Procedimientos Administrativos Tributarios 2018.

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PROCEDIMIENTOS EN MATERIA TRIBUTARIA

ERWIN IVAN ROMERO MORALES.


LOS ACTOS ADMINISTRATIVO-
TRIBUTARIOS
El concepto de acto administrativo.
Garcia de Enterría: acto administrativo es todo acto jurídico dictado por la Administración y
sometido al derecho administrativo.
Se agregaría este concepto genérico, cuando se refieran a actividades tributarias.
Características:
◦ Resolución dictada por la Administración.
◦ No innovación del ordenamiento jurídico/diferencia norma-acto.
◦ Vinculación con la legalidad.
◦ Vinculación de la ley a una situación concreta.
◦ Actos individuales y actos plúrimos.
Actos Administrativos.
Actos administrativos a efectos jurisdiccionales:
Se le llama a todo actuación administrativa desmesurada,
ciertamente, del concepto jurisprudencial de acto administrativo,
concepto que resulta, así, como tal concepto, independientemente
de su funcionalidad especifica, perfectamente inservible.
CLASE DE ACTOS
ADMINISTRATIVOS.
POR LA POSICION DEL ACTO ADMINISTRATIVO DENTRO DEL
PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO Y SU RECURRIBILIDAD.

1.- Definitivos.

2.- De tramite.
ACTO ADMINISTRATIVO DE
LIQUIDACION.

1.- DEFINITIVOS.

2.- PROVISIONALES.
CARACTERISTICAS DEL ACTO DE
LIQUIDACION
Obligación Tributaria:
Paradigma explicativo del derecho tributario.
Otras modelos de explicación:
◦ Potestad tributaria.
◦ Función Tributaria
◦ Procedimiento de imposición.
LA ARBITRARIEDAD.
La discrecionalidad no es una facultad extralegal.
Tendencia a equiparar arbitrariedad-discrecional.
DIFERENCIACION. Lo discrecional tiene fundamento legal; lo
arbitrario responde a la mera voluntad de la Administración.
ES ANTIJURIDICO.
ARBITRARIERAD.
Doctor Alejandro C. Altamirano de la siguiente forma: “La
arbitrariedad es capricho, voluntarismo y sinrazón. Es la
consecuencia del ejercicio de la discrecionalidad al margen de
la ley. Aparece cuando no existe fundamentación del acto;
cuando el acto no respeta el principio de coherencia, lo cual a
su vez surge cuando no existe relación lógica entre las
probanzas administrativas incorporadas al expediente y al
acto.”
LA DETERMINACION
TRIBUTARIA
Señala el DR. EUSEBIO GONZÁLEZ GARCÍA que el
procedimiento de determinación de la deuda tributaria o
procedimiento liquidatorio, tanto si esta operación se realiza
por la Administración Tributaria o inicialmente por los
administrados, constituye, al menos en sus fases de
comprobación y de fijación definitiva de la deuda, un
procedimiento reglado (ver art. 103 CT “…conforme a la ley”).
Este procedimiento presenta dos etapas fundamentales. La
primera, compleja, controvertida y difícil, consiste en
transformar la riqueza gravada (hecho imponible) en una
unidad de medida (base imponible), es decir una magnitud
cuantitativa sobre la que con posterioridad sea factible
aplicar un porcentaje. La segunda, en comparación con la
primera, es mucho más simple y consiste en aplicar ese
porcentaje (tipo impositivo) a la base de medición
previamente determinada.
Para el autor mexicano RAÚL RODRÍGUEZ LOBATO, la determinación
de la obligación fiscal consiste en la constatación de la realización del
hecho imponible o existencia del hecho generador y la precisión de
la deuda en cantidad líquida y exigible; y que por tanto, éste
constituye un acto posterior al nacimiento de la obligación tributaria,
que nace de la misma ley, pero su cuantificación requiere de un acto
nuevo que es la determinación, ya sea por el propio contribuyente o
responsable, o en su defecto, por la Administración Tributaria.
La definición legal de la determinación de la obligación tributaria en
el Derecho tributario guatemalteco, la encontramos en el art. 103 del
Código Tributario, el indica que “La determinación de la obligación
tributaria es el acto mediante el cual es sujeto pasivo o la
Administración Tributaria, según corresponda conforme a la ley, o
ambos coordinadamente, declaran la existencia de la obligación
tributaria, calculan la base imponible y su cuantía, o bien declaran
la inexistencia, exención o inexigibilidad de la misma”.
La determinación de la obligación tributaria en el Derecho
tributario guatemalteco, se basa en principio de legalidad
consagrado en el art. 239 CPRG, debido a que el acto de
determinación no es más que la comprobación de las bases
de recaudación establecidas previamente por el legislador,
entre las que se pueden mencionar: EL HECHO GENERADOR
O HECHO IMPONIBLE, LA BASE IMPONIBLE Y EL TIPO
IMPOSITIVO.
EL HECHO GENERADOR o HECHO IMPONIBLE

