Está en la página 1de 51

Naturaleza,

Estructura y Valoración de
la Acción Moral
Concepto
de
Acción Moral
• Acción moral: acciones o actos humanos que la
persona elige realizar o no realizar, realizarlos de un
modo o de otro.

• Las acciones humanas proceden de la deliberación de la


razón y de la libre voluntad.

• Se distinguen de los actos del hombre, que se realizan


sin la intervención de la voluntad (por ejemplo la
digestión, etc).

• Lo que califica la acción humana, y por tanto la acción


moral, es el hecho de que sea voluntaria.
Definición de acción voluntaria
Procede de un principio intrínseco
•La voluntad es una facultad operativa del sujeto que obra.
•Los actos nacen del interior del hombre.

Acompañada del conocimiento formal del fin


•El sujeto conoce aquello por lo cual el realiza la acción, y lo
conoce como objeto de su obrar.
•Valora su conveniencia; el conocimiento ponderado del
objeto es el origen y la causa del obrar.

“Fin” expresa el objeto propio de los actos de la voluntad


•El objeto de cualquier acto de la voluntad se llama fin
La voluntariedad

•Tendencia de la voluntad hacia el fin.


•El objeto de la voluntad es el bien (cosa,
acción, ideal o persona) reconocido como tal
por la inteligencia.

•El bien en cuanto objeto de la voluntad es


llamado fin.
Características de la voluntariedad

• Es consciente: porque incluye en su intima estructura un


juicio intelectual, que proyecta y valora como bien la acción
o aquello que a través de la acción se alcanza.
• Es guiada y ordenada por la razón
• Es activa: es una decisión y no un movimiento reactivo.
Acciones libres de las cuales el sujeto es dueño y
responsable.
• Es autorreferencial: cada determinación de la voluntad
hacia el objeto es siempre autodeterminación.

La acción voluntaria encierra en si misma una intención, un


objeto, un propósito consciente, activo, guiado y valorado por
la razón, en el que el ser moral de la persona resulta
englobado.
Acciones voluntarias elícitas e
imperadas
Elicitas
• Acciones voluntarias realizadas directamente por la
voluntad (amor, odio, etc.).
• La persona como centro espiritual toma posición ante un
objeto.

Imperadas
•Actos realizados inmediatamente por una facultad
diferente de la voluntad (inteligencia, brazos, ojos) bajo
la influencia y la moción de la voluntad (leer u libro,
golpear la mes, prestar atención).
• Los actos elícitos tienen una gran trascendencia moral,
puesto que son el principio y el fundamento de los actos
imperados.

• El acto elícito es el que se debe considerar moralmente


bueno o malo por esencia, mientras que el acto
imperado lo es por su participación en el acto elícito.

• La descripción moral de las acciones debe captar, en la


medida de lo posible, lo que anima al acto imperado.

• Cuando están presentes los dos tipos de obrar, existe


entre ellos una interacción mutua y los dos son
necesarios para emitir el juicio moral.
Los diversos tipos de objeto
de la voluntad
Objeto directo de la voluntad

• Es el bien (real o aparente) presentado por la razón.


• El fin en su acepción mas rigurosa es lo que se
presenta como bien deseable en si mismo.

• Una vez conseguido el fin que ha dado origen a un


acto de voluntad, este acto voluntario termina.

• Fin es lo que se considera como bueno o apetecible


en si mismo, y es querido o realizado por si mismo.
• Una acción o una cosa puede ser considerada como
buena en si misma porque es honesta o porque es
deleitable.

• Bien honesto: lo que es querido en si mismo por ser


objetivamente bueno y digno de ser amado (esta dotado
de un valor objetivamente relevante).

• Bien deleitable: lo que es querido en si mismo porque


causa en mi una resonancia afectiva positiva (placer,
satisfacción, alegría, etc.)

• Bien útil o finalizado (es un medio): no es querido en


si mismo, sino en función del fin para cuya consecución
resulta útil.
Objeto indirecto de la voluntad
• El objeto o efecto indirecto es una consecuencia de la acción
que no interesa ni es querida de ningún modo, pero es
prevista y permitida pues esta inevitablemente unida a lo que
se quiere.

• Es importante distinguir el objeto indirecto (o acción voluntaria


indirecta) del objeto querido directamente como medio.

