LECTURA BÍBLICA APOC.

14:6-12
Vers. 6
Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el
evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la
tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo
Vers. 7
Diciendo a gran voz: Temed a Dios y dadle gloria, porque
la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el
cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas…
DOS GRANDES TEMAS EN LA BIBLIA

1. Adoración Base Iglesia

Diez mandamientos
2. Gratitud primitiva
MENSAJE DE LOS TRES
ÁNGELES
“Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su

juicio ha llegado; y adorad a Aquel que hizo el

cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”

(Ap. 14:6-12).
BASE TEOLÓGICA
La razón básica para adorar:

“Dios es el Creador, y nosotros somos sus

criaturas” (Gn. 1:26, 27; 2:7). La adoración al

creador está relacionada con el factor tiempo.

BASE TEOLÓGICA
La adoración está relacionada con el tiempo.

Esta relación debería ser un memorial al bendecir y

santificar el sábado, el tiempo como símbolo funda-
mental de la adoración, veinticuatro horas, repetitiva
cada siete días (Gn. 2:1-3).
 La adoración es altamente personal

“No tendrás dioses, no te harás imagen, no te

inclinarás y no tomarás el nombre de Dios en

vano” (Ex. 20:3-7). Indica, que Él se dio a sí

mismo como compañero de Adán y Eva. La

relación era cercana” (Gn. 2:4-8; 3: 8).

 • Al salir del arca, a Noé se lo describe
como adorando a Dios (Gn 8:20).

• Abraham probó su fe en el monte

Moria, con su hijo Isaac (Gn. 22:1-5).

Los patriarcas y
la adoración
“El culto y la adoración en la época de los patriarcas era una

respuesta del hombre a un encuentro personal con Dios. El

hombre adoraba, no para apaciguar a un Dios al cual temía. Sino

para expresar su gratitud y amor al Dios que se le había revelado.

RECONOCIMIENTO Y GRATITUD POR LA PROVISIÓN DIVINA

Las peripecias de Jacob desde que salió de la casa de

su padre como fugitivo, le llevaron a reconocer la
dirección de Dios (Gn. 27:43-45).

Dios se presenta a Jacob como Aquel que poseía el

poder necesario para darle su bendición. Le prometió
proveer para sus necesidades físicas: “pan y agua”.
•La soberanía de Dios se manifiesta en la estructura de sus promesas: “Yo estoy
contigo”, “Te guardaré por dondequiera que fueres”, “Te volveré a traer a esta tierra”
(Gn. 28:15).

Jacob dijo: “De todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti” (Gn. 28: 22).
Reconoció que el fruto de la tierra habría de ser siempre un regalo de Dios.
•No sería dueño de alguna cosa, él debía ser mayordomo del Señor. Devolver la
parte del Señor, sería una expresión de gratitud. Un reconocimiento de su
dependencia de Dios.
Todo mundo hacemos votos.
La adoración es una respuesta reverente a la
Votos y compromisos que llevan presencia de Dios
en sí un sentido de formalidad.

• Bautismo
• Matrimonio
• Temperancia
• Dadivosidad personal
• Devolución de los diezmos
LA ADORACIÓN Y LA GRATITUD

Las realizaciones personales, son los dioses que han seducido a

los hombres a adorarse a sí mismos, lo que provoca falta de
adoración y gratitud al que todo provee. En vista del inminente
juicio, Dios ordena la adoración al Creador y prohíbe la adoración
a entidades usurpadoras descritas en apocalipsis como la
“bestia y su imagen”.
LA ADORACIÓN Y LA GRATITUD
“La adoración sabática (El tiempo), es el punto de unión entre las
edades. Dios ha llamado a su iglesia en este tiempo, como llamó
al antiguo Israel, para que se destaque como luz en la tierra. Como
poderosa hacha de la ver- dad el mensaje de los tres ángeles la ha
separado de las iglesias y del mundo para colocarla en sagrada
proximidad a sí mismo. La ha hecho depositaria de su ley y le ha
confiado las grandes verdades de la profecía para este tiem- po.
Como los santos oráculos confiados al antiguo Israel, son un
sagrado cometido que ha de ser comunicado al mundo”. 2 JT. 156.
El sábado fue diseñado particularmente

para que los aspectos más sociables de

la religión pudieran encontrar pleno

desarrollo y ejercicio. “Seis días tra-

bajará, más el séptimo día de santa

convocación:”
 CONCLUSIÓN
La verdadera adoración surge del contacto de nuestras almas con Dios. El se nos
acerca, buscando nuestra amistad.

Dios ha provisto un camino para que nos acerquemos a él, en respuesta a las
invitaciones de su amor. Este camino es a través del santuario; allí encontramos
refugio del pecado y del enemigo.