HÉCTOR B. VILLEGAS, apunta que hecho imponible es el


acto, conjunto de actos, situación, actividad o
acontecimiento que, una vez sucedido en la realidad, origina
el nacimiento de la obligación tributaria y tipifica el tributo
que será objeto de la pretensión fiscal.
SAINZ DE BUJANDA, El conjunto de circunstancias hipotéticamente
previstas en la norma y cuya realización provoca el nacimiento de una
obligación tributaria concreta‟.
FERREIRO LAPATZA en que sólo la realización de los hechos o
acontecimientos concretos de la vida jurídica o económica, que
pueden subsumirse bajo las normas que determinan los
presupuestos, crean relaciones obligatorias de naturaleza impositiva,
y sólo entonces surge la pretensión tributaria por parte del Estado.
LA BASE IMPONIBLE
PÉREZ DE AYALA, se refiere al respecto indicando que: “la base
imponible, en abstracto, es un concepto legal en que el legislador
expresa una dimensión valorativa del hecho imponible, para su
aplicación ulterior cuando éste último se realice como hecho jurídico
concreto…”, y por su parte FERNANDO PÉREZ ROYO enseña que la
base imponible constituye la expresión cifrada del hecho imponible.
Se trata de una magnitud definida por la ley y que expresa la
medición del hecho imponible o, más exactamente, de su elemento
material.
EL TIPO IMPOSITIVO

También se le denomina “tipo de gravamen”, el cual


constituye el coeficiente o porcentaje que se aplica a la base
imponible para obtener como resultado la cifra o cuota
íntegra. RAFAEL CALVO ORTEGA lo define como: “la parte de
la capacidad económica manifestada por el sujeto pasivo en
cada tributo que se atribuye al acreedor tributario.”
HECHO GENERADOR Y DETERMINACION DE LA
OBLIGACION TRIBUTARIA
La doctrina ha sostenido que con la mera realización del hecho
generador no nace el derecho de crédito a favor de la Administración
Tributaria, ni tampoco el contribuyente está obligado desde ese
momento al pago del tributo, sino en definitiva, se requiere la
presencia de un “acto”, como lo señala el art. 103 CT, en donde ya
sea el contribuyente o responsable, o la Administración Tributaria, o
ambos conjuntamente, “declaran” la existencia de una deuda
tributaria, siendo éste el sentido “técnico” el nacimiento de la
obligación tributaria.
PROCEDIMIENTOS DETERMINATIVOS DE LA
OBLIGACION TRIBUTARIA

DETERMINACION POR EL SUJETO PASIVO.


