SIN COMPROMISO

EN BABILONIA
 SIN COMPROMISO EN
BABILONIA
“Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el
vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse”

(Daniel 1:8).
 La religión de la Biblia es
práctica; penetra en todas las
esferas de la existencia y tiene
que ver con todo el ser
humano.
 IDENTIDAD
E INTEGRIDAD
El foso de los leones en donde fue puesto Daniel, como también el
horno calentado siete veces más donde los tres amigos fueron
lanzados, demuestran que ellos no perdieron su identidad. Los
nombres podían ser otros, pero el corazón no había cambiado.
 El propósito de los
mandamientos con relación a la
comida, así como toda la ley
judía, era la santificación, la
conservación de la identidad
como pueblo de Dios.
 Consistente como el estilo de vida
Existen tres cosas que la Biblia llama abominación delante de Dios: la idolatría, la comida
impura y la promiscuidad. Los jóvenes decidieron no aceptar concesiones relacionadas a nada de
eso.
 A veces, las personas a
nuestro alrededor no están tan
interesadas en nuestras
creencias, pero no pueden
ignorar nuestro estilo de vida.
 Con Daniel aprendemos que la
religión no se limita a lo teórico y
abstracto, va más hondo, al nivel
práctico de la vida diaria. La
religión también tiene que ver con
la manera en la que cuidamos
nuestro cuerpo.
 UN ESTILO DE VIDA
PARA EL TIEMPO DEL
FIN
Cuidar de nuestra salud
también es parte del
evangelio.
 “La salud del cuerpo debe
considerarse esencial para el
crecimiento en la gracia y la
adquisición de un
temperamento equilibrado”.
Un estilo de vida en armonía con los principios de la Biblia es
el mejor testimonio, y para tenerlo necesitamos de la gracia de
Dios. Esto significa poner a Dios en primer lugar en nuestras
vidas. El mundo de hoy necesita de personas que puedan decir
no al compromiso, así como lo hicieron Daniel y sus amigos.
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