• Para que el efecto previsto de una acción pueda ser


considerado objeto indirecto de la voluntad, tal efecto no
puede ser la causa de la consecución o realización de lo que
realmente interesa.

• El efecto indirecto no es querido, sino permitido, tolerado o


soportado.
Estructura discursiva del
obrar voluntario
Intención

• Acto elicito de la voluntad que consiste en el querer


eficaz de un fin que, en su realidad fáctica, esta distante
de nosotros, de modo que no resulta inmediatamente
realizable o alcanzable.

• Se logra mediante una serie de acciones finalizadas a el.


• Este fin, que es el objeto de la intención, ha sido llamado
finis operantis.

• La intención es el acto finalizador por excelencia.


Elección

• Acto elicito de la voluntad que tiene por objeto la acción


inmediatamente realizable en vista del fin intentado.

• El objeto de la elección es la acción finalizada que


inmediatamente puedo ejecutar o no ejecutar, realizar de
una manera o de otra.

• La elección presupone: deliberación y juicio practico, y


supone el acto de intención.

• El objeto de la deliberación y de la elección no puede ser


un fin.
Relación entre intención y elección
• La intención indica la orientación inicial del comportamiento, es su
motor. Refleja la disposición de animo de la persona agente.

• Desde el punto de vista de la acción la intención supone la


incoación interior del comportamiento, que culmina en la elección.

• La intención es un principio al cual hay que añadir un recto


discernimiento sobre el modo concreto de realizarla.

• La elección, presuponiendo y conservando el significado ético de la


intención, le añade nuevos elementos; la intención se hace realidad
a través de elecciones apropiadas.

• El acto propio y principal de la virtud es la recta elección, porque la


virtud requiere no solo la buena intención sino llevar a cumplimiento
la intención a través de decisiones rectas.
Valoración moral de la acción
voluntaria:
Fuentes de la moralidad
Objeto moral
• Intento, mira o propósito deliberado de la acción humana
(finis operis), considerado bajo su perfil moral, esto es,
en relación con las virtudes y los vicios.

• El objeto elegido es el bien hacia el cual tiende


deliberadamente la voluntad. Es la materia de un acto
humano.

• El objeto elegido especifica moralmente el acto del


querer, según que la razón lo reconozca y lo juzgue
conforme o no al bien verdadero.

• No se puede confundir con la simple descripción física


de la acción ni con sus efectos.
•Para conocer el objeto moral de un acto es
necesario situarse en la perspectiva de la
persona que actúa.

•El objeto moral de la acción es el contenido


inteligible que especifica moralmente una
elección deliberada, un libre obrar humano y no
un acontecimiento, un proceso físico o un
resultado obtenido.
Fin
• Es el objetivo al cual el agente ordena su actuar, lo que
quiere conseguir por medio de la acción o acciones
escogidas; es el motor principal de la acción.

• Es el termino primero de la intención y designa el objetivo


buscado en la acción.

• El Evangelio pone de manifiesto el significado moral de la


intención que impulsa a obrar:

“Lo que sale de la boca viene de dentro del corazón, y eso es lo


que contamina al hombre. Porque del corazón salen las
intenciones malas, asesinatos, adulterios …” (Mt 15, 18-19).
• Es erróneo separar el fin de las elecciones concretas. El fin se
realiza y manifiesta a través de ellas.

• El fin y el objeto son elementos de una única acción: en el obrar


humano están simultáneamente presentes el fin querido y la
elección destinada a realizarlo.

• Las intenciones interiores se muestran a través de sus frutos


(obras exteriores):

“Por sus frutos los reconoceréis” (Mt 7, 20)


“No todo el que me diga Señor, Señor entrara en el Reino de los
Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial” (Mt 7,21)

• Al amor, a la buena intención, siguen las obras buenas.


Las circunstancias

• Conjunto de elementos secundarios que influyen en la


moralidad del acto humano: condiciones personales y
ambientales, aparición de motivos secundarios, tiempo o
lugar donde se realiza la acción.

• Componentes del acto humano de valor moral


secundario.