DETERMINACION POR EL SUJETO ACTIVO.
DETERMINACION MIXTA.
FORMAS DE DETERMINACION DE LA
OBLIGACION TRIBUTARIA
En los sistemas tributarios modernos, la cuantificación de la obligación
tributaria está a cargo del contribuyente o el responsable, que en
forma espontánea y mediante la confección de la declaración jurada,
declara y paga la obligación tributaria, la cual queda sujeta al control
de la Administración Tributaria. En caso de inacción del sujeto pasivo
o de cuestionamiento del criterio o interpretación aplicada al caso
concreto, procederá la sustitución de la declaración jurada por la
determinación de oficio, conocida también como “determinación
administrativa”.
Por ello, la determinación de oficio reviste carácter “excepcional y
subsidiario”, en la medida en que la Administración Tributaria sólo se
encuentra habilitada para recurrir a ella en las hipótesis de falta de
presentación de las declaraciones juradas, cuando no se proporcione
la información necesaria para establecer la obligación tributaria (107
CT), o cuando el contribuyente o responsable no cumpla con la
obligación tributaria, indistintamente si ésta se debe presentar por
medio de declaración jurada o no (145 CT).
METODOS DE DETERMINACION DE OFICIO DE LA OBLIGACION TRIBUTARIA.

A título inicial es importante mencionar que la


“determinación de oficio” es un “acto administrativo” sujeto
en primer lugar a una “autorización” para el funcionario o
empleado público que la llevará a cabo, de conformidad con
el art. 152 CT.
Los métodos regulados en nuestro ordenamiento jurídico
para determinar la obligación tributaria, que en resumen
esta dirigido a evaluar la base imponible, son dos: a) sobre
base cierta o método directo y b) sobre base presunta o
método indirecto.
De ambos, sólo el primero aspira a valorar con certeza la
base imponible, de donde con propiedad viene el nombre de
“determinación de oficio sobre base cierta” (art. 108 CT); en
tanto que el segundo, al realizar una cuantificación del
hecho imponible por mecanismos indirectos, debe ser
denominado “determinación de oficio sobre base
presunta”, o más propiamente, “estimación”.
El CT establece que, ante la falta de presentación de declaraciones
juradas, o cuando éstas resulten inexactas, o bien, cuando el
contribuyente o el responsable no proporcione la información
necesaria o no lleve su contabilidad en forma ordenada y al día, para
establecer la obligación tributaria, el organismo recaudador realizará
la determinación de la materia imponible, sea en forma directa por
conocimiento cierto de dicha materia, o bien, deberá “estimar” la
misma si los elementos conocidos sólo permiten presumir la
existencia y magnitud de aquélla.
Previo a la determinación de ambos métodos, debe existir un acto
previo, conocido como “requerimiento” de la presentación de las
declaraciones del impuesto observado o fiscalizado, para lo cual se le
debe conceder al contribuyente o responsable un plazo de diez días
hábiles. A falta de este requerimiento debidamente notificado (art.
130 CT), se estaría ante la violación de un debido proceso,
consagrado en el artículo 12 de la Constitución de la República.
La determinación de oficio tiene como presupuestos
jurídicos la existencia de una función administrativa, el
otorgamiento de una potestad específica a la Administración
Tributaria, y la existencia de un acto procesal administrativo
que culmina con el acto de determinación de oficio.
ELACTODEDETERMINACIONDEOFICIOYLAOBLIGACIONTRIBUTARIA

