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Cirrosis Hepática

Cirrosis Hepática

La cirrosis es una enfermedad crónica, difusa e irreversible del hígado,


caracterizada desde el punto de vista anatomopatológico por fibrosis y
alteración de la estructura normal del hígado, que adquiere un aspecto
nodular.

El concepto de cirrosis es histopatológico y está definido por la existencia de


fibrosis y nódulos de regeneración. La sola presencia de fibrosis en una
muestra de tejido hepático no permite establecer, de forma concluyente, el
diagnóstico de cirrosis, ya que la fibrosis se produce también en otras
enfermedades del hígado. En cambio, el hallazgo de fibrosis y nódulos de
regeneración es exclusivo de la cirrosis
Clasificación
La cirrosis hepática se puede clasificar según criterios morfológicos, etiológicos o
clínicos.

Morfológicamente las cirrosis se han dividido,


• Micronodular la mayoría de los nódulos tienen un diámetro inferior a 3 mm,
• Macronodular los nódulos tienen un tamaño variable, pero siempre superior a 3
mm.

Para la caracterización de un caso individual es mejor referir la etiología y las


complicaciones clínicas que ha causado la enfermedad.
Clasificación
CLASIFICACIÓN CHILD-PUGH DE SEVERIDAD DE
ENFERMEDAD HEPÁTICA
La clasificación modificada Child-Pugh de severidad de enfermedad hepática se realiza
de acuerdo al grado de ascitis, las concentraciones plasmáticas de bilirrubina y albúmina, el
tiempo de protrombina, y el grado de encefalopatía.

Parámetros Puntos Asignados


1 2 3
Ascitis Ausente Leve Moderada
Bilirrubina, mg/dL </= 2 2-3 >3

Albúmina, g/dL >3,5 2,8-3,5 <2,8

Tiempo de protrombina
* Segundos sobre el control 1-3 4-6 >6
* RIN <1,8 1,8-2,3 >2,3

Encefalopatía No Grado 1-2 Grado 3-4


Una puntuación total de 5-6 es considerada grado A (enfermedad bien compensada); 7-
9 es grado B (compromiso funcional significativo); y 10-15 es grado C (enfermedad
descompensada). Estos grados se correlacionan con una sobrevida del paciente al año y
a los 2 años.

Sobrevida del
Sobrevida del
paciente a los 2
paciente al año
Grado Puntos años
(%)
(%)

A: enfermedad bien 85
compensada 5-6 100

B: compromiso
funcional significativo 7-9 80 60

C: enfermedad 45
descompensada 10-15 35
Cuadro clínico
El comienzo de la enfermedad es habitualmente asintomático, estado este que
puede durar meses o años; otras veces los síntomas se manifiestan de forma tan
vaga al inicio, que se dificulta valorarlos. En algunos casos el diagnóstico es
casual, y al examinar al paciente por otros motivos se detecta la hepatomegalia
con la esplenomegalia palpable o no, así como alteraciones en las pruebas de
función hepática, y se llega al diagnóstico de cirrosis. Éstas son las cirrosis
compensadas; pero tarde o temprano la enfermedad se manifiesta desde el punto
de vista clínico por uno de los síndromes siguientes: insuficiencia hepática,
hipertensión portal y ascitis.
SIGNOS CUTÁNEOS
• Arañas vasculares
• telangiectasias
• eritema palma
• Ictericia
SIGNOS UNGUEALES
• Fragilidad,
• Incurvación en vidrio de reloj
• Estriación longitudinal
• Opacidad blanquecina,
Los signos cutáneos no son patognomónicos de cirrosis hepática, pero su
existencia, en especial la presencia de abundantes arañas vasculares, debe hacer
pensar en una cirrosis hepática
HEPATOSPLENOMEGALIA

Fase inicial
El hígado se halla aumentado de tamaño, el borde es duro y cortante y la
superficie a menudo irregular. La palpación no produce dolor y es frecuente que la
hepatomegalia se detecte sobre todo en el epigastrio.