• La consideración de las circunstancias morales permite


llegar al hombre concreto, que obra en su propio
ambiente y en la continuidad de su existencia temporal.
• Según Santo tomas de Aquino se pueden agrupar en:
Circunstancias relacionadas con el objeto moral:
- tiempo (quando)
- lugar (ubi)
- cantidad del objeto (quantum)
- efectos (quid)

Circunstancias relacionadas con el agente:


- condición del agente que actúa (quis)
- modo de actuar (quomodo)
- medios empleados (quibusauxiliis)
- motivos circunstanciales (cur)
La doctrina eclesial sobre las
fuentes de la moralidad

“El acto moralmente bueno supone a la


vez la bondad del objeto, del fin y de las
circunstancias” (Catecismo n. 1760)
Carácter fundamental de la
moralidad según el objeto
• “La moralidad del acto humano depende, sobre todo y
fundamentalmente, del objeto elegido racionalmente
por la voluntad deliberada” (Veritatis splendor n. 78)

• Si una acción fuere moralmente desordenada por su


objeto, seria “intrínsecamente mala”: ni las ulteriores
intenciones del que actué, ni las circunstancias podrán
hacerla moralmente buena.

• La Iglesia afirma que existen acciones “intrínsecamente


malas”.
• El Apóstol Pablo afirma de modo categórico:
“¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los idolatras, ni los
adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los
ladrones, ni los borrachos, ni los avaros, ni los ultrajadores, ni
los rapaces heredarán el Reino de Dios” (1 Co 6,9-10).

• “Hay que rechazar la tesis de las teorías teleológicas y


proporcionalistas, según la cual seria imposible calificar como
moralmente mala según su especie la elección deliberada de
algunos comportamientos o actos determinados
prescindiendo de la intención por la que la elección es hecha
o de la totalidad de las consecuencias previsibles de aquel
acto para todas las personas interesadas” (Veritatis
splendor n. 79)
Tipología moral del objeto
• Según su objeto los actos humanos son:
Buenos: actos en si mismos conformes a una virtud (rezar,
ayudar al prójimo)

Malos: actos en si mismos contrarios a la virtud (robo, adulterio,


etc.)

Indiferentes: actos que en si mismos no poseen una especifica


razón de conformidad o disconformidad con la virtud, pero que
poseen una cierta calificación moral. Actos ilícitos que para que
sean realmente buenos, han de proceder de una voluntad buena
y ser ordenados a Dios por el agente que los realiza.
• En realidad no existen actos indiferentes “en concreto”.
“El que no esta conmigo, esta contra mí” (Lc 11, 23)

• La fuente de discernimiento moral se encuentra en la


razón humana; la razón reconoce y distingue el bien del
mal, la virtud del vicio.

• La capacidad natural de la razón se halla reforzada por


la Revelación, que confirma las enseñanzas de la recta
razón y la instruye en lo que se refiere a los bienes
sobrenaturales.

• El Magisterio de la Iglesia constituye una ulterior ayuda


para distinguir las acciones buenas de las malas.
La función del fin
• La cualidad moral del fin por el cual la acción es elegida,
influye sobre su moralidad de un modo diverso según la
calificación moral del objeto.

• Las acciones que por su objeto son indiferentes se


convierten en buenas o malas a causa del fin.

• Las acciones buenas por el objeto, a causa del fin, se


convierten en:

- más buenas
- menos buenas
- malas
• Una acción mala por el objeto puede empeorar o disminuir
su malicia a causa de la intención; pero nunca puede llegar
a ser buena.

• Si los actos son intrínsecamente malos, una intención


buena o determinadas circunstancias pueden atenuar su
malicia, pero no pueden suprimirla; son actos
irremediablemente malos.

• Las circunstancias o las intenciones nunca podrán


transformar un acto intrínsecamente deshonesto por su
objeto en un acto subjetivamente honesto o justificable
como elección.

• La conformidad entre la intención y la elección es una


exigencia de la coherencia interior de la persona que
La función de las circunstancias
• La moralidad del actuar humano no solo depende del fin y del
objeto, sino también de las circunstancias morales.

• Las circunstancias morales se comportan como accidentes


del acto moral, cuya moralidad sustancial le viene del objeto y
del fin.

• Las circunstancias aumentan o disminuyen la bondad o


malicia del acto, sin convertir nunca un acto bueno en malo ni
un acto malo en bueno, y sin cambiar la especie moral o
teológica.