1. La determinación contiene una manifestación de voluntad de la


Administración relativa a la existencia o no de la obligación
tributaria, a falta de la autodeterminación por parte del obligado.
Debe subrayarse que la nota que caracteriza en nuestro
ordenamiento tributario al acto de determinación, en relación con la
obligación tributaria, es que se trata de un acto meramente
declarativo y no constitutivo (art. 103 CT “… declaran la existencia”),
es decir, que a través de este acto, la Administración Tributaria se
limita únicamente a declarar el importe de la deuda tributaria, ya
que la misma ha nacido antes con la “realización” del hecho
imponible.
2. El acto de determinación implica un juicio de subsunción,
mediante el cual se realiza la aplicación de las normas
tributarias a un supuesto económico individual. Es por ello
que, además, se trata de un acto singular y concreto referido
a un sujeto pasivo.
3. Cuando la Administración Tributaria actúa de oficio en la
determinación, emite una declaración por la que se
establece la obligación tributaria, para lo cual verifica la
realización de actos económicos, que dan nacimiento al
hecho generador, lo cuantifica y establece el destinatario
legal tributario, o sea, el titular de la deuda tributaria.
El Tribunal Fiscal de la Nación de Argentina ha señalado que:
“el acto de determinación de oficio conlleva una operación
interpretativa y de cálculo, mediante la cual se describe en
forma concreta el aspecto objetivo del hecho generador de
la obligación tributaria, explicitándose claramente sus
elementos constitutivos, la cuantificación de la base de
medida, la indicación del sujeto responsable y, también, se
liquida e intima el importe resultante” (Cfr. Trib. Fisc., Sala
A, 13/11/1997).
DETERMINACIONDEOFICIOSOBREBASECIERTA

El art. 108 CT señala que para esta determinación se


tomará como base los libros, registros y
documentación contable del contribuyente, así como
de cualquier información recaba de terceros.
GÉNOVA GALVÁN afirma que el método directo tiene como nota
distintiva “aspirar a la medición” del elemento material del hecho
imponible que sea asumido por la normas como base imponible,
extrayendo todos y cada uno de los datos necesarios para ello a partir
de la “realidad del propio contribuyente”, de allí, que la
determinación sobre base cierta, la Administración Tributaria debe
acreditar la realización del hecho generador y de la base de
imposición tal cual las mismas son descritas por los normas
tributarias, pudiendo accederse a dicha demostración a través de
cualquier medio de prueba, a excepción de los indicios (SAINZ DE
BUJANDA).
Este método de determinación constituye la primera alternativa de
la Administración Tributaria para establecer la obligación del
contribuyente, la cual significa que conoce con certeza el hecho
imponible y su magnitud, utilizando para tal fin los datos del propio
contribuyente, como libros y registros contables, documentación
contable y datos que tengan relación con los elementos de la
obligación tributaria siempre que sean llevados de conformidad con
la ley, pues se requiere de este requisito de validez, según el artículo
189 del Código Procesal Civil y Mercantil, pues de lo contrarío no
serían fiables ni legalmente podrían probar o tener por ciertos los
ingresos, gastos o costos.
También tendrá carácter de determinación sobre base cierta
aquella establecida por la Administración –aún sin
colaboración del contribuyente-, cuando surge de
información proporcionada por terceros que el fisco obtuvo
en su tarea de fiscalización.
DETERMINACION DE OFICIO SOBRE BASE PRESUNTA

Conocido como método subsidiario, frente a la claudicación


de la determinación sobre base cierta. Se debe entender que
la determinación de oficio sobre base presunta goza de la
presunción de legalidad, mientras el contribuyente o
responsable no demuestre con todos los medios legales de
prueba idóneos a su alcance, que es infundada o injusta.
Siguiendo la doctrina de GÉNOVA GALVÁN quien afirma que
la estimación indirecta es una modalidad subsidiaria de
comprobación de los hechos –y de su valoración
cuantitativa- que la ley tiene en cuenta para la
determinación de la deuda tributaria, en la que los mismos
quedan fijados teniéndose en cuenta todos los indicios de
que se dispone en el caso concreto y basándose en criterios
de máxima verisimilitud.
La Administración Tributaria sólo puede recurrir a la determinación
presuntiva o indirecta cuando no disponga de elementos que
acrediten fehacientemente la exacta dimensión de la materia
imponible, ya sea por ausencia de ellos o por su insuficiencia, o aún
más, por la descalificación de los existentes; que podría ser por que la
documentación de soporte no está registrada en la contabilidad,
están alterada, carece de o no cumple con los requisitos legales
correspondientes; no es del período o sea suficiente, o sólo consista
en registros contables sin el soporte documental fehaciente (Artículo
381 del Código de Comercio).
Ello significa que el ente fiscalizador debe agotar primero
los medios que permitan reconstruir la materia imponible
de modo directo o sobre base cierta, y sólo en los supuestos
contenidos en la ley, puede recurrir a aquel modo
excepcional de determinación, que en palabras de MAGÍN
PONT MESTRES, se trata de un método que no es
alternativo u opcional, sino subsidiario y, por tanto, sólo
aplicable cuando resulte inviable el método de
determinación de oficio sobre base cierta.
El art. 109 CT regula en aras al principio de legalidad tributaria, los aspectos y
procedimientos de esta determinación tributaria, teniendo como presupuestos
normativos obligatorios los siguientes:

