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La carrera Séptima se convirtió en un corredor vial de ambulancias. A la altura de la calle 78 –donde se levantó el
imponente Club El Nogal en 1995– todo era fuego, escombros y gritos de auxilio.
A las 8:05 de la noche de ese viernes 7 de febrero de 2003, los 200 kilos de explosivo Anfo, que estaban camuflados en la
silla trasera de un Renault Megane Rojo parqueado en el estacionamiento del club, estallaron causando una tragedia
que dejó a 36 personas muertas y a 198, heridas.

Esa noche,  aseguraron los testigos, en El Nogal había más


de 600 personas, entre ellas varios niños que hacían una
presentación. Pero eso no fue excusa para que los
terroristas –que, como se descubriría luego, habían sido
enviados por las Farc– accionaran el carro bomba.
Luego de la firma del acuerdo de paz con las Farc, los
Según la Fiscalía, el atentado terrorista fue planeado por miembros de la extinta guerrilla reconocieron su
Herminsul Arellán, miembro de la columna móvil responsabilidad en el atentado al club El Nogal y les
Teófilo Forero de las Farc. La intención era derribar el pidieron perdón a las víctimas.
edificio entero, puesto que habían determinado que en el
club se reunían altos funcionarios del Estado en medio
de una difícil situación de orden público que atravesaba
el país. Sin embargo, en los hechos también murieron
Oswaldo y John Freddy Arellán —su hermano y su
sobrino— a quienes habían encargado poner los
explosivos, ocultos en el carro que manejaba el primero.
Explicaron que, aunque se trataba de un hecho "injustificable" y "que nunca debió ocurrir", estuvo motivado en información "que
señalaba al club como un centro de reuniones para la planificación de operaciones contrainsurgentes, encabezadas por
funcionarios gubernamentales y líderes paramilitares". De hecho, como quedó registrado en un fallo del Consejo de Estado
emitido en 2018, antes del atentado, el 23 de diciembre de 2002, las Farc emitieron “un comunicado público en el que sindicaban
a los clubes del norte de Bogotá de amparar a los paramilitares, siendo el Club El Nogal el más representativo de ellos".

Esto tiene que ver con que en el club se desarrollaban reuniones de altos funcionarios del gobierno del entonces presidente
Álvaro Uribe Vélez, lo que para las víctimas suponía poner en riesgo a los miembros del club.
Por ejemplo, hay registros de que la entonces ministra de Defensa, Marta Lucía Ramírez, entre agosto de 2002 y febrero de 2003,
se hospedó en varias oportunidades en el Club El Nogal.

Además, se evidenciaron las visitas continuas y


A la JEP le han pedido en varias ocasiones que abra un
cercanas al 7 de febrero de 2003 del ministro del
macrocaso para investigar este atentado, que ya se ha
Interior y de Justicia de la época, Fernando Londoño,
determinado que fue planeado y ejecutado por la Columna
quien era socio y ex presidente del Club El Nogal y
Móvil Teófilo Forero de las Farc, y que el cerebro de la
mantenía permanentes reuniones con altos dignatarios
operación fue Hernán Darío Velásquez, conocido como ‘El
del Estado, como el Fiscal General de la Nación, el
Paisa’, quien abandonó el proceso de paz y ahora forma
director del Departamento Administrativo de Seguridad
parte de la disidencia de la ‘Segunda Marquetalia’.
(DAS), el director de la Policía Nacional, varios
ministros y congresistas.

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