• Las circunstancias no pueden modificar la calidad moral de


los actos; no pueden hacer ni buena ni justa una acción que
de suyo es mala.
La acción del doble efecto
Principios para la valoración moral
• La teología propone algunas condiciones que han de ser
conservadas para que sea licito ejecutar (u omitir) una acción
cuando provoca también un efecto inmoral:

a) El acto realizado ha de ser en si mismo bueno, o al menos


indiferente: la moralidad de la acción en si misma tiene prioridad sobre
la moralidad de los efectos.

b) El efecto bueno no se debe conseguir a través del malo: no


debemos hacer el mal para que venga el bien.

c) La persona ha de buscar directamente el efecto bueno y aceptar de


mala gana o tolerar el efecto malo.

d) Que haya proporcionalidad entre el bien que se intenta y el mal que


se tolera.
Imputabilidad moral de las
consecuencias
• La relación entre el acto moral y sus efectos puede ser
muy compleja. Las posibilidades desde el punto de vista
moral son:

- Acto bueno con efectos buenos (algo licito)


- Acto bueno con algún efecto malo (acción de doble efecto
propiamente)
- Acto malo con efectos buenos o al menos lícitos (el objeto
por si mismo descalifica moralmente el acto)
- Acto malo con efectos malos (aumentan la malicia del
acto)
• Las consecuencias tienen relieve moral en la medida que son
o debieran ser previstas y voluntarias.

• Previsión: las consecuencias tienen relieve moral si han sido


previstas o deberían haberlo sido en cuanto eran previsibles.

• Voluntariedad: no basta el aspecto previsible de los efectos


para que el agente sea responsable de ellos; es necesario
que las consecuencias sean en cierto modo queridas. Se
debe distinguir entre las consecuencias moralmente buenas y
malas:

- para que el efecto bueno tenga relieve moral ha de ser querido


de alguna manera.
- el efecto malo, al contrario, tiene relieve moral aunque solo sea
permitido.
Criterios concretos de imputabilidad

Conexión con el acto

•Si los efectos siguen al acto per se, o al menos


in pluribus los efectos deberían ser previstos y
por tanto moralmente imputables.

•Si los efectos siguen al acto per accidens o in


paucioribus, no son imputables al agente.
Naturaleza de los efectos

• Si las consecuencias son buenas se requiere una cierta


intencionalidad positiva, pues sin un mínimo de voluntariedad
no hay responsabilidad.

• Los efectos malos son imputables no solo cuando son


buscados directamente, sino también cuando no son
explícitamente impedidos, debiendo y pudiendo hacerlo.
Para que los efectos malos sean imputables, además de la
posibilidad de preverlos:
- hay que tener la posibilidad de evitarlos, no ejecutando la
acción o impidiendo las repercusiones malas.
- es necesario que se esté obligado a impedirlo, no basta que
sea posible evitarlo, sino que sea necesario hacerlo.
La integridad psicológica de la
acción humana y su
imputabilidad moral
Noción de imputabilidad moral

• Es la cualidad que una acción tiene de ser atribuible o,


mas exactamente, el estado del hombre en cuanto
sujeto de la acción, en virtud de la cual esta acción le
puede ser atribuida como autor.

• Si la acción puede ser atribuida como merito o culpa


moral, tenemos la imputabilidad moral.

• Solo las acciones libres son moralmente imputables.


Conocimiento e imputabilidad moral
Advertencia y tipos de advertencia

• Acto mental por el cual la persona se da cuenta de lo


que se dispone hacer o de lo que esta haciendo y de la
moralidad de su acción.

• Hay que tener presente las siguientes distinciones:


- por la intensidad
- por la modalidad
- por la actualidad
- por la amplitud
Advertencia
Por la intensidad

• Mayor o menor percepción del acto o de su moralidad


por parte del agente

• Advertencia plena: la persona es claramente


consciente de lo que hace y de su significado moral

• Advertencia parcial o semiplena: alguna circunstancia


dificulta, sin anularla, la plena conciencia

• Inadvertencia: una circunstancia anula totalmente ese


conocimiento
Advertencia
Por la modalidad

• Diversa formalidad de lo que se advierte


• Advertencia (o inadvertencia) de la ley: saber (no
saber) que determinado acto esta regulado por una
ley moral

• Advertencia (o inadvertencia) del hecho: ser


consciente (o no serlo) de un acto concreto, cuya
ley se conoce
Advertencia

Por la actualidad

•Advertencia actual: se es consciente del acto y


de su moralidad en el momento en que el sujeto
lo ejecuta.