1. Debe acreditarse que existe “negativa” del contribuyente o


responsable a proporcionar la información, documentos y registros
contables, es decir, cuando la Administración Tributaria no cuente con
pruebas suficientemente representativas o no tengan valor legal
probatorio para acreditar los hechos. En las XVIII JLDT, Montevideo,
Uruguay 1996, se recomendó que por: “La falta o insuficiencia de la
contabilidad per se no habilitan la determinación del impuesto sobre
base presunta, si el contribuyente puede acreditar, mediante otros
elementos de juicio suficientes, la realidad material y la verdadera
dimensión del hecho imponible.”
2. La Administración Tributaria solamente puede tomar como indicios “los
promedios de períodos anteriores” a la realización del hecho generador.
ANTONIO LÓPEZ DÍAZ, en su comunicación técnica de las XXIII JLDT Argentina
2006, señala que la Administración Tributaria debe acreditar los signos e índices,
que se toman como afirmación de base, y también la existencia del vínculo o nexo
necesario entre dichos índices indirectos y la riqueza que integra la base
imponible que se pretende gravar. Sobre este aspecto cabe agregar que la
Administración Tributaria debe sujetarse y someterse al Derecho, y no puede
exigir al contribuyente o responsable tributario que se sometan a tributación
hechos de existencia no probada, y por lo tanto no integrantes del hecho
imponible, pues ello daría lugar a imposiciones ilegales.
3. Que los indicios que se tomen en cuenta para fijar la probabilidad de la
existencia y magnitud del hecho imponible, hayan sido declarados por el
contribuyente, o provengan de la información recabada de terceros. Esta
disposición recalca que el “indicio” sobre el cual se basa la presunción debe estar
adecuadamente documentado o comprobado, lo cual lleva a concluir que bajo
ningún supuesto pueden admitirse presunciones basadas en otras presunciones,
o como nos enseña acertadamente GIULIANI FONROUGE, que la Administración
Tributaria no puede proceder discrecionalmente en la apreciación de los indicios,
ni tampoco limitarse a su mención sin explicaciones, ya que debe justificar el
procedimiento observado para llegar a la determinación y ajustarse a indicios
razonables.
4. Los promedios o porcentajes de ingresos, egresos y
costos, deben corresponder a la actividad económica que se
dedique el contribuyente. Sobre este aspecto, GIULIANI
FONROUGE señala que “los promedios o coeficientes
generales que aplique la Administración Tributaria, no
pueden ser fijados arbitrariamente o tomados al azar, sino
que deben elaborarse sobre la base de la actividad del
contribuyente.”
5. Esta determinación debe ser consecuencia directa, precisa, lógica y
debidamente razonada, es decir, que es necesaria una conexión lógica y racional
entre el hecho conocido y el hecho que se investiga. En este sentido la Corte de
Constitucionalidad ha dicho en el Expediente No. 1306-2001 de fecha
28/09/2002 que sobre la “presunción no solamente debe ser una consecuencia
directa, precisa, lógica y debidamente razonada de indicios correspondientes al
acto fiscalizado, sino que además debe estar establecida en ley y tener como
precedente la observancia de normas legales que rigen dicho acto. De ahí que,
… las presunciones tributarias deben provenir y estar conformes con la ley, de
manera que no pueden ser creadas por la Administración Tributaria, como se
declaró en las XII JLDT.”
6. Se admite prueba en contrario, en concordancia
con el artículo 72 CT.
No existe una limitación numérica de los indicios que la Administración puede tomar
en cuenta para la determinación presunta, simplemente se limita a regular “podrá
tomar como indicios los promedios de periodos anteriores”, y haciendo una
interpretación de la norma, se puede inducir que el ente fiscalizador puede tomar
como indicio cualquier elemento “declarado” por el contribuyente, tales como: el
capital invertido, el volumen de transacciones y utilidades de otros períodos
anteriores, capacidad de almacenamiento en el caso de los tanques de combustibles,
número de unidades móviles para el reparto de mercadería, el monto pagado en
concepto de fletes y acarreos y el número de acarreos realizados, el monto de las
compras o ventas, la existencia de mercadería, el consumo de energía eléctrica y
fuerza motriz, el numero de empleados, y otros más; y siendo así, estos hechos
indiciarios o indicadores debe estar plenamente acreditados para ser objeto de plena
prueba, de lo contrario las inferencias carecerán de fundamento.
Puede existir un tercer método, que podemos denominar “MIXTO”,
en el cual concurren los dos métodos precedentes, por cuanto si bien
se aplican ciertas presunciones o indicios, no se desechan en
absoluto los documentos o registros contables fidedignos del
contribuyente, es más se complementan, dado que existes
situaciones en que la contabilidad tiene parcialmente registradas las
operaciones, faltando declarar algunas venta o compras y gastos, en
cuyo caso la diferencia puede ser determinada con base en los
procedimientos indicados para la terminación con base presunta.
REQUISITOS DE LAS PRESUNCIONES

