Noé: maldijo a su hijo por un pecado del cual él fue la causa. Abrahan: expulsó a su hijo Misael de su tienda. Isaac: practicó el favoritismo. Jacob: Tuvo preferencia por un hijo sobre los demás. Saúl: fue iracundo con su hijo Jonatán. David: Dio mal ejemplo a sus hijos, aún guerreó con uno de ellos. Etc.etc. En primer lugar, tenemos que aceptar que la mente y el alma de un niño es como cemento fresco, cualquier acontecimiento o vivencia dejará huellas en esa mente en formación, sean buenas o dañinas, aunque no nos lo parezca de esa manera. En mayor o menor medida, ninguno de nosotros tuvimos o tenemos padres perfectos, y tampoco nosotros lo somos. Pero es la realidad que algunos padres, debidos a diversos factores que vamos a enumerar, en ocasiones dejan huellas negativas en el mente y el alma de los niños que repercuten en su edad adulta. Aprender a reconocerlas es comenzar a sanar. Factores: -Costumbres -Tradiciones -Cultura y Religión -Ignorancia -Pobreza -Estrés y cansancio -Pero sobre todo sus propios traumas, huellas o heridas mal sanadas. Actitudes bíblicas. 1-Si los padres son demasiado abusivos o peligrosos es mejor apartarse de ellos y de su influencia, así como apartar a los niños. 2 de Timoteo 3:5 Honrar es : mostrar respeto a una persona, sobre todo si está en posición de autoridad. Honrar es: velar por sus necesidades materiales y de otro tipo. Honrar es: referirse a esa persona con palabras decentes y no maldecir ni ofender. Honrar es: no agredir de ninguna manera. Honrar es: otorgar misericordia, amor, gracia y perdón. Llénate de YHWH y brínda estos dones gratuitos Honrar no es: hacer idolatría de los padres. Honrar no es: obediencia ciega o extrema, sobre todo si es adulto. Honrar no es: justificar lo malo ni ser cómplice de la maldad. Decir la verdad apropiadamente. Honrar no es: no poner límites con los padres. Permitir que irurmpan en nuestra vida quitándonos estabilidad y paz.