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“ TEORIA DE LA ORGANIZACION.

5. LA ORIENTACION SOCIOLOGICA:
Según la teoría moderna de la organización se puede afirmar que las contribuciones cuantitativas mas
importantes y significativas, derivan de la matriz sociológica.
También aquí abundan las diferencias de orientación y de método,


pero es siempre posible identificar dos puntos de apoyo principales de investigación que se inspiran
respectivamente en el modelo burocrático y en el modelo de la organización como sistema social;
además debe añadirse que en algunos autores son frecuentes y numerosas las interdependencias y las
integraciones entre los dos modelos,
El modelo burocrático tiene su origen asi como su vigente e importante matriz, en el análisis de la
burocracia realizada por Max Weber, Este análisis esta caracterizado por anotaciones
extraordinariamente minuciosas sobre las estructuras formales y el funcionamiento de la burocracia, y
es al mismo tiempo, extremadamente consciente desde un punto de vista historicista, de ese modo si
por una parte el análisis Weberiano logra generalizaciones de amplio alcance sobre las modalidades
estructurales y funcionales de la organización burocrática, o por otra parte, nutrida con una riquísima
conciencia histórica, dirige una continua atención a la identificación de las “precondiciones” que
deben existir en una sociedad para que en esta pueda desarrollarse la burocracia.
El modelo Burocrático o (Típico -ideal), consiste en un catálogo de sucintas descripciones de aspectos tanto


estructurales como funcionales de la organización burocrática, (como la jerarquía, la decisión del trabajo,
etc.) que se nutren de la observación empírica, pero que no son, en si mismas, descriptivas de esta o
aquella organización concreta, si no unilaterales acentuaciones de lo que empíricamente ha sido observado
con el fin de delinear el tipo puro de burocracia.
En resumen, el modelo Wberiano no es una clasificación de organizaciones concretas e históricas si no mas
bien un mapa para ayudar en la lectura del mundo de las organizaciones burocráticas y que indica los
elementos calificantes y relevantes para el análisis.


El modelo Weberiano a inspirado directa o indirectamente, la literatura sociológica de la T de la O, parte
de esta no recoge exactamente el núcleo esencial de la metodología Weberiana cuando se aventura en
refutaciones de la validez del modelo burocrático basadas sobre la distonía, empíricamente demostrada,
entre las característica del modelo y las de las organizaciones concretas. Pero este es un echo secundario:
el echo importante es que muchas de las contribuciones científicas mas significativas de los últimos años se
debe a autores que han hecho de la teoría Wberiana su motivo inspirador, si bien corrigiéndola sobre uno o
mas puntos. En este sentido basta recordar los trabajos de Bendix u Gouldner sobre la estructura de la
autoridad en la industria; las contribuciones de Merton y Crozier sobre las disfunciones patológicas de la
burocracia ; los trabajos de Selznick y de Blau sobre la institucionalización administrativa.
Como ya se ha señalado, el ámbito de la orientación sociológica, junto a los estudios basados sobre el modelo
burocrático, están aquellos centrados sobre la organización conceptualizada como sistema social. Esto quiere decir que


las organizaciones son consideradas como sistemas sociales que funcionan en el contexto mas amplio y comprensivo de
la sociedad total, y que con la misma tienen una estrecha relación de interdependencia.
Esta orientación tiene su mas autorizado propugnador en Parson, quien, partiendo de una consideración de las
organizaciones burocráticas, como uno de los aspectos mas relevantes de la diferenciación y de la especialización
funcional en la sociedad moderna, da una definición de la organización que indica como el elemento que la distingue
de otros tipos de agregación social su orientación primaria hacia la obtención de un fin especifico. La obtención del fin
es un out put que, de una parte, es visto como un input para otras organizaciones y, de la otra parte, se conceptualiza
como una acción funcionalmente relativa a la sociedad en su conjunto.


El concepto de organización como sistema social ha sido usado ampliamente si bien con mayor o menor adhesión al
pensamiento de Parsons – por la Literatura organizativista. Entre las obras sistemáticas más recientes, por ejemplo, la
debida a Etzioni, se define el concepto de organización en términos mas o menos Parsonianos, caracterizándolos
explícitamente como sistema social. Etzioni coloca en el centro de la organización como sistema social la reelaboración
del concepto weberiano de autoridad, es decir del poder que es legitimo a los ojos de sus destinatarios, en cuanto
estos últimos compartan, por lómenos parcialmente, las premisas de valor. En efecto Etzioni sostiene que el elemento
caracterizante de toda organización es de control que se ejerce e su interior y que el control asume formas y
caracteres diferentes según la relación que existe entre las modalidades de articulación de la autoridad organizativa y
las expectativas de los participantes. Es así que e control organizativo puede basarse sobre la coerción y sobre la
distribución de gratificaciones económicas, o sobre valores normativos. En este punto las variables principales están
constituidas por las modalidades de adhesión a la dirección organizativa: se puede dar tres tipos, cada uno
correspondiente a un tipo de control social, de tal manera que finalmente es posible llegar a una clasificación de todas
organizaciones de acuerdo a la preponderancia en las mismas de los controles coercitivos, utilitaristas o normativos.
6. EL ANALISIS COMPARATIVO DE LA ORGANIZACION.