a. Precisión: Es decir, que el hecho conocido esté plena y


completamente acreditado, y resulte, sin duda alguna,
revelador del hecho desconocido que la Administración
Tributaria pretende demostrar, es decir, que el indicio del
que va a inferirse el hecho presunto, exista y esté probado.
b. Seriedad y precisión: Significa que debe existir una conexión entre
el hecho conocido y la consecuencia extraída que permitan
considerar a esta última en un orden lógico como extremadamente
probable, es decir, las presunciones deben guardar una íntima
relación con el hecho cierto.
c. Concordancia: Ésta debe existir entre todos los hechos
conocidos que debe conducir a la misma conclusión, dicho
de otra forma, que deberán guardar una relación coherente
entre el hecho cierto del cual se parte y el hecho presumido
al cual se arriba.
EFECTOS DE LA DETERMINACION DE LA OBLIGACION
TRIBUTARIA

Explica el Dr. EUSEBIO GONZÁLEZ que los actos que constituyen el


procedimiento de la determinación de la obligación tributaria, son
actos jurídicos y que, por consiguiente, deben producir efectos
jurídicos. El procedimiento de determinación sólo incumbe
reconocer la existencia o inexistencia de la obligación tributaria,
pues, en cualquier caso, está en pie el claro efecto sustantivo de
reconocer, o no, un derecho subjetivo de la Hacienda Pública a exigir
la prestación correspondiente.
La falta de determinación o la determinación incorrecta por parte del
obligado tributario se tipifica como “omisión de pago de tributos” de
conformidad con el art. 88 CT, en tanto no constituya delito.
Ahora bien, si la determinación de oficio practicada por la
Administración Tributaria es incorrecta e imprecisa, como
consecuencia de no haber observado o cometido errores en el
procedimiento antes indicado, se produce como consecuencia lo
siguiente:
a. Nulidad de actuaciones, en la que se deberá indicar el motivo de la
nulidad, de conformidad con el art. 160 CT. Tomar en cuenta la
sentencia 3631-2012 de la CC. Igualdad de plazos.
b. Declarar la nulidad del procedimiento, en la resolución
que se emite al resolver la Administración Tributaria, luego
de evacuar la audiencia.
c. Declarar la nulidad por parte de la autoridad Superior de
la Administración Tributaria, con motivo del análisis del
recurso de revocatoria en el que se haya argumentado y
demostrado el error de la determinación de oficio.
CONCEPTO DE PRUEBA.
Acto o serie de actos procesales por los que se trate de
convencer al Juez de la existencia o inexistencia de los datos
lógicos que han de tenerse en cuenta en el fallo, por las
partes.
OBJETO DE LA PRUEBA.
En realidad el objeto de la prueba es la materia que debe
ser probada y dentro de esa materia los hechos constituyen
el objeto principal de la prueba.
PRUEBA DE DERECHO.
No obstante el derecho no necesita prueba, ya que los
miembros del poder de justicia tienen la obligación de
conocer y aplicar las normas jurídicas (iura novit curia).
En cuanto a la costumbre no aplica al ámbito tributario.
En cuanto al Derecho Extranjero es necesario su
demostración, por los convenios de doble o múltiple
tributación, o los convenios de intercambio de información.
Es necesario tener en cuenta el principio de “da mihi factum, dabo