Durante la evolución
El tamaño del hígado tiende a disminuir y muchos pacientes con enfermedad
avanzada tienen un hígado de pequeño tamaño, no palpable. El bazo suele estar
aumentado de tamaño debido a la presencia de hipertensión portal en la mayoría de
los pacientes. En algunos casos, la esplenomegalia es palpable, mientras que en otros
se detecta únicamente por ecografía
ALTERACIONES ENDOCRINAS
En ambos sexos existen trastornos de la distribución del vello, con disminución o pérdida
en axilas y pubis.

Los varones pueden presentar


• Atrofia testicular,
• Disminución de la libido e impotencia coeundi.
• La ginecomastia

Las mujeres pueden presentar


• Los trastornos del ciclo menstrual

La prevalencia de diabetes es elevada entre los pacientes con cirrosis hepática. Se


caracteriza por hiperinsulinemia, hiperglucagonemia y resistencia periférica a la acción de la
insulina.
ALTERACIONES CARDIOVASCULARES
La gran mayoría de pacientes con cirrosis presentan un estado circulatorio hiperdinámico,
caracterizado por una reducción de las resistencias vasculares sistémicas, aumento del gasto
cardíaco (que en algunos casos puede llegar a ser muy elevado, superior a los 10 L por minuto) y
disminución de la presión arterial, en especial en los pacientes con ascitis. Esta alteración
circulatoria es asintomática en la mayoría de los casos..

OTRAS MANIFESTACIONES
En ocasiones, los pacientes aquejan astenia y anorexia moderadas.
La ascitis, la hemorragia digestiva, la encefalopatía hepática y las infecciones
bacterianas, complicaciones muy frecuentes en la cirrosis.
DIAGNOSTICO
La cirrosis hepática suele diagnosticarse entre los 40 y los 60 años, aunque puede
manifestarse a cualquier edad.

El diagnóstico de la enfermedad se realiza cuando el paciente presenta alguna de las


complicaciones mayores, como ascitis, hemorragia digestiva por varices esofágicas o, con
menor frecuencia, encefalopatía hepática. En estas situaciones se habla de cirrosis hepática
descompensada.
EXPLORACIONES
COMPLEMENTARIAS
La exploración complementaria más útil y con un mejor perfil de coste-eficacia es la
ecografía abdominal, que permite observar el tamaño del hígado y del bazo, las
características del hígado, la presencia de ascitis (incluso cuando es mínima), el sistema
venoso portal y la existencia de colaterales portosistémicas. En la mayoría de los pacientes
con cirrosis el hígado presenta un aspecto heterogéneo, con bordes irregulares o claramente
nodulares, la vena porta está dilatada, aunque en algunos casos puede existir trombosis
portal, y existe esplenomegalia y signos de circulación colateral, debido a la existencia de
hipertensión portal. La ecografía es además la técnica de elección para realizar el cribado
periódico de hepatocarcinoma en pacientes con cirrosis.
La biopsia hepática es la única técnica que permite confirmar de forma definitiva el
diagnóstico de cirrosis hepática, puesto que, como se ha comentado anteriormente, el
diagnóstico de cirrosis es exclusivamente anatomopatológico. No obstante, la biospia
hepática no se practica de forma rutinaria a todos los pacientes con sospecha de cirrosis.
RECOMENDACIONES

• El paciente con cirrosis compensada debe seguir una dieta libre y equilibrada, en la
que sólo hay que prohibir la ingesta de alcohol.
• El reposo en cama no es necesario y la gran mayoría de los pacientes pueden llevar a
cabo una actividad laboral y social normal.
• En los pacientes con varices esofágicas con signos de riesgo de hemorragia, debe
administrarse propranolol u otros bloqueantes beta-adrenérgicos para reducir la
probabilidad del primer episodio hemorrágico.
• No es recomendable la administración de ácido acetilsalicílico u otros antiinflamatorios
no esteroideos por el riesgo de producir retención renal de sodio y ascitis.

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