•Advertencia virtual: la que tiene una poersona


que precedentemente tuvo advertencia actaul
de lo que iba a realizar y que aun influye en el
acto, pero que no es actual en el momento de
realizarlo.
Advertencia

Por la amplitud

•Advertencia distinta (o clara): cuando se


advierte de manera precisa las particularidades
eticas del acto.

•Advertencia genérica (o confusa): cuando se


advierten solamente la bondad o malicia, sin
distinguir exactamente la moralidad especifica
de lo que se hace.
Principios morales sobre la
advertencia

• Una acción es moralmente imputable si se realiza, al


menos, con advertencia virtual, pues esta es suficiente
para garantizar la libertad del acto.

• La advertencia genérica de la moralidad es suficiente


para el acto moral. Se trata de un conocimiento que
distingue netamente el bien del mal.

• La advertencia semiplena disminuye la libertad y por


tanto la imputabilidad del acto.
Conocimiento e imputabilidad moral
Ignorancia

• Desde el punto de vista moral significa la falta de ciencia


debida.

• Esta relacionada con la inadvertencia, pero no se


identifica con ella.

• El conocimiento de las circunstancias de la acción y de


su moralidad es erróneo.

• Se considera buena la acción que en realidad es mala o


viceversa.
Voluntariedad e imputabilidad moral

• Acción no-voluntaria: indica la simple ausencia de


voluntariedad. La causa mas frecuente es la ignorancia de las
circunstancias concretas de la acción, principalmente de su
objeto.

• Acción involuntaria: acción contraria al acto voluntario o a la


disposición habitual de la propia voluntad. Procede
frecuentemente de la violencia, pero puede derivar de la
ignorancia de las circunstancias concretas de la acción.

• Acciones mixtas: acciones libres pero que no responden a una


libre iniciativa de la persona. Proceden de la voluntad pero se
realizan a causa de una situación difícil en la cual el sujeto se
encuentra y venciendo cierta repugnancia, pues se oponen a
sus deseos. No se harían fuera de esa situación.
Voluntariedad e imputabilidad moral

• Consentimiento: elemento esencial de la


voluntariedad. Libre tendencia de la voluntad hacia el
bien presentado por la inteligencia.

• El consentimiento se refiere tanto a la intención del fin


cuanto a la elección de las acciones finalizadas.

• Tipos de consentimiento: por el grado y por la


actualidad.
Tipos de consentimiento
Por el grado de consentimiento:

• Consentimiento perfecto: la voluntad se adhiere plenamente


al acto. La perfección se supone cuando hay plena
advertencia y no hay coacción o violencia.

• Consentimiento imperfecto: adhesión parcial de la voluntad,


porque esta no se adhiere plenamente al objeto o porque
sigue a una advertencia semiplena.

Por la actualidad del consentimiento:

• División análoga a la de la actualidad de la advertencia pero


referida a la voluntad y no al conocimiento.
Principios morales sobre el
consentimiento
• El consentimiento perfecto implica una imputabilidad plena del
acto humano.

• Existe imputabilidad moral aun cuando el consentimiento sea


imperfecto. Un consentimiento imperfecto disminuye la
moralidad positiva o negativa del acto.

• El pecado mortal, que tiene una malicia y unas consecuencias


gravísimas, requiere el consentimiento perfecto.

• La realidad de nuestra naturaleza libre implica que con la normal


advertencia y si no existe coacción externa, el consentimiento
sea perfecto cuando el acto se realiza externamente.
• En los actos puramente internos es mas difícil apreciar la
perfección o imperfección del consentimiento; en estas
circunstancias existen algunas señales que pueden ayudar
a reconocer el grado de consentimiento en caso de duda:

- un consentimiento que cambia la profunda actitud personal,


debe ser claro para que sea perfecto

- con advertencia semiplena, el consentimiento se presume


imperfecto, incluso aunque el acto sea externo
- si es fácil realizar el acto exterior y no se ejecuta, ha de
suponerse un consentimiento imperfecto

También podría gustarte