tibi ius”, por el cual el órgano decisor debe resolver conforme a las
normas aplicables, al caso, aunque no hayan sido acertadamente
alegadas por los litigantes.
Cabria indicar entonces que se podría de igual forma indagar la
vigencia de la norma extranjera y aplicarla en su caso de oficio,
aunque esta no haya sido alegada.
PRUEBA DE LOS HECHOS.
En el ámbito judicial de conformidad con el articulo 126 del CPCyM,
las partes tiene la carga de demostrar sus respectivas proposiciones
de hecho.
A) Los hechos admitidos por las partes.
B) Los hechos que están dispensados de ser probados como los
notorios y conocidos públicamente.
C) Finalmente no pueden ser probados los hechos presumidos por la
ley.
SEPARACION OBLIGATORIA.
PRUEBA ADMINISTRATIVA. Que es aquella que se tramita
en el ámbito administrativo con características propias de
un procedimiento, libre de formalismos, rápido y seguro.
PRUEBA JUDICIAL. Que es la que se tramita dentro de un
proceso judicial, con características propias de un litigio
formal, con plazos y delimitaciones propias.
PROCESO ADMINISTRATIVO.
El proceso administrativo deberá ser impulsado de oficio (articulo 121 CTG).
Las resoluciones finales son impugnables ante los tribunales correspondientes.
FORMALISMOS:
a) Solicitud inicial. Pudiendo subsanar los errores.
b) Acreditamiento de personería.
c) Exentos de impuestos todas las actuaciones.
d) Presunción de legitimidad los documentos emitidos por la SAT.
e) Libre acceso a las actuaciones.
f) Las certificaciones emitidas son medios de prueba en
actuaciones administrativas o judiciales.
g) Las firmas electrónicas serán reconocidas en el ámbito
administrativo.
PRINCIPIOS QUE RIGEN EN EL
PROCESO ADMINISTRATIVO.
Articulo 2 Ley de lo Contencioso Administrativo:
Impulso de Oficio.
Se formalizan por escrito.
Respecto al derecho de defensa.
Celeridad.
Sencillez.
Eficacia administrativa en el trámite
Gratuito.
PRUEBA ADMINISTRATIVA.
Podrán utilizarse todos los medios de prueba admitidos en derecho.
En original o en copia simple.
En el caso de original es necesario presentar fotocopia para su
cotejo.
En el caso de copias legalizadas se podrá por medio de la
presentación del documento original.
Certificaciones contables del contribuyente.
Algunos sostienen que no es propio hablar de prueba en el
ámbito administrativo, ya que la Administración Tributaria
tiene la característica de ser JUEZ y PARTE. Y no cabe
hablar de autentica actividad probatoria en los
procedimientos tributarios ya que resulta irrelevante, a
efecto de dictar un acto de liquidación.
Según Palao Taboada. El error que se produce es el de
concebir el procedimiento encaminado a determinar la
deuda tributaria como algo distinto a otros procedimientos
administrativos y, debido a ello, no se tiene en cuenta que
la naturaleza de la actividad de la Administración, en el
ámbito tributario, no es distinta de su actividad en otros
ámbitos.
Se puede destacar que el requisito minino, para que podamos hablar
de prueba, es la ALTERALIDAD, entre quien propone la prueba y
quien la valora.
Así se entiende por prueba la demostración a un tercero de que una
afirmación sobre un hecho está conforme con la realidad.
En el caso de la demostración ante la Administración Tributaria, la