La literatura organizativista mas reciente ha demostrado un interés siempre en aumento por el
método comparado, es decir, en muchos autores se ha madurado la convicción critica, de que si
bien la investigación empírica es una condición indispensable cuando se requieren conseguir
conocimientos seguros sobre la estructura y el funcionamiento de las organizaciones, la misma no es
sin embargo, una condición suficiente. Y esto en cuanto, hasta hace pocos años, las
generalizaciones propuestas por un autor o por otro nacían de investigaciones que, aun siendo


elegantes en el planteo y profundas en el método se limitaban a la observación intensiva de casos
particulares, y por lo tanto capaces solo de producir resultados validos para el caso en consideración
y no aplicable a otras situaciones. Aquellos que propugnan la formación de conocimientos sobre las
organizaciones mediante el análisis comparado, intentan obviar las deficiencias arriba indicadas. El
aspecto fundamental de la tesis de estos es que para lograr resultados verdaderamente
generalizables es necesarios estudiar muchas organizaciones del mismo y de diferente tipo,
adoptando el esquema conceptual similar, articulando sobre una serie de variables. Sin embargo, el
acuerdo termina es ese punto; de este modo existen investigaciones comparadas, como la de
Etzione anteriormente recordada, que asumen como variable independiente el control social; otras
que asumen la dimensión o el proceso tecnológico, o el nivel de profesionalización, etc. Aun en el
contexto de un numero extraordinario de dirección y temas de análisis comparado, es posible
actualmente distinguir dos ramas principales de análisis comparativo de organizaciones.
De una parte tenemos una gran cantidad de estudios sobre las organizaciones de


cualquier tipo, pero especialmente organizaciones de carácter industrial o comercial,
que han ido asumiendo un carácter marcadamente intercultural. Con esto se quiere
decir que, aun siendo numerosas y distintas entre si, Las organizaciones consideradas
tienden ha ser elegidas entre las organizaciones que actúan en los países occidentales
con elevado nivel de industrialización y, casi exclusivamente, en los Estados Unidos. Por
lo tanto, la objeción que se puede hacer a esta orientación es que las generalizaciones
con cartacter conclusivo a las que muchos autores consideran haber llegado, no tienen
para nada en cuenta la relación existente ente cultura y funcionamiento organizativo.


Con las consecuencias, por lo tanto, de que esas geralizaciones en muchos casos pueden
hacer propios, en forma acrítica, criterios de valoración ideológico-normativa.
Por la otra parte, tenemos una segunda rama, también representada ampliamente en la
reciente literatura, que estudia preferentemente organizaciones públicas (en primer
lugar las burocracias) en una perspectiva comparada intercultural. En este caso la
investigación normalmente se concentra sobre organizaciones del mismo tipo, activas en
contextos culturales diferentes, de mod que las variables culturales y ecológicas,
descuidadas, como ya se ha visto, por la primera tendencia, asumen aquí una
importancia primaria.
En conclusión, si bien por parte de muchos autores se han hecho recientemente


diagnosis optimistas sobre el estado de la T. DE LA O., en el sentido de que se
considera posible establecer proporciones verdaderamente universales sobre el
funcionamiento organizativo, es oportuno cerrar con una palabra de cautela;
cautela que sugieren los resultados de algunos trabajos recientes de
administración comparada. Es decir que puede concluirse que es ilusorio pensar
en la posibilidad de lograr, como sostienen numerosos autores rigurosamente
neopositivistas, una T. de la O., completamente abstracta y “libre de valores”.


Esto por que el concepto de organización, como se ha definido en el inicio de
estas notas (administrativa, o formal, o compleja, o “en amplia escala”, etc.), se
refiere a entidades que no existen en el estado natural sino solo en ciertas
sociedades caracterizadas por un cierto nivel y un cierto tipo de desarrollo; de
esto deriva el echo de que las organizaciones están infiltradas por los valores
dominantes en la sociedad en la que actúan. De modo que si bien es cierto que
las técnicas de investigación y los esquemas conceptuales elaborados hasta ahora
por los cultores de la T. de la O., prometen la adquisición de considerables
conocimientos científicos, es también cierto que, en último análisis, “estos
conocimientos asumirán un relieve probatorio y específico solo en relación a
tipos específicos de valores que pueden ser perseguidos por organizaciones
activas en un cierto tipo de sociedad”.

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