Elementos que favorecen la vida en sociedad La vida en sociedad tiene como base dos elementos principales: la convivencia y la cohesió n, los cuales surgen de la interrelació n que establecen las personas. El fortalecimiento o la ausencia de estos elementos dependerá n de la voluntad de los individuos, quienes a travé s de sus comportamientos y actitudes influenciará n en la sociedad de manera positiva y negativa. La convivencia
Es la coexistencia pacífica entre los individuos o
grupos que comparten un espacio social. La convivencia requiere que las personas asuman los siguientes principios: Respeto a todos los individuos, a pesar de que existan diferencias de opinió n, de pensamiento, creencia, origen, cultura entre otras. Cumplimiento de las normas establecidas, las cuales son aceptadas por todos. Cuidado del medio ambiente, pues un entorno deteriorado impediría no solo la convivencia también la vida. Vida en valores, en los comportamientos y en las actitudes cotidianas al interior de un grupo o una sociedad. La cohesión social
Es la integració n establecida entre los individuos
que forman parte de un grupo o de una sociedad, en distintos contextos. Una sociedad cohesionada es aquella en la cual las personas se sienten protegidas y confían en sus conciudadanos y en las instituciones sociales. La cohesió n social se produce cuando existe: Trato igualitario entre cada uno de sus miembros, sin exclusió n ni discriminació n. Objetivos y fines comunes entre los individuos, pues reconocen que individualmente no pueden lograrlo y que requieren el apoyo de otros. Compañ erismo y solidaridad entre los integrantes cuando necesiten ayuda o la participació n de otras personas. La convivencia y la cohesión familiar. Las relaciones que existen entre los integrantes de una familia deben tener como base el respeto mutuo y la armonía. Esto es posible si se cumplen los criterios que fomentan la vida en sociedad. Para que se de una buena convivencia tiene que existir: o Respeto o Afabilidad o Inteligencia Factores negativos para la convivencia: Los prejuicios La intransigencia La falta de comunicació n
La adolescencia es una etapa durante la cual las
relaciones familiares se pueden ver afectadas Debido al cambio de conducta que tienen los hijos adolescentes. Estos asumen responsabilidades y experimentan una nueva sensació n de independencia y desean menos control de parte de sus padres. Cuando los adolescentes reciben el apoyo y aliento de sus padres, se convierten en miembros plenos de sus familias. Ademá s, la convivencia familiar se ve fortalecida por prá cticas como la calidad de tiempo entre padres e hijos y la escucha activa. Los conflictos entre padres e hijos Para crear un clima de convivencia sana al interior de la familia, sus miembros deben cumplir un conjunto de normas. Precisamente, estas normas son causa de conflicto entre padres e hijos adolescentes. En estos casos, la comunicació n y el diá logo constituyen los recursos má s adecuados para que padres e hijos establezcan consensos y su relació n fluya adecuadamente. Los padres son quienes deben generar un clima familiar de amor, contenció n y esperanza. Para ello es necesario mantener una actitud paciente pero firme, enfrentar sus propios conflictos y mostrar al adolescente que no por ello se desmoronan. Esto se puede llevar a cabo al establecer una relació n asimétrica con los hijos en la que reine la claridad en los roles, funciones, obligaciones, límites y posiciones. Es una etapa difícil para los padres, pues el adolescente necesita separarse de ellos aunque mantenga una dependencia emocional y econó mica. Dicha separació n se manifiesta a través de la rebeldía, ya que con ella toman una distancia necesaria, a la vez que van teniendo sus propias experiencias. Progresivamente, el adolescente va construyendo su propia jerarquía de valores y buscan el amor fuera del seno familiar (M. Harris, D. Meltzer (1990) Para algunos padres resulta muy doloroso que el adolescente los cuestione, los critique o que se quiera alejar un poco de ellos. Sin embargo, deben soportar estas actitudes ambivalentes de los hijos para poder estar disponibles como figuras de sosté n, pensamiento y ayuda cada vez que el hijo los necesite. Los padres deben estar atentos a sus propios conflictos, mantener viva la relació n de pareja, encontrar nuevos intereses y pasiones. Para esto es importante que se muestren como modelos de identificació n y que sepan poner límites. Para prevenir conflictos familiares se recomienda: Promover mayor comunicació n y diá logo entre padres e hijos. Fomentar un ambiente agradable entre los miembros de una familia. Emplear el tiempo libre de los miembros de la familia para compartir actividades. La familia siempre educa má s por lo que hace que por lo que dice. Poner en prá ctica los consejos anteriores será n los mejores aliados para mejorar el clima familiar.