misma la genera y se hará ante ella quien es la que la valora, en lugar
de un tercero.
Por lo anterior se sostiene por algunos, que la Administración
Tributaria no se prueba algo ante ella misma, sino lo que hace es
comprobar, con el único fin de cerciorarse de que lo declarado por el
sujeto pasivo coincide con la realidad.
En los procedimientos tributarios mas que probar, habrá
que aportar los documentos que sean exigidos por un
mandato de una disposición legal o por requerimiento
administrativo.
La Administración Tributaria debe someterse al imperio de
la Ley y al Derecho, debiendo de fundamentar sus
decisiones, ya que dado que tras su actuación
administrativa en la aplicación de los tributos, las mismas
podrían ser revisadas por un órgano jurisdiccional.
LA CARGA DE LA PRUEBA.
En materia administrativa, lo importante no es la carga de
la prueba, sino que lo que se pretende, es establecer quien
esta perjudicado por la falta de la misma. Ya que el Código
Tributario no determina quien tiene la carga de la prueba,
pero en el articulo 150 del CTG numeral 5 si se determina la
consideración de hechos y prueba aportada.
Los efectos desfavorables de la falta de prueba de un hecho
recaen sobre la parte a la que beneficiaria la norma de la
que aquél constituye el presupuesto.
Así cuando un hecho no es probado, hay que preguntarse a
quien perjudica esta circunstancia y quien debe de probarlo.
En materia administrativa, la Administración Tributaria tiene
la carga de acreditar, a fin de proceder a la liquidación
tributaria, la existencia del hecho imponible y de sus
consecuencias. El contribuyente por su parte deberá
acreditar, en su caso, las posibles bonificaciones,
reducciones, exenciones o supuestos de no sujeción.
La carga de la prueba recae en aquel quien pretenda hacer
valer su derechos, de esta forma, antes de atribuir a una u
otra parte la carga de la prueba habrá de atender a las
características de cada procedimiento en concreto.
En principio la carga de la prueba corresponde a la
Administración Tributaria, pero en el caso de que los medios
de prueba se encuentren en manos del reclamante, la carga
gravitará sobre este.
Por ello que la carga de la prueba corresponde en gran
parte al obligado tributario, pero no en forma aberrante.
PERIODO DE PRUEBA
30 días hábiles. A partir de cuando?
Luego del 6 día posterior al día del vencimiento del plazo conferido
para evacuar la audiencia.
AUDIENCIA:
a) 30 días hábiles improrrogables luego de formular los ajustes, en el
caso de determinación de la obligación tributaria.
b) 10 días hábiles improrrogables, luego de formular los ajustes, en el
caso de imposición de sanciones.
DILIGENCIAS PARA MEJOR
RESOLVER.
Antes de dictar resolución final podrá de oficio o a solicitud
de parte acordar diligencias para mejor resolver, 15 días , es
inapelable.
a) Traer a la vista cualquier documento.
b) Que se practique cualquier diligencia.
c) Que se traiga a la vista cualquier actuación.
IMPUGNACION DE LAS
RESOLUCIONES ADMINISTRATIVAS.
Revocatoria.
Ocurso.
Enmienda y Nulidad.
Silencio administrativo.
Acción de Amparo.
MUCHAS GRACIAS.

CHIQUIMULA, 6 DE MAYO DE 2017.

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