Heb. 7:12, 19, 22). La pregunta que nos
debemos hacer es: ¿qué mandamiento fue
abrogado para dar paso al nuevo pacto?
De los textos anteriores se deduce claramente
que la ley débil e ineficaz es la ley de los
sacrificios. Débil porque sus mediadores eran
débiles (Heb. 7:28). Ineficaz porque no podía
perfeccionar a los adoradores (Heb. 10:1, 4).
El nuevo pacto se basa, pues, en un nuevo sacrificio
y un nuevo sacerdocio (Heb. 10:10). Sacrificio
perfecto y sacerdocio eterno que brindan salvación
eterna (Heb. 7:25).
ASPECTOS RENOVADOS
“Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos
días, dice el Señor: pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las
escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo” (Hebreos 8:10)
¿En qué aspectos es nuevo este pacto?
El pacto de Dios con nosotros
NUEVO PACTO ANTIGUO PACTO consiste en una relación renovada. Es
un pacto eterno, firmado con la
“Pondré mis leyes en “Estarán […] entre tus sangre de Jesús. Es un pacto lleno de
la mente de ellos” ojos” (Dt. 6:8) bendiciones y exento de maldiciones.
“Sobre su corazón las “estarán sobre su
escribiré” corazón” (Dt. 6:6)

“Seré a ellos por “Seré su Dios”


Dios” (Éx. 29:45)

“Ellos me serán a mí “Vosotros seréis mi


por pueblo” pueblo” (Lv. 26:12)
MEJOR MEDIADOR
“Por tanto, Jesús ha llegado a ser el que garantiza un pacto superior” (Hebreos 7:22 NVI)

El antiguo pacto tenía un


mediador fiel: Moisés (Heb. 3:5).
Él hablaba con Dios cara a cara, y
reflejaba su gloria (Éx. 33:11;
34:29).
Jesús es el mediador del nuevo pacto (Heb. 8:6). Él ES la Palabra
de Dios, y ES la gloria de Dios (Jn. 1:14).
Jesús se coloca en medio, entre Dios y la humanidad, y garantiza
que, tanto la humanidad como Dios, cumplirán el pacto.
Con su muerte, satisface las demandas del pacto
que nosotros quebrantamos (Heb. 9:26).
Garantiza que se cumplirán las promesas divinas
(2Co. 1:19-20).
MEJORES PROMESAS
“Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de
un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas” (Hebreos 8:6)
El pacto de Dios con Israel se basaba en promesas.
Promesas humanas y promesas divinas, firmadas
con sangre (Éx. 24:7-8; Dt. 7:13).
Israel prometió obedecer, y falló. Jesús, sin
embargo, prometió obedecer y lo hizo (Heb. 10:7).
Al aceptar la sangre del nuevo pacto, cumplimos
las promesas del pacto a través de Aquel que las
cumplió por nosotros (Heb. 10:10).
El pacto eterno (antiguo o nuevo) se basa en la
perfecta obediencia a la Ley de Dios. Por tanto, las
bendiciones de Dios son para aquel que obedece.
Por eso, Jesús recibe las bendiciones y las entrega a
aquellos que estamos “en Cristo” (Ro. 8:1).
MEJOR CORAZÓN
“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de
vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra,
y os daré un corazón de carne” (Ezequiel 36:26)
El nuevo pacto implica que las leyes divinas se instauran
en la mente y se escriben en el corazón (Heb. 8:10).
Pero nuestros pensamientos y nuestras decisiones no
nos llevan a guardar la ley. ¿Cómo resolver este
problema? ¿Cambiamos la ley o cambiamos la mente y
el corazón?
Algunos piensan que Dios quitó la ley para que podamos
entrar en pacto con Él. Pero Pablo nos dice claramente que
el problema no está en la ley, sino en la mente y en el
corazón.
Por eso, Dios nos da el Espíritu Santo para transformar y
mejorar nuestra mente y nuestro corazón (Ezequiel 36:27).
“Bajo el nuevo pacto, las condiciones
mediante las cuales se puede obtener
la vida eterna son las mismas que en el
pacto antiguo, a saber, obediencia
perfecta... En el nuevo y mejor pacto,
Cristo ha cumplido la ley en favor de
los transgresores de ella, si lo reciben
por fe como Salvador personal”
E. G. W. (La maravillosa gracia de Dios, 8 de